viernes, marzo 25, 2011

EL FUERA DE LA LEY

El western siempre ha sido un género cinematográfico trascendente, depositario y transmisor de esencias.

La simple visión del jinete en la distancia, convertido en un punto diminuto y frágil, apenas visible entre la inmensidad del cielo y la inmensidad de la tierra, siempre me ha parecido el perfecto resumen metafórico de toda una visión entre existencialista y nihilista del lugar del ser humano entre lo existente.

Seguir el viaje de ese jinete errante entre el cielo y la tierra es parte esencial del género, un elemento que cristaliza de manera pura y genial en personajes como el Ethan Edwards de "Centauros del desierto" o el Bill Munny de "Sin perdón" del propio Eastwood.

Dentro de la filmografía de Eastwood este jinete solitario y descastado que, sin embargo y de forma paradójica, es portador de la justicia y agente para el establecimiento de un orden nuevo es una constante en su carrera como actor y director.

Este Josey Wales que por vengar la muerte de su familia se sitúa fuera de la ley es uno de esos jinetes palidos.

Por encima de todo, "The oulaw Josey Wales" es un viaje por el territorio de los Estados Unidos convertido en paisaje después de la batalla que fue su guerra civil, pero también es el proceso de generación de un grupo formado por personajes, en apariencia débiles (viejos, mujeres, enfermos...), pero que consiguen convertirse en fuertes y prevalecer merced a la presencia mágica y misteriosa de Wales, enredado en su propio laberinto de venganza, persecución y huida, pero capaz al mismo tiempo de acoger bajo su poderoso seno a un grupo variopinto de humillados y ofendidos y construir con ellos lo más parecido a la familia que la guerra le arrebató.

"The outlaw Josey Wales" es una de las grandes películas de la primera época de Eastwood como director.

Imprescindible


jueves, marzo 24, 2011

SAFARI CALLEJERO

Por si a alguien le cabía alguna duda...

miércoles, marzo 23, 2011

SOL


EL RITO

Que conste que soy de esa minoría que cree que los mejores momentos de "El Exorcista" son todas las secuencias iniciales, antes de que el demonio efectivamente posea a la niña; momentos llenos de misterio en los que el director, a través de la mirada del padre Karras, consigue transmitirnos una sensación entre tensa y morbosa al presentarnos una realidad que de pronto se muestra como un territorio donde el mal es posible, porque tiene terreno donde crecer.

Y lo mejor que puede decirse de "El rito" es que en sus planteamientos iniciales y en buena parte de su desarrollo consigue transmitir esa misma sensación entre misteriosa y oscura que de pronto se muestra como habitando las cosas; un indefinido sentimiento inquietante que termina diluyéndose como un azucarillo cuando el mal toma forma en el enfrentamiento definitivo del esforzado sacerdote con el avieso y retorcido principe maligno.

En este sentido, "El rito" es una película que va perdiendo fuerza conforme avanza y en cuyo desarrollo se ve lastrada por la tibia presencia un protagonista que no consigue transmitir demasiadas cosas al espectador, que se diluye en una nada inexpresiva ante la magia con piloto automático de un Anthony Hopkins tan mórbido y magnético como siempre.

En cualquier caso, daba para mucho más el personaje de Hopkins, su relación casi diaria con ese mal en el que nadie cree y la película desaprovecha esa línea narrativa optando por un curso más convencional sobre las clásicas dudas de fe. Cosa que no se entiende muy bien, porque Hopkins es la estrella de la película y hubiera estado bien aprovechar las capacidades sobradas del actor galés para mostrarnos su resquebrajamiento y posterior posesión en un ejercicio casi de terror psicológico. No obstante, la película prefiere centrarse en un anodino protagonista teniendo las clásicas dudas de fe de siempre.

En fin... Aceptable.















¿NO A LA GUERRA?

Pues claro que nadie quiere una guerra, pero se nos olvidan un par de conceptos muy obvios:

1.- La guerra es un acto social y ésto quiere decir que requiere por lo menos de dos individuos o grupos para que se produzca. De lo que se deduce que aunque uno diga no a la guerra, el otro la puede declarar perfectamente y con toda tranquilidad.
Puedes salir a su encuentro e intentar convencerle de algo también obvio, de las bondades intrinsecas de una vida en paz, como hizo el papa Leon I El Magno cuando salió al paso de las huestes de Atila, el rey de los Hunos, y le convenció para que se retirase, pero estadísticamente estas cosas no suelen pasar (por eso recordamos este episodio mágico de la historia)... Como digo, puedes salir a su encuentro e intentar convencerle, pero una negociación, y no digamos la toma de una resolución conjunta, también son actos sociales y dependen para su efectiva ocurrencia la concurrencia de por lo menos dos personas o colectivos. Y puede darse el caso de que el otro no esté por la labor, de que esté a la guerra pese a todo. Las razones pueden ser múltiples y van desde una mala defensa de una postura intrinsecamente buena hasta que el otro crea en la guerra del mismo modo que el otro cree en la paz. En cualquier caso, no podemos ocupar simbólicamente el pensar ni emocionalmente el sentir del otro. Puede tener sus razones. Puede querer la guerra... ¿Y entonces qué? ¿No a la guerra también?

2.- El segundo y más importante punto es que uno, si las circunstancias le obligan, debería estar dispuesto a defender lo que cree y a los suyos hasta las últimas consecuencias, que pueden implicar cualquier clase de enfrentamiento desde una pelea de callejón hasta una conflagración mundial. También forma parte de la vida, de la naturaleza humana y el que no quiera darse por enterado tiene los libros de historia para trabar conocimiento con nuestra alargada sombra de especie.
Hay algunas ideas y algunas personas por las que deberíamos estar dispuestos a ponerlo todo sobre el tapete, llegando hasta las últimas consecuencias si fuera preciso.

Resumiendo y a mi entender, estar de forma sistemática en contra de la guerra sólo puede obedece a cuatro razones:

- O bien no se cree en nada o no se quiere lo suficientemente a nadie
- O bien no se es lo suficientemente valiente como para afrontar la posibilidad extrema de defensa de lo que se quiere.
- O bien no se tiene la suficiente estima por lo que se piensa o siente que se prefiere ceder antes de llegar al enfrentamiento
- O bien se es lo suficientemente soberbio como para pensar que todo el mundo puede ser convencido, como para no contemplar la posibilidad del desacuerdo.

Como el amor, la guerra es cosa de dos. Y no se es peor persona por reconocer la posibilidad siempre latente del conflicto ni se es un monstruo por aceptar ese conflicto cuando, y pese a todos los esfuerzos razonables por evitarlo, éste sucede. A veces, uno tiene que plantarse y defender hasta las últimas consecuencias aquello en lo que cree y aquellos a los que quiere.

Todo lo demás es debilidad y neurosis.

