sábado, octubre 25, 2008
Gene: I think you’ve forgotten who you’re talking to.
Sam Tyler: An overweight, over-the-hill, nicotine-stained, borderline-alcoholic homophobe with a superiority complex and an unhealthy obsession with male bonding?
Gene: You make that sound like a bad thing.
viernes, octubre 24, 2008
La sombra de Alfred Hitchcock es alargada y esta película de Danial Monzón vive y se alimenta de muchos estilemas que están presentes en las películas del director inglés. Principalmente, una trama en la que el héroe se convierte en víctima de un incomprensible puzzle que poco a poco deberá ir desentrañando tirando del hilo que van componiendo la sucesión de indicios que la historia pone a su paso.
Pero además "La Caja Kovak" encierra en el fondo de su músculo de "thriller" el interesante corazón de una trama "granguiñolesca" y literaria... la de un personaje que pretende dictarle a un autor la historia que éste debe escribir.
Sobre el papel la propuesta me parece impecable, pero, y sin embargo, algo falla, para mi gusto, en el momento de llevarla a escena. Seguramente, toda la carga emocional con que Hitchcock rellenaba la trama de sus "thrillers", generalmente relaciones sádicas y perversas basadas en la dominación y el poder, que sublimaban de múltiples y tortuosas maneras lo sexual... Siempre había un grado mayor o menor de morbo en las historias que Hitchcock relataba y, por ejemplo, la relación entre Kovak y el protagonista se queda en un mero ejercicio de antagonismo superficial. Daba para muchos más matices que los que apenas muestra mediante unos diálogos que suenan siempre manidos y familiares.
Esa carga emocional está ausente en "La caja Kovak", que resulta una película demasiado fría. Entretenida sin más, pero que jamás llega a superar el umbral de interesar realmente a la mirada del espectador. Daniel Monzón, su director, muestra sufrir la misma enfermedad que Jose Luis Garci: la enfermedad del cliché cinematográfico. La autocomplacencia de saberse rodando las mismas películas que él, como crítico, ha visto y amado sin aportar nada más que la mera combinatoria de géneros, imágenes y situaciones. No se trata de interpretar a Shakespeare sino de imitar a Olivier o Gielgud interpretando a Shakespeare y en ese matiz desaparece toda la verdad e intensidad que pueden tener todas sus propuestas cinematográficas.
En alguna parte la verdad del original se ha perdido y se toma la copia, la versión que otros han producido de esa verdad para intentar construir con ello algo auténtico.
En este sentido, "La caja Kovak" resulta correcta, seguramente entretenida, pero carece por completo de la verdad que hace que las películas traspasen la pantalla.
No es un original.
jueves, octubre 23, 2008
¿Y el partid0?
Difícil de explicar. Jeckyll y Hide, un tiempo para cada personaje.
La primera parte pareció un partido de esos que se llaman de fin de ciclo... Los jugadores salen al campo como almas en pena, desdibujados, sin creer lo que en el vestuario les ha dicho un entranador que no cree ya en sí mismo. Y el equipo plantea un juego lento, sin ritmo... Y el contrario ni suda, bien colocado se dedica a esperar pacientemente a recuperar el balón, cosa que casi siempre no tarda en producirse.
¡Un horror!
El caso es que el Liverpool sólo consiguió marcar un gol... en fuera de juego, bien es cierto y los equipos regresaron a los vestuarios, como sin haber entrado en calor, mientras el estadio era un clamor contra ciertos jugadores y, principalmente, contra un entrenador que ya no goza de crédito (como todos en esta época de crisis global).
La segunda parte, inesperadamente, fue otra historia.
A mi modo de ver, el punto crítico del partido estuvo en lo psicológico. Lo importante esta vez no tuvo nada que ver con el juego sino con determinadas decisiones que tomaron los respectivos entrenadores... Mientras Aguirre introducía la referencia, la luz en el campo, metiendo al Kun, Benitez se la quitaba a su equipo retirando a Gerrard.
Si durante todo el partido el Liverpool se habia limitado a estar bien colocado y a racanear esperando el error de la defensa del Atlético, sin Gerrard, los ingleses perdieron un poco más de presencia que los jugadores atléticos aprovecharon con más voluntad que juego para terminar empatando un partido que sus rivales, hay que aceptarlo, dejaron escapar confiados en los números y en la especulación... Después de todo, tenemos que ir a Anfield y a Marsella... y ellos ya han ganado en este último campo y confian sacar un resultado positivo en su casa.
