Cuelgamuros: Diseño emocional para un monumento fascista
España ha decidido hacer con Cuelgamuros algo que ningún memorial serio hace: convertir la memoria en diseño emocional. Este texto explica cuál es la regla de oro de los sitios de memoria en el mundo, por qué el proyecto español invierte ese orden y qué implica que, en lugar de partir de los hechos y las víctimas, todo gire en torno a una metáfora arquitectónica y a la “experiencia” del visitante. Cuelgamuros: cuando la memoria se maquilla para no molestar El proyecto de resignificación de Cuelgamuros parte de una intuición sencilla: que la arquitectura puede suavizar el conflicto, generar una experiencia nueva y hacer habitable un monumento fascista a base de metáforas, luz y naturaleza. El problema es que, en memoria histórica, eso es exactamente lo que no se debe hacer. España está haciendo lo que ningún memorial serio del mundo hace: poner la forma por delante de la verdad . La anomalía se resume en una inversión muy simple: en Cu...