lunes, abril 28, 2008
confuso tiroteo de vidas que se ignoran,
que quizás se imaginen ligeramente
y sólo en algunos casos muy especiales se sueñen
tras breves encuentros sin apenas espacio para la delicada retórica de las almas:
una mirada dejada caer como pañuelo
y en ocasiones muy especiales una media y timida sonrisa.
Poco más.
Todo lo restante será el ruido y la furia de siempre.
Mientras el cielo se oscurece,
las flores se marchitan
y los pajaros agonizan en los rincones y las esquinas.
domingo, abril 27, 2008
Tras dos años de rodaje, Fritz Lang estrenó en 1924 el díptico "Los Nibelungos" basado en El cantar de los Nibelungos poema medieval escrito en el siglo XIII.
La película se divide en dos partes: La muerte de Sigfrido y La venganza de Krimilda, y alcanza las cinco horas de metraje. Por su mismas características de duración, Los Nibelungos es una película que requiere tiempo y dedicación por parte del espectador. Si éste se deja llevar, la experiencia en absoluto le decepcionará.
Merece la pena ver este espectáculo total gobernado por una fatal y dramática lógica zen. Un primer error suscita siempre la circunstancia que convoca a otro y así hasta el impresionante final.
Poco a poco, todos los personajes van sumergiéndose en las aguas pantanosas del desastre pugnando por internarse más y más mientras se dejan llevar por las emociones más primarias. Desde la muerte de Sigfrido hasta la terrible venganza de Krimilda, su enamorada, no hay lugar para la esperanza. Todo y todos parecen abocados a un desastre que sus propios miedos y fobias van forjando.
Los nibelungos es un clásico del cine magistralmente dirigido por Fritz Lang, un drama basado en el amor, la venganza y las pasiones de diferente altura. Un regalo selecto para espectadores con tiempo suficiente para disfrutarlo.sábado, abril 26, 2008
Mira la loca roja cómo rechaza
la sábana de montaña que la abriga.
Otro día exagerado. Otro
día se te muere creyendo que su color
no volverá nunca más, no volverá
como la sangre que se pudre. Seca la luz,
tira algodones de nubes, lávate y gírate,
bebe el más límpido gin de luna y mar"
(El Poniente excesivo. Las mujeres y los días, Gabriel Ferrater)
El más límpido gin de luna y mar... Quiero un buen trago ahora mismo.
viernes, abril 25, 2008
en un confuso territorio de espacios y tiempos
aprovechados a un inhumano milímetro
que siquiera deja lugar a la menor duda.
Seguramente, en alguna parte o en todas, está el mar
con toda su extensa presencia de instantes sin consecuencias
latiendo como una ignota promesa de vida eterna.
Quizá sólo haya que parar un instante
para sentir la anciana melodía suave de su brisa.
Bastaría un sólo momento de cordura.
Un inapropiado destello de locura en el lado soleado de la calle.
jueves, abril 24, 2008
“No me pregunten por qué… El privilegio del cine es permitir a un gran número de personas soñar el mismo sueño juntos y presentar la ilusión como si fuese la pura realidad…” Y el sueño que Jean Cocteu propone al espectador en la fascinante "El testamento de Orfeo" es un paseo por sus obsesiones como ser humano y artista.
Elegante, inteligente, sofisticada, culta, ... "El testamento de Orfeo" se convierte en un vivo retrato de su propio protagonista desgranándose en una fascinante sucesión de imagenes poderosas que llenan hasta rebosar los ojos que las contemplan.
De carácter no lineal, absolutamente metafórica, Cocteau demuestra la capacidad del cine para generar imágenes poéticas de potencia. Aspecto que quizá sólo el cineasta griego Theo Angelopoulos sea capaz hoy en día de reflejar sobre una gran pantalla.
El uso de la camara lenta para construir una destrozada flor o de la música para sugerir estados emocionales intensos son potentes brillos emitidos por esta preciosa joya nacida de las inagotables capacidades para el arte de un talento sin par.
Los fantasmas se acumulan a sus espaldas.
Le sonríen.
Quieren abrazarle mientras se encamina decididamente hacia la luz.
Le desean lo mejor sabiendo también que en algún momento regresará.
Su secreta y milenaria ciencia de brumas y sombras así se lo aconseja.
miércoles, abril 23, 2008
Seguramente es mejor hacer caso a nuestro abogado,
a nuestro médico,
y quedarnos donde estamos,
sin alterar minimamente el gesto.
No discrepar
ni aullar a la luna.
No saltarse el calendario establecido
ni las previsiones correspondientes
de la correspondiente oficina de gobierno.
Durar en un mar tranquilo de tiempo,
soportando las previstas frustraciones,
los usuales problemas de siempre
para los que aplicaremos las medidas de rigor
en espacios especialmente acotados para la tristeza.
Pertenecer a la gran máquina,
ser un eslabón más en su cadena.
Y funcionar soportando el negro zarpazo del vacío,
ese hermano gemelo que nos crece y crece como un tumor en el alma,
pidiendo a la vida
lo que nos corresponde
según el sistema de recompensas y castigos
que designan las tablas y baremos
definidos para nuestro bien
por quienes más nos quieren
y más se desviven por nuestro sueño.