En fin, otro episodio más de decepción y desconcierto con, para variar, un relativo final feliz... Un punto para cada equipo.
Y dejando de lado el partido, lo que en absoluto es para viejos es el frio que hizo ayer en el campo. El invierno llegó mientras Seitaridis se pensaba si debía subir o no por su banda y yo, reciente atlético, cometí la imprudencia de no ir lo suficientemente abrigado. Es decir, como para una expedición en busca del reloj perdido de Amundsen.
Otra cosa... La gente del Liverpool es maravillosa. Auténticos working class heroes, la puta sal de la tierra, muchos de ellos con pinta de medio apertura de la seleción inglesa de rugby pero grandes tipos.... si no te pasas de la raya y te metes en sus asuntos... cosa que yo mismo practico. Asi que no hubo problemas.
Y es verdad... Parece que nunca están solos, como en su canción.
miércoles, octubre 22, 2008
NO TEAM FOR OLD MEN
martes, octubre 21, 2008
"Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío surcando los amargos abismos.
Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.
Este alado viajero, ¡qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeador inválido!
El Poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar."
(El Albatros. Las flores del mal. Charles Baudelaire)
... Y a sus ojos apenas es nada que signifique algo,
un extranjero propietario de un idioma incomprensible,
una voz que genera en su derredor el desierto que no la escucha.
Todo es aproximado... aproximadamente.
La vasta ecuación interminable se le escapa de las manos... constantemente.
Las incógnitas,
las variables
componen una multitud de rostros desconocidos
que le miran con críptica indiferencia.
Y, mientras, los trenes siguen aullando,
bufando,
le llaman en la noche,
le trinchan el corazón
con el acerado filo de su episódico canto.
Cada minuto que pasa es un minuto más tarde,
no sabe exactamente para qué.
No tiene una sóla certeza lo suficientemente cierta
como para sofocar el incendio de su boca,
de su cabeza
que dispara preguntas sin respuestas,
que ametralla la noche
lanzando balas contra el oscuro cielo
que apenas rozan las estrellas.
lunes, octubre 20, 2008
NO TEAM FOR OLD MEN
Historias del calcio....
"Ese mismo año, Italia, ya campeona del mundo, fue a jugar un amistoso en Inglaterra: lo que hoy se conoce como la batalla de Highbury. Los futbolistas ingleses tenían órdenes de acabar con Monti antes de que Monti acabara con alguno de ellos, y le rompieron un pie a los pocos minutos. Al año siguiente, cuando Italia tuvo que jugar un amistoso en Austria, Pozzo prefirió dejar en casa a Monti para evitar que los austriacos se vengaran."
(Enric González)
Más.
Un "angelito" llamado Monti... y el hombre que lo creó.
domingo, octubre 19, 2008
PANDORA AND THE FLYING DUTCHMAN
sábado, octubre 18, 2008
Pandora and the Flying Dutchman....
"Geoffrey Fielding: [about Pandora and the Dutchman] I know now that they were in love. But I have a feeling that they never spoke of it."Porque hay cosas de las que no hay que hablar, que existen y punto. Basta con reconocer su existencia... Hablar está sobrevalorado... especialmente entre aquellos que no tienen nada que decir y que sólo aspiran a llenar el aire de palabras, cuantas más mejor.
Las cosas de las que no se puede hablar siempre son las más importantes.
viernes, octubre 17, 2008
Envolverse en la propia cabeza,
sacudirse el aire de los pulmones
y echar a rodar los ojos
sobre la inacabada mesa,
en la interminable cena,
buscando en el inesperado trinar
de alguna hora en punto
el envenenado filo de su especial agudeza.
... y el perseguido instante será presa.
O por lo menos así debería ser.
jueves, octubre 16, 2008
LOST
Absolutamente.
Y para variar con respecto al misterio que nos atrapa todos los días, perdido en esa paradiasiaca isla donde todos los infiernos parecen tener la misma posibilidad de suceder y, quizá, estén sucediendo a la vez.
martes, octubre 14, 2008
(Paul Krugman)
Leer más.
domingo, octubre 12, 2008
sábado, octubre 11, 2008
and i'm always right.
My mistakes always belongs to others.
