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Mostrando las entradas etiquetadas como Cultura política

Serie Krátos: el poder que nunca fue del pueblo (0)

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Cómo y por qué la democracia integra a las masas sin entregarles el mando Decimos que vivimos en democracia como si eso significara que la mayoría manda. Pero el poder —el que obliga, redistribuye y altera el orden— sigue en manos de minorías organizadas. Esta entrega inicial, que presenta la serie, recorre el hilo que va de Aristóteles al proletariado y al poder judicial para mostrar algo incómodo: las masas participan, pero casi nunca mandan. ENTREGA 0 — Presentación: El poder es siempre de minorías Decimos “democracia” como si fuera sinónimo de gobierno del pueblo. Pero la historia política, desde la Antigüedad hasta hoy, muestra otra realidad: el poder siempre ha sido ejercido por minorías organizadas sobre mayorías dispersas. No por maldad, sino por estructura. Quien controla la coerción, la organización y los recursos estratégicos controla el poder. Y ese control rara vez está en manos de la mayoría. El p...

La argentinización silenciosa de la economía española

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Cuando los datos suben, pero la vida sigue igual España crece en las cifras y se estanca en la vida cotidiana. El PIB avanza, el empleo sube y la demanda interna sostiene el ciclo, pero el bienestar real permanece bloqueado. Esta es la lógica profunda de la argentinización silenciosa: un crecimiento que se acumula arriba sin llegar dentro. España lleva varios años creciendo por encima de la eurozona. El PIB avanza, el empleo aumenta y la demanda interna sostiene el ciclo. Sin embargo, la experiencia cotidiana de la mayoría de los hogares cuenta otra historia: la economía progresa en las estadísticas, no en la vida real. A este fenómeno podríamos llamarlo argentinización silenciosa. Conviene aclararlo desde el inicio: el concepto no se refiere a Argentina como país, ni implica hiperinflación, colapso fiscal o inestabilidad institucional. “Argentinización” es un concepto que nos sirve para describir un patrón económico g...

La batalla cultural por la violencia de género en España

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Una anomalía española: por qué solo aquí convertimos un fenómeno marginal en batalla cultural En las democracias occidentales existe un consenso claro: la violencia de género solo puede enfrentarse con medidas preventivas rápidas. Solo en España esa evidencia se ha convertido en guerra cultural y arma política. En la mayoría de democracias occidentales —Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Canadá, Australia— existe un consenso claro: la violencia de género es un fenómeno estructural que exige medidas preventivas rápidas , incluso antes de la sentencia, porque esperar al final del proceso puede costar vidas. Es una lógica asumida y no discutida. Pero en España, esa evidencia básica se ha convertido en un campo de batalla cultural. Un fenómeno estadísticamente mínimo — las denuncias falsas — ha pasado a dominar el debate como si fuese el centro del problema. La consecuencia es clara: la anomalía no es la l...

La sovietización del bienestar: cuando la ficción aspiracional sustituye a la realidad

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Cómo la cultura digital reproduce un discurso desconectado de las condiciones materiales La dieta perfecta, la felicidad permanente, la autooptimización infinita. Todo ello forma hoy una ficción aspiracional que no describe la vida real. Igual que en la URSS tardía, nuestra sociedad mantiene un discurso desconectado de las condiciones materiales. Y para entenderlo, hay que volver a Yurchak. En el artículo anterior usé la alimentación saludable como ejemplo de una paradoja evidente: se exige a la población un estilo de vida que sus condiciones materiales no permiten. La dieta sana, la productividad infinita, la felicidad permanente, la resiliencia emocional… todo ese discurso suena cada vez más general, más insistente y más desconectado de la realidad. Pero ese ejemplo no era el tema: era un síntoma . La cuestión de fondo es otra: nuestro discurso público se ha convertido en una ficción que ya no...

Volver a explicar lo obvio

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Marx, los clásicos y los neoliberales: tres tradiciones que casi nunca se explican bien Un mapa conceptual claro para entender quién hereda realmente a quién. En el debate público, Marx, los clásicos, los neoclásicos y los neoliberales se mezclan como si formaran parte de la misma historia. No es así. La genealogía real es más clara: Marx pertenece a la economía clásica; los neoclásicos rompen con esa tradición; y el neoliberalismo deriva de los neoclásicos, no de Smith. En el debate público todo se mezcla: Marx contra los liberales, los liberales contra los neoliberales, y Adam Smith convertido en mascota económica de todo el mundo. El resultado es un mapa mental falso. Si se pone orden histórico y conceptual, la imagen real es más clara: Marx pertenece a la economía clásica, los neoclásicos rompen radicalmente con los clásicos, y el neoliberalismo deriva del neoclasicismo, no de Smith. Este artículo sigue tres pasos: ...