THE SHIELD
Termino de ver la quinta temporada, su explosivo e inesperado final, y no puedo dejar de hablar de esta serie, parte esencial del olimpo de series televisivas que desde principios de este siglo están lustrando el panorama de las ficciones televisivas generando una suerte de edad de oro de la ficción dramática: Los soprano, The wire, Mujeres desesperadas, Deadwood, A seis pies bajo tierra, Expediente X, ....
Muchas de estas series son o fueron de la HBO, principal agente de esta edad de oro de las series televisivas con su reducción del número de capítulos por temporada casi a la mitad, lo que ha permitido a los guionistas dar, con una cierta tranquilidad, lo mejor de sí mismos... Pero ésta es, como siempre, otra historia.
The shield cuenta las peripecias del personal de una comisaría de Los Angeles y, especialmente, las andanzas del equipo de asalto en su lucha por contener el incontenible mundo de la violencia, la droga y las bandas en el gran los Angeles.
A lo largo de sus cinco temporadas, y junto a otras historias no menos jugosas, The shield es la historia del descenso a los infiernos de los miembros de ese grupo.
Entre el blanco y el negro, acostumbrados o moverse por necesidad en los diferentes matices de gris que llenan las calles, los miembros del grupo de asalto acaban por estar demasiado cerca del negro absoluto, comprometiendo sus vidas personales y profesionales casi sin quererlo.
Por acción u omisión, los miembros del equipo de asalto terminan convirtiéndose en una parte de aquello contra lo que cada día luchan.
Como si después de dar vueltas alrededor del infierno, a uno siempre le estuviera reservado el destino de quemarse.
Como si existiera una extraña, irresistible y muy humana ley de la gravedad que irremediablemente nos atrae hacia el mal.
Como si el mal fuese un potentísimo veneno transmisible por el aire y por la simple acción. Una especie de karma de acciones y reacciones que desencadenado ya no se puede detener y que hunde cada vez más profundamente en su lógica de pagos y deudas a quién lo despierta. Un karma negro del que sólo se puede escapar amputandose un pedazo de vida y, quizá, un pedazo aún mas grande de alma.
La vida en los grises es así. Por todo, siempre hay un precio a pagar.
Maravillosa, The Shield.
lunes, abril 21, 2008
TOM WAITS
"I’ve always admired people that are able to dance like there’s nobody watching - that’s kind of what making songs is trying to accomplish, to ignore the fact that it’s being recorded."
"I had a very low lottery number and I wound up being a fireman for 3 years - in the forestry service, way out in the sticks on the border between Mexico and California . I learned how to dig a hole in the ground and bury myself so the fire would burn over me. Never had to use it since but I’m ready"
Es dificil detectar su presencia.
Hay que estar muy atento.
Observar.
Perseguir sin demasiada esperanza el rayo verde en un marino atardecer...
domingo, abril 20, 2008
RAJOY
Lo confieso.
Me gusta mucho ésta última cabalgada de Rajoy contra todos y después de muerto.
Ha esperado mucho, tánto que ya es demasiado tarde para él, pero ése no es el problema. Ahora, se trata de marcharse quedándose a gusto, haciendo las cosas con su gente y a su manera. No le saldrá bien seguramente, porque su perfil nunca ha sido el agresivo de un candidato. Rajoy tenía que ser el gestor de la herencia de Aznar, no un candidato dispuesto a conquistar un imperio. Y eso siempre se le ha notado
Rajoy es un cadaver político, pero todavía hay un poco de vida en su muerte. La suficiente como para buscar la redención, la autoestima. Rodearse de su propio equipo e intentarlo desafiando todas las circunstancias y riesgos.
Hay un western estupendo en su actitud, que me parece muy Peckinpah.
Dar la batalla final aunque ya esté perdida ¿Por qué no? Aquel que quiera su corona tendrá que arrebatárselo del helado abrazo de sus manos muertas.
No sólo se define el modo de ganar, sino también el modo en que uno quiere perder.
"A veces, el destino fatal de un hombre, su irremisible ocaso, puede espesarse y cuajar en fantasma, como, por ejemplo, el famoso demonio que se le aparecía a Bruto"
"Demonio significaba Dios, en general, pero también se refería a todo aquel cúmulo de fuerzas espirituales que vigilan la vida humana.. cuando se quería mentar, no a un dios determinado sino a todas las potencias superiores, sin distinción alguna, se decía: los dioses o la divinidad, pero con preferencia, el demonio."
(Historia de la Cultura Griega, Jacob Burckhardt)
viernes, abril 18, 2008
Como decía el protagonista de "Muerte entre las flores", nadie nunca conoce a nadie lo suficiente... aunque sólo sea por éso, por lo incierto de su condición, por lo precario de nuestro saber sobre ellos, merecen nuestro respeto.
Detrás de cada ser humano que conocemos siempre late el opaco latido de un misterio.
Las ideas que podamos haernos de ellos jamás pasarán del estado de inestable hipótesis al de contrastada teoría.
Y debe ser así.
Porque ser imprevisible es una de las mejores maneras de evitar ser dominado o poseído.
Porque siempre se quiere saber para dominar.
miércoles, abril 16, 2008
BERLUSCONI
Tiene mérito ser Berlusconi y no haber muerto (real o simbólicamente) en el intento.
En mi caso, personalmente, creo que no hubiera podido jamás llegar a serlo. El éxito arrollador me hubiera triturado, hubiera hecho de mi un guiñapo.