It's not my fault if someday crisis crashes
collateral damages will be fixed,
and everything will be ready for a brand new start
I like to be a liberal
Everybody is wrong
and i'm always right.
as long as the dog of the market rules
hiding always on a brilliant disguise.
no matter from, no matter how.
Everybody is wrong
viernes, octubre 10, 2008
"La clase política no goza de crédito entre la ciudadanía. ¿Saben lo peor? La prensa sigue vendiendo como "información" las declaraciones de políticos y dirigentes, a sabiendas, muchas veces, de que son inexactas, o cínicas, o falsas, y ofrece como "opinión" las objeciones correspondientes. Quizá eso no contribuye a la credibilidad de la propia prensa, ni a su prosperidad futura."
(Enric González)
Todo el artículo.
PD:
Ahora mismo, para mi gusto, Enric González es el mejor columnista de prensa.
1
"El naufragio no puede sorprender a nadie. El escándalo de las "hipotecas basura" (subprime) era sabido de todos. Igual que el exceso de liquidez orientado a la especulación, y la explosión delirante de los precios de la vivienda. Todo esto ha sido denunciado -en estas columnas- desde hace tiempo. Sin que nadie se inmutase. Porque el crimen beneficiaba a muchos. Y se siguió afirmando que la empresa privada y el mercado lo arreglaban todo."
2
"Prueba del fracaso del sistema, estas intervenciones del Estado -las mayores, en volumen, de la historia económica- demuestran que los mercados no son capaces de regularse por sí mismos. Se han autodestruido por su propia voracidad. Además, se confirma una ley del cinismo neoliberal: se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas. Se hace pagar a los pobres las excentricidades irracionales de los banqueros, y se les amenaza, en caso de que se nieguen a pagar, con empobrecerlos aún más."
3
"Este desastre ocurre en un momento de vacío teórico de las izquierdas. Las cuales no tienen "plan B" para sacar provecho del descalabro. En particular las de Europa, agarrotadas por el choque de la crisis. Cuando sería tiempo de refundación y de audacia."
Todo el articulo.
jueves, octubre 09, 2008
Anoche tuve una nueva ocasión de comprobarlo.
Me gustan especialmente las situaciones complicadas, en las que no hay suficiente tiempo, recursos, esperanzas, en las que falta espacio para la estabilidad y la pausa y en cierto sentido te encuentras entre la espada y la pared, casi siempre bajo la atenta y fria mirada de los dioses (que no siempre perdonan y, aunque lo hagan, nunc aolvidan).
Me gustan y la de anoche fue uno de esos momentos en que, de alguna forma, la vida te pone a prueba.
Y sientes que estás vivo, que de algún modo el desbocado caballo del estado de las cosas debe estar bajo tu control.
Me gustan.... Y lo mejor de todo es vivir esos instantes acompañado de tipos (y tipas) tan duros como tú. Magníficos profesionales que controlan perfectamente la técnica del vuelo sin red. Auténticos Space Cowboys que pueden aprender, moverse y actuar bajo la presión. Encontrando la luz o haciéndola.
Me gusta como si fuera una maldita película de Clint Eastwood o de Michael Mann.
Es una de mis drogas favoritas, la adrenalina de saberte de alguna forma probado por las circunstancias y tener que esforzarte para estar a la altura de la mística y la retórica de una situación puntual que debe ser superada.
Y todo mientras el inflexible gallo de la madrugada cantaba su monótona letanía cristalizada.
Mis respetos para L, F e I.
Gracias por el colocón que me proporcionastéis por el simple hecho de PODER.
¿Dónde están los padres terribles que no los veo?
Esos contra los que te pasas la vida peleando, que te tullen y terminan haciéndote lo que quiera que terminas siendo y que luego acabas perdonando para cerrar el circulo....
Sólo hay superación, cuando hay frustración.
La felicidad paraliza, el conflicto mueve.
Y el miedo siempre es libre.
Las cosas son así de chungas... Bueno, no tanto. Hay iglesias (varias) para los que lloran (o lloramos).
miércoles, octubre 08, 2008
"El hijo del hombre se marcha a la guerra para ganar una corona de oro; Su bandera, roja como la sangre, ondea a lo lejos... ¿Quién le seguirá los pasos?"
No se por qué pero al terminar de ver "Generation Kill" recuerdo esta canción que Peachey Carnehan, uno de los dos inolvidables protagonistas de "El hombre que pudo reinar", cantaba casi al final del texto y de sus días, convertido en un mendigo más de las calles de Calcuta.
