sábado, febrero 21, 2015

Shaun of the dead

A veces uno necesita la llegada del fin del mundo en forma de un apocalipsis zombie canibal para encontrarse a sí mismo y enderezar la desastrosa vida de loser que llevaba antes.

Unos necesitan más y otros necesitan menos, pero Shaun el protagonista de "Shaun of the dead" precisa de ese apocalipsis para reconducir su vida que, como suele pasar en esta clase de películas, sólo precisa de la clave romántica y sentimental para encontrar ese perdido sentido.

No sé que extraños poderes casi religiosos le otorgan algunos al amor romántico... pero esa es otra historia....

Con acierto combina "Shaun of the dead" la sangrienta aventura zombie con la comedia romántica para ofrecernos un producto entretenido que, cuando menos, resulta sorprendente dados los ingredientes que la historia combina con astuto talento iconoclasta.

Además, la historia maneja muy bien, desde una siniestramente anodina presentación de lo cotidiano, la progresiva irrupción del apocalipsis zombie en lo que es una terrible vida de ladrillo en muro en un suburbio de una gran ciudad, la pequeña y mediocre vida de un Shaun cuyo pequeño mundo se desmorona al mismo tiempo que irrumpen los zombies en la de todos como consecuencia de una extraña gripe.

Por otro lado, y pese a lo bizarro del contexto, la película exhibe un fino e inteligente humor marca de las islas que es especialmente utilizado con acierto para definir las relaciones entre los diferentes personajes y que confiere a la historia de una cierta inteligencia que contrasta con lo basto y animal de las extremas situaciones que se van presentando... Algo así como P.G. Woodehouse en una película de George A. Romero, una aparentamente imposible combinación que me entusiasma aunque sólo sea por lo extremo del contraste y lo mejor es que el resultado funciona.

En resumidas cuentas, "Shaun of the dead" es un entretenido acierto en el que lo extremo, fantasía y costumbrismo, humor fino y trazo grueso, comedia romántica y violencia gore se mezclan con sorprendente armonía,

Ni mucho más, pero tampoco ni mucho menos.

Todo un clásico ya, de lo suyo... sea lo que sea.

martes, febrero 17, 2015

Enrocamiento

Lo confieso.
Me fascina ese corazón en tinieblas del que estás dispuesto todavía a votar al PP o al PSOE y para quién nada de lo que ha sucedido en estos últimos años significa realmente nada comparado... comparado con qué... Imagino que ahí está la fascinación, en descifrar el misterio de ese qué.
Podría hacer alguna hipótesis al respecto de su naturaleza, pero me interesa más poner en valor la idea de que el conservadurismo también es transversal.
Por encima del eje izquierda-derecha hay un eje de cambio que encarna Podemos (pero muy pronto Ciudadanos se unirá), un eje renovador que es casi sociológico y generacional, por supuesto mucho más que algo meramente político.
Y frente a ese eje, están los conservadores, los que prefieren lo malo conocido a lo bueno por conocer, los que creen que no es para tanto o simplemente que piensan que todo lo que les contradice no es cierto.
Puro y fascinante enrocamiento. 

domingo, febrero 15, 2015

Muy interesante.

La confusión y el desconcierto como objetivo:


The Counsellor

Madre del amor hermoso!

Así, a bote pronto, creo que "The Counsellor" es la peor película de Ridley Scott.

Es difícil manejar en estos tiempos el término "pedante". Como el nivel es el que es, pero la autoestima sigue siendo grande cada vez más se emplea esa palabra para designar a aquellos que saben y no les importa demostrarlo.

Es triste pero es así.

Como opinar se ha vuelto más importante que tener la opinión, el pedante de hoy en día es ese que opina con el suficiente criterio como para que los que no lo tienen se tengan que callar, pero en otros tiempos no fue así. Un pedante era aquel que sobrerrepresentaba su saber, que exageraba su respuesta generando un espectáculo desproporcionado y narcisista que más que manifestar un saber estaba dedicado a expresar la distancia que separa al que sabe del que no.

Ahora, desgraciadamente, basta con saber para ser considerado pedante, pero esa es otra historia.

Resumiendo, podríamos considerar pedante al que es artificioso y excesivo en la expresión del saber y es en este sentido en el que encuentro a "The Counsellor" tan irritantemente pedante.

Sobre un guión escrito por un Cormac McCarfthy empeñado en demostrar que puede ser mejor que Quentin Tarantino precisamente en lo que Tarantino es imbatible, "The Counsellor" es una pesada sucesión de monólogos en el que algunas frases interesantes quedan sepultadas por una interminable verborrea más propias de dipsómanos tirados sobre la barra de un bar.

Pero lo peor de "The Counsellor" no es éso, lo peor es que bajo esa exagerada e inmisericorde verborrea... ya uno se imagina lo peor con el increíble y absurdo monólogo del joyero judío que interpreta Bruno Ganz.... lo peor es que bajo esa exagerada e imposible verborrea queda sepultado cualquier posibilidad de acción y de historia, convertida en una mera percha sobre la que cada personaje cuente su filosófico y sabio punto de vista sobre el estado de cosas.

Porque parece que la anécdota, el plumaje verbal que exhiben los diferentes personajes en general con dudoso éxito, es mucho más importante que la categoría y la categoría es una historia que podría tener su interés de no ser por todos esos pesados que se van sucediendo en una suerte de insoportable feria de las vanidades dedicada a saturar el aire de palabras.

El resultado es pesado hasta decir basta, un largo horror lleno de estrellas: Fassbender, Diaz, Cruz, Bardem, Pitt...

Insoportable por encima de cualquier expectativa.


Los cuentos de Hoffmann

Tres años después de "Las zapatillas rojas", Michael Powell y Emeric Pressburger decidieron abundar aún más en el tema de filmar otras manifestaciones artisticas.

Siempre inquietos decidieron ir más allá y pasaron del ballet inspirado en el cuento de Hans Christian Andersen a una opera, "Los cuentos de Hoffmann". Además, y si en "Las Zapatillas Rojas" todavía existía una cierta hilazón dramática en torno a la que sucedía el ballet, en "Los Cuentos de Hoffmann" nada hay que no sea la propia ópera.

No obstante, ambas comparten la misma tensión dramática: el conflicto entre los éxitos del amor y la gloria que proporciona el arte.

Así, y si en "Las zapatillas rojas" la bailarina Victoria Page debe elegir entre el amor romántico que le ofrece el compositor Julian Craster o la grandeza artistica de una carrera como primera figura del ballet que le presenta Boris Lermontov, en "Los Cuentos de Hoffmann" asistimos a la narración poetizada que el propio Hofmann hace de tres fracasos sentimentales en una caberna y ante un grupo de estudiantes mientras espera en vano la llegada de su nuevo amor.

Y si Page aún pudo tener la posibilidad de elección, Hoffmann sólo pudo limitarse a experimentar ese desamor para convertirlo en arte, en elemento esencial de su grandeza como poeta, gracias a la aparición de un personaje transversal, magnificamente encarnado por el bailarín y coreógrafo australiano Robert Helpmann; un personaje que como Lermontov parece estar especialm y misteriosamente interesado en arrebatarle las mujeres que ama.convertido en una suerte de musa negra dedicada a producir en Hoffmann la base emocional necesaria para que el arte sea posible en él.

En cualquier caso, y dicho ésto, "Los Cuentos de Hoffmann" brilla sobre todo como el rico y suntuoso espectáculo visual que es, un espacio para la magia donde Powell y Pressburger dan rienda suelta a toda su creatividad para contar una historia envolviendola en colores y escenografías fascinantes.

En este sentido, no tengo la menor duda de la influencia que Powell y Pressburger han ejercido sobre la segunda época dorada del musical norteamericano, encabezada por la Metro Goldwyn Mayer y el productor Arthur Freed; influencia que a su nivel más básico tiene que ver con la liberación de la cámara de cualquier prejuicio realista y la vuelta a un espacio teatral, de donde precisamente el musical americano quiere inicialmente escapar a finales de la década de los cuarentas y principios del siglo pasado con películas como "On the town", pero convertido en un espacio que cinematográficamente puede ser codificado y al que se puede regresar para contar historias como "The band wagon" o "Un Americano en Paris", películas donde conviven esa pulsión realista con momentos más teatrales, casi siempre fantásticas ensoñaciones.

