Por qué EE.UU. no puede ganar una guerra en la puerta de China
Estados Unidos ha sido durante décadas la potencia indiscutida de los mares. Sus portaaviones, respaldados por destructores y submarinos nucleares, eran garantía de poder proyectar fuerza en cualquier punto del planeta. Pero frente a China, en el Pacífico occidental, esa lógica se rompe. ¿Por qué? Porque mientras en Washington se sigue imaginando la guerra en términos de Midway o