Estoy seguro.
Pensadlo bien.
Empresario de éxito, dueño de un club de fútbol también de éxito, político de éxito, productor de todo un paquete de medidas legislativas que le benefician a él mismo y a su negocio y, por si ya faltaba algo, vuelve a ganar unas elecciones. Un nuevo éxito... Berlusconi ha vuelto a contar con la confianza del pobre pueblo italiano.
¿Donde está el limite?
Es difícil saberlo cuando todo parece salirte tan bien. El fracaso nos mide, nos limita, nos hace cuestionarnos, nos vuelve prudentes, nos impide decir todo lo que pensamos, pero este no es el caso de Berlusconi.
De forma evidente ha utilizado los mecanismos del estado italiano para beneficiarse y protegerse y los italianos han vuelto a votarle en masa... Es difícil pensar para su autor que el show Berlusconi tenga temas que no deban ser tocados, límites.
Por eso la emprende con el gobierno femenino y feminista de nuestro presidente Zapatero.
¿Qué mas da?
Berlusconi ya está por encima del bien y del mal. Sus propios compatriotas, como los alemanes votando a Hitler (aunque haya que salvar bastantes distancias), le han colocado allí, en el Olimpo de "i vitelloni".
Y el lo sabe y su confianza en su magia es por tanto absoluta...
No descartaría que se presentara a su investidura luciendo una bandana... Miramos hacia Italia. Grandes prodigios de todo a cien empiezan a dibujarse en sus cielos.
martes, abril 15, 2008
Todo encaja.
Una cosa es por una cosa y otra es por otra... pero todo encaja.
Termina de hablar.
Su mirada es clara y su sonrisa es pura.
No está dispuesto a discutir con ella cuestionando esa paz que a ella tanto le ha costado alcanzar.
Después de todo se trata de diferentes puntos de vista.
No hay una verdad absoluta.
Y, lo que es más importante, no está dispuesto a fracturar esa paz que ella destila como un faro en la noche oscura, en esa propia e intransferible noche oscura en la que él vive desde tiempo inmemorial.
Una cosa es por una cosa y otra es por otra.
Para ella todo encaja.
Por primera vez en mucho tiempo todo tiene sentido para ella,
su sentido,
y él no lo va a cuestionar,
prefiere contemplar la serena belleza con que le contempla.
Para ella todo encaja.
Amen.
A veces me equivoco con las películas.
No siempre, pero a veces me equivoco. Y este es el caso de "El Orfanato". Demasiado convencido estaba yo de que no iba a gustarme y por eso he terminado viéndola en una versión pirata, baja de la mula, en un día tonto, terminada toda la munición.
Y el caso es que me ha gustado.
Seguramente por motivos ajenos a la película, unos motivos que sólo están en mi cabeza, como cuando te enamoras de una mujer que sólo está siendo amable contigo.
Y me gusta "El orfanato" como un extremo cuento iniciático sobre el eterno asunto de encontrar tu lugar en el mundo.
En el caso de la protagonista, de la casualidad es que ese lugar esta fuera del mismo mundo, cuidando a unos niños abandonados en la vida y en la muerte. Victimas de entre todas las victimas. Chivos expiatorios de todos los pecados. Los niños están aguardando que Laura regrese para poder por fin jugar eternamente por los pasillos y los salones de una casa que ya se confunde con sus propios sueños.
O tenía el día tonto o "El orfanato" me pareció una película muy emocionante.
La amistad y la solidaridad de un grupo sentida incluso más allá de la propia vida y en la propia muerte.
Encontrar a los tuyos y sentir la inmensa obligación de deberte a ellos hasta el final... que curiosamente es el comienzo.
Apenas una canción sentida en el momento justo,
recibida como un balazo en el centro mismo del corazón.
Suficiente para salvarnos la vida,
apartándonos de la anécdota,
concentrándonos en lo esencial,
en la intensidad del momento.
La eternidad escondida en la trascendencia del instante,
recibida como una bendición del cielo
certeramente administrada por una mano que nos acaricia,
por una mirada que nos abraza,
por unos labios que nos abren de par en par
el dulce interrogante de su incierto misterio.
lunes, abril 14, 2008
domingo, abril 13, 2008
Domino...
Tom Waits predica el destino final de los protagonistas... Convertido en una especie de Hazel Motes, el inolvidable protagonista de la novela "Sangre sabia" de Falnnery O'connor, un personaje con un pie en el cielo y otro en el infierno, en la frontera entre la construcción y la destrucción de si mismo, tan inestable como la nitroglicerina...
La eternidad sólo existe en términos comparativos.
Es una ficción a la que nos agarramos
mientras contemplamos, por ejemplo,
el mar y su lenta obra de espumas.
No hay eternidad que valga,
sólo un lapso mayor o menor de tiempo.
Lo dicen el papel y los números.
Pero, y en todo caso, existe la voluntad de soñarla cierta
en el instante fugaz de una mirada,
en la más duradera presencia de un cuerpo,
mientras el tiempo nos va consumiendo,
se nos lleva poco a poco
como oleaje que borra huellas en la arena
sábado, abril 12, 2008
viernes, abril 11, 2008
No se dónde escuché que en muchos casos lo que importaba de una historia es que acabase bien... Y este es el caso de "Expiación".
En realidad, "Expiación" es un maravilloso corto de diez minutos interpretado por la no menos maravillosa Vanessa Redgrave.