Estoy en contra de un genérico "No a la guerra", porque entre otras cosas quién no hubiera ido a la guerra contra la Alemania de Hitler.
Estoy a favor de estar en contra de esta o aquella guerra, guerras concretas, que son injustas, pero negarnos la posibilidad de la guerra como concepto total es un acto neurótico consistente en no aceptar nuestra sombra, nuestro lado oscuro como especie.
Habla solo Jeckyll.
Hyde calla, pero cuando se le llama, porque no se puede evitar que aparezca, siempre se muestra para hacer su trabajo sucio y posteriormente desaparecer entre las sombras para, cuando llega la luz, volver a ser negado mientras se disfruta impunemente de los efectos de su inconfesable trabajo.
La hipocresía social y colectiva convertida en enfermedad mental.
SOMBRA Y LUZ



PINETOP PERKINS

Take my hand, precious lord...




martes, marzo 22, 2011












¿Por qué Libia sí y Birmania no?

Porque es el país más fácil (la tecnología militar brilla en las superficies casi planas del desierto), el más accesible (está al otro lado del Meditarráneo), el más débil de todos (es una república tribal inhabilitada para comprar las armas que realmente cuentan) y cuyo lider es el que tiene la imagen más aquilatada de villano contra el que nuestros líderes pueden erigirse en más o menos hábiles estrategias de comunicación como superhéroes de la libertad.

lunes, marzo 21, 2011

PRIMAVERA





domingo, marzo 20, 2011

"Probablemente el primer tramo del siglo XXI será visto algún día como un periodo de particular ceguera, arrogancia y fatuidad. Hace poco hablé, ya digo, de las ínfulas de quienes se permiten suprimir de los textos de Mark Twain las palabras que hoy consideran “inconvenientes”, o de las consejerías andaluzas que deciden eliminar la legendaria frase de la madre de Boabdil (“No llores como mujer, etc”) porque menoscaba, según ellas, a todo el sexo femenino. Pero la plaga de engreimiento -es engreimiento y soberbia enmendarles la plana a los muertos, tachar lo que otros escribieron, modificar y falsear los hechos para adecuarlos a nuestro gusto- va mucho más lejos, y alcanza cotas ilusas para mí casi inconcebibles."
(Estaré con el mundo hasta que éste muera, Javier Marias)

Amén!
2010

En 1948, Arthur C. Clarke publicó un relato corto, de apenas 5 páginas, llamado "El centinela". En él, y en primera persona, un científico reflexiona sobre el sentido del artefacto que la humanidad ha encontrado en la Luna, un artefacto que según parece pertenece a una raza extraterrestre que lo ha dejado allí hace millones de años.

"Me encontraba en una explanada de unos treinta metros de profundidad. En alguna ocasión había sido lisa, demasiado lisa para ser natural, pero los impactos de los meteoritos habían mordido y cribado su superficie a través de incontables eones. Y había sido nivelada para poder sostener una estructura translúcida, burdamente piramidal, de dos veces la altura de un hombre, encajada en la roca como una gigantesca gema facetada"

Desde el momento de su publicación, este relato ha formado parte de varios libros de relatos de su autor, uno de los grandes de la ciencia ficción, Arthur C. Clarke y en una de sus publicaciones atrajo la atención de Stanley Kubrick. De él nace una de sus películas más famosas, "2001: una odisea en el espacio", y para mi gusto no una de las mejores.

Posteriormente, Arthur C. Clarke noveló el guió y publicó un libro del mismo titulo en 1968, el año de estreno de la película. Y quizá fuera esta doble aparición un primer ejemplo rupestre de la actual cultura del ocio multicanal... pero esa es otra historia.

Posteriormente, en 1982, Clarke publicó una continuación: "2010: Odisea 2", que tuvo aún dos secuelas más durante la década de los años ochentas. Este libro atrajo la atención del hoy olvidado director Peter Hyams, un tipo con gran talento para contar historias y el resultado es esta "2010: The year we make contact"

Y tengo que decir que "2010" es una de esas películas que sólo le gustan a uno, que forman parte del patrimonio emocional de las personas. Puedo entender que no guste, pero a mi me gusta... Lo sigue haciendo todavía.

La película carece de la metafísica, a veces vacua y grandilocuente, de "2001", pero mantiene el sentimiento de misterio de su predecesora.

El viaje hacia Júpiter que hacen los astronautas de la nave "Leonov" en busca del secreto que, como una telaraña mantiene atrapada a la nave "Discovery" es un viaje hacia lo desconocido, hacia el monolito que de nuevo les aguarda oscuro, callado y perfecto, convertido en perfecta metáfora de todo aquello que como especie el ser humano aún desconoce.

La película quizá se ha quedado antigua porque el contexto de guerra fría en que se desenvuelve tiene un cierto peso dentro de la historia, pero mantiene intacto todo su misterio planteando al mismo tiempo un interesante discurso de responsabilidad del ser humano hacia las herramientas que produce, que le hacen más listo y más poderoso, encarnadas en el superordenador Hal 9000. Súbitamente revelado como víctima y como depositario de una pureza casi infantil que le convierte en una máquina demasiado perfecta incluso para ser humana.

"¿Soñaré?", pregunta Hal.

Yo a veces también me lo pregunto.





sábado, marzo 19, 2011

RETORNO AL PASADO

Tragedia y cine negro están relacionados de modo directo e íntimo.

En la tragedia, los personajes que la protagonizan y siempre padecen se ven abocados hacia un desenlace inevitable y casi siempre fatal, que otros han llamado de forma muy poética la fuerza del destino.

Los hombres viven de acuerdo con su criterio e instinto, actúan y toman decisiones que siempre generan consecuencias que más tarde o más temprano regresan convertidas en cuentas que deben ser pagadas. Como bien se dice en "True Grit", la última película de los Hermanos Cohen, nada es gratis en esta vida (salvo la Gracia de Dios).

Y eso que llamamos fatalidad no es otra cosa que el regreso de las cuentas pendientes, un regreso que el protagonista del cine negro acepta sin pestañear porque de algún modo comprende que mientras se está vivo pasado, presente y futuro existen formando una estructura irrompible de sentido que configura la propia vida, la propia identidad.

En "Retorno al pasado", Jeff Bailey (magníficamente interpretado por un pétreo Robert Mitchum) tampoco puede escapar a la alargada sombre de sus cuentas pendientes. Estas le encontrarán regentando una gasolinera bajo otro nombre y en medio de ninguna parte y le devolverán a un pasado en el que Catie Moffet (Jane Greer), uno de los personajes de mujer fatal por excelencia de toda la historia del cine negro, es la abeja reina de una colmena de intereses creados, muerte, dinero y perdición.

Bailey regresará de mala gana y descubrirá, como escribe Ruben Blades, que las cuentas del alma siempre son las más duras de pagar.

Obra maestra.


"No desees tanto que no puedas recibir por estar lleno de deseos."
(Alejandro Jodorowsky)
THE COUNTING CROWS

Friend of the devil...



INOLVIDABLE

Los hermanos Karamazov...


Snif, snif...

viernes, marzo 18, 2011

La ciudad está llena de oficinistas
con sonrisas crucificadas en las caras

LOS HERMANOS KARAMAZOV

Para mi gusto el ruso Fiódor Dostoyevski es uno de los más grandes escritores que ha dado la literatura desde que el mono se creyó hombre. Su capacidad para llegar más lejos y más hondo en las profundidades del alma humana es reconocida por todos.

