Realizada en 1983, Nostalghia es la penúltima película del maestro Andrei Tarkovski. Sólo posteriormente, realizará en 1986 muy poco antes de morir la extraordinaria y maravillosa "Sacrificio".
A mi entender, ambas están inextricablemente relacionadas, especialmente en la preocupación que el último Tarkovski sentía por un mundo que a su entender cada vez estaba más centrado en lo material y como consecuencia de ello estaba cada vez más lejos de todo lo que tiene que ver con sentimientos altruistas y de sacrificio.
En este sentido, "Nostalghia" se centra en un poeta ruso que, de viaje por Italia, siente nostalgia de todo ese sentimiento profundo de ciega creencia en lo intangible y que de algún modo le conecta con el perdido hogar (que sólo recupera en sueños). Sólo a través de un loco ermitaño llamado Domenico, el poeta recuperará su capacidad para relacionarse con lo intangible en una hermosa secuencia final en el que el poeta. para salvar el mundo, deberá atravesar una piscina vacía sin que una pequeña vela se apague.
Posteriormente, en "Sacrificio", recuperará esta temática de una manera aún más profunda e intensa manteniendo al actor sueco Erland Josephson, que interpreta a Domenico, como el protagonista de una historia en la que su personaje acabará convirtiéndose en un loco como Domenico a cambio de evitar el fin del mundo que será el final de su familia.
Ambas películas reflejan el esfuerzo de Tarkovski por mostrar a través del cine, y en sus propias palabras recogidas en una entrevista realizada en 1983, los más imperceptibles movimientos del alma humana; imperceptibles movimientos que para el ruso siempre estaban en relación con lo invisible y lo trascendente.
La espiritualidad es fundamental en la concepción que Tarkovski tiene del alma humana y, precisamente, a su entender el hombre se está construyendo a pulso la infelicidad en este mundo tan materialista .
Al final, la nostalgia de Tarkovski es la nostalgia de la fe en un sentido amplio y, por extensión, la nostalgia de un aspecto esencial en lo antropológico del hombre como animal.
En "Nostalgia" de una manera sutil y maravillosa Tarkovski nos muestra el grave peso que ejerce ese vacío sobre el protagonista, convirtiendo sus recuerdos de la infancia en la encarnación metafórica de esa claridad ausente porque para Tarkovski infancia y capacidad de creer en lo que no puede se visto están directamente relacionadas.
Y al final lo que se nos cuenta es algo tan complejo como la expresión de la necesidad de lo inefable y el imposible hecho real del encuentro con eso que es extraordinario.
Casi nada.
Extraordinaria.
A mi entender, ambas están inextricablemente relacionadas, especialmente en la preocupación que el último Tarkovski sentía por un mundo que a su entender cada vez estaba más centrado en lo material y como consecuencia de ello estaba cada vez más lejos de todo lo que tiene que ver con sentimientos altruistas y de sacrificio.
En este sentido, "Nostalghia" se centra en un poeta ruso que, de viaje por Italia, siente nostalgia de todo ese sentimiento profundo de ciega creencia en lo intangible y que de algún modo le conecta con el perdido hogar (que sólo recupera en sueños). Sólo a través de un loco ermitaño llamado Domenico, el poeta recuperará su capacidad para relacionarse con lo intangible en una hermosa secuencia final en el que el poeta. para salvar el mundo, deberá atravesar una piscina vacía sin que una pequeña vela se apague.
Posteriormente, en "Sacrificio", recuperará esta temática de una manera aún más profunda e intensa manteniendo al actor sueco Erland Josephson, que interpreta a Domenico, como el protagonista de una historia en la que su personaje acabará convirtiéndose en un loco como Domenico a cambio de evitar el fin del mundo que será el final de su familia.
Ambas películas reflejan el esfuerzo de Tarkovski por mostrar a través del cine, y en sus propias palabras recogidas en una entrevista realizada en 1983, los más imperceptibles movimientos del alma humana; imperceptibles movimientos que para el ruso siempre estaban en relación con lo invisible y lo trascendente.
La espiritualidad es fundamental en la concepción que Tarkovski tiene del alma humana y, precisamente, a su entender el hombre se está construyendo a pulso la infelicidad en este mundo tan materialista .
Al final, la nostalgia de Tarkovski es la nostalgia de la fe en un sentido amplio y, por extensión, la nostalgia de un aspecto esencial en lo antropológico del hombre como animal.
En "Nostalgia" de una manera sutil y maravillosa Tarkovski nos muestra el grave peso que ejerce ese vacío sobre el protagonista, convirtiendo sus recuerdos de la infancia en la encarnación metafórica de esa claridad ausente porque para Tarkovski infancia y capacidad de creer en lo que no puede se visto están directamente relacionadas.
Y al final lo que se nos cuenta es algo tan complejo como la expresión de la necesidad de lo inefable y el imposible hecho real del encuentro con eso que es extraordinario.
Casi nada.
Extraordinaria.