Sin duda alguna, lo mejor que me ofrece "Generation Kill" es el retrato de ese músculo que, repondiendo a la pregunta de Carnehan, siguen la bandera roja que ondea a los lejos y van a la guerra.
Meros y simples peones que van desplegándose en el tablero de la estrategia como parte de decisiones tácticas que se les escapan, obedeciendo una orden detrás de otra y viendose reducidos a la mera condición inhumana de instrumentos sometidos a mil y una reglas que, de forma contradictoria, convierten el campo de batalla en un lugar civilizado.
Teniendo que esperar, teniendo que desplazarse, mientras la guerra parece siempre estar sucediendo en alguna otra parte, delante de su marcha, con un enemigo que es más una ficción construida en los mapas del alto mando que una realidad oponiéndose a su paso.
Hay mucho nihilismo y desesperación en unos profesionales que descubren poco a poco que la guerra para la que han sido entrenados nada tiene que ver con la que están luchando, en la que constantemente mueren inocentes y en la que ellos mismos se ven sometidos a decisiones absurdas, cuando no peligrosas, de unos superiores que fundamentalmente están cualificados para hacerse obedecer.
Y es que, por encima de la guerra, se impone sobre ellos, con todos sus defectos, la dinámica de dominación que supone su propio ejército como organización piramidal, requiriendo de ellos orden, disciplina y respeto por unas normas que a veces entran en conflicto con la realidad que les impone las exigencias del combate.
Y es que, de pronto, el mayor enemigo puede ser el propio oficial superior.
Del mismo modo que en The Wire, sus protagonistas son parte integrante de una dinámica global que siempre termina imponiendo sobre ellos la marca de su ciega ley, una marca que tiene como principal consecuencia una silenciosa sensación de amargura por un trabajo que no ha sido hecho como ellos hubieran querido hacerlo. Tanto en los policias de "The Wire" como en los soldados de "Generation Kill" se revelan como individuos alienados por un sistema del que forman parte y que los utiliza de una forma desconsiderada. De alguna forma, ambos se sienten decepcionados, instrumentalizados por una lógica subyacente que es mucho más real que las leyes que flotan en la superficie y por las inocentemente han intentado rejirse, una lógica en la que el más poderoso impone sus intereses sobre el más débil y en la que hacer lo correcto puede revelarse como una idea no tan buena.
Hay un interés en Burns y Simon por mostrar el funcionamiento al desnudo de nuestra sociedad através del comportamiento de algunas de sus instituciones. Lo hicieron de manera global en "The Wire" convirtiendo la ciudad de Baltimore en el escenario de una suerte de gran teatro del mundo y vuelven a hacerlo en "Generation Kill" centrándose exclusivamente en una institución como el ejército norteamericano.
La guerra es más bien una excusa, una ocasión para que la institución del ejército salga a la luz y pueda ser vista según los planteamientos de Burns y Simon, como un lugar en el que se desarrolla casi un conflicto de clase en el que unos son explotados por otros en todos los sentidos, con unas normas instrumentales y finales como coartada... unas normas que sirven en tanto en cuanto no entran en colisión con las verdaderas reglas del juego.
martes, octubre 07, 2008
lunes, octubre 06, 2008
THE KILLING
domingo, octubre 05, 2008
NO TEAM FOR OLD MEN
One step up, two steps back
sábado, octubre 04, 2008
Como máximo resulta entretenida esta intriga cyberpunk protagonizada por el "duro" Vin Diesel en un desastroso futuro victima del caliento global.
Trazas de argumentos interesantes destellan en algún momento de su no demasiado excesivo metraje para terminar desaparecidas en la vanalidad de una historia que enseguida termina entrando dentro de lo marcado por el estereotipo del género al que se adscribe.
De todos modos, resulta curioso el modo en que nuestra sociedad se imagina su futuro.
Nunca es un lugar agradable.
Y parece mentira, con la cantidad de comodidades y cosas que tenemos...
Seguramente, la humanidad, en conjunto, nunca ha alcanzado un estado de bienestar como el que ahora disfruta y sin embargo no somos capaces de imaginarnos un futuro donde la escasez y el desorden en mayor o menor medida no dejen de estar presentes.
Como si en el fondo e inconscientemente todos supiéramos que hay algo en la realidad que disfrutamos y consumimos que no está bien y nuestras ensoñaciones del futuro se convirtieran en síntoma por el que, a nivel social, esa disonancia se manifiesta.