Europa juega a la guerra (como quien juega al Fortnite)

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Europa juega a la guerra (como quien juega al Fortnite) Autopercepción moral, política performativa y realidad nuclear Cada cierto tiempo, algún dirigente suelta que “Europa se prepara para la guerra con Rusia”. No hace falta tomarse la frase al pie de la letra para ver el síntoma: un continente que confunde política con comunicación cree que puede declarar guerras desde el sofá, en directo por redes, como si el frente fuese otro episodio de su serie moral favorita. Europa vive atrapada en una ficción sostenida por su propia autopercepción moral. Sus políticos actúan como influencers: declaran principios, posan para las cámaras y miden su coraje en retuits. No gobiernan realidades, administran relatos. Y su fuerza ya no es propia: depende de la energía de otros, de las armas de otros, de la moneda de otros. Aun así, siguen hablando como si el siglo XX no hubiera terminado. E...

La fe como coartada

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La fe como coartada Pasolini, el cristianismo domesticado y la fealdad del mundo real Las redes hierven de indignación cristiana ante la transformación del Valle de Cuelgamuros. Hablan de profanación, de fealdad, de “odio a la belleza”. Se sienten sitiados por un mundo que ya no comparte su sensibilidad estética ni su lenguaje sagrado. Pero lo que realmente duele no es una grieta en la piedra: es el espejo que esa grieta les devuelve. Pier Paolo Pasolini habría entendido esta escena mejor que nadie. En los Scritti corsari denunció el nuevo fascismo que nacía bajo el disfraz del bienestar. Un poder que ya no imponía censura ni represión, sino consumo y conformismo. Lo terrible —decía— es que ese poder había hecho suyos a los católicos. Los había vuelto devotos de un cristianismo sin Evangelio, adaptado al confort y al mercado. Para Pasolini, la Iglesia había perdido el alma precisamente cuando se integró en el mundo moderno. Ya no se oponía al poder, si...

La nueva RTVE: la vieja máquina de movilizar que habíamos dejado de mirar

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RTVE vuelve a crecer. Y su recuperación no es solo un dato de audiencia: es un hecho político. En un país envejecido, donde la abstención decide más que el voto, la televisión pública ha recuperado algo que las redes no tienen: la capacidad de llegar a quienes estaban desconectados. El poder mediático ha cambiado de forma, pero no de sitio. La vieja máquina de movilizar ha vuelto a arrancar. En los dos artículos anteriores,  Por qué la derecha siempre espera más de lo que consigu e y El factor invisible , vimos dos cosas: que la derecha española vive de encuestas que no miden poder, sino ilusión; que el verdadero campo de batalla electoral en la España de los bloques es la abstención diferencial , no el supuesto “votante centrista” que ya casi no existe. Falta una tercera pieza: quién tiene hoy capacidad real de llegar a los segmentos que más se abstienen . Y aquí vuelve a entrar RTVE. Durante los años de Zapatero se tomó una decisión explícita: desideologizar y “tranq...

El rey que vino de Washington

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Washington había aprendido la lección en Lisboa: un régimen autoritario que cae sin sucesor puede abrir la puerta a lo imprevisible. Cuando Franco agonizaba, Estados Unidos no quería otro Portugal en el sur de Europa. Necesitaba una transición controlada, con rostro moderno y lealtad atlántica. Juan Carlos I ofrecía exactamente eso: continuidad sin rigidez, cambio sin ruptura. Mucho antes de jurar como rey, ya figuraba en los informes del Departamento de Estado como “la mejor garantía de estabilidad”. La historia de la Transición española no empieza en El Pardo, sino en Washington. Cuando Franco agonizaba, España no era un asunto interno. Era una pieza en el tablero de la Guerra Fría. Estados Unidos llevaba más de dos décadas utilizando sus bases en Rota, Torrejón y Morón como nodos esenciales de la defensa del Mediterráneo, y no estaba dispuesto a perder esa posición estratégica en el tránsito hacia la democracia. En ese contexto, la figura del entonces Príncipe Juan Carlos apar...

Inflar el vacío

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La inflación ya no mide la vitalidad de las economías, sino su agotamiento. En China, los precios se mantienen estables porque el Estado sigue controlando la producción y el crédito; en Europa, suben porque el sistema financiero se ha emancipado de la realidad. La inflación moderna no nace del exceso de dinero, sino del vacío que deja una economía cuando deja de producir valor y empieza a vivir de inflar sus propias ficciones. La inflación ya no mide la vitalidad de las economías, sino su agotamiento. En las sociedades financiarizadas, los precios ya no son el termómetro del crecimiento, sino la huella del declive. En China los precios se mantienen estables porque el Estado conserva el control del crédito y de la producción; en Europa suben porque el sistema financiero se ha emancipado de la realidad. La inflación moderna no nace del exceso de dinero, sino de la escasez de valor productivo: del vacío que deja una economía cuando deja de crear riqueza y empieza a vivir de inflar sus p...