Si algo muestran "Los Cuentos de Hoffmann" es en exceso esa virtud de Powell y Pressburger siempre a medio camino entre la experiencia estética y la creatividad del pionero cinematográfico.

Muy recomendable.




sábado, febrero 14, 2015

Madridgate

Se mire por donde se mire las explicaciones que la ejecutiva del PSOE ha dado para destituir a Tomás Gómez no son de recibo.

Sólo los que son aficionados al PSOE como lo podrían ser del Real Madrid o de Morante de la Puebla pueden respaldarlas.

Cualquier persona con dos dedos de frente debería contemplarlas como mínimo con una cierta distancia.

Y lo más gracioso es que algunas de esas razones como los malos resultados podrían ser aplicados a la propia ejecutiva y otros como la corrupción podrían ser aplicados a territorios como Andalucía, pero esto y con todo no es lo más relevante. Lo más importante es que sea como sea Tomas Gómez, él es la persona que han elegido los socialistas madrileños.

Esto no cuenta para Pedro Sánchez y su siniestra compañía que en cualquier caso y según las encuestas no van a obtener un mejor resultado que Tomás Gómez.

En esta loca obsesión por, como ellos dicen, ganar, el PSOE ha perdido toda su dignidad democrática. Otra cosa más que queda en un camino donde el Partido Popular, tras el desgaste de cuatro años en la peor crisis de la historia moderna de España, todavía está cerca de la mayoría absoluta.

Pero el PSOE sigue a lo suyo. Empeñándose en demostrar que puede ser una cosa y su contraria: monárquico pero republicano, con la gente de los palacios pero también con la gente de la calle y ahora también democrático pero también piramidal y autoritario.... porque lo peor es que te lo quieren explicar,

Cada día que pasa más cerca del PÀSOK...

John dies at the end

Diez años después de la mítica "Bubba Ho-Tep", Don Coscarelli regresó para idear y dirigir esta no menos mítica, al menos para mí, "John dies at the end".

Basada en una novela del mismo nombre, "John dies at the end" cuenta con mucha inteligencia y sentido del humor una historia muy, muy loca.

Existe una droga que tiene toda la pinta de la salsa de soja que otorga a quienes la toman el poder de trascender el tiempo. En una fiesta universitaria esta droga cae en manos de dos amigos, Dave y John, quienes poco a poco descubrirán que la droga es en realidad un arma que desde un mundo paralelo sus habitantes están utilizando para realizar una invasión interdimensional.

El destino de la tierra tal y como la conocemos dependerá de dos adolescentes inadaptados y bastante frikis que durante el metraje de la película superarán sus evidentes limitaciones de todo tipo para procesar el misterio que encierra lo que inocentemente han dado en llamar salsa de soja.

La película es un largo y complejo flashback que Dave cuenta a un periodista interpretado por Paul Giamatti, personaje que protagonizará al final de la película un nuevo e inesperado giro y final que culmina un crescendo muy loco de situaciones y giros narrativos que componen la historia de "John dies at the end".

Pero lo más interesante de la película es que dentro de un cuerpo de película gore adolescente late un corazón ilustrado, capaz de un humor inteligente y sutil que brilla por su presencia por entre los desmanes algunas veces bastante gores que deja a su paso la salsa de soja.

Sin ser portadora de ninguna pretensión, "John dies at the end" es una de esas películas que siempre recuerdas con cariño y que no te importaría volver a ver en cualquier momento.

Esta visto que su director, Don Coscarelli, está especializándose en producir películas de culto.

Francamente, no sé cómo puedes vivir sin haber visto todavía  "John dies at the end".


martes, febrero 10, 2015

Hacienda y el franquismo sociológico

Hoy, en el mes de Febrero de 2015, escucho a un periodista mediático decir que si la persona no ha hecho nada malo no tiene nada que temer.
Es curioso, pero esta expresión era muy propia del franquismo sociológico.

Si no has hecho nada malo no tienes nada que temer... ante un poder que de manera inmotivada ejerce su autoridad sobre sus súbditos.

El debate no está en si hay algo que temer o no.

No nos equivocamos.

El debate está en la situación de vigilancia que genera el mencionado argumento para justificarla.

El poder hace lo que quiere.

Hay que dejarle hacer.

Después de todo, si eres una persona decente no va a encontrarte nada, no debes preocuparte y por lo tanto deja al poder en paz.

Solo los facinerosos podrían molestarse ante un poder que les sigue e investiga.

Pedir razón y cuenta a ese poder ya es una prueba de culpabilidad.

La gente decente deja que el poder campe por sus respetos, que haga lo que quiera.

El tema no está en la manera inmotivada, siguiendo oscuros intereses inconfesables el poder elije a esta o a aquella persona, saltándose las reglas que ponen cerca al campo de su autoridad.

El tema está en que si te molesta es que algo tienes que ocultar.

Y estas cosas se dicen hoy, en la España de nuestros días, que sólo es democracia si no te pasas dela raya. Porque, si te pasas se convierte en otra cosa mucho más siniestra.

Hacienda te investiga, el ministro te señala, se discuten tus extractos bancarios en la hora televisiva de máxima audiencia y si te parece mal es que algo tienes que ocultar y con razón se te investiga.

Todo un retroceso de medio siglo que nos devuelve al último franquismo donde sólo si te pasas de esa raya encontrabas la bota de hierro de la dictadura.

Podemos darle muchas vueltas, adornarlo como queremos, pero hoy en día España es un país donde políticos de la oposición son señalados y perseguidos por las instituciones del estado.

Hacienda no investiga que el marido de Cospedal haya multiplicado por mil sus ingresos desde que su mujer está en el gobierno, no persigue las noticias que acusan al partido en gobierno de manejar dinero negro.

Se investiga a la oposición y sobre ella cae todo el peso del estado.

Hoy en día le llaman democracia a cualquier cosa.

lunes, febrero 09, 2015

El último viaje de Robert Rylands

No es una mala idea describir un personaje a través de los efectos que éste ha producido en su entorno más directo.

Al final, buena parte de "El último viaje de Robert Rylands" sucede en ausencia de Rylands. La directora, Gracia Querejeta, construye un entramado de relaciones en el que el fantasma de Rylands está siempre presente.

No obstante, y siempre para mi gusto, la película no termina de funcionar, sin primar lo que es verdaderamente importante y entreteniéndose demasiado en un contexto que sólo debiera existir para construir la sombra de Rylands.

Por ahí, la película pierde un poco más, especialmente con la relación amorosa entre el profesor español y la hija de Rylands, que en absoluto aporta nada bueno a la historia haciendo que esta se demore demasiado en lo anecdótico.

Aún así, poco a poco, el espectador asiste a la conjugación paciente del misterio de Rylands, todo un heterodoxo incapaz de ser clasificado dentro de unos convencionalismos sociales de los que la película abusa hasta producir una cierta extenuación de un espectador que desconcertado no sabe dar cuenta de la propósito de aquello que se le cuenta.

En este sentido lo esencial de la película sucede en la media hora final en la que la heterodoxía de Rylands hace posible dar una solución drástica al deseo de su otro hijo, enfermo de cáncer. De todo modo, el defecto inclasificable de Rylands se convierte en improvisada y rara virtud y en esta parte la película funciona con una belleza y poder admirables.

El problema es que a la luz de tan poderoso final, la mayor parte de la película se convierte en un estirado e innecesario ejercicio moroso de estilismo vacuo que sin duda manifiesta una cierta falta de foco a la hora de abordar un original literario que no he tenido el gusto de leer.

Porque al final lo que importa es el misterio de Rylands mostrándose una vez más ante un entorno que palidece ante su presencia arrolladora.

Contradictoria y un poco decepcionante.

domingo, febrero 08, 2015

Lo oscuro de la deuda griega

Por algo los griegos quieren la auditoría de su deuda y por algo otros se oponen.

Interesante artículo:

Berlín animó a Papandreu a inflar artificialmente su déficit para justificar el rescate. Historia de una manipulación trágica

"Probablemente el pánico financiero alemán , que recordemos era el país de Europa con los bancos más afectados por la estafa de de las subprime ( el origen de la crisis ) , y en gran parte Francia , hacía que en ese momento se considerara “interesante” salvaguardar sus intereses para que pasaran a ser deuda europea en su conjunto , como así ha ocurrido en Grecia , la deuda con su banca".

Jupiter Ascending

Seguramente nadie como los hermanos Lana y Andy Wachowski han utilizado los valores contraculturales del capitalismo de consumo con tanto acierto y éxito para convertirlos en la materia prima con la que construir productos cinematográficos inscritos a su vez dentro de la lógica comercial del propio sistema.