"Formulará la hipótesis de que el sentido se reprime, de que no podemos decir ni aún pensar lo verdadero, porque una represión social nos prohibe de manera permanente el acceso a la verdad sobre nuestra situación y sobre el conjunto del sistema. La constante represión del habla social, de aquello no dicho dentro de los grupos, provendría así, en un último análisis, de la represión permanente del sentido en nuestra sociedad"
(Grupos, Organizaciones e Instituciones, Georges Lapassade)
Un sentido mercamente intrumental y funcional, basado en el mantenimiento de la supervivencia del sistema, quizá esté ocultando la realidad de otros sentidos que siguen existiendo como un perfume que nos inquieta y que sólo pueden manifestarse como síntomas en terminales exteriores como el argumento de un soporte de ocio.
PERSEPOLIS
jueves, octubre 02, 2008
Después de todo, se trata de la principal consecuencia
de una prolongada exposición al tiempo.
Desvanecerse poco a poco,
lentamente,
hasta por completo desaparecer.
Como si la vida
fuera un efímero y milagroso instante
de orden y equilibrio
sucediendo sobre una inmensa superficie
de constante y desordenada eternidad.
No hace falta recurrir a la ficción de un dios
para que uno se sienta sobrecogido y pequeño,
basta con escucharse la propia incertidumbre
latiendo, como una bomba de relojería, dentro,
muy adentro.
miércoles, octubre 01, 2008
martes, septiembre 30, 2008
sábado, septiembre 27, 2008
De produccidón británica y emitida por la BBC One, "Life on mars" es un interesante descubrimiento.
La serie cuenta la extraña historia del detective Sam Tyler, perteneciente a la policía de Manchester. Atropellado por un coche, Tyler despierta, sin un rasguño, aparentemente en el Manchester del año 1972.
En el episodio piloto, Tyler se debate entre la posibilidad de encontrarse en coma en un hospital del año 2006 o realmente haber viajado en el tiempo y encontrarse en su misma ciudadm treinta años atrás. Y lo hace mientras descubre evidencias que le llevan a comprender el modo de resolver el caso que le ocupaba antes del accidente, adelante en el tiempo.
Pero, y sin duda, lo más interesante que "Life on mars" ofrece, envuelto en el papel dorado de la comedia, es el choque cultural entre dos generaciones. Los refinados modos de Tyler chocan frontalmente con el espíritu de toda una época encarnada principalmente por su superior, el inspector Hunt, un absoluto y completo ejemplar de macho alfa sin romanizar.
Sin lugar a dudas, la ciudad de Manchester se ha convertido en un planeta distinto al que Tyler estaba acostumbrado a habitar.
Seguramente, Marte.
jueves, septiembre 25, 2008
miércoles, septiembre 24, 2008
THE WIRE... FINAL
En su final, la quinta temporada de The wire deja las cosas preparadas para volver a empezar. Sobre el tablero que con sus avenidas, callejones, despachos, bares y sotanos compone la ciudad de Baltimore los personajes se disponen a empezar una nueva partida.
Sólo los rostros han cambiado.
En la emocionante media hora final, uno puede intuir un nuevo Omar, un nuevo McNulty, un nuevo Buggs tramándose en los rostros de unos personajes a los que durante cinco temporadas hemos visto desarrollarse hasta llegar a ese punto de inicio.
Nada se ha perdido. La energía de la vida se ha transformado. Su circulo sin fin es un eterno retorno de lo mismo y sobre esa infinita ronda de cuerpos y almas, Baltimore, la jungla de cemento, barro y cristal se presenta como el mejor de los escenarios.
Distintos rostros, mismos roles.
El viaje desde las cochambrosas esquinas hasta el lujoso despacho del alcalde siempre puede volver a producirse.
Los individuos pasan, sobreviven, obtienen ventaja o salen perjudicados, se redimen o se pierden en el negro abismo de su mismidad, pero el ciego mecanismo que los devora permanece.
martes, septiembre 23, 2008
sábado, septiembre 20, 2008
Todo el mundo pierde algo que quiere o desea en The Yards. Nadie sonríe salvo al principio, cuando Leo Handler (Mark Wahlberg) regresa al hogar después de haber pasado una temporada en la cárcel. Pero las cosas enseguida si complican, siguiendo una especie de negro karma de la acción, como si ese estado de felicidad fuera un engañoso espejismo que no tarda en disiparse por obra de uno u otro de los personajes implicados en una trama que aparece poco a poco, conforme Leo Handler, de la mano de su amigo Willie Gutierrez (Joaquin Phoenix) se interna en el complicado mundo que rodea al ferrocarril metropolitano de Nueva York.
