Los que odian al Estado… mientras paga sus facturas
El antiestatismo se ha convertido en una forma de rentismo político y económico. Su plan funciona. Tras la retórica de la libertad, se esconde una estrategia: vivir del Estado negando su existencia . Hay un tipo de discurso político que prospera en todas partes: el que denuncia al Estado mientras vive de él . No hablo de anarquistas coherentes ni de liberales clásicos preocupados por los límites del poder. Hablo de una corriente que ha hecho del antiestatismo su identidad, pero cuyo modelo económico real consiste en privatizar beneficios y socializar costes . Es la ideología del empresario que cobra subvenciones mientras denuncia “la cultura de la paguita”. Del político que promete “adelgazar el Estado” desde un escaño pagado con impuestos. Del lobby energético que exige “libre competencia” después de décadas de tarifas reguladas y rescates públicos. Y del académico que predica el fin de lo público desde una cátedra pública. El Estado como botín, no como enemigo Este antiestatismo co...