Los personajes de Dostoyevski son en realidad campos de batalla donde sentimientos e impulsos antagónicos se manifiestan: racionalidad vs. irracionalidad, fe vs. ciencia... Y a mi entender esta visión conflictiva, explosiva del ser humano se acerca bastante a la realidad. No en vano el filósofo Nieztsche consideraba que el escritor ruso era el único psicólogo del que se podía aprender algo.

Y esta profunda carga psicológica confiere a sus obras de una densidad brutal, una densidad que siempre ha hecho difícil la adaptación al cine de los textos del autor ruso. No obstante, la adaptación de "Los hermanos karamazov" que Richard Brooks llevó a cabo en 1958 es un buen ejemplo de que es posible convertir en imágenes buena parte del contenido filosófico del autor ruso generando una historia que tiene vida propia, una vida cuya energía procede de la palpitante potencia de su referente literario.

"Los hermanos Karamazov" es la historia de un parricidio, pero, y sobre todo, es la historia de una familia destrozada y del modo en que los cuatro hermanos procesan su difícil, cuando no imposible, relación con el padre. Y la película pone énfasis especial en Dimitri (Yul Brinner), el hermano que aparentemente se encuentra más perdido de los cuatro y que encontrará en el a primera vista imposible amor por Grushenka una tabla de salvación que le conducirá a la redención.

Corriendo hacia, lo que el mismo define, como el callejón sin salida de Grushenka Dimitri convivirá con su propio desastre y de ese conflicto surgirá un hombre nuevo dispuesto a afrontar las consecuencias de sus propios actos sin perder nunca más la cara.

Todo un clásico.

jueves, marzo 17, 2011

LOVE & ROCKETS

No new tale to tell...


¡Qué tiempos!
LUZ





FUKUSHIMA














"Pero, ¿por qué arriesgan su vida? Probablemente su educación para sacrificarse por los demás sea una de las razones, como apunta un experto nuclear estadounidense que señala que en trabajos de este tipo "se desarrolla un sentido para la lealtad y el compañerismo cuando se entrena durante años junto con otros"."
(La batalla de los 'héroes de Fukushima')

Es curioso.

En 1959, un doctor en filosofía que había sido combatiente en la II Guerra Mundial, J. Glenn Gray publicó "Guerreros: Reflexiones del hombre en la batalla".
Este libro, prologado por Hannah Arendt, era la consecuencia de años de reflexión, lectura y relectura de los diarios que el propio Gray había escrito durante la guerra. Demasiado religioso en algunos momentos para mi gusto, pero siempre espiritual y verdadero, "Guerreros" interesa por lo que muestra de la naturaleza humana en situaciones extremas y por los efectos que la guerra tiene sobre aquella.
Y leer este texto sobre la tragedia de Fukushima me recuerda a este libro porque en un momento determinado Gray reflexiona sobre la valentía, sobre la razón que lleva a los soldados a permanecer en su puesto, aun cuando quedarse signifique su propia muerte y, sin generalizar, Gray afirma que en muchos casos es la solidaridad con el compañero lo que le lleva a permanecer. El saber que la posición que se ocupa de algún modo se ocupa en conjunto con otros y sentir que el éxito es un premio colectivo que depende de cada esfuerzo propio les lleva a permanecer.
Nadie quiere dejar de hacer su parte y espera de los otros que hagan lo mismo en un acto de confianza y entrega absoluto cuya intensidad sólo aquellos que han combatido conocen, pero que Gray compara con el amor.
La lealtad y el compañerismo de Fukushima entronca directamente con este sentimiento colectivo de grupo y es esa realidad de grupo la que hace que se hagan las cosas o dejen de hacerse. No hay patria ni bandera, solo compañeros hundidos hasta el barro en la misma mierda. Y en circunstancias tan extremas nadie permite al otro que haga la parte que en justicia les corresponde.
Nadie dimite de su responsabilidad última.
Todos se quedan porque la posibilidad de la muerte une tanto a los seres humanos como la posibilidad del amor. Y en Fukushima hay mucha muerte ahora mismo.


"From this day to the ending of the world,
But we in it shall be remember'd;
We few, we happy few, we band of brothers;
For he to-day that sheds his blood with me
Shall be my brother"
(Henry V, William Shakespeare)
"Revisar películas que amas es una de las mejores drogas que conozco. Y no se agota nunca."
(Carlos Boyero)

Amén!

martes, marzo 15, 2011

GIRI




















"La alarma de un desastre nuclear crece en torno a la central de Fukushima, afectada en cuatro de sus seis reactores por el terremoto que devastó el país el viernes. La situación se agravó anoche (hora española) tras un incendio en el reactor 4, que ya está controlado, y una explosión en el número 2. La situación en ese reactor es la más preocupante, ya que según acaba de informar el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) la contención primaria puede haber resultado dañada... La Autoridad de Seguridad Nuclear francesa había dicho horas antes que ese sistema de contención, muy importante para contener la radiactividad en caso de fusión del núcleo, ha dejado de ser estanco... Hay 50 operarios trabajando en la central, los únicos que no han sido evacuados. Todo está en sus manos: tienen que refrigerar las piscinas de los reactores."
(Japón admite posibles daños en la contención primaria del reactor 2 de Fukushima, El País)

Si las informaciones son correctas, ya no son sólo operarios. También son héroes.
Esa disciplina con la que vemos a los japoneses comportarse desde fuera y que tanto nos impresiona no es sólo disciplina, primariamente es una profundamente asumida capacidad para el sacrificio, para subordinar la individualidad a los intereses de la colectividad.
Ellos lo llaman GIRI... la obligación o el deber de servir a ese interés superior sacrificando la propia individualidad.
Si existe un lugar en el mundo donde haya más posibilidades de que existan héroes, Japón es el sitio.


"María Teresa Domínguez, presidenta del Foro Nuclear, el lobby de las seis nucleares españolas, afirmó que el problema en el primer reactor estaba casi solucionado. "Cuando paró la central, en el núcleo quedaba un 7% del calor residual del núcleo. Ya solo queda el 0,05%", afirmó en una concurrida rueda de prensa. El uso de agua de mar, que dejará inservibles los reactores, demuestra lo desesperado de la situación.
Domínguez defendió que Fukushima estaba resistiendo a la combinación terremoto-tsunami y defendió que esa era la prueba de la fiabilidad atómica. Ese es el argumento que usa insistentemente el lobby nuclear. Los detractores de esta energía, en cambo, ven en el accidente la prueba de que la seguridad total no existe y de que el excesivo riesgo no compensa su uso."
(Leer mas)


La central resiste y por resistir entiendo que no ha volado en mil pedazos matando a todo ser vivo en cien kilómetros a la redonda. Pero creo que se trata de una resistencia desesperada que convierte en cochambroso al concepto de fiabilidad atómica si se colocan ambas ideas en la misma frase.
Tan importante como saber lo que hay que decir es saber distinguir los momentos en que hay que hablar y los momentos en que es mejor no hacerlo, especialmente cuando la realidad habla por si sola.
Por mucho que se empeñen los grandes gurus de las relaciones públicas y la comunicación, el mundo virtual de las imágenes y los mensajes tiene un límite.
Y a veces no queda más remedio que callar, que esperar.
INCENDIES

Sin duda alguna "Incendies" es una obra maestra del cine.