Buscando rehacer su vida, Handler estará a punto de perderla al encontrarse por casualidad en el centro de una peligrosa trama de complicadas intrigas y fraudulentos intereses en los que su propia familia se verá implicada como sujeto agente y paciente.
Aunque esté rodada en color, The Yards es una película en blanco y negro en la que las miradas, silencios y palabras justas no siempre dichas a tiempo se suceden mientras el destino va sucediendo inexorablemente a golpe de errores y aciertos de todos los personajes que la protagonizan.
Malas familias y malas calles.
Merece la pena verla.
jueves, septiembre 18, 2008
Mi proceso de transformación continúa avanzando inexorablemente.
Y la verdad es que la flamente victoria del Atlético de Madrid en Eindhoven me pareció más un partido del Real Madrid que otra cosa. Superioridad, tranquilidad, calma, control... Ni Pernía ni Pablo, porque no jugaron, ni Perea -que lo intentó- aparecieron para ponerme el corazón en un puño con su absoluta falta de talento para tratar el balón, su principal herramienta de trabajo... Todavía recuerdo con pavor el sorprendente "tirito" de Perea, sólo, en su propia área y contra su portería, que nos pudo haber eliminado de la Liga de Campeones ¡Inexplicable! Tuve que mirar a mis mayores, a mis mentores, para saber cómo actuar cuando un defensa de tu propio equipo remata contra tu propia portería, en un partido clave... Estaba en el campo, muy cerca del banquillo del Schalke y hasta los propios alemanes se llevaron las manos a la cabeza... ¡Pasmoso!
Todo aquello faltó en Eindhoven... Quizá algún susto cuando el equipo, al comienzo de la segunda parte, se hechó hacia atrás y le dió la oportunidad al PSV, un equipo de seminario, de probar puntería.
Por un momento, lo eché de menos.
Si ganamos la Liga de Campeones debe ser al modo atlético. Mediante el exceso, con goles de último minuto y noches de remontadas memorables que a punto están de estropear los propios futbolistas con inexplicables errores.
Y, por supuesto, sin besarse en los cambios. Esas son cosas del Madrid. Los jugadores del Atletico deben venir besados (y follados) de casa.
Reencuentros con lo importante, las cosas que más directamente tienen que ver con la vida que -nos guste o no- nos lleva (la gravedad del sindrome postvacacional definirá el grado de oscuridad o luminosidad de ese gusto), y con lo que no lo es tanto... aunque, yo pienso, como ese personaje de The wire condenado al fracaso, que todo importa.
En fin... Esa es otra historia. El asunto que provoca estas líneas tiene que ver con el reencuentro y particularizo en los debates políticos en los medios. Y como era de esperar nada sorprende a los tertulianos profesionales.
La crisis, el estallido de la burbuja inmobiliaria, era algo que estaba allí. Por supuesto, nadie hace mención al discurso dominante en favor de la locura, de la avaricia y otros cuantos pecados capitales. Simplemente, se recuperan viejos articulos esquinados, las palabras de personajes cuyo discurso nadie, por aquel entonces, cuando nos vendiamos los unos a los otros las cosas por diez mil veces su valor, tomaba en serio.
El cuarto poder es un poder y, como tal, no puede equivocarse.
Los mismos que jamás cuestionaron aquel estados de las cosas cuando funcionaba, ahora construyen un discurso a diez mil kilómetros de la sorpresa, centrado en el conocimiento absoluto de que lo está sucediendo era algo esperado.
Por encima de lo que en cada momento digan, necesitan legitimarse como opinadores profesionales.
La veracidad por encima de la verdad... suponiendo que ésta haya existido alguna vez y no sea uno de esos cuentos que a los adultos nos cuentan, o nos contamos, para por las noches poder conciliar el sueño.
El gran teatro del mundo jamás baja el telón.