El resto es un largo y tortuoso camino, a veces confuso y en algún momento tedioso, cuyo mérito principal es mantenerte conectado a una historia cuya verdadera identidad sólo se manifiesta en este bendito final en toda su intensa, verdadera y fascinante expresión.
Sólo por esos poderosos diez minutos merece la pena esperar... Y en este sentido, "Expiación" es un refinado artilugio de erotismo emocional que demora en todo lo posible la descarga sentimental en el espectador.
Puro BDSM cinematográfico.
miércoles, abril 09, 2008
AMERICAN GANGSTER
El esforzado sentido equilibrado de las cosas
tan trabajosamente alcanzado en interminables días de relojes pendientes como goteantes grifos,
bruscamente alterado por el leve roce de una mirada
apenas sentida durante siquiera solamente un único segundo de pasajera eternidad.
Una ardiente huella de pisada alada
dejando una indeleble marca en su más profundo,
improvisando el increíble milagro de simplemente llegar hasta allí,
como si en alguna parte de ese mágico vuelo
estuviera cifrada en plata y sueño
la fulgurante clave de acceso.
Las cosas (y las personas) valen lo que valen y uno tiene que estar dispuesto a pagar su justo precio tanto por tenerlas como por no tenerlas.
Cualquier otra acción implica adulterar las invisibles leye que rigen el mercado de las emociones. Irremediablemente nos incapacita para percibir justos valores futuros bien porque queremos sentir placer a toda costa, bien porque queremos evitar a toda costa el dolor.
Todo tiene su momento.
El placer lo tiene... pero el dolor también.
lunes, abril 07, 2008
"El Código de Bushido
Estos son los siete principios que rigen el código de Bushido, la guía moral de la mayoría de samurai de Rokugan. Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo, y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras.
1. GI - Honradez y Justicia
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la Justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia.
Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia.
Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
2. YU - Valor Heroico
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
3. JIN - Compasión
Mediante el entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos.
Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
4. REI - Cortesía
Los samurai no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales.
Un samurai recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.
5. MEYO - Honor
El Auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quien eres en realidad.
No puedes ocultarte de ti mismo.
6. MAKOTO - Sinceridad Absoluta
Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará.
No ha de "dar su palabra." No ha de "prometer." El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer.
Hablar y Hacer son la misma acción.
7. CHUGO - Deber y Lealtad
Para el samurai, haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan.
Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
Cuidado con el camino que sigues. "
domingo, abril 06, 2008
jueves, abril 03, 2008
LEYENDO A CERNUDA...
"Llega un momento en la vida cuando el tiempo nos alcanza. (No se si expreso ésto bien.) Quiero decir que a partir de tal edad nos vemos sujetos al tiempo y obligados a contar con él, como si alguna colérica visión con espada centelleante nos arrojara del paraíso primero, donde todo hombre ha vivido una vez libre del aguijón de la muerte. ¡Años de niñez en que el tiempo no existe! Un día, unas horas son entonces cifra de la eternidad. ¿Cuántos siglos caben en las horas de un niño?"
(Ocnos, fragmento)
Alcanzado por el dardo del tiempo, desangrado, desangrándome, pero avanzando ciegamente, adelante, como un animal herido y acechado, mientras existan relojes que canten como pájaros mi canción, sin cesar en el esfuerzo de perseverar, de escarbar en las entrañas de la carne de la vida hasta no tener uñas, ni dedos, ni manos que me sirvan para seguir encontrando.
martes, abril 01, 2008
No es en absoluto Tideland una película fácil de ver.
Si en todas las películas siempre existen aspectos complicados que juegan con los fantasmas más profundos del público, en ésta que nos ocupa Terry Gilliam alcanza el extremo en sus planteamientos anómicos y provocadores.
Al fin y al cabo, Tideland no es otra cosa que la historia de una niña que juega con las decapitadas cabezas de sus muñecas rodeada de un mundo absolutamente loco y abandonado, más propio de "La matanza de Texas" que de una película infantil... Pero, y al mismo tiempo, hay belleza en el tránsito emocional de una niña desde la nada que sus padres locos y drogadictos le ofrecen antes de morir hasta el "un poco" con que la película se cierra.
Un final hermoso que se convierte en metáfora de la propia película, los ojos de las niñas centelleando pequeñas estrellas antes de desaparecer en la oscuridad de la pantalla cerrada hablan de Tideland como la descripción de una realidad mediada e interpretada por la exhuberante imaginación de la niña, una imaginación tan exhuberante que incluso encuentra morivos para agarrarse en un paraje tan vacío y desolado como las grandes praderas tejanas.
Tideland es una obra maestra... no apta para todos los públicos como casi todas las cosas que merecen la pena en este mundo.
Reunidos todos
una vez más ante tu seca mesa.
Recibiendo uno por uno
la venenosa bendición
de tu luz negra.
Deslumbrados
por tu silencio.
Royendo las sobras
del misterio que
obstinadamente
y desde siempre
nos niegas.
Serás siempre un enigma
en tu muerte
muy anterior a la verdadera,
una llegada que esperas sentado
sobre tu descuidada barba
mientras nuestras miradas
te buscan
y como siempre no te encuentran,
para siempre marcadas
por tu oscura huella.
domingo, marzo 30, 2008
Y quiero creer que el significado de esta frase tiene que ver con lo misterioso de este sentimiento que de cuando en cuando nos revienta las costuras del cuerpo, poniendo adentro lo que antes estaba fuera y afuera lo que antes estaba dentro.