En general, sus héroes protagonizan relatos iniciáticos en los que reaccionan contra una estructura de dominación y manipulación, relatos que se alimentan del imaginario contracultural de las teorías conspiratorias pero también de, y esto es más importante, de las nuevas y emergentes maneras de pensarnos y pensar nuestras sociedades, maneras que como el Zeitgeist revisan de manera crítica los hasta el momento sagrados e incuestionables pilares del capitalismo de consumo y su manifestación política: la democracia de consumo.

En este sentido, los Wachowski construyen un imaginario basado en el cuestionamiento de lo que parece evidente que seguramente los aproxime a un cine político que utiliza las propias estructuras de lo que de manera indirecta cuestiona para expresarse.

Por increíble que parezca su posición es imposible, pero cierta.

En "Jupiter Ascending" los Wachowski vuelven a transitar los caminos de siempre en la que puede ser, sin duda y junto a "Speed Racer" su película con menos pretensiones.

Porque "Jupiter Ascending" es una sopa opera, una suerte de Cenicienta espacial, en la que la chica encuentra a el chico en un contexto curioso y divertido.

¿Preparado?

El Universo es una enorme estructura que recuerda el capitalismo industrial de principios del siglo XX en el que grandes familias, al estilo de los Rotschild o los Rockefeller, se reparten su explotación y en el que, cuando el espacio ya no es un problema, el principal valor de uso y cambio reside en el tiempo.

La Tierra vive ajena a esta realidad sin saber que pertenece a la familia Abraxas, quién espera paciente el momento oportuno para cosechar toda la vida humana que hay en aquella para convertirla en el elemento más valioso del universo: en un elexir que rejuvenece los cuerpos y permite que las personas puedan vivir miles de años.

Dentro de esa Tierra vive Jupiter Jones, una inmigrante rusa sin papeles que vive limpiando casas. Jupiter ignora a su vez que en ella la combinatoria de la genética universal ha reproducido exactamente la estructura de la madre del clan Abraxas, lo que permitiría resucitarla, pero también matarla para dar rienda suelta a la ambición de sus milenarios hijos.

Y por supuesto estos optan por la opción B y gracias a ello, Jupiter conocerá a ese príncipe azul, un guerrero mitrad lobo, mitad hombre que cabalga sobre sus botas de anti-gravedad.

¿Tiene buena pinta?

Para mí, sí.

Los Wachowski construyen una historia de buenos y malos en la que la chica encontrará al chico, una estructura tan naif como pudiera serlo "Star Wars" envuelta en una suntuosa y brillante imaginería galáctica que realmente consigue mostrar un mundo diferente y nuevo, algo que por otro lado también caracteriza al cine de los Wachowski.

En "Jupiter Ascending", la Cenicienta encontrará a su príncipe y de paso se hablará de avaricia, de codicia, de ambición, de generosidad, de manipulación, de mentira, de amistad y amor, en la linea del mejor cine de siempre... En definitiva, puro cine de los Wachowski en su versión menos trascendental y en la que no deja de tener gracia que la dueña del planeta Tierra sea una inmigrante ilegal que limpia retretes y a la que no le importa compartir su posesión con el resto de habitantes del planeta.

Algunos en Alemania deberían tomar nota.

Contenidos todos que evocan el indeleble perfume de las ideas interesantes, ideas para un mundo mejor que siempre cargan las películas de los Wachowski con una estática muy especial.

Sin ser una obra maestra, cosa que tampoco creo que pretenda, "Jupiter Ascending· es un espectáculo entretenido con curiosas e interesantes resonancias de ideas que merece la pena tener en la cabeza... aunque su lugar natural es el corazón.

Entretenida.

Proféticas palabras que describen la base totalitaria de las democracias de consumo:

“La horda, cuyo nombre reaparece sin duda en la organización de las juventudes hitlerianas, no es una caída en la antigua barbarie, sino el triunfo de la igualdad represiva, la evolución de la igualdad ante el derecho hasta la negación del derecho mediante la igualdad”

La negación del derecho a la igualdad precisamente a través de la constatación de facto de una igualdad que sin embargo excluye a los diferentes.

El consenso en únicas maneras de hacer las cosas, por ejemplo.

sábado, febrero 07, 2015

Tierra y Libertad

"Tierra y Libertad" me produce un sentimiento contradictorio.

Me gusta lo que se nos cuenta, pero en absoluto me gusta la manera en que Ken Loach lo cuenta.

Excesivamente dependiente de un par de secuencias poderosas, la conquista del pueblo por parte de la milicia del POUM y la rendición de esta misma a las fuerzas republicanas; "Tierra y Libertad" muestran las limitaciones para mi gusto de Ken Loach como cineasta.

Basada en las experiencias del escritor George Orwell en el frente aragonés de nustra guerra civil posteriormente reflejadas en su libro "Homenaje a Cataluña", "Tierra y Libertad" nos cuenta la pequeña guerra civil entre comunistas y libertarios y anarquistas que tuvo lugar en el bando republicano.

A través del personaje que la protagoniza, David Carr, "Tierra y Libertad" nos cuenta la experiencia de la guerra civil desde una perspectiva eminentemente de izquierda, algo que ha brillado por su ausencia en los proyectos sobre nuestra guerra llevados a las pantallas.

Y esto es lo que más me gusta.

El altruismo que conduce al alistamiento, el sentimiento comunitario y fraternal de todos los que luchan en el frente, el idealismo de esa reunión con los vecinos en el pueblo conquistado a los fascistas y los inevitables conflictos y contradicciones que llevaron a la depuración de todos aquellos que no siguieran la línea soviética.

Todas estas cosas están ahí, puestas en la pantalla para ser vistas por primera vez y para atisbar la posibilidad de la existencia de otras voces alejadas de lo que viene a ser la versión oficial de la historia de la Guerra Civil.

No obstante, lo están de modo desigual, a veces desordenado, no siempre explotado hasta el máximo de sus posibilidades especialmente todas las secuencias del frente donde todo resulta demasiado frío, demasiado protagonizado por los discursos que pronuncian los personajes, como si los discursos fuesen más importantes que los propios personajes y Loach no tuviese paciencia para que lo que se dice pudiese mostrarse con más verdad a través de las acciones.

Este es para mi el más grave defecto del cine de ,Loach: su carácter panfletario.

En el peor cine de Loach los discursos fagocitan a los personajes quedando reducidos estos a meros soportes necesarios de algo que hay que decir.

No hay paciencia para que la historia se desenvuelva, hable por sí misma sino que la historia evoluciona a golpe de palabra, a golpe de discurso

El espectador nunca descubre por sí mismo, es Loach quien le dice lo que debe pensar, lo que debe mirar,

Y todo termina por tener un punto forzado y artificial que resulta un tanto incómodo.

En este sentido, y fuera de España, y por razones obvias, no creo que "Tierra y Libertad" esté entre las mejores películas de Loach.

Lo poco frecuente del tema que toca, su carácter de ·rara avis", juega en su favor porque, y entre otras cosas,  no terminan de quedar demasiado claras las razones de Carr para abandonar el Partido Comunista ni tampoco la manera en que él y Blanca se enamoran. Casi nada. Como si lo más importante sucediera fuera de cámara.

Pese a sus evidentes imperfecciones, "Tierra y Libertad" tiene el encanto de lo único,.encanto que lleva al espectador a confundir la satisfacción que le produce escuchar voces que le son afines con la calidad de la historia que se las trae.

Aceptable.

¿PODREMOS?

El dedo en la llaga lo puso Jorge Verstrynge el jueves pasado.

Preguntado por si los cuadros de Podemos estarían capacitados para gobernar el país, él no tuvo la menor duda. Argumentó que la mayoría de ellos conocían el gobierno al más alto nivel, habían sido asesores de estados y organizaciones internacionales, pero, y tras hacer una dramática pausa valorativa, planteó que, si de aquello estaba completamente seguro, lo que no tenía tan claro era la capacidad de los cuadros de Podemos para gestionar el día a día de la lucha política.

Y después de conocer las últimas noticias del asunto Monedero, todas adversas mediaticamente para este, no puedo estar más de acuerdo con Verstrynge.