Victima de si mismo, de su agotamiento como medio de expresión y de la evolución de la propia sociedad que parece querer entretenerse y expresarse por otros medios y canales, lentamente, como el amante desesperado que se pierde y traiciona, el cine ha ido convirtiéndose en sucedáneo, rebajándose en sus inmensas posibilidades como vehículo de emoción y expresión (el 3D es el último ejemplo)... pero no todo está perdido, y si alguien está interesado en experimentar la realidad del cine en todo su esplendor expresivo, debe ver "Incendies" sin duda alguna.

La película empieza con la lectura de un hermoso testamento. Nawal Marwan (recuerdo su nombre desde anoche, no he necesitado mirarlo) ha muerto y ante sus ojos, a través de la voz del notario, les expresa una última voluntad que aquellos no comprenden.

Nawal quiere ser enterrada desnuda, boca abajo y de espaldas al mundo, sin lápida que señale su presencia. Les descubre la existencia de un padre y de otro hermano allá, en el Líbano y encarga a sus dos hijos canadienses encontrar a ese padre y a ese hijo para entregarles una carta a cada uno de ellos. Sólo entonces, cuando esas cartas sean entregadas, sus hijos lo comprenderán todo y podrá ser colocada una lápida sobre su tumba.

¡Tremendo!

Y el viaje no hace más que comenzar, un viaje en el espacio (las peripecias de los hijos buscando el rastro de esa propia sangre perdida) y en el tiempo (el recuerdo de la dura vida que terminó llevando a Nawal hasta el imposible olvido en Canadá).

Y el entorno es la guerra civil del Líbano, sus consecuencias en un presente lleno de resonancias que los hijos vivirán tomando conciencia del terrible pasado que marcaba la expresión arrugada y ausente de su madre, un pasado que les alcanzará y del que se descubrirán parte cobrando por primera vez en su vida conciencia de sí mismos, de lo que son.

"Incendies" es una película terrible, pero también hermosa, como es la vida misma si estalla el tiempo en ella. Una película sobre el horror y sus desastres pero también del amor, de la capacidad de continuar y seguir adelante por imposible que parezca.

"Incendies" es una de esas películas que no se le caen a uno cuando se levanta la butaca y que deja olvidada por los pasillos del cine. Todo lo contario. Uno se la lleva a casa, le acompaña abriéndo puertas cerradas en lugares secretos del corazón o iluminando angulos oscuros del pensamiento en la cabeza, incluso se desliza por entre las sabanas y se enrosca en torno al pecho como un gato de profunda e insondable mirada.

En definitiva, cine de verdad, de ese que uno no olvida nunca: La hermosa y terrible historia de la mujer que canta.

Amo esta película.


lunes, marzo 14, 2011

RADIOHEAD

Nobody does it better...



DESTINO OCULTO

Tiene su gracia "destino oculto".

En un momento determinado, el profesional Thompson (Terence Stamp) pronuncia un monólogo naif que podría resumirse con el clásico "no se os puede dejar solos" que suscribiría nuestro viejo Francisco Franco.

El desastroso siglo XX justifica según Thompson la necesidad de un control minucioso del destino de la humanidad por medio de un ejército de angélicos funcionarios que vigilan el destino de cada persona, un destino que está cifrado en una agenda Moleskine que más parece un Ipad. Y se supone que todo ese control se ejerce bajo la supervisión de un director que sólo puede ser un ente similar a Dios.

Y aunque por lo visto la película se basa en un relato de Phillip K. Dick, que también tendría malas tardes como las puede tener cualquiera, lo cierto es que "Destino oculto" es una de esas películas que se engañan a sí mismas. Durante buena parte de la misma el espectador se deja llevar por la idea de que los protagonistas están desafiando los designios divinos.

Armados por la fuerza que les da su propia voluntad se lanzan de cabeza por el barranco de su libre albedrío... pero, al final, los de arriba no pueden equivocarse y todo se trata de un error informático.

Su romántica unión estaba prevista. En algún momento debió de traspapelarse alguna cifra o alguna página.

Todo se trata de un lamentable error.

Y la película termina.

Y al espectador le queda la sensación de que si hay un lugar donde el libre albedrío no existe es en los géneros y sobre todo en las historias previsibles.

Entretenida... muy al principio.

"- ¿Y cuál es la pseudociencia más peligrosa?
- La teoría económica estándar, porque sustenta las políticas económicas de los gobiernos conservadores y reaccionarios, que son enemigos del bienestar de la gente común. "
(Entrevista a Mario Bunge)
"En las décadas pasadas, los experimentos de dispersión de alta energía nos mostraron la naturaleza dinámica y siempre cambiante del mundo de las partículas de la manera más sorprendente. La materia se mostró en estos experimentos corno algo completamente mutable. Todas las partículas pueden ser transmutadas en otras partículas; pueden ser crea-das partiendo de la energía y pueden desvanecerse en energía. Así, los conceptos clásicos de "partícula elemental', "sustancia material" u "objeto aislado", han perdido totalmente su significado; todo el universo aparece como una telaraña dinámica de patrones de energía inseparables. Hasta ahora, todavía no se ha encontrado una teoría completa que permita describir este mundo de partículas subatómicas, pero tenemos varios modelos teóricos que describen muy bien ciertos aspectos parciales. Ninguno de estos modelos está exento de dificultades matemáticas, y todos ellos se contradicen unos a otros en cierto modo, pero todos reflejan la unidad básica y el intrínseco carácter dinámico de la materia. Demuestran que las propiedades de una partícula sólo pueden comprenderse en términos de su actividad -de su interacción con el entorno- y que dicha partícula, por tanto, no se puede considerar como una entidad aislada, sino que ha de entenderse forzosamente como pare integrante del conjunto."
(Frijot Capra, El Tao de la física)

La materia surge de una nada que no es tal, que es un invisible entramado de energía espumeante que sustenta a su vez el entramado más sólido que genera la realidad tal y como la conocemos.
Es el otro lado del espejo... la gran aventura de entender que la nada es algo.
"¿Se hace más difícil últimamente recibir un buen guión?
Bueno, de hecho el buen guión no existe. Los guiones son diálogos, y a mí no me gusta tanta charla. Siempre he tratado de expresar las cosas visualmente. No me gusta rodar libros u obras de teatro. Prefiero coger un cuento y ampliarlo en lugar de agarrar una novela y tratar de condensarla. Pero SÍ que se ha hecho más difícil recibir un
buen argumento."
(John Ford, Peter Bogdanovich)

Me sorprende la capacidad que tiene este país para movilizarse en aspectos que son accesorios o, lo que es peor, su capacidad para considerar importante lo accesorio y salir a la calle a defenderlo.

Con todo lo que está lloviendo por aquí, es terrible que lo que parezca que importa, lo que hace que la gente salga a la calle es la reducción del límite de velocidad en diez kilómetros a la hora.

Mientras en Islandia han metido en la cárcel a los banqueros y se están dotando de una nueva constitución o en Grecia la gente sale a la calle y de cuando en cuando aparece la imagen de un policía ardiendo, en España, una de las economías más complicadas de los paises desarrollados, los españoles solo parecen interesados en no querer que nos rebajen el límite de velocidad en diez kilómetros a la hora sino que queremos ir más deprisa, a 140 kilómetros a la hora.