Sólo hay pruebas, actos, acciones dirigidas hacia la persona amada buscando que ella intuya en nosotros la presencia de ese misterio.
Esperanza y confianza ciega en que se nos entienda mucho más allá de aquello que estamos haciendo y diciendo.
Siempre hay un punto de desesperación en todo amor, una desesperación que descansa en la incertidumbre de ser lo suficientemente elocuentes o lo suficientemente entendidos.
Para mi gusto, "Belleza robada" es una de las mejores películas de Bernardo Bertolucci.
Con el inconfundible sabor próximo de las obras pequeñas, "Belleza robada" nos cuenta la historia del despertar sentimental de Lucy, una adolescente norteamericana que regresa a la Toscana en busca de los fantasmas de un amor de verano y el fantasma de su madre muerta. Allí, su incesante e inagotable preguntar se enmarcará en el desgastado marco de un universo de adultos cínicos y escépticos, entregados a la vorágine disolvente de su propia vida, una vorágine muy alejada de las preocupaciones de Lucy y directamente inspirada por la inevitable enfermedad del tiempo pasado y pasando que todos padecen. Después de todo, la madurez no es otra cosa que la juventud dividida una y otra vez por el tiempo en una interminable fracción que va restanto entidad al dividendo.
De entre todos los personajes son dos los que destacan.
El enfermo terminal David que Jeremy Irons interpreta con su habitual buen hacer y saber estar y, por encima de todos ellos, el maravillos Monsieur Guillaume interpretado por el aquel entonces eterno Jean Marais.
El primero se convierte en una especie de interpretante entre la ilusionada Lucy y el desilusionado mundo de los adultos. Hasta cierto punto, David ve en la joven una extensión de su agonizante sí mismo, una extensión que le sobrevivirá garantizándo una cierta inmortalidad de su modo de entener la vida. Por eso lucha hasta el final porque Lucy no pierda la ilusión dejándose influir por el mundo de adultos que le rodea.
Hasta cierto punto, David tiene el atractivo de un Peter Pan con el corazón atravesado por la espada del Capitán Garfio, una espada que solo la joven Lucy es capaz de atravesar devolviéndole la ilsuión por una vida que se le escapa como arena entre los dedos.
Mi fracaso y yo amamos a este personaje. Lo estudiamos cuidadosamente para que sea nuestro modelo cuando nos llegue ese mismo momento. Será entonces cuando busquemos una Lucy... seguramente de forma infructuosa.
El segundo, Monsieur Guillaume, es un elemento de comunicación directa con las zonas de inspiración profunda donde centellean las grandes emociones y los grandes pensamientos. La presencia de Marais es un alucinado y maravilloso homenaje al Marais en blanco y negro que fue instrumento para la expresión cinematográfica del gran Jean Cocteau.
Monsieur Guillaume es un fantasma de intertextualidad que pulula distante y autosuficiente en su vejez casi centenaria para transmitirnos la maravilla de su palabra llena de sabiduría. Una de sus palabras me ha llegado hasta lo más hondo.
"No existe el amor, sólo actos de amor".
(Ir a 4:30)Y ese soy yo.
Un intenso, incomprensible para sí mismo y quién más lo ama e incomprendido para lo más amado, acto de amor diluyéndose como una lágrima de impotencia bajo la fresca lluvia de un nuevo día que brilla ya para otros ojos.
Mi fracaso bien lo sabe.
Podría escribir como Pavese el final de este blog reclamando un gesto, pero no estoy dispuesto a vender tan barata mi derrota.
Todavía espero de la vida más dolor y más misterio, porque mi esperanza es insaciable. Mi fracaso la alimenta todos los días y en su rincón oscuro con los pedazos rotos de todos los sueños que mi torpeza cuidadosamente resquebraja para que parezca que son otros quienes los rompen.
Robando belleza.
Y el culpable está en el tiempo.
viernes, marzo 21, 2008
Hay que alabar sus méritos; esforzarse en darle ánimos, en preparar su humor; volverlo tan receptivo a las observaciones del mismo modo que el hombre sediento lo es al agua. Es entonces cuando hay que corregir sus errores. La crítica constructiva es delicada."
(Hagakure)
jueves, marzo 20, 2008
(Hagakure, El Código del Samurai. Yamamoto Tsunetomo)
miércoles, marzo 19, 2008
Otro ejemplo más del cine convertido en producto de consumo rápido. Gadget para el ocio que, amparado en un enorme despliegue de medios técnicos, llega al espectador como un efecto de prestidigitador, pero que no termina de traspasarle, de prenderle un pedazo de alma.
El argumento rutinario y esquemático se convierte en un mero soporte sobre el que descansa una sucesión de prodigios tecnológicos (más o menos conseguidos) que son narrados con corrección y sin demasiado interés por un Roland Emmerich que ha tenido tardes mejores.
10.000 es una película que progresivamente deja de interesar por moverse en las zonas comunes del estereotipo de forma que un espectador avezado puede adivinar en todo momento lo que va a suceder en la secuencia siguiente sin sentir la menor tensión añadida por un presunto temor al desacierto.