Y es un error de principiante presentarse ante los medios y no controlar los tiempos y los ritmos de tu discurso, es decir, que no salga de tu propia boca que estas negociando con Hacienda y que una de las opciones posibles es una declaración paralela con todas las preocupantes connotaciones que su realización implica.

Así, son los demás los que controlan tu propio relato publicando que al final has acabado haciendo una declaración paralela.. y no olvidemos que la mayoría de esos "demás" compiten contigo y cualquier cosa les vale con tal de conservar el chiringuito que con la ayuda de esos votantes que tan obscenamente consideran suyos manejan desde hace 30 años.

Y aún estaré mucho más preocupado si me informo del tema y descubro que la actuación de Monedero es mucho más impecable de lo que parece.

Este puede que sea el punto débil de Podemos: la gestión de los errores y de las crisis.

Y el error de Monedero no es un error insustancial teniendo en cuenta que la política de las democracias de consumo es una sangrienta arena circense cuya lógica es precisamente lo que parece la debilidad de Podemos.

Después de todo, lo emocional es un elemento esencial en el movimiento que encabeza Podemos y todos sabemos de la volatilidad de las emociones, de lo fácil que uno puede caer en la decepción o en la irritación al sentirse engañado.

En este momento, es importante traer a colación el hecho de que vivimos en una sociedad mediática en la que el peso de lo que llamamos verdad no es tan relevante, que la verdad pùede ser construida al gusto de quién puede pagarsela y que con toda seguridad no es suficiente saberse autentico y en lo cierto para que los demás te perciban como tal.

Afortunadamente se trata del primer error grave de Podemos, pero un error como este todos los meses podría tener efectos demoledores sobre la esperanza que funda el apoyo que la gente da a Podemos.

Al final, por muy buena que sea tu estrategia, la táctica, la manera en que la llevas a la práctica sobre el terreno, siempre termina siendo relevante. Si el ala izquierda de los macedonios no hubiese aguantado hasta el limite, Alejandro Magno no habría derrotado a Dario en Issos.

Podemos tendrá que aprender a dar la cara en el navajeo político, algo mucho mas serio que dar la réplica a Eduardo Inda todas las semanas en la televisión.

No se debe trasladar al interior de cada uno de tus futuros votantes la gestión de tus crisis.

Y hay que aplicarse en cuento que sistemáticamente se aplica a los demás.

Dos varas de medir ya sería casta.

Y estas cosas hay que cuidarlas porque se constituyen como debilidades en la mirada de tus rivales.

viernes, febrero 06, 2015

Contra Alemania

Históricamente Alemania nunca ha sido un buen compañero de viaje para aquellos países que eligieron unir su destino al destino del país centro-europeo.

No lo fue en los principales momentos del pasado siglo XX y tampoco lo es ahora cuando se empeña en negar a los demás aquello que otros le concedieron.

Y se lo concedieron para poder vivir después de haber desencadenado una guerra atroz que diezmó las poblaciones de esos mismos países que sólo diez años más tarde decidieron dar un respiro a los alemanes, siendo conscientes quizá de que estos no eran responsables de la inmensa deuda que su país contrajo con el resto de Europa.

Ahora, Alemania se ha vuelto exigente con aquellos que le deben.

Se empeña en una única vía y se empeña tambien en dar por buenas las terribles consecuencias sociales que está acarreando obligar a los griegos a seguir esa vía única.

Ese era el gran talento de Eichmann, el de la eficiencia por encima de todo, incluso sobre la vida de las personas, olvidando qué era lo que llevaba los trenes y preocuparse únicamente porque los trenes saliesen y llegasen a tiempo a los campos de concentración, por hacer las cosas bien cayese quien cayese.

La pura banalización del mal.

Porque al final, de tanto hablar, nos estamos olvidando que, por ejemplo, de tanto querer pagar la deuda la gente no tiene para medicinas y se muere.

Justo igual que Eichmann, la misma clase de olvido cruel.

Y también nos estamos olvidando de que quién propone alternativas no es un vendedor de aspiradoras sino el representante electo de la nación griega y que éste tiene sus razones, que son las razones de un pueblo, y que merece un respeto, como mínimo la escenificación del esfuerzo de buscar alternativas.
.
Entre ciudadanos, querer cobrar una deuda y presionar al deudor hasta el punto de que salte por la ventana es un delito.

Entre países parece que no es lo mismo.

Es por este empeño ciego en la austeridad por el que ahora, igual que antes aunque por diferentes razones, Alemania sigue siendo la mala compañía que fue durante buena parte del siglo XX.

Y no lo olvidemos nunca.

Cuando alguien insiste en pagar la deuda por encima de todo, algo malo le pasa a alguien en Grecia.

Que cada quién se responsabilice de lo que piensa.

Eso también es democracia.

jueves, febrero 05, 2015

Antes de Marx…

“En primer lugar Sismondi notó que la libre competencia no producía la armonía de intereses que proclamaba la teoría liberal, sino la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. 

Según los liberales, un nuevo invento, por ejemplo, sólo significa beneficios extraordinarios para un empresario durante un periodo limitado de tiempo, porque pronto sería imitado por los demás. Sismondi , en cambio, considera que un nuevo invento suele conllevar la ruina de los demás competidores, la fortuna del empresario que lo usa por primera vez y, por lo tanto, la progresiva concentración del capital y el principio del monopolio. Éste es el comienzo del exceso de producción y el origen de las crisis económicas, que Sismondi empieza a considerar congénitas al capitalismo. 

El empresario no desea empobrecer a sus obreros, pero se encuentra inserto en un sistema de competencia abierta con los demás empresarios, en el que su supervivencia y prosperidad personales dependen de la eliminación de los otros competidores. 

El empobrecimiento de los obreros no se debe a la rapacidad del dueño sino que éste, como empresario, para poder competir, tiene que pagar los salarios mas reducidos posibles, de modo que el precio de sus productos sea más bajo y el margen de beneficios elevado. 

Este sistema es evidentemente inhumano, dice Sismondi. Las instituciones tienen que estar al servicio del hombre y no viceversa.

La economía política liberal es, ante todo, según Sismondi, una crematística o ciencia abstracta de la riqueza, que gira sólo en torno a los beneficios procedentes del intercambio de mercancías y no va orientada hacia la utilidad social.”

miércoles, febrero 04, 2015

Barometro CIS

Algunas reflexiones tras una lectura del Barometro del CIS:

1.
La distancia en voto directo de Podemos con respecto a PP y PSOE crece, escribo de memoria, con cada barómetro. Ahora le separan casi siete puntos del PSOE (6,9) y 6,4 del PP.
Lo interesante de eso es siendo un 22% el porcentaje de indecisos la suma de esas diferencias porcentuales ya superan el 50% lo que quiere decir que sólo para poder empatar a Podemos más del 50% de los que ahora se declaran indecisos deberían decantarse por uno de los dos partidos en lugar de abstenerse, votar en blanco o a otros partidos incluyendo a Podemos.
De esto también se deduce que cuanto mayor sea esa distancia más probabilidades tiene el voto directo de reflejar la realidad, haciendo irrelevante la intención de voto.

2
Por otro lado, y aunque las distancias son mas cortas, Podemos también domina en el voto + simpatía. Es decir, la expresión de la simpatía no tiene un efecto corrector lo suficientemente relevante como para poner a la par a socialistas y populares respecto a Podemos.
Este dato unido al crecimiento de la distancia en voto directo debería darnos un pista sobre el posible peso que los indecisos puedan tener para reducir las distancias de los partidos del régimen.
En este sentido es oro la expresión de la indecisión en voto directo cruzada por la simpatía.

3
Insisto en el tema de la sobrerepresentación uno de los grandes sesgos de la estadística. Así, todos los cocinados basados en históricos sirven para ayudar predecir resultados futuros basados en dinámicas de estabilidad.
No son igual de eficaces para averiguar el impacto y la influencia de fenómenos disruptivos como Podemos.
Considero que la mejor y bienintencionada de las recetas tenderá siempre a sobrerepresentar a PP y PSOE por lo que en los resultados de intención de voto Podemos con toda seguridad está infrarepresentado.

4
Además, y mientras Podemos crece de manera sostenida y todavía no se conoce su techo, los otros dos partidos se mantienen en subidas y bajadas en torno a sus peores resultados demoscópicos sin que se detecte todavía un despegue que los coloque en otra situación.
Tal y como comenta Carolina Bescansa, de mantenerse este crecimiento sostenido, la distancia de Podemos con respecto a sus competidores tenderá a crecer haciendo cada vez más irrelevante el peso secreto de los indecisos y obligando a PP y PSOE a tener que arrebatarle votantes directamente a otros partidos y al propio Podemos.