La madurez política del personal es acojonante.



HABITACIÓN CERRADA
El año del Wolframio

domingo, marzo 13, 2011

IN THE ELECTRIC MIST

Hay una variante del cine negro que utiliza una trama criminal para presentar un determinado ambiente, una determinada situación. "In the electric mist" es un ejemplo no demasiado bueno de este subgénero.

El detective Dave Robicheaux, interpretado con oficio por Tommy Lee Jones, investiga la aparición de una serie de cadaveres de jovenes descuartizadas en los pantanos milenarios de Nueva Orleans.

La peripecia de Robicheaux servirá para presentar una serie de situaciones y personajes que se desenvuelven dentro de las convenciones del cine negro y en este sentido "In the electric mist" no descubre nada nuevo bajo el sol. Nada resulta sorprendente. Todo resulta demasiado familiar y recuerda de manera vaga o directa a un montón de películas en las que un policía, buscando la verdad, viaja arriba y abajo por un determinado paisaje y una determinada estructura social.

"En el calor de la noche", "La noche se mueve".... Hay muchos ejemplos y, como digo, "In the electric mist" no está en absoluto a la altura de los mejores resultando demasiado morosa en unos momentos o demasiado previsible en otros.

Además, lo que debiera ser lo más característico e interesante de la película que no es otra cosa que una línea narrativa centrada en las alucinaciones o los fantasmas del viejo ejército confederado que se aparecen a Robichaux se convierte en un lastre más al no terminar de estar correctamente imbricada en el conjunto de la historia pareciendo en muchos casos los fantasmas vagabundos disfrazados más que misteriosas presencias de ultratumba.

En fin, los resultados de "In the electric mist" no son buenos y quizá la historia hubiera precisado de un mayor cariño y comprensión a la hora de ser trasladada a la pantalla.

Aceptable.





AUSTRALIA

Baz Luhrmann es uno de esos directores que el viejo John Ford no soportaría. Demasiado manierista con la cámara, sus películas carecen del asentamiento y la quietud que el genial irlandés buscaba para sus historias, una calma visual que favorecía el asentamiento ante el espectador de la historia y de sus personajes.

En el cine de Lurmann la cámara salta, vuela, se retuerce en vertiginosos movimientos que saltan del plano general el corto y viceversa. Y en teoría no debería gustarme, pero hay un aspecto con el que conecto directamente con la sensibilidad de Luhrmann y ese aspecto es sus capacidad para contar historias de una manera sublimada, intensa, subrayada. No hay ilusión de objetividad sino todo lo contrario, de subjetividad, como si la cámara fuese una especie de medium que se llenase de la emoción que en cada momento requiere la situación de la historia. Y eso me gusta.

En "Australia" el talento de Luhrmann para la narración emocional está ahí. Quizá la película resulte demasiado larga, demasiado convencional en su desenvolvimiento y en el planteamiento de las situaciones, pero es una película que me sigue enganchando. Sobre todo la línea narrativa esencial que está protagonizada por el niño aborigen Nullah (Brandon Walters) y el magnífico hechicero Rey Jorge (David Gulpilli). "Australia" habría sido una película realmente estupenda si hubiese girado completamente sobre ellos dos solos, sobre su relación con la naturaleza y con el hombre blanco. Seguramente hubiera dado aún mucho menos dinero, pero habría ganado en fuerza, en intensidad, en belleza...

Cantaré para ti... Se dicen... ¡Maravilloso!

viernes, marzo 11, 2011

TRUE GRIT

No se qué diablos estaba pensando cuando la vi por primera vez.... Bueno, la verdad es que lo se. El caso es que tengo que reconocer mi error y declarar a los cuatro vientos que "True grit" es una película extraordinaria.

La historia está teñida de una suave melancolía fatídica directamente nacida de los versículos de la biblia.

El entorno donde sucede la historia es un mundo difícil y cruel donde las personas trafican con cadaveres o las abuelas venden por cinco centavos un saco para guardar las pertenencias del padre muerto. Y en ese entorno suceden las personas, intentando existir como mejor saben y pueden, constantemente tomando decisiones que siempre tienen un precio... porque, y como en un momento determinado de la película la voz en off de la protagonista dice, nada es gratis en esta vida, sólo la gracia de Dios... (que, por cierto parece brillar por su ausencia).

En este entorno árido, como nacido de un cuadro de Grant Wood, se insertan los recuerdos de una niña que busca vengar la muerte de su padre recurriendo a los servicios del violento alguacil Rooster Cogburn.

Desde el recuerdo, la mujer recuerda su aventura con Cogburn por la reserva Choctaw en busca del asesino.

Todas y cada una de las decisiones que laniña toma persiguiendo ese fin tendrán un precio, incluyendo la épica muerte de su caballo intentando llevarla de vuelta a la vida espoleado por Cogburn hasta el final. Me emociona especialmente esta escena, que tiene un hermoso punto hipnótico con las estrellas y los copos de nieve que termina aterrizando en la muerte del animal, cuyo cadaver queda atrás en una expresión hermosa de lo que irremediablemente va quedando atrás, agotado y consumido, con cada paso que dan los que pueden seguir adelante.

Aspecto que conecta con el hermoso final de tumbas que quedan atrás y supervivientes que siguen adelante... porque no hay que parar, porque es verdad que el tiempo siempre se nos escapa.

Yo... más estúpido de lo habitual por mi primera crítica.

La película... siempre fue brillante.

jueves, marzo 10, 2011

SEASON OF THE WITCH

¡Dios mío!

La leyenda dice que el ya fallecido actor Richard Harris decidió retirarse temporalmente de la profesión tras verse en la terrible "Tarzán", filmada a la mayor gloria de la antaño mujer perfecta Bob Derek.

Varias decenas de mujeres perfectas han sucedido desde entonces, pero lo que no ha cambiado es la capacidad del cine comercial para el horror.

"Season of the witch" es un magnífico ejemplo que quizá lleve al un poco pasado Nicolas Cage al retiro temporal... si es que sus deudas con el fisco norteamericano se lo permiten.

En fin, lo único bueno de "Season of the witch" es que no he pagado para verla... Lo demás es una historia sobre el bien y el mal con la tempestuosa época medieval como fondo. Nada nuevo bajo el sol.

No obstante, y puestos a sacar cosas buenas de donde seguramente no haya, tengo que decir que intuyo una estupenda y fallida historia en lo más profundo de la película. Una historia sobre el viaje de cuatro caballeros y un monje escoltando a una bruja hacia su destino final. Una película oscura y claustrofóbica, de tentaciones y resistencias, de lucha de voluntades, de pecado y redención que se sitúa entre el "Dies Irae" de Dreyer y "El manantial de la doncella" o "El séptimo sello" de Bergman.

¡Lastima!

Se prefirió mas de lo mismo y no hubo huevos para hacerla.



TOM WAITS

San Diego serenade...