Sobre sus tablas, el animal humano pone por obra la ilusión de que puede dejar de serlo, pero, en el fondo, emociones y necesidades más básicas nos mueven. Y sólo cuando, cada día, esas basicidad está satisfecha tenemos tiempo para construir una imagen mucho más decentes de nosotros mismos... que quizá hayamos mentido, que quizá hayamos robado, que quizá nos hayamos callado los inconvenientes de nuestra burbuja inmobiliaria sólo por ir a favor de la corriente.
martes, septiembre 16, 2008
Si tengo que adjetivar esta película de Michael Gondry, los calificativos no pueden significar menos que maravilloso y genial. "Be kind, rewind" ha entrado en mi proteico top ten de películas favoritas de siempre... compuesto por más de diez. Cuando me pregunten por mis películas favoritas, será mi obligación recordarla y, si menciono una lista de diez que no la incluya, será un imperdonable olvido... que no podré arreglar porque las diez que he citado son muy buenas también.
En fin, "Be kind, rewind" es la historia de dos maravillosos locos que, por excepcionales circunstancias, se obligan a sí mismos a rodar las películas que uno de ellos alquila en el pequeño video club donde trabaja. El termino será "suecar" y, sucesivamente, serán "suecadas" grandes clásicos del cine comercial de los 80 como "Cazafantasmas" o "Robocop".
Inesperadamente, el resultado será un éxito.
"Be kind, rewind" es un canto a la creatividad y a la libertad como estilo de vida, a la eterna adolescencia en la que la propia inconsciencia hace que todo sea posible. Los "losers" protagonistas se convierten en pioneros de sus propias locuras y arrastran a todo el barrio a la felicidad del generoso esfuerzo colectivo con el cine como agente catalizador.
De algún modo, los personajes que interpretan Jack Black y Mos Def recuerdan a esos recalcitrantes pioneros del cine mudo que se acercaban a la realidad a través del propio sueño y, en este sentido, lo que Gondry nos propone es la posibilidad de volver a empezar, de ser un pionero y crear una locura diferente en el lugar habitado por las ordinarias locuras de siempre. Hay un "algo" emocionante y enternecedor en la forma en que ambos viven su deseo y en el modo en que su entusiasmo termina arrastrando a todo su entorno a un estado alterado de conciencia en que la felicidad es posible en el suburbio.
"Be kind, rewind" es una película especial, llena de encanto, que encierra el dulce sabor del buen recuerdo de buenos amigos -que aún permanecen- escribiendo historias y rodándolas... mucho mejor que la magdalena de Proust, dónde va a parar.
Buenos tiempos aquellos los de "El jardin Zen".
lunes, septiembre 15, 2008
miércoles, septiembre 10, 2008
martes, septiembre 09, 2008
domingo, septiembre 07, 2008
En la secuencia de la fiesta en la aldea de Angel, el miembro mejicano del "Grupo Salvaje", el viejo Don Jose, seguramente un superviviente, probablemente un bandido como Bishop, en un momento de intimidad le dice al personaje que tan melancólicamente interpreta William Holden que todos (por ellos) soñamos con volver a ser niños de nuevo, incluso los peores de nosotros. Probablemente, los peores lo desean más que ninguno.
La visión de esta estupenda película de James Mangold me recuerda a esta frase. Sin duda porque hay algo de infantil en el esfuerzo ético de ceñirse a un código moral, en marcar los espacios, las acciones y las personas de blanco o de negro. Seguramente porque la ética nos dura tánto como la vida y sus circunstancias nos lo permiten.
Hay algo de infantil en la simple pureza de los héroes que se mantienen intactos frente a las tentaciones que el destino nos presenta cuando se empeza en alcanzarnos, una pureza que quizá conmueve a los malvados con la nostalgia por un paraiso abandonado y perdido. Muchas de las miradas que el pistolero asesino Russell Crowe dirije a Christian Bale, su guarda y carcelero por necesidades de una vida dura, rebosan de esa nostalgia y quizá de admiración.
No hay otra explicación posible para el estupendo final que adorna este estupendo western psicológico en cuyo territorio polvoriento el bien se confunde con el mal para producir el barro gris que cubre las almas de todos sus personajes.
Es la vividez del sueño lo que le ha despertado sobresaltado, con la boca abierta, como queriendo atrapar de un mordisco el corazón que se le escapaba del pecho.
La sensación de estar de nuevo allí,
sintiendo cómo aquel silencio le despedaza entero.
Presumir una condena a la eterna repetición de aquel presente que creía ya traspapelado, convertido en polvo de recuerdo, como la revelada condición de su propio infierno.