5.
Por otro lado, Podemos es el preferido entre los votantes sin ideología o que se definen de centro, es decir, ese centro por el que PP y PSOE se pelean por ganar.

6
Añado el giro hacia lo social  en las preocupaciones de los españoles.
Sólo un raquitico 1,1 de los entrevistados consideran el terrorismo como un problema esencial, siendo los tres primeros: el paro, la corrupción y los problemas económicos.
Posteriormente aparecen los politicos como problema seguidos de la sanidad y la educación,
La escenificación del Pacto Antiterrorista muestra lo poco que el PP y el PSOE están entendiendo la nueva situación y este viejunismo en absoluta garantiza que puedan pelear de verdad por esos votantes ya decididos con Podemos.
Ese pacto para empezar debiera haber sido contra el paro, la corrupción o a favor de la sanidad y la educación.
Así, la conexión con los votantes es imposible.
Fenómenos como este pacto no hacen que poner una vez más en obra el hecho de la política convertida en una actividad que tiene su propia lógica, una lógica paralela a las necesidades de la sociedad a la que se supone que sirven.

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Y luego está Ciudadanos.
Si el PSOE cuenta con competidores que le están arañando los votantes inquietos y/o ilustrados, la formación de Albert Rivera puede quebrar el monolitismo de la derecha arrebatando al PP un punto o dos de esos votantes de calidad, porcentajes que pudieran ser decisivos pese a su pequeñez.

domingo, febrero 01, 2015

The Leftovers

No me sorprende que Damon Lindelof, creador y guionista de "Lost" junto con el cuántico J.J. Abrams, pusiese sus ojos en "The Leftovers" el libro de Tom Perrotta.para intentar mantenerse en la línea de éxito..

Del mismo modo que en "Lost" los personajes que protagonizan la historia que nos cuenta "The Leftovers" se ven sometidos a los rigores que provoca una situación excepcional.

En este caso, todo es mas heavy puesto que en "Lost" la serie se movía buscando dar razón del misterio de la isla, pero en "The Leftovers" Lindelof deja de lado cualquier intento de dar una explicación centrándose en el efecto que sobre los personajes y sus relaciones tiene el padecimiento que cada uno de ellos sufre de esa situación excepcional.

En "The Leftovers" queda totalmente fuera de foco la indagación en el misterio que ha producido la desaparición repentina y en apariencia azarosa del 2% de la humanidad.

Sólo queda el duelo, el modo diferente con que cada uno de los personajes lo procesa y la manera en que este duelo afecta a su visión del estado de las cosas que compone su vida..

Y sí, no es una comedia.

Nada hay más alejado en la comedia que "The leftovers" que en todo momento rezuma una intensidad oscura consecuencia del inevitable duelo con que debe ser procesado un increíble trauma que pone a prueba esa zona de confortabilidad que configura nuestra percepción más esencial de la realidad y según ella las personas no desaparecen en masa.

Como para volverse loco, ¿no?

Pues este justo es el contenido de "The leftovers": el modo en que la gente intenta no volverse loca o la manera en que se vuelve loca intentando mantenerse cuerda o simplemente, el modo en que algunos se dejan llevar por la locura.

Y parece que no, pero sí.

"The Leftovers" se las arregla para resultar interesante del mismo modo que se las arreglaba "Lost" llevando al extremo algo bastante extremo de por sí.

No obstante, el final no resulta demasiado prometedor. Nada de cliffhanger, Un final demasiado poco sexy, que no está a la altura de todo lo que ha sucedido, como si las ideas se hubieran agotado justo antes de llegar al momento más importante.

Y la verdad es que me ha dejado un poco frío un final que me parece claudicador ante el drama que durante diez capítulos ha desventrado literalmente a los personajes, una suerte de acojonado pasa atrás que abre la posibilidad a la esperanza.

¿Y quién quiere ver cómo las cosas les van bien a los personajes de "The Leftovers", el primer reality de ficción?

Y además está la música de Max Richter colaborando de manera puntual y eficiente a espesar con belleza el dramático absurdo que se nos muestra.

Interesante.










sábado, enero 31, 2015

“El individuo es anulado por completo frente a los poderes económicos. Al mismo tiempo, éstos elevan el dominio de la sociedad sobre la naturaleza a un nivel hasta ahora insospechado. Mientras el individuo desaparece frente al aparato al que sirve, éste le provee mejor que nunca. En una situación injusta la impotencia y la ductilidad de las masas crecen con los bienes que se les otorgan”

MONEDERO

Resulta curioso.

En este tema, no del todo edificante, de Juan Carlos Monedero se pone de manera muy clara por obra uno de los principales rasgos de la estructura de dominación discursiva y mediática que la democracia de consumo.despliega a través de sus terminales políticos y periodísticos.

Este rasgo tiene que ver con la falta de criterio convertida en un instrumento de manipulación y control. Porque en el asunto Monedero se conjuga aquello de que "yo he perdido el boli, a ti se te ha muerto la madre, así que los dos estamos muy jodidos porque después de todo se trata de dos pérdidas".

Y efectivamente Monedero tiene cosas que explicar, pero en absoluto se puede y debe aceptar que sea lo mismo comparar un comportamiento puntual de un ciudadano con los diferentes comportamientos que se deducen de una estructura destinada a la corrupción desde hace años.

Y es una cuestión que atañe al criterio del que escucha y valora, entender que no es lo mismo robar una manzana que generar una estructura para robar de manera continua la manzana donde está la tienda que vende las manzanas.

En este sentido, se maneja mucho el argumento de que el critica debe ser puro y este argumento, casi siempre y como no podía ser de otra manera dada la finalidad con la que se usa, se maneja sin criterio, sin comprender que se trata de una falacia zafia destinada a hacer callar de una manera rápida al que levanta la voz. Porque, al final, y siendo lo imperfectos que somos, quién podría entonces hablar.

Pero parece que el que es criticado por impuro tiene derecho a reclamar pureza al que le critica desde unas alturas que de manera teórica llevan asociada una pureza que casi nunca es real.

Otro privilegio del poder.

En cualquier caso, lo más interesante de todo es que el poder a través de todo este despliegue de búsqueda de categorías a través de las anécdotas demanda a aquellos que le cuestionan una pureza que él mismo no tiene, porque al final el objetivo es demostrar que, en lo malo, Monedero es exactamente igual que ellos

Lo que indirectamente implica dar por verdadera la mayor que sostiene los argumentos de aquellos que le cuestionan.

Y por mucho que nos pongamos a Monedero todavía no han podido hacerle una foto como la que la hicieron a Felipe González en su yate.

Por eso la anécdota es anécdota y la categoría, categoría.

Todo lo demás es dejarse engañar o querer engañarse.

Only lovers left alive

Con el tiempo el cine de Jim Jarmusch se ha ido recubriendo de una elegante capa "arty", quedan ya muy lejos esas descuidadas e independientes puestas en escena que caracterizaron sus películas iniciales. Pero Jarmusch no ha cambiado.

Seguramente la forma, el modo en que el norteamericano nos cuenta lo que nos cuenta, ha ido cobrando un progresivo protagonismo, pero el corazón del cine de Jarmusch sigue intacto.

En "Only lovers left alive" continúa presente esa mirada inteligente que usa la ironía y el sentido del humor para comunicarse que tanto caracteriza al cine de Jarmusch, una mirada que además usa el convencional soporte de los géneros cinematográficos para construir un contexto. Sobre la familiaridad del género, dialogando con sus regladas pautas Jarmusch encuentra siempre un camino para proyectar su siempre peculiar propuesta al espectador.

Sobre lo que existe para ser repetido, Jarmusch construye un espacio de diferencia y en esa distancia, ya hay siempre una carga de ironía que sus seguidores siempre apreciamos, ironía que por otra parte casi siempre es la manera más atractiva de expresar la inteligencia.

En esta ocasión, y para "Only lovers left alive", Jarmusch recurre a los vampiros y por supuesto estos no aparecen para constituir un relato al uso sino para ser utilizados como elementos con los que construir algo diferente.

Forma parte de este imaginario vampírico la idea de la eternidad como maldición, una eternidad que convierte al vampiro en un ser nómada y desarraigado que constantemente ve pasar el presente y todo aquello que encierra.