"I never felt my heartstrings until I nearly went insane"















"¿Es práctica de usted no ensayar nunca una secuencia de acción?
No se puede; resulta falso. Nunca se sabe lo que va a ocurrir; se puede caer un hombre, se puede caer un caballo. No, yo soy un viejo director duro que nunca ensaya la acción."
(John Ford, Peter Bogdanovich)
"Sería estimulante identificar los procesos cerebrales concretos responsables de la sensación del flujo temporal: parece probable que estén íntimamente relacionados con los procesos de la memoria, que también es muy asimétrica en el tiempo. Recordamos el pasado y no el futuro, de manera que el tiempo está dotado de una especie de desequilibrio mental, y si no tuviéramos memoria la conciencia desaparecería junto con el flujo del tiempo. No me refiero ahora al estado de amnesia, que sólo afecta a la memoria a largo plazo, sino a un estado en el que no se recuerde nada en absoluto, por reciente que sea. En tal condición debe haber una absoluta imposibilidad de dar ningún sentido al entorno, pues la información sensorial se reduciría a una masa de impresiones momentáneas, sin significación ni coherencia, y toda actividad planeada se haría imposible, pues uno sería incapaz de recordar de un minuto al siguiente lo que estaba haciendo ni cómo era el mundo circundante. La memoria, al menos a corto plazo, es una parte indispensable del proceso perceptivo, puesto que la percepción consiste en organizar las impresiones sensoriales según conocimientos y expectativas anteriores, de tal modo que los acontecimientos se pongan en mutua relación y nuestra propia existencia se vincule al mundo que nos rodea."
(Paul Davies, Otros mundos, espacio, superespacio y el universo cuántico)

El pasado es importante... No hay presente sin él.
Olvidarlo es olvidarse.
La eternidad medida con precisión
en el instante inmóvil
que se prolonga intenso
entre dos veloces parpadeos.

miércoles, marzo 09, 2011

Todo está relacionado.
Y ese presente al que tanto nos agarramos lanzándonos de buena gana al abismo de su aparente simplicidad... Es lo que sucede, es lo que toco, es lo que hay... Es en realidad un complejo entramado compuesto por lo que fue, los vacíos y huellas dejados, lo que es, las presencias incuestionables y evidentes y lo que será, las sombras que se proyectan desde el horizonte.
A veces relaja concentrarse única y exclusivamente en lo que es.
Simplemente mirar el arder lento de las cosas como quién observa el titilar de una llama.
Tomarse un respiro. Descansar en esa ilusión. Pero jamás las cosas se ven como son. El fue y el será las matizan desde su inadvertida transparencia. Y es que no sólo somos lo que recordamos y lo que queremos ser, sino también lo que vemos se nos aparece como tal en función de lo que ya hemos visto y en un futuro queremos ver.
Lo menos real desde la conciencia es siempre el presente.
Nuestra biografía lo interpreta, nuestro deseo lo transfigura.
Tener solo presente es lo mismo que no tener nada.
La ciudad está llena de oficinistas
que convierten el espejo en un armario
donde escogen con cuidadosa precisión
el más conveniente de los reflejos.

martes, marzo 08, 2011

"Hay millones de blogs y hay miles de millones de individuos que cuentan cosas a través de la web; pero nadie se entera de esas cosas, porque no tienen interés ni tiempo para hacerlo. Así que internet no puede reemplazar el periodismo, y siempre habrá periódicos o sitios web dedicados a escoger y organizar la información para consumo de sus nichos de usuarios respectivos."
(¿Qué hay de nuevo en WikiLeaks? Hernando Gómez Buendía. Publicado en El Malpensante)
"El otro día vi una película en que trabajaba Sofía Loren; bueno, es una mujer muy agradable, pero siempre estaba tapada por alguien o sólo le salía la cara un momento. Era la protagonista y la cámara estaba siempre lejos, y nunca se veía bien a Sofía. Es la nueva dirección. Es divertido cómo salen esos chavales de Nueva York, los directores de teatro, y lo primero que hacen cuando vienen aquí es olvidarse del argumento, olvidarse de la gente, olvidarse de los personajes, olvidarse del diálogo y concentrarse en este juguete nuevo y maravilloso que es la cámara."
(John Ford, Peter Bogdanovich)
INOLVIDABLE

Horse soldiers...

VAN MORRISON

Summertime in England...



La ciudad está llena de oficinistas
que permanecen despiertos
en el más profundo de sus sueños.
‎"She had an overwhelming desire to tell him, like the most banal of women. Don't let me go, hold me tight, make me your plaything, your slave, be strong" But they were words she could not say. The only thing she said when he released her from his embrace was, "You don't know how happy I am to be with you." That was the most her reserved nature allowed her to express."
(Milan Kundera The Unbearable Lightness of Being)
El fuerte mordisco de la luz
le alcanza en las tibias profundidades
del misterio de su sueño.
Sus fauces le agarran,
le arrastran hacia arriba,
le arrebatan
y de pronto se encuentra despierto,
como arrojado por el oleaje,
en la desierta playa de su cama.


lunes, marzo 07, 2011

MONOS COMO BECKY

Es un tema complicado el de la locura.

Y seguramente lo es porque en gran medida tiene que ver con la percepción y el sentido en una criatura que es percepción y sentido, es decir que afecta a lo antropológicamente consustancial del ser humano.

Al final probablemente se trate de líneas, de limites que se cruzan o no, pero también de la capacidad de regresar, de no ir demasiado lejos como las niñas que protagonizan ese maravilloso cuento de Paul Bowles llamado "Te en el desierto". A mi modo de ver, la más perfecta y poética descripción de la locura... Buscando la mejor duna desde la que ver el atardecer tomando el te y siempre viendo una mejor que aquella sobre la que se encuentran, las tres niñas acaban irremediablemente perdidas en el desierto.

En este sentido, y como bien dice Leopoldo María Panero, la locura puede ser un tema de ética, es decir, algo que afecta esencialmente al individuo, a su manera de percibir las cosas, pero también tiene una vertiente social. Los individuos se inscriben en una sociedad que regula y ordena, que busca garantizar un espacio común de estabilidad sobre el que construir algo en conjunto. Y es aquí donde la poesía individual de la locura colisiona con esa definición del espacio común.

No hay mas que leer la "Historia de la locura en la época clásica" de Michel Foucault para entender lo que se esconde tras la propia idea de la locura, que no es otra cosa que un proceso de normalización, el trazado de una línea con la bendición de la ciencia que separe a los individuos operativos desde un punto de vista social de los que no lo son.

Al final se trata de depurar las filas de lo social desde lo operativo- funcional y es aquí donde se inserta este estupendo documental de Joaquín Jordá llamado "Monos como Becky".

El documental narra la historia del neurólogo portugués Egas Monis, inventor de la lobotomía, una técnica agresiva de tratamiento para pacientes con enfermedades mentales consistente en la destrucción física de determinadas zonas del lóbulo cerebral frontal.

Por lo visto, a medidados del siglo pasado, Moniz asisitió a un congreso de psicología en Londres donde un biólogo americano, el Dr. Fulton, presentó a una chimpacé llamada Becky que había sido sometida a la ablación del lóbulo cerebral frontal. Como consecuencia de ello había pasado de ser una criatura violenta y agresiva a convertirse en un animal encantador. Monis puso todo su empeño en trasladar esa acción a los seres humanos olvidando que Becky era una criatura tranquila, pero también era incapaz de realizar tareas propias de animales de su edad.

