El milagro contable de Milei y la economía del impago
Javier Milei no redujo la deuda: la reetiquetó. Su “milagro contable” se sostiene sobre dos pilares: no pagar lo que se debe y refinanciar lo que queda. El superávit que exhibe es el efecto contable de un impago estructural, no el síntoma de una economía sana. La macro sonríe en los informes del Ministerio de Economía mientras la micro se vacía de vida. Argentina vive, otra vez, el espejismo de la solvencia: números ordenados sobre un país en ruinas. El proyecto económico de Javier Milei se sostiene sobre una fe: la de que ordenar las cuentas públicas equivale a ordenar la economía. Que si los balances lucen saneados, el país lo está. Que la solvencia contable puede sustituir a la producción real. Es una utopía. No en el sentido romántico, sino en el literal: un lugar que no existe, un equilibrio imposible, una promesa que colapsa al intentar realizarse. Milei ha logrado fabricar un superávit fiscal mientras la economía se contrae. Ha “reducido” la deuda sin pagarla. Ha exhi...