La inmortalidad les hace incapaces de quedarse en ningún instante convirtiéndoles en las variantes más poéticas en melancólicos observadores de todo aquello que pasa, sin que quede muy claro si la decadencia está del lado que observa, del lado que pasa o de los dos.

En cualquier caso, Jarmusch se queda con este especial atributo de los vampiros para construir un relato que con astucia convierte a los vampiros en testigos de una decadencia, la de esos seres humanos a los que el protagonista Adam llama zombies.

Decadencia que incluso ha llegado al extremo de convertirse en algo orgánico, cosa que de modo genial Jarmusch expresa en el hecho peligroso de que la sangre que alimenta a los vampiros pueda ser un veneno que les vuelva mortales.

Y esto es lo que son los vampiros de Jarmusch: silenciosos observadores de una decadencia del genero humano y, en general, de un mundo del que también forman parte porque la eternidad sólo es relativa, depende de con quién o qué hagas la comparación, y nada terrestre puede sobrevivir a un planeta decadente y contaminado.

Nacido como mito en el romanticismo, el vampiro no era otra cosa que un parásito que se alimentaba de la todo poderosa sangre del ser humano consciente del refulgente destino que le reservaba la modernidad ilustrada.

La fuerza de vida estaba ahí, en la sangre convertida en metáfora de ese combustible esencial que movía esa máquina de futuro que fue el hombre.

Ahora las cosas han cambiado.

El futuro está en entredicho.

Y la sangre ya no tiene tanta calidad.

Algo se ha perdido y si alguien puede saberlo es el vampiro convertido en observador reflexivo de nuestro sagrado y milenario fracaso.

Brillante.


domingo, enero 25, 2015

"Los filósofos no han hecho sino interpretar el mundo de diferentes maneras, lo que importa es transformarlo"

Corrupción

Los hechos están ahí.

Si alguien tiene alguna duda sobre el carácter sistémico de la corrupción del sistema generado por el régimen constitucional del 78, sólo hay que fijarse en el modo en que los players tradicionales están combatiendo la perturbadora aparición de Podemos en el status quo bipartidista.

En pocas palabras el objetivo es el descrédito, mostrar que la gente de Pòdemos en absoluto son la excepción que dicen ser.

El objetivo es demostrar que son igual que todos, tan mentirosos y corruptos como todos por supuesto.

Subordinarlos por las buenas o por las malas a la regla y esa regla es la corrupción.

Un mensaje cínico y desesperado que no debería tener recorrido en una opinión pública formada por personas con criterio.

Y en ese mundo perfecto de personas con criterio sería la totalidad de la política quién tendría que salir perdiendo.

Monsters

Es una peli curiosa esta "Monsters".

Combina la ciencia ficción con una road movie romántica con aceptables resultados.

En un futuro cercano, una sonda que porta muestras de vida alienígena se estrella en el Norte de Méjico. Esa vida proliferará generando una zona contaminada y un esfuerzo militar por descontaminarla.

En este contexto, una fotógrafo freelance deberá llevar sana y salva a la hija de su jefe de vuelta a los Estados Unidos. Las circunstancias les serán adversas y deberán atravesar esa zona contaminada para llegar a la frontera.

"Monsters" muestra al espectador ese viaje de los dos protagonistas por la misteriosa zona contaminada, un viaje en el que irá creciendo la atracción entre ellos al mismo tiempo que la fascinación por las extrañas criaturas alienígenas que han hecho del planeta tierra su obligado hogar.

Firmada en 2010, la película es la opera prima de su director, el británico Gareth Edwards quién aprovecha su experiencia como director de efectos especiales en el género documental para, con no demasiados medios, producir un creíble contexto de ciencia ficción en el que insertar el viaje de sus dos personajes protagonistas.

La propuesta es interesante, pero, y para mi gusto, falla en lo esencial: en la descripción de la evolución de la relación que mantienen los dos personajes protagonistas interpretados por actores no demasiado conocidos y tampoco demasiado prometedores.

En general el vinculo entre los dos protagonistas es bastante insulso y demasiado previsible, casi sin elaboración, puro cliché.

Así de manera inevitable la historia pierde pie en su fondo, anulando buena parte del poder que pudiera conferirle su genuina mixtura de asuntos.

No obstante, se las arregla para mantenerse a flote precisamente porque funciona todo lo demás, ese contexto de invasión alienígena que, sin embargo y por contraste, Edwards resuelve con suficiencia, generando el suficiente interés como para que el espectador tenga curiosidad por los secretos y misterios de esa invasión.

El resultado es en cualquier caso, y pese a los evidentes defectos, aceptable y entretenido.

sábado, enero 24, 2015

“Por otra parte, el descubrimiento de Tocqueville de que la democracia liberal e igualitaria encerraba también grandes peligros para la libertad no es menor. Tocqueville mostró cómo el hombre originalmente individualista de las nuevas sociedades, especialmente la norteamericana, evolucionaba lentamente hacia un amor excesivo del bienestar, hasta corromper el bienestar mismo. Además, cree Tocqueville que el hombre moderno es víctima, cada vez más de la opinión de los demás y la sigue ciegamente. El ser individualista, ansioso de ser distinto, empeñado en labrarse su propia vida, que forjó la modernidad desde el Renacimiento y cuyo ideal hizo suyo la revolución liberal, corre ahora el riesgo de convertirse en un sensualista sin personalidad, en un ente adocenado, sin anhelo ni necesidad de vivir libremente”.

Ciutat Morta

Me he quedado en el sitio viendo "Ciudad Morta".

No voy a hacer el chiste fácil y decir que me he quedado muerto, pero constatar una vez más que existe ese lobo de los intereses creados bajo esa piel de cordero que llamamos "democracia" o "estado social y democrático de derecho" o ·democracia de consumo" me resulta paralizantemente terrorífico.

Porque por encima del destino trágico que sufrió Patricia, junto con otros "miserables" (en el noble sentido que el novelista Victor Hugo utilizó en su monumental novela) y simplemente en el caso de aquella por llevar un peinado a la Cindy Lauper en el lugar y el momento inadecuados, este documental brilla precisamente  por mostrar la tremenda impostura instrumental con la que en nuestras sociedades se utilizan conceptos como libertad y democracia.

En varios momentos del documental varias personas utilizan el calificativo "cínico" para definir este uso y no puedo estar más de acuerdo.

Poco a poco, esos conceptos de origen tan noble están siendo utilizados para respaldar algo mucho más innoble que es cargar de legitimidad los discursos y acciones que respaldan el ser, el estar y el hacer de esa tribu de la media aritmética en que nuestras flamantes y encantadas de conocerse sociedades están convirtiéndose..

Después de todo, no tiene ningún sentido ser tolerante y demócrata con los discursos y acciones respaldados por la mayoría.

Es algo obvio que van a ser tolerados y respetados.

Para el viaje de compartir el imaginario que sostiene aquello que se va a decir no hacen falta tantas alforjas.

Somos libres para decir lo que se puede decir, para hacer lo que se puede hacer.

Genial, ¿no?

Puedo hacer lo que en realidad puedo hacer. Y si quiero no lo hago, pero si me apètece puedo hacerlo y los demás tiene que aceptarlo porque estoy en mi derecho.

Es maravilloso! Y obvio.

Pero qué pasa con las notas discordantes.. pues que eso ya es otra historia

Y sin embargo, la capacidad para la libertad y la tolerancia deberían medirse precisamente por el modo en que son tratadas las excepciones, los discursos que se mueven en el extremo de la long tail cultural, extremos que incluso pueden lindar con los limites que para la convivencia fijan las leyes.

Ahí está la verdadera prueba.

Y lo que prueba un documental como "Ciudad Morta" es que nuestras democracias de consumo siguen suspendiendo.

El problema nunca está en el "nosotros", al final nunca se dirá o se hará nada que fuerce los límites que definen ese conjunto. No son necesarias las libertades y las tolerancias entre nosotros.

El problema siempre llega con los otros. con todos esos pequeños o grandes grupos de "ellos" que perturban en mayor o menor medida la comodidad del día a día de nuestro imaginario colectivo, los que okupan las casas vacías o quieren que sus mujeres vayan cubiertas en lo lugares públicos.

Como ese chiste de los argentinos, se comprásemos a las democracias occidentales por lo que realmente valen y las vendiesemos por los que esas mismas democracias dicen que valen nos haríamos millonarios.