Monis lo consiguió y por ello ganó el Premio Nobel, pero el documental cuestiona los resultados de una técnica que sólo parece destinada a hacer que los pacientes dejen de ser una molestia para la sociedad. La lobotomía les sume en un estado de paz y tranquilidad. No gritan ni se pelean y asi podemos continuar los que aparentemente estamos sanos sin ser molestados por sus gritos y estertores, pero también la lobotomía priva a esos pacientes, sumidos en una vida vegetativa que sólo es duración, de sentimientos y capacidades propias del ser humano que hacen de la vida algo especial y distinto para cada ser humano.

"Monos como Becky" ataca a la psiquiatría tradicional, cuestiona sus técnicas casi industriales de gestión de los enfermos que parecen buscar inhabilitarlos como fuente de distorsión del diario trabajo colectivo.

Como las mariposas atravesadas por un alfiler, los enfermos psiquiátricos ven atravesadas sus cabezas por el punzón del médico y terminan clavados en la pared de un psiquiátrico, privados para siempre de la capacidad de ser humanos en lo esencial.

"Monos como Becky" es un alegato contra la medicina hecha por y para los médicos, la que ignora los planteamiento y necesidades de los pacientes, la que no dialoga sino que impone convirtiéndose en una institución más al servicio del orden social, la que obedece a la voz de su amo y los hace callar para siempre mientras permite que los verdaderos locos, los que puntualmente se levantan a las siete de la mañana de cada día con la camisa planchada y recién peinados, campen a sus anchas por toda la sociedad.

Brillante.


THE RIGHT STUFF

Basada en el libro homónimo de Tom Wolfe, "The right stuff" cuenta los inicios del proyecto espacial norteamericano desde la perspectiva de uno de sus más directos y principales protagonistas: los pilotos que trabajaron para llegar más alto, más rápido y más lejos.

No es una película redonda. En algunos momentos resulta demasiado larga, especialmente las repetitivas escenas de los astronautas siendo lanzados al espacio, que resultan demasiado iguales, y en otros momentos resulta dispersa, con sucesiones de eventos demasiado separados en el espacio y en el tiempo... pero, y en general, se deja ver a lo largo de sus más de tres horas.

Además, y para mi gusto, hay una gran diferencia desde el punto de vista de la historia entre el comienzo de la misma, centrada en los pilotos que se matan intentando ver al diablo que se esconde tras la barrera del sonido y el resto, que cuenta los inicios de la carrera espacial propiamente dichos. La primera es interesante y rica, la otra resulta más rutinaria, tópica y dispersa.

Siempre he pensado que la historia de Yeager, brillantemente interpretado por un silencioso Sam Shepard, y su afán por perseguir al demonio que se esconde tras la barrera del sonido constituye el tronco esencial de la historia, la principal fuente de trascendencia y emoción de esta crónica histórica.

De algún modo, el hierático Yeager encarna ese esfuerzo, a veces loco, por superar los propios límites que resume toda la carrera espacial.

Las mejores secuencias de la película son aquellas en las que este personaje aparece superando límites uno detrás de otro hasta llegar incluso a vislumbrar las estrellas durante unos segundos, forzando las posibilidades de su avión. Porque Yeager es uno de esos héroes anónimos para los que el estar no cuenta, lo único que importa es el ser y, por esta misma razón, y aunque su tiempo acaba por pasar y termina siendo olvidado (norteamérica prefiere a los astronautas en lugar de los pilotos), Yeager se convierte en depositario de unas esencias trascendentes que son las que revisten de épica todo el proyecto espacial.

Al final, y a su modo, consigue llegar hasta las estrellas.

¿Quién es el mejor piloto?

"The right stuff" nos cuenta una gran verdad, que lo importante y esencial casi siempre se olvida, que el presente es una materia delicada hecha de pasado y de futuro.

Yo me quedo con Yeager persiguiendo a ese diablo que se esconde más allá del Mach 1.3.



domingo, marzo 06, 2011

THE VAPORS

Turning japanese...






"Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so
(think so think so think so)
Turning Japanese
I think I'm turning Japanese
I really think so"
INOLVIDABLE

The right stuff



"There was a demon that lived in the air. They said whoever challenged him would die. Their controls would freeze up, their planes would buffet wildly, and they would disintegrate. The demon lived at Mach 1 on the meter, seven hundred and fifty miles an hour, where the air could no longer move out of the way. He lived behind a barrier through which they said no man could ever pass. They called it the sound barrier."

sábado, marzo 05, 2011

THE INNOCENTS

Que recuerde sólo he sentido miedo leyendo dos libros: "Los mitos de Ctulhu" de H.P. Lovecraft y "Otra vuelta de tuerca" de Henry James.

No he olvidado la sensación de desasosiego que sentí al leer el modo en que James describe la primera aparición del fantasma de la señorita Jessel a la nueva institutriz, Miss Giddens: el repentino silencio de la naturaleza, la extraña sensación de ser observado, la descripción de la otra orilla del lago, la necesidad de volver a mirar hacia allí, el descubrimiento de la presencia de la figura vestida de negro donde antas no estaba...

"The innocents" es la adaptación cinematográfica del relato de Henry James que el estupendo y olvidado Jack Clayton llevó a la pantalla en 1961.

La historia es la quintaesencia del relato gótico de fantasmas: vibrantes luces de velas, ventanas con visillos que se lleva el viento, ruidos que se escuchan en el ático, penumbra, jardines bajo la luz de la luna, sombras fugaces, rostros que súbitamente miran desde el otro lado del cristal, voces...

Miss Giddens, magnificamente interpretada por Deborah Kerr, llega a una inmensa mansión campestre donde dos niños viven practicamente abandonados por su tio y a cargo del personal de la casa. Muy pronto, la puritana y bienintencionada institutriz empezará a descubrir la oscuridad maldita que se esconde tras la luminosa angelicalidad de los niños.

"The innocents" es una obra maestra del terror basado en lo sugerido, en la sospecha, en la intuición.

El misterio es atmosférico y con el peso opresivo del plomo, en una sucesión de sutiles detalles que van ocurriendo en un dramático "crescendo", se va cerniendo sobre la sorprendida protagonista que lo dará todo por salvar a los dos niños que han sido puestos a su cargo de la ominosa sombra que les acompaña.

Brillante.


viernes, marzo 04, 2011

Y sucede lenta la lluvia
como un viejo recuerdo
que se toma su tiempo
para definirse perfecto,
como la flor del almendro,
en la memoria...
INOLVIDABLE

Aguas de março... Elis Regina y Tom Jobim






"São as águas de março
fechando o verão
É a promessa de vida
no teu coração"

jueves, marzo 03, 2011

La cueva del monstruo siempre fue la oscuridad del cine... y un poco el alcohol.
Las personas siempre fueron un misterio...
What's they are building? I don't fuckin' know.
I don't know what they´re talking about.

Y siempre hubo una distancia,
casi siempre dolorosa,
a veces maravillosa,
pero nunca buena
para los rigores de la vida diaria,
cosa que a los monstruos se les da bastante mal
a tenor de los resultados de 44 años de vida estéril,
a la espera de una ficción.




