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Mostrando las entradas etiquetadas como Neoliberalismo

Recordando lo obvio: el gran timo de las privatizaciones

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Lo llaman eficiencia, pero es saqueo: convertir bienes comunes en rentas privadas garantizadas. Durante cuarenta años nos vendieron que privatizar era modernizar. Hoy sabemos la verdad: es un mecanismo de extracción de rentas que deteriora servicios esenciales y transfiere riqueza pública al capital privado Durante décadas, la privatización se presentó como la gran promesa de la modernización: más eficiencia, menos gasto, mejor gestión. La retórica era seductora, pero la práctica ha sido otra cosa. Hoy, tras cuarenta años de experimentos en agua, energía, transporte, sanidad, cuidados y hasta prisiones, la evidencia es abrumadora. La privatización de los servicios esenciales no funciona. Y no funciona por una razón incómoda para cualquier gobierno: introduce una lógica —la maximización del beneficio— que es incompatible con la esencia del servicio público: garantizar derechos universales. El fracaso no es coyuntural. No depende de ...

De la promesa meritocrática al abismo: el colapso de la paz social (y V)

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  Esta entrega retoma el hilo donde lo dejamos: tras la victoria neoliberal —ruptura del pacto fordista, derrota sindical, privatización de lo público y reprogramación individualista— el sistema no se estabilizó, sino que profundizó esas dinámicas . Durante los noventa y la primera década de los 2000 el neoliberalismo sostuvo un equilibrio frágil con crédito barato y consumo aspiracional : la deuda de los hogares en EE. UU. pasó del 45 % al 98 % del PIB entre 1980 y 2007, mientras los salarios reales se estancaban. Pero la crisis financiera global de 2008 rompió esa ilusión: reveló que la prosperidad era deuda y que la base material de la paz social se había evaporado. A partir de entonces, sin contrapesos geopolíticos ni sindicales, el neoliberalismo consolidó un estatus quo desmovilizado e individualizado , mientras avanzaba en la confiscación de renta salarial, la precarización masiva y el asalto sistemático a lo público . 1. Deterioro económico: de la tregua fordista a la pre...

Del bienestar a la deuda: la gran victoria neoliberal y el fin del pacto social (IV)

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La paz social de la posguerra nunca fue un pacto entre iguales: fue una concesión estratégica del capitalismo para sobrevivir al miedo —a la revolución, al poder sindical, al prestigio soviético— mientras el crecimiento sostenido permitía compartir parte de la renta sin tocar la estructura del capital. Durante tres décadas esa tregua pareció estable y apenas se cuestionó, salvo por voces críticas (Pasolini, Marcuse, Offe) que denunciaron el aburguesamiento obrero . Pero esa paz tenía un coste creciente y un punto débil: dependía de márgenes de beneficio altos, energía barata y un marco geopolítico que obligaba a Occidente a demostrar que el capitalismo podía ser tan protector como el socialismo real. A finales de los sesenta y durante los setenta, el edificio comenzó a agrietarse. 1. Crisis de rentabilidad y fin del modelo fordista Presión salarial fuerte: sindicatos con capacidad de paralizar sectores enteros. Competencia global creciente: Japón y Europa emergente. Shoc...