Me viene ahora mismo a la mente la detención de un humorista francés por jugar con un chiste de Charlie Hebdo.

El semanario satítico publicó una portada en el que un islamista aparecía tiroteado. Las balas habían atravesado un ejemplar del Coran con el que el personaje intentaba protegerse. lógicamente, las balas lo atravesaban.

Un titular que decía que el Corán era una mierda porque no detenía las balas acompañaba esta escena.

Pues bien, el humorista francés se limitó a cambiar el protagonista de la escena. En lugar del musulmán dibujó al director del semanario satírico muerto en el atentado y puso en el texto que Charlie Hebdo era una mierda porque no detenía las balas.

Lógicamente para muchos, el dibujante ha sido detenido:

No para mí que me exijo el mismo "sentido del humor" a los míos que le demando a las musulmanes.

Y en este sentido, el dibujo y el documental muestran el modo en que el flamante discurso de derechos y libertades que envuelve las miserias de nuestro mundo es utilizado cínicamente como arma para mantener un orden establecido amparado en una objetividad que en realidad nunca es tal.

Porque en realidad esos derechos y libertades están ahí, pero no son para todos.

Tienes que tener dinero para pagártelos y no estar posicionado demasiado lejos de un core cultural para disfrutarlos,

El que se mueve no sale en la foto y siempre es culpa suya si se mueve porque la verdad sólo está en un sitio.

Y este corazón tan intolerante late poderoso en nuestro cínico mundo de derechos y libertades porque para los que se mueven, para los que no encajan todos los días se juega una siniestra lotería de desgracia y desastre.

El 4 de febrero de 2006, Patricia, Alfredo, Juan y seis personas más fueron los agraciados.

Patricia tuvo que poner su propia vida sobre la mesa convirtiendo en suicidio en el acto máximo de declaración de inocencia para que hoy en día hablemos de una tremenda injusticia y lo peor, lo más siniestro es que la máquina no puede detenerse.

Esto que llamamos vida y que nadie puede cuestionar porque se fundamenta en la libertad y la democracia sigue aspirando a convertirse en una máquina de incuestionable movimiento perpetuo.

Hay una fiesta en curso que nadie puede interrumpir, una fiesta que lo consume todo y que nos está consumiendo a todos empezando por eso que Benedetti llamaba los formales.

Un horror.



jueves, enero 22, 2015

Trance

Lo reconozco.

Soy muy fan de Danny Boyle.

Principalmente porque el inglés siempre se las arregla para que sus películas tengan un toque único, especial, a veces innovador y esto es una cualidad difícil de conseguir en un entorno de cine comercial que prácticamente vive encerrado en el constante esfuerzo de repetirse, de evocarse a sí mismo.

Más vale repetir las claves del éxito conocido que jugarse el tipo con un vehiculo casi siempre caro como es el cine experimentando nuevos caminos para añadir más elementos de éxito dentro de ese relato que constantemente se conjura y repite.

En este contexto, Boyle es una "rara avis" cuyos proyectos siempre ambiciosos, también siempre cuentan, como comento, con ese elemento diferencial que los hace especiales.

Dentro de esta lógica, Boyle presenta "Trance", un thriller psicológico muy hitchcockiano rebosante de pasadizos y trampas, de enrevesados giros de guión y que, de algún modo, me recuerda bastante a esa joya llamada "Marnie la ladrona" que Hitchcock filmara en 1964.

En ambas realidad y ficción, lo consciente y lo inconsciente se entremezclan para construir un relato lleno de sorpresas en el que las cosas nunca terminan de ser lo que en realidad parece que son y en el que los papeles de cazador y presa son intercambiados entre los personajes con la misma verteginosa velocidad con la que se desarrolla la historia del robo de un cuadro.

El resultado es, a la par, interesante y fascinante.

Y Boyle se las arregla en la mejor línea del maestro Hitchcock para que la enrevesada complejidad del relato resulte verosímil y, por lo tanto, creíble mientras sucede. Otra cosa es que, y como sucede con todas las películas de Hitchcock, a uno le de por pensar en lo que acaba de ver.

Merece la pena ver "Trance".

Buena.




sábado, enero 17, 2015

Socrates

Al final de su larga carrera, Roberto Rosellini terminó trabajando para la televisión.

A partir de la década de los sesentas filmó y escribió documentales, mini-series y películas para televisión inspirado por un concepto de la televisión como servicio público, como agente de transmisión y divulgación cultural.

Muerto en 1977, no sé qué pensaría el viejo Rosellini de su televisión, convertida poco más en que en un siniestro terminal de reproducción y control.

En cualquier caso, parte del esfuerzo del maestro italiano estuvo relacionado con una serie de películas centradas en personajes clave de la filosofía como Descartes, Pascal o Socrates, la película que nos ocupa.

Rodada integramente en España, en Patones de Arriba y lo que quedaba en pie de los estudios Bronston, "Socrates" nos muestra los últimos días del filósofo griego en una Atenas sometida por los espartanos cuyas murallas estos ordenan derribar en un claro monumento a su victoria.

En esta situación, Esparta interviene el orden político de la ciudad imponiendo una estructura de gobierno basada en la tiranía y ante ella se rebela Socrates no sólo como defensor del libre pensamiento sino de la democracia, que es una consecuencia inevitable de ese hombre pensante que eñ filósofo preconizaba,

Su defensa del pensamiento, de la capacidad critica que el raciocinio aporta para perfeccjonarlo, frente a una tiranía sellará su destino y su condena a muerte.

En este contexto, el "Socrates" de Rosellini nos muestra al filósofo entre sus amigos y su familia, por las calles de una Atenas pequeña, casi neorrealista, muy alejada de la imagen grandiosa que el cine nos transmite del mundo clásico, que todavía no es el el imperio marítimo que terminará siendo.

Y en este contexto, la palabra de Socrates es la protagonista.

Me gusta mucho esa Atenas que pinta Rosellini, un escenario inteligente para presentar este retrato hagiográfico de un Socrates independiente y libre como consecuencia de su confianza en el entendimiento y la razon.

Todo un modelo seguir... que nuestra sociedad por supuesto ha rechazado.

Interesante.


miércoles, enero 14, 2015

“La energía del vacío parece una contradictio in termini. El vacío es espacio vacío. Por definición está vacío, así que ¿cómo puede tener energía alguna? La respuesta está en la extrañeza que trae al mundo la mecánica cuántica, la extraña incertidumbre, la extraña granulación y la extraña agitación incesante. Incluso el espacio vacío tiene sus «agitaciones cuánticas». Los físicos teóricos están acostumbrados a considerar que el vacío está lleno de partículas que aparecen y desaparecen tan rápidamente que no podemos detectarlas en condiciones normales. Estas fluctuaciones del vacío son como un ruido de muy alta frecuencia que está mucho más allá de lo que el oído humano puede detectar. Pero las fluctuaciones del vacío tienen un efecto sobre los átomos que, como los perros, están mucho mejor sintonizados a las altas frecuencias. Los niveles precisos de energía del átomo de hidrógeno pueden medirse con exquisita precisión y los resultados son sensibles a la presencia del mar fluctuante de electrones y positrones en el vacío… Estas partículas cuánticas de corta vida que llenan el vacío se denominan partículas virtuales, pero sus efectos pueden ser muy reales. En concreto, hacen que el vacío tenga energía. El vacío no es el estado de energía cero. Es simplemente un estado de mínima energía”.

martes, enero 13, 2015

“En resumen, ¿qué nos dicen esos experimentos, estudios y encuestas? Lo primero es que el dinero no da la felicidad. Si bien la pobreza genera desesperanza, el aumento de riqueza, una vez logrado un nivel mínimo de comodidad, también genera desesperación. Segundo, el materialismo desenfrenado no hace que la gente sea más feliz y es causa de marginación, temor, desconfianza y soledad.
En tercer lugar, el ser humano no se guía por el deseo insaciable de posesiones materiales como los economistas quieren hacernos creer, sino por el deseo de formar vínculos sociales. Lo que nos hace felices, una vez satisfechos los requisitos mínimos para el bienestar, es la camaradería y el afecto.”

lunes, enero 12, 2015

Los unos y los otros

Por encima de todo, "Los unos y los otros" es una película edificante que utiliza como fórmula el cine como espectáculo.