Se aceptan voluntarios para una eutanasia...
"En el futbol hay victoria y derrota, hay azar, hay drama, existe lo inesperado y los vuelcos del destino; hay venganza (o deseo de revancha), hay tradición, hay generosidad y egoísmo, hay nobleza y vileza, hay soberbia y humildad, hay envidia y hay celos, hay brutal rivalidad, hay lucha, hay sentimiento de humillación y de hundimiento, hay éxtasis momentáneo (como todos). ¿Acaso no consiste en todo eso la vida más vehemente, la vida más viva? Y, claro está, hay destreza e inspiración, pero también buena y mala suerte. ¿Qué más se puede pedir?"
(Los rostros y el tiempo. Entrevista a Javier Marías en Letras Libres)
Se deshace la mañana despacio,
gota a gota,
inevitablemente
fuera de la clepsidra.

Y los ojos que la contemplan derramarse
sobre la transparencia del aire helado
nunca son los mismos.

miércoles, marzo 02, 2011

"El abuso de analgésicos es tan alto en algunos países que "ha superado los niveles de abuso de drogas ilícitas"
(La ONU alerta del consumo excesivo de analgésicos en los países industrializados)

¿Por qué será?

Para mi gusto la noticia del año...
GALLIANO

Bastante tiene con lo que tiene John Galliano... No se por qué, pero tengo la impresión de que los nazis estarían interesados en otro tipo de desfiles muy diferentes a los que él suele organizar y estoy convencido de que el propio Galliano está bastante lejos de ser el prototipo de hombre del Reich. ¿Por qué? Quizá porque es demasiado moreno, quizá porque es demasiado mujer... Pero allá él. Cada uno es responsable de sus filias y de sus fobias por muy absurdas que puedan resultar a los demás.

En cualquier caso me llama la atención el hecho mismo.

Un hombre muy, muy borracho es filmado en la intimidad de su borrachera mientras ofende verbalmente a unas personas que desde la otra mesa le están grabando.

Y la primera reflexión que me viene a la cabeza es que no es la primera vez que veo a alguien complementar su proceso episódico o sostenido de autodestrucción física con la autodestrucción moral de pronunciarse a favor de lo que mas odia, buscando hacer daño con la palabra, queriendo generar rechazo o ser odiado.

Y es que uno lleva la vida que lleva y a lo largo de la misma he tenido la ocasión de escuchar los pensamientos maullados de personas muy borrachas, incluyéndome a mi por supuesto, a avanzadas horas de la madrugada. Y seguramente alguno de ellos a tenor de las palabras pronunciadas al calor del desamor en un bar podría hacerse acreedor de ser sentado en algún banquillo. Pero en su momento se entendió la situación. No se la exageró en busca de chivos expiatorios y mucho menos se nos ocurrió tomar nota palabra por palabra para venderla al mejor postor al día siguiente. Como máximo alguna sórdida pelea de perros de callejón con predominio de golpes lanzados al aire buscando torpemente hacer justicia divina en la tierra. Pero nada más.

Hay muchas formas de aullar a la luna, de expresar el dolor o la frustración y no me preocupa tanto que alguien en plena borrachera exprese su deseo de gasear a toda la humanidad, me preocupa mucho más los que se levantan todos los días puntualmente a las siete de la mañana y dedican todo su esfuerzo racional y consciente a hacerlo. Pero esos, los que verdaderamente hacen daño, no beben ni pierden los papeles. Se limitan a grabar a un borracho profiriendo blasfemias y luego se esfuerzan en sentirse ofendidos, que también se lleva mucho... porque si te ofendes es porque tienes un punto de vista sobre las cosas (no al revés).

Emprenderla con locos y borrachos, reprocharles lo que dicen mientras están siendo lo que son también es un signo de totalitarismo... y del peligroso, del nuevo.

Las cosas que importan seguramente se dicen hablando en sueños o en estado de embriaguez, pero las que verdaderamente deben contar son las que se dicen a las diez de la mañana, con la cara lavada y recién peinada, en plena posesión de las facultades mentales, con tranquilidad y mirando a los ojos.

Y lo normal es que un borracho se cague en Dios... cosa que entiendo dadas las circunstancias de la vida.

¿Los quemamos a todos?

Por lo menos, esperemos a que estén sobrios y veamos qué dicen. Aguantémonos las ganas de linchar las anécdotas mientras nos comemos diaria y cobardemente el amargo sapo de lo esencial.

Démosles esa oportunidad para mentir y ser políticamente correctos que disfrutamos todos.

Se nos nota demasiado.

martes, marzo 01, 2011

Nadie escucha la lluvia
sucediendo con aires de secreto rumor
sobre el silencioso jardín
que ya nadie pasea.
Como aprovechando
un descuido del tiempo
se precipita sobre caminos y veredas
desvelando viejos secretos,
agitando los fantasmas de eternas huellas
para siempre sepultados bajo la tierra seca.
ANDREI RUBLEV

"Andrei Rublev" es una película tan fascinante como dificil.

Propone al espectador un misterio que tiene que ver con los secretos de la naturaleza humana y su capacidad para crear.

En blanco y negro, y a lo largo de sus más de tres horas de duración, Andrei Tarkovski, su director, va presentando una serie de episodios de la rusia medieval. En todos ellos está presente, bien de forma directa, bien de forma indirecta, el pintor y monje Andrei Rublev.

Lo complicado, para empezar, es que en algunos de ellos Rublev apenas está presente, como máximo es mero espectador o sujeto paciente de los acontacimientos que suceden ante la cámara... pero en realidad no es tan difícil. Para Tarkovski hay algo mucho más importante que contar la vida del pintor. Su objetivo es mostrar la terrible realidad de hambre, privaciones y violencia que sus ojos presenciaron a lo largo de toda su vida.

Y Tarkovski se toma todo el tiempo del mundo para sumir al espectador en una realidad convulsa, embarrada, sangrante, escasa, desesperante; una realidad que parece derrotar a Rublev.

En ningún momento le muestra pintando.

Prefiere presentar el entorno difícil que rodea esa pintura para luego, en los diez minutos finales, presentarnos esa obra en el esplendoroso apogeo de todo su colorido.

Y el efecto es brutal.

Y uno se pregunta cómo diablos ha sido posible que, rodeado por toda esa realidad terrible, Rublev haya sido capaz de conservar esa capacidad espiritual para producir tanta belleza sin, de alguna manera, pervertirse.

El misterio está ahí.

En todo el cine de Tarkovski late esa apelación a lo espiritual y puro que hay dentro del ser humano y, de todo modo, el cineasta ruso convierte a Rublev en uno de sus héroes: seres silencios, modestos, que aparentemente parecen derrotados por la realidad, pero que interiormente conservan un inmerso poder, una inmensa fuerza que les hace no traicionarse a si mismos y ser.

Y por encima de todas las dificultades, y estando llamado a pintar, Andrei Rublev consigue ser.

La vida no sólo es una lucha material por tener, sino, y quizás por encima de todo, una lucha espiritual por ser verdaderamente lo que se debe ser. El cine de Tarkovski tiene épica, una épica tranquila y silenciosa, que se centra en esa difícil lucha por ser aunque ese esfuerzo comprometa el estar. Porque simplemente estando el ser humano se deshumaniza.

Hoy, su voz, es la del profeta que clama en el desierto.

Imprescindible.