Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Franquismo

1959: el Plan que salvó a España del colapso (y desmontó el mito económico del franquismo)

Imagen
Cómo la intervención del FMI obligó al franquismo a abandonar la autarquía y permitió que España volviera a respirar Hoy es 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco en 1975, una fecha que reactiva los mismos mantras cada año: que Franco modernizó España, que creó un milagro económico, que sin él seguiríamos siendo un país atrasado. Nada de esto resiste el mínimo análisis histórico. La memoria colectiva, como han mostrado Maurice Halbwachs o Tony Judt, no es un archivo sino una construcción cultural: cada época reescribe el pasado según sus urgencias políticas y emocionales. Y pocos relatos muestran tan bien esta distorsión como la supuesta modernización económica del franquismo. La realidad es exactamente la contraria: el franquismo fue el principal obstáculo para la modernización de España, y el desarrollo solo llegó cuando el régimen se vio obligado a abandonar sus propias políticas bajo presión inter...

El falso milagro económico del franquismo

Imagen
El mito económico del franquismo: propaganda, nostalgia y falsificación histórica Cada 20 de noviembre resurge la misma narrativa: Franco modernizó España y sentó las bases del bienestar. La memoria selectiva convierte propaganda en historia. Pero los datos cuentan otra cosa. Hoy es 20 de noviembre, una fecha que reactiva discursos, nostalgias y relatos simplificados sobre el pasado reciente de España. Basta escuchar algunas de las afirmaciones que circulan estos días para entender que la memoria es una cualidad frágil: no reproduce, sino que reorganiza; no conserva, sino que selecciona; y, con demasiada frecuencia, convierte el pasado en un relato hecho a medida de las necesidades del presente. Como han mostrado autores como Maurice Halbwachs o Tony Judt , la memoria colectiva no es un archivo: es una construcción cultural que cada época reescribe según sus urgencias políticas y emocionales. Por eso los mitos sobrevi...

Cuelgamuros: Diseño emocional para un monumento fascista

Imagen
España ha decidido hacer con Cuelgamuros algo que ningún memorial serio hace: convertir la memoria en diseño emocional. Este texto explica cuál es la regla de oro de los sitios de memoria en el mundo, por qué el proyecto español invierte ese orden y qué implica que, en lugar de partir de los hechos y las víctimas, todo gire en torno a una metáfora arquitectónica y a la “experiencia” del visitante. Cuelgamuros: cuando la memoria se maquilla para no molestar El proyecto de resignificación de Cuelgamuros parte de una intuición sencilla: que la arquitectura puede suavizar el conflicto, generar una experiencia nueva y hacer habitable un monumento fascista a base de metáforas, luz y naturaleza. El problema es que, en memoria histórica, eso es exactamente lo que no se debe hacer. España está haciendo lo que ningún memorial serio del mundo hace: poner la forma por delante de la verdad . La anomalía se resume en una inversión muy simple: en Cu...

Democracia con toga: cómo la justicia franquista influyó la Transición y blindó la impunidad

Imagen
Bajo la superficie del relato oficial de la Transición —pactos, consenso, reconciliación— se esconde un actor que rara vez ha ocupado el centro del debate: el poder judicial. Heredero directo del aparato franquista, sin depuración ni reforma profunda, fue mucho más que un árbitro de la legalidad. Con toga y martillo, fijó los límites del cambio, protegió los pilares del viejo orden y escribió, desde los tribunales, el guion silencioso de la nueva democracia. En un trabajo anterior analizamos cómo, durante la Segunda República (1931–1936), el poder judicial español abandonó progresivamente cualquier pretensión de neutralidad institucional para convertirse en un actor político de primer orden: intervino selectivamente en la persecución penal, obstaculizó las reformas impulsadas por el poder legislativo y, en última instancia, operó como un instrumento de la contrarrevolución legal frente al proyecto democratizador republicano. Aquella experiencia evidenció que la llamada “división de pod...

Querido empresario franquista: los españoles sí trabajan (el problema es otro)

Imagen
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha declarado recientemente que “los españoles no quieren trabajar” . Una frase que suena más propia de un empresario franquista de hace medio siglo , de esos que aparecen en las cacerías de La escopeta nacional,  persiguiendo a la Barbara Rey de turno con más torpeza babosa que acierto,  que de quien preside hoy la principal patronal de un país moderno (aunque se trate de España). Y por si esto no fuera poco, Garamendi se permite además el lujo depravado de comparar al trabajador español con un deportista de élite . Un alarde retórico más propio del muro de LinkedIn que de un análisis económico serio: el empleado convertido en atleta de alto rendimiento que debe “dar el máximo” cada día, con la obvia diferencia de que aquí no hay sueldos millonarios ni contratos blindados, sino la justificación —casi siempre implícita— para una explotación inmisericorde que muchos de esos mismos empresarios defienden sin sonrojo. Con esta caricatura...