A lo largo de tres horas de duración, la película describe el tránsito desde la dividida Europa de la II Guerra Mundial a la unificada Europa de la década de los ochentas del siglo pasado, expresando esa unión en una memorable representación del Bolero de Ravel con los Campos Eliseos como fondo. Este tránsito es encarnado por las sucesivas generaciones de cuatro familias: una francesa, otra rusa, otra alemana y otra norteamericana.

Para mi gusto, "Los unos y los otros" es una de las películas más personales de su director Claude Lelouch, judío de raza, quién se describe a sí mismo en muchas ocasiones como un superviviente de una guerra que podría haberle matado en cualquier momento.

Y su razón de ser quizá sea hacer desaparecer de una vez por todas los fantasmas de enfrentamientos que convivieron y alimentaron los días y las noches de varias generaciones de europeos.

En este sentido, toda las historias que se nos cuentan culminan en ese final mágico con la música de Ravel como fondo y en el que no hay lugar para nada más que el disfrute y la reconciliación.

"Los unos y los otros" se mueve con soltura en lo macro pero también en lo micro, descendiendo al detalle de cada una de las historias, de cada uno de los personajes quienes cuentan sin excepción con su momento de contribución a la llegada de ese final apoteósico con el que la película termina.

Y uno puede sentir en cada instante de la película la mirada agradecida de Lelouch, una mirada humanista y poderosa que no pierde de vista lo esencial del esfuerzo del ser humano en el tiempo.

Nada ha sido en vano y todo es para bien tanto para los unos como para los otros.

Así, Lelouch sintoniza con ese sentimiento de final de la historia tan característico de los ochentas del siglo pasado, una de las máscaras de la revolución neoliberal que Lelouch entiende desde su lado más positivo: el triunfo de lo constructivo como consecuencia del trabajo de los individuos en el tiempo.

Un emocionante mensaje intergeneracional que Lelouch refuerza haciendo que los mismos actores interpreten a padres y a hijos.

Eran buenos tiempos.

Eran otros tiempos.

Imprescindible.


La importancia de Ciudadanos

Marhuenda tiene razón cuando dice que el centro-derecha español no va a votar a Podemos.

Por muy transversal que sea la procedencia de la intención de voto hacia la nueva formación política está claro que el partido de Iglesias no va a restar gran cantidad de votos a los Populares.

Al final, la psicología electoral también existe y para un votante del PP no es lo mismo la fantasía que el acto, decir que se va a votar a Podemos que efectivamente hacerlo.

En este sentido, el eje izquierda-derecha todavía puede tener su peso en el sentido de explicar un resultado electoral.

La derecha sigue estando mucho menos dividida que la izquierda...

O lo estaba.

Tan relevante como el éxito en las encuestas de Podemos es el reciente crecimiento de Ciudadanos, el nuevo rostro de la derecha española.

O mucho me equivoco o de Ciudadanos depende buena parte del éxito de Podemos.

Sólo ellos pueden restar votos al Partido Popular que Podemos jamás podrá soñar con quitar: el voto conservador que por definición rechazan los grandes riesgos y las grandes aventuras. Un voto que se puede movilizar desde la abstención en el momento crucial ante un escenario de caos y desorden para volver a votar con la nariz tapada al Partido Popular como mal menor.

Una fuerte presencia de Ciudadanos puede poner en entredicho el cheque en blanco del voto oculto con el que todavía cuenta el Partido Popular para cambiar la mala suerte que le otorgan las encuestas.

Y quizá en Podemos está faltando visión política al no reconocer en Ciudadanos a ese interlocutor natural porque, y aunque con evidentes diferencias de posicionamiento, ambos forman parte del mismo cambio generacional.



Alabama Monroe

Es una película extraña "Alabama Monroe".

Situada en los Paises Bajos actuales cuenta la imposible historia de amor y muerte que viven un hombre y una mujer, Didier y Elise. Dos espíritus libres unidos por sus afinidades, los tatuajes y la música "bluegrass", pero cuya libertad colisionará con las limitaciones que las circunstancias y el destino les impondrán.

De alguna forma la eterna dialéctica lacaniana entre la realidad y lo real.

La realidad como ese espacio donde el interior se proyecta y las fantasías resultan visibles, perceptibles, para quien mira y lo real como aquello que se resiste a nuestras proyecciones, que no se deja moldear, que tiene su propio criterio, que se niega, que nos dice no, que nos mira.

En "Alabama Monroe" la realidad se convierte en real para sus dos protagonistas y el espectador asiste sobrecogido a un tremendo espectáculo de luto y perdida en el que nada puede quedar, ni siquiera los nombres, porque Didier terminará llamandose Monroe y Elise, Alabama.

Y la tragedia que se nos cuenta es precisamente la que sucede cuando lo real se impone a la realidad y no se deja reescribir, moldear.

Y el drama está en el dramático esfuerzo aniquilador que los dos protagonistas hacen, paradojicamente, por generar un escritura, por construir un sentido que permita ocultar con toneladas de palabras la evidencia incuestionable de eso que llamamos real.

La búsqueda de sentido presentada como una desesperada huida hacia delante que los dos protagonistas emprenden huyendo de la inevitabilidad incuestionable de lo real en busca de un espacio para la cordura.

La búsqueda de sentido no para conocer el mundo, para apropiarse de él, que suele ser el punto de vista tópico sobre el sentido, sino justo lo contrario, como delirio, como huida de algo que esencialmente es y será incomprensible.

Y a lo largo de ese proceso descubrirán que por salvarse nada podrán salvar, que esa aniquiladora huida lo que antes estaba unido, terminará separado para siempre.

Así, la historia que nos cuenta la película se convierte en la letra de una de esas canciones que ellos mismos cantan.

El circulo se cierra y, como ese azul cielo protector del que nos hablaba Paul Bowles, brillan las palabras para protegernos del verdadero y profundo sinsentido contra el que las prenunciamos, como quien enciende una hoguera en la noche buscando que la oscuridad no le alcance.

El complejo y nada tranquilizador misterio de lo humano una vez más presentado en su laberinto.

La vida es así de compleja para nosotros: no sólo se resiste a que la vivamos sino que además tiene sus propias ideas, nos quiere vivir.

Es una película extraña y muy interesante "Alabama Monroe".

Me gusta.


sábado, enero 10, 2015

Dos días, una noche

Uno de los grandes triunfos del sistema capitalista de consumo es desmontar todos los mecanismos de solidaridad que podrían generar vínculos entre las personas en función de su similar posición en las relaciones de producción.

Ahora cada individuo está solo, ocupa el vértice inferior de una enorme pirámide invertida a través del cual el sistema se reproduce.

Buena prueba de ellos son estas publicidades de loterías y quinielas en las que las personas ya sólo desean para sí mismas. Llama la atención de que ninguno de esos deseos incluyan a los demás. Parece como si estuviera fuera de lo que es razonable construir con la quiniela de 14 una red de comedores para niños malnutridos en los barrios periféricos de la ciudad. Todo son viajes a Cancún, coches, escapadas.

En este sentido, y ya lo he escrito alguna vez, la derrota de las fuerzas políticas y sociales de lo que podríamos llamar izquierda es total. Incluso, en un alarde de fracaso, se contempla con total tranquilidad la posibilidad de que se pueda ser socialista y rico.

La última película de los hermanos Dardenne, "Dos días, una noche", explora ese espacio de derrota mostrando el modo en que un conjunto de trabajadores se enfrentan a una situación perversa: renunciar al bono anual para que una persona, la Sandra que protagoniza la película, no sea despedida.

A lo largo de hora y media veremos cómo Sandra habla uno a uno con sus compañeros, y cada uno de ellos expone sus razones para apoyarla o no, mostrando un delicado panorama de pauperización en el que la necesidad del dinero se convierte en la regla que define lo que es correcto o no.

Vaya por delante que los abuelos de estos trabajadores no se hubieran detenido un segundo a valorar las opciones. Los mecanismos de solidaridad de clase habrían actuado y este es uno de los aspectos que brilla en esta estupenda película de los hermanos Dardenne: el predominio de los intereses individuales y la ausencia de planteamientos colectivos.

No obstante, y esta es la segunda cosa más relevante de la película, es el progresivo afloramiento entre algunos de vínculos de solidaridad; especialmente, en Sandra quién al final de su búsqueda renunciará a aquello que empezó persiguiendo precisamente por no perjudicar a otro compañero.

Y todo contado con el habitual realismo, apegado al territorio y a la luz natural, que caracteriza al cine de los Dardenne; un cine de ficción pero que no puede evitar su alma de documental.

Brillante.