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Mostrando las entradas etiquetadas como Oriente Medio

Israel gana la guerra y escribe la paz: anatomía de un acuerdo para someter

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Durante semanas, titulares de todo el mundo han anunciado que la guerra en Gaza se acerca a su fin gracias a un “plan de paz en cuatro fases” negociado con mediación de Estados Unidos. Para algunos observadores, este anuncio representa un rayo de esperanza tras la devastación desatada desde el 7 de octubre de 2023. Pero para quien siga de cerca la historia del conflicto, resulta difícil no reconocer un patrón demasiado familiar: el mismo guion que Israel ha ejecutado durante décadas, en el que cada supuesto paso hacia la paz es, en realidad, una forma de consolidar su poder sin resolver las causas de fondo. Este nuevo plan no es una excepción. Más que un tratado de paz en sentido estricto, es el epílogo político de una campaña militar que ha cumplido —aunque no del todo— con sus objetivos estratégicos. Y como en ocasiones anteriores, durará exactamente lo que dure su utilidad para el vencedor. 1. Un “plan de paz” que no lo es Lo primero que llama la atención del llamado plan de paz...

Israel: el último proyecto colonial, sobreviviendo por lo civil y casi siempre por lo penal

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En publicaciones anteriores vimos que Israel no es una democracia plena ni para todos sus ciudadanos judíos ni, mucho menos, para la población árabe. También analizamos cómo su construcción estatal se apoyó en una élite ashkenazí ilustrada y occidentalizada que asumió sobre sí una misión civilizadora : modernizar, homogeneizar y “redimir” al resto de los judíos —sefardíes, mizrajíes, etíopes, tradicionales— considerados atrasados o improductivos. Esta autopercepción supremacista, nacida en la Europa ilustrada y nacionalista del siglo XIX, no era distinta del discurso con el que los imperios justificaban su dominio sobre otros pueblos: la mission civilisatrice francesa, el white man’s burden británico. Cuando esa élite construyó el Estado de Israel, la lógica interna de “civilizar” a los propios judíos se proyectó con aún más fuerza sobre la población árabe palestina. Si dentro del judaísmo el ashkenazí secular era el modelo a imitar, frente a los árabes el proyecto sionista asumió...

Israel como reliquia colonial: del sueño sionista ashkenazí a la democracia estratificada

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  Israel sigue presentándose —y siendo presentado en muchos foros internacionales— como “la única democracia de Oriente Medio”. El eslogan funciona porque evoca un contraste cómodo: un oasis de pluralismo rodeado de autoritarismos. Pero cuando rascamos un poco, la imagen se resquebraja. En una  entrada anterior vimos que esa democracia es con apellidos: plena para los judíos, condicionada para los árabes. En esta nueva entrega damos un paso más: incluso dentro del propio mundo judío, esa democracia se fractura en categorías. No todos los judíos han gozado de la misma inclusión ni de los mismos derechos. El sionismo que dio forma al Estado de Israel nació con una impronta ashkenazí que definió quién representaba al “pueblo judío” y quién quedaba en los márgenes. Y esa huella sigue presente hoy.. Desde sus orígenes, el sionismo político no fue un proyecto que incluyera a todas las comunidades judías por igual. Al contrario, fue concebido y dirigido por una élite ashkenazí cent...