Todo sucede de acuerdo con lo esperado. El elegido cumple con su cometido liberador y el amor de la chica sin hacer más esfuerzos de los necesarios... Y ésto lo percibe el público.... El aspecto, para mí, más interesante de la película... Un aspecto que, por cierto, no se encuentra dentro de ésta sino en la actitud que despierta en el público concregado a verla.
Se trata de un objeto para usar y tirar, para ocupar dos horas de tiempo de una forma más o menos entretenida. Un objeto que no se hace respetar sembrando en el espectador emociones intensas, haciéndoles llorar y reir de una forma verdadera, sino recurriendo al simulacro de la eterna repetición de la copia, del estereotipo una y otra vez convocado.
Así, el espectador siempre se encuentra emocionalmente por encima de la obra, la controla y domina. No le supone ningún reto, no le despierta ningún suspiro, ningún silencio. Sólo se trata de más de lo mismo y como tal lo valora en la nada de su justa medida.
No es lo mismo ver 10.000 que, por ejemplo, Los profesionales de Richard Brooks... por decir alguna película de verdad.
domingo, marzo 16, 2008
esperar con paciencia la aparición en su conciencia de ese recuerdo.
Pasear aquella playa una vez más,
detenerse junto a aquellas rocas desde las que se divisaba la vieja ciudad,
pequeña y blanca,
como abandonada durante la noche por el silencioso mar de agosto.
Amasar ese recuerdo una y otra vez.
Adivinar el contorno del traslúcido fantasma de otra isla egea apenas insinuándose en el horizonte.
Moldearlo cuidadosamente a imagen y semejanza de un sentimiento de paz y tranquilidad
jamás sentido por su corazón en aquel momento.
Sólo bajo los rigores que imponen las distancias de los espacios y tiempos.
Soñar aquel vino,
volver a beberlo sin prisa,
al milenario ritmo de las olas
que traen en su constante rumor el disuelto polvo de viejos dioses y templos.
(Cien años de soledad, Gabriel García Márquez)
El mundo descrito en Blade Runner es un mundo de máxima incertidumbre.
La tecnología y la genética han alcanzado tales niveles de prefección en sus productos que se hace muy difícil distinguir la vida real de la vida artificial. Así, no existe una clara certeza de que el otro sea el humano que a simple vista parece ser, pero las cosas resultan mucho más complicadas desde el momento en que ya no se trata del otro. También puede tratarse de uno mismo.
En "Blade Runner", la incertidumbre vivie en los otros, pero también anida en el propio yo. No solo nos preguntamos ¿quién es? o ¿quienes son? sino también, y ésto es lo más desasosegador, ¿quién soy?
La obsesión por la realidad y la peligrosa dialéctica que éste concepto tan complicado tiene con la propia percepción es asunto esencial en la obra de Phillip K. Dick, autor del libro "¿Sueñan los androides con las ovejas eléctricas?" en que se basa la película. En la obra de Phillip K. Dick abundan los personajes que, súbitamente, descubren que las cosas no son lo que parecen ser.
Siempre hay un proceso de descubrimiento a través de la percepción de una contradicción que puede ser tan global y absoluta como la propia existencia desencajada del uno mismo.
Habitual experimentador de sustancias enteogénicas, Dick tenía una relación conflictiva con eso que todos llamamos "realidad" y que solemos utilizar para imponernos sobre los otros presentándonos como mejores conocedores de su esencia. Y en este sentido la historia que s enos relata en "Blade Runner" es la puesta por obra llevada al extremo de esta relación conflictiva.
Después de todo, descubrirse siendo en realidad un otro muy diferente, como le sucede al personaje de Rachael, implica un radical cuestionamiento de nuestra capacidad para percibir realmente aquello que podríamos llamar esencia de las cosas
Por otro lado, ni la filosofía (¿empirismo o idealismo?) ni la física (la influencia de la mecánica cuántica en la constitución de nuestro mundo euclidiano) tienen muy claro el concepto de realidad.
Y además, y aunque percibamos la realidad de la botella, no tendremos claro si está medio llena o medio vacía.
jueves, marzo 13, 2008
lunes, marzo 10, 2008
domingo, marzo 09, 2008
Si dejas que la gente decida, tienes que asumirlo con todas sus consecuencias.
Personalmente, no creo que Rodolfo Chikiliquatre sea mucho más absurdo que cualquiera de esos cantantes melódicos que cantan la misma balada de todos los años... o mucho más absurdo que el propio Festival devorado por los nuevos tiempos. Seguro que uestro Chuquilicuatre no será el más absurdo de los participantes. Para empezar, Irlanda enviará una marioneta y los países del Este y Bálticos seguro que no nos decepcionarán.
No obstante, entregarse en brazos de Internet tiene estas cosas.
En alguna parte, alguien que pasaba por experto, ha cometido un gran error... O no. Bien mirado, todo depende de los objetivos que se tuvieran al principio de todo.
Si todo vale, lo cierto es que puede suceder cualquier cosa... y cualquier cosa es lo que ha terminado sucediendo.
Internet es un entorno muy inestable, sujeto a la sobrerepresentación de minorías organizadas. Las votaciones nunca son científicas. Los resultados no suelen representar la voluntad de la mayoría de la población española, sino los resultados de la mayoría que en cada momento concurre... y vaya usted a saber la estructura sociodemográfica de esa muestra.
