El fútbol ya no es de la gente: el Atlético como producto financiero
La entrada de Apollo en el Atlético de Madrid no es una operación financiera más: es la confirmación de que el fútbol ha pasado definitivamente a manos del capital global. El club deja de ser una herencia familiar para convertirse en un activo gestionado desde Nueva York, donde la emoción es el recurso y la rentabilidad, el fin. El balón sigue rodando, pero ya no pertenece a quienes lo sienten, sino a quienes lo explotan. Durante años, el Atlético de Madrid fue un club familiar: un lugar donde la gestión se mezclaba con la herencia, la pasión y la improvisación (siendo muy benévolos con la familia Gil). Hoy, esa etapa se ha cerrado (esperemos que para bien). La entrada del fondo Apollo marca una frontera definitiva: el Atlético deja de ser una institución deportiva tradicional y pasa a ser un activo financiero de capital permanente . No es un matiz técnico: es un cambio de naturaleza. El poder que no juega Apollo es, ante todo, una firma global de capital riesgo . Forma parte del...