El portaaviones no lo pagas tú
Cómo EE.UU. puede financiar su imperio militar sin tocar los impuestos El despliegue de una flota estadounidense frente a Venezuela parece, a primera vista, un lujo que pagan los ciudadanos con sus impuestos. Este texto sostiene lo contrario: explica cómo funciona realmente el dinero en una economía con moneda hegemónica, por qué el déficit de EE.UU. es una fuente de poder y cómo la financiarización global permite sostener un aparato militar descomunal sin esfuerzo fiscal interno. Cada vez que los Estados Unidos realizan un despliegue de fuerza —y el último es la flota que han enviado a las costas de Venezuela— la reacción pública es siempre la misma: “¿Cuánto nos cuesta esto a los ciudadanos?” Es un reflejo condicionado que se repite cada vez que aparece un portaaviones, un grupo de combate o una operación militar: asumir que todo ese gasto sale del bolsillo del contribuyente. Ese error impide ver el mecanismo real que permite a EE.UU. sos...