Fui un chaval afortunado.
En su momento, vi "La Guerra de las galaxias" y "En busca del arca perdida" con la adolescente edad justa para creer la quimera de la aventura y vivirla como si fuera cierta... Entre los quince y los veinte años. Quizá por ello guardo un recuerdo imborrable de ambas... y eso que aún sigo siendo un adolescente de 42 años... pero esa es otra historia.
Lo cierto es que quisiera escribir otra cosa, pero no puedo. La última entrega de las aventuras de Indiana Jones me ha resultado decepcionante.
No diré que sea una mala película, porque resulta entretenida casi siempre y las escenas de acción están muy bien rodadas y son emocionantes, pero todo en ella resulta previsible como un viejo esqueleto recubierto con piel de diferente color... Al final, la forma es la misma. Los rasgos son los mismos. Absolutamente reconocibles en su eterno grado de repetición de fórmula segura de éxito.
No hay nada atrevido ni diferente en esta casi segura despedida para siempre del Dr. Jones. Tampoco hay magia ni misterio y uno tiene la impresión que Lucas y Spielberg no han querido arriesgar con una historia que podría haber derivado por caminos mucho más interesantes que la mera repetición de una fórmula de éxito por cuarta vez.
El aventurero Jones merecía que alguien con espíritu de aventura -y no comercial- pensara su última historia... que amenaza con derivar hacia una factoría tipo agente 007 protagonizada por un Shia Le Beuf que va a tener que currarselo mucho para ganarse mi cariño..
Después de más de quince años, quién les escribe esperaba algo más que un más de lo mismo cambiando marco incomparable por marco incomparable y villano por villano.
A mi entender falla el guión, por demasiado rutinario y por descuidar el corazón de los personajes secundarios que, a diferencia de las otras películas de la saga, se limitan a acompañar a Jones sin sobrepasar la categoría de comparsas.
Pero no me hagan mucho caso.
Son cosas mías.