Normalmente, y como ha sucedido en este caso, Internet es un campo abonado para la sobrerrepresentación de las minorías: siempre más activas, con más capacidad de movilización y que votarán y votarán hasta conseguir sus objetivos... Y, lo que es más importante, es un campo difícil de controlar por un poder que busque la adecuación de un orden establecido, como mínimo, a lo políticamente correcto. En ése caso, tendría que haber decidido Jose Luis Uribarri solito.
Es imposible que España, como tal, elija a su representante en Eurovisión mediante Internet. Las limitaciones prácticas (penetración) y conceptuales (todos los miembros del universo no tienen la misma probailidad de formar parte de la muestra) lo impiden.
Quiero pensar que el Chiquilicuatre de Buenafuente es una bofetada en la cara de todos esos modernos de salón que aplican a discrección las novedades de las últimas tecnologías confundiendo la realidad con su deseo narcisista.
Ni Internet es lo que creen ni el país está a la altura de sus expectativas.
Lo que no vale es quejarse ahora porque no ha salido Mocedades.
sábado, marzo 08, 2008
Habían dejado de matar. Seguramente, no lo hacían porque no podían, pero vivíamos la ausencia de los muertos y se nos olvidó la sangrienta mecánica que gobernaba la trama de este infierno.
Han tenido que coser a balazos a este pobre hombre casi delante de su mujey de su hijo para que volvamos a tener el traumático encuentro con la absurda nada que se esconde tras el argumento de la violencia etarra.
Se nos había olvidado a todos que ese hombre ha sido asesinado por nada, que su muerte será en balde y que su sangre se ha derramado sobre el gris asfalto sólo para recordar a quién corresponda que hay un tema pendiente por resolver. Una especie de brutal "qué hay de lo mío" en esta España de titulares y cesantes.
Se nos había olvidado y por éso otras cosas empezaron a ser importantes: matices, puntos de vista, intereses, ... Y el juego de la política acabó extendiéndose en esta vergonzosa España que tenemos sobre este tema hasta entonces intocable.
Mala cosa es el olvido.
Es cierto que no es el momento de buscar responsabilidades, pero tampoco lo será más adelante. Nadie asumirá errores pasados. Dejará pasar el tiempo y se limitará a esconder sus miserias aireando las del contrario en el momento oportuno.
Mala cosa es que no haya un lugar más allá de la política donde la propia vergüenza lleve a la asunción de los propios errores en temas tan importantes.
(Cien años de soledad, Gabriel García Márquez)
martes, marzo 04, 2008
mil y un secretos imposibles de descubrir,
los fantasmas apresuran sus pasos,
descuidan la solemnidad de su gesto
mientras el gallo canta enronquecido por enésima vez
y el asombro no cesa,
el sueño no está donde esta mañana quedó caliente y desvestido,
guardando la horma de nuestro propio recuerdo,
suavemente mecido
sobre un vidrioso amanecer de media semana.
domingo, marzo 02, 2008
No hay tiempo que perder,
vivamos deprisa,
que nos desborden en la boca los momentos
y nos empapen los instantes la camisa blanca,
que vestimos apresuradamente,
a medio planchar,
en el mismo quicio de la mañana,
sabiendo que ya se nos hace tarde,
mientras todo comienza de nuevo.
Muy pronto, regresaremos.
Olvidaba destacar que uno de los grandes momentos del último documental de Michael Moore es protagonizado por el viejo lider laborista Tony Benn.
Benn fue uno de los máximos representantes de la corriente más izquierdista del laborismo británico durante las décadas 70 y 80 del pasado siglo.
Hoy retirado el viejo político ofrece, desde su punto de vista, una visión crítica de nuestra sociedad actual, a mi entender, muy lúcida que se resume en esta frase:
- "Mantener a la gente sin esperanza y pesimista. Hay dos formas básicas de control de las personas: atemorizarlas y, después, desmoralizarlas. Una nación educada, saludable y confiada es más difícil de gobernar."
No me gusta el personaje que Michael Moore ha creado sobre sí mismo. Lo digo de entrada.
Me parece que en todo su trabajo hay un punto perverso en el que el problema que denuncia siempre pasa a un segundo plano, desaparece tras su enorme figura.
Michael Moore acaba haciendo que nuestra atención se dirija hacia el dedo que señala y no a la cosa señalada. Y ésto no me gusta nada y sucede también en este estremecedor documental sobre los desastres que la sanidad privada está produciendo en l sociedad norteamericana.
Al final, y tras 123 minutos de rabia, asco y pasmo, todo se reduce a Michael Moore. La película termina con él, con sus gestos, actos y actitudes.
El desastre de la sanidad norteamericana termina convirtiéndose en una excusa para que hablemos hablando de él.
No me gusta... pero es sólo una opinión.
Dicho ésto he de decir que la película sobrecoge por la intrínseca maldad de la situación que describe.
Testimonios escalofriantes de jóvenes afectados de cáncer a quienes se les ha denegado el tratamiento porque estadísticamente están fuera de los grupos y edades de riesgo o ancianos que literalmente son expulsados de los hospitales por carecer de dinero para continuar pagando su tratamiento o personas que tienen que vender todo lo que tienen para poder ser tratadados convenientemente.
La salud como negocio y los límites del mercado claramente puestos al descubierto.
