Antes de convertirse en un eficaz filmador de películas evento ("Guerra Mundial Z" o "Quantum of Solace"), Marc Forster firmó alguna que otra interesante película, desde la tensa "Monster's Ball" hasta la delicada "Finding Neverland", pasando entre otras (no demasiadas tampoco) por ésta más que interesante "Stranger than fiction" en el año 2006.
En un lugar donde se interceptan lo fantástico con la comedia romántica, habita esta historia que, si algo cierto puede decirse de ella, es que ofrece al 100% lo que su título presenta.
"Stranger than fiction" es la historia de Harold Crick (Will Ferrell), un anodino funcionario del tesoro norteamericano, que un día descubre que es el personaje de ficción de una historia que escribe la conflictuada escritora Karen Eiffel (Emma Thompson). Crick no sólo descubrirá tan estrambótica verdad sino también cobrará conciencia de que al final de la historia le espera la muerte.
Dejando de lado la parte de la comedia romántica que tiene un planteamiento bastante convencional con todo ese rollo del descubrimiento del valor de la propia existencia a través del amor que otros sienten por uno (y tal y esas cosas), "Stranger than fiction" es un divertido ejercicio de locura que seguramente el propio Buñuel habría disfrutado.
Por así decirlo, el anodino estándar vital que representa Crick deviene en modelo para el ejercicio de ficción y esa ficción que la escritora crea vuelve a Crick como una especie de eco que le pone en vías de entender lo inauténtico de su existencia.
Por obra y gracia de las posibilidades narrativas del género fantástico, entre realidad y ficción, se abre un agujero de gusano que interconecta ambos ámbitos.
Y resulta especialmente divertido el modo en que Crick empieza a ser consciente de que su vida está siendo narrada... precisamente porque escucha una voz femenina que en off va narrando exactamente las cosas que él está haciendo.
También tiene su punto el hecho de que Crick no recurra a un psiquiatra sino a un sesudo profesor de literatura que Dustin Hoffman interpreta con su habitual talento.
En definitiva, todo este mecanismo narrativo resulta ingenioso y hace que la película sea entretenida y sorprendente, aunque como digo la parte de la comedia romántica con su cerrada fórmula magistral de repertorio no esté a la altura del nivel de creatividad que ofrece la película en su planteamiento inicial contaminando de una cierta obviedad inevitable su resolución.
Pero, y en este sentido, la propia historia remonta en su final proporcionando un bastante convincente argumento en favor de esa obviedad.
"Más extraño que la ficción" es el complemento perfecto para un programa doble con la inolvidable "Atrapado en el tiempo". Ambas películas comparte el mismo espíritu, su misma explotación acertada de las posibilidades del género fantástico para aportar valor a los esquemas más convencionales de la comedia romántica. Y si la una juega con la eterna e imposible repetición de un mismo día, la otra juega con la reveladora y no menos imposible confusión de la realidad con la ficción. Todo por el bien de sus protagonistas que van a necesitar mucho más de lo habitual para conseguir a la chica.
Divertida.
Divertida.