Del privilegio al apuro
Durante décadas, Estados Unidos ha disfrutado de un privilegio sin precedentes: financiar su gasto con facilidad gracias a la condición del dólar como divisa de reserva global y a la percepción de los bonos del Tesoro como el activo más seguro del mundo. Ese escenario garantizaba que, en casi cualquier circunstancia, los inversores acudieran masivamente a las subastas de deuda estadounidense.  Pero los signos de desgaste son cada vez más visibles.    La participación del dólar en las reservas internacionales ha caído del 71 % en 1999  a menos del 58 % en 2024  (datos del FMI), el nivel más bajo en tres décadas.    Potencias como China, Brasil y Arabia Saudí están cerrando acuerdos para comerciar en monedas locales, reduciendo la dependencia del dólar en sectores clave como la energía.    Los dos mayores acreedores del Tesoro, China y Japón, han recortado sus tenencias de deuda estadounidense, reflejando una diversificación de reservas.    El índice DXY, que mide la fortaleza del dólar ...