Alguién tiene que cuidar de aquellos que no pueden cuidar de sí mismos. Si buscamos esa diferencia, esa actitud debería diferenciarnos claramente de los animales.
Somos seres sociales y debemos cuidamos de los nuestros cueste lo que cueste. No es una cuestión de dinero, sino de dignidad humana.
No quiere tenerla.
Deja que el tiempo se le caiga de las manos, como arena, como agua, en un consciente acto de autodestrucción.
Por lo menos le queda éso.
La libertad en el empleo de esos minutos y segundos que, después de todo y al final, se traducirán en irrecuperables latidos de su cansado corazón.
No tiene prisa.
No quiere tenerla.
Le pregunto a G. si sabe el nombre del árbitro que nos va a pitar el partido que vamos a jugar contra el Barcelona.
G. no lo sabe. No tiene una respuesta clara para mí. Lo único puede ofrecerme es su absoluta certeza de que será un auténtico hijo de puta.
Puede sonar fuerte, pero la verdad es que una las mayores diferencias que he notado entre los partidos del Real Madrid y del Atlético de Madrid es la actuación de los árbitros.
Mientras en los partidos del equipo blanco la figura del árbitro es una presencia secundaria que apenas se limita a regular el tráfico del partido con mayor o menos acierto, en los partidos del Atlético la figura del árbitro es una alargada sombra que se extiende amenazadora por todo el verde campo.
El árbitro importa mucho en los partidos del Atlético de Madrid. Puede dar, pero sobre todo puede quitar.
Hay que estar encima de él, vigilándole, anotando mentalmente en un cuaderno imaginario la invisible contabilidad de sus decisiones... una contabilidad que casi siempre arrojará un saldo deudor.
No es un capricho.
Me ha bastado un partido como el de hoy para empezar a sospechar... y éso que nos ha pitado un penalty... pero lo cierto es que su comportamiento ha sido extraño, como caprichoso. Generoso con las tarjetas para los jugadores del atlético y rácano para con los jugadores del Barcelona en situaciones que desde la grada parecían similares.
Entiendo perfectamente a G.
Quedando apenas un par de minutos para la finalización del partido y con una diferencia de dos goles en el marcador, el trencilla saca una tarjeta al portero atlético por presunta pérdida de tiempo. Corre a saltitos, como una gacela entrada en kilos, con la tarjeta en la mano, desplazando consigo la apestosa nube de no haber expulsado el jugador del Barcelona en el penalty.
Es verdad.
Algo pasa con los árbitros y el Atlético de Madrid.
El experimento continúa quemando inflexible sus fases. Hoy, el Atlético de Madrid juega contra el Barcelona en el Vicente Calderón.
Todos los indicios apuntaban a una victoria clara del equipo catalán en clara remontada de resultados y juego dentro de la liga, pero las leyes de la euclidiana física de los resultados no rigen en el Calderón. Aquí manda la sorprendente y adictiva física cuántica de lo inesperado.
En éste, más que en ningún otro partido, el Atlético tiene que ganar. Como novia chunga que es, nos lanzará el cariño de una victoria cuando ya menos lo esperamos, para continuar con su femenino juego de manipuladora violencia pasiva y conseguir la promesa de nuestro amor para siempre.
Así lo pensaba antes de que comenzara el partido, mientras subía las empinadas cuestas del Calderón acompañando a G. y a T., mucho más atléticos que yo, pero que en absoluto pensaban que semejante milagro fuera a suceder.
Había anidado en mí la fe del converso. La peor de todas, la que me hacía llegar mucho más lejos que el mejor de los atléticos en mi deseo de victoria.
El experimento estaba resultando un éxito. Firmamente creía en una victoria que terminó produciéndose de manera arrolladora pese al timorato planteamiento de Javier Aguirre. Una inexplicable estrategia que retrasaba al equipo y lo colocaba en dos filas cerca de su área dejando abandonados a su suerte a los delanteros, Forlán y Aguero.
Como casi ningún jugador del Barcelona sabe tocar la bola, lo mejor era esperarles atrás, con la defensa de mantequilla y un poco border-line que componen Pablo y Perea, y dejarles todo el campo a Iniesta, Xavi y compañía para que pudiesen pensar la mejor forma de taladrarnos el corazón con la fina aguja de sus pases.
El desastre se anunciaba y no tardó en llegar de la mano del perdido Ronaldinho que aparecío de forma fulgurante para encontrarse durante un mágico instante con un bonito gol de chilena... y sólo en el área, a mil kilómetros de cualquier camiseta rojiblanca, con el tiempo suficiente para componer su descompuesta figura y convertirse en un pasajero fantasma de temporadas pasadas.
0-1
La debacle se acercaba, pero, y por encima del desastre, se erigió la pequeña figura del "Kun" Agüero para despachar de forma pasmosa al Barcelona con dos goles, un penalty forzado y un mágico pase con el exterior.
4-1
La física cuántica de lo inesperado en el microclima épico del Calderón. El pie de Etto apenas pudo estropear el delirio.
4-2
La profecía se cumplía. El Atlético ganaba el partido que menos se esperaba que pudiera ganar. No le den más vueltas. No hay forma racional de entenderlo.
El experimento avanza. Hoy quiero más que ayer... No se lo que sentiré mañana. Lo único cierto es que no me importó demasiado que el Real Madrid consiguiera ganar en Huelva.