La cruz como coartada: lo que de verdad fue la conquista
Cada 12 de octubre ocurre lo mismo. Las redes sociales se llenan de mensajes enfervorecidos que celebran “el proyecto civilizador” de España en América, exaltan la evangelización como la gran misión de la Monarquía Católica y describen la conquista como el inicio de una historia de unidad, justicia y progreso. En muchos de esos mensajes se repiten frases como “llevamos la fe y la civilización donde no existían” o “a diferencia de otros imperios, España protegió a los pueblos originarios bajo las mismas leyes”. Esta narrativa no es nueva. Es heredera directa del romanticismo del siglo XIX y del nacionalcatolicismo del siglo XX, que convirtieron la colonización en mito providencial. Según este relato, España no fue un imperio entre otros, sino el instrumento elegido por Dios para evangelizar al mundo y fundar una civilización mestiza única. El problema es que esa imagen épica poco tiene que ver con la realidad histórica. La empresa colonial española no fue una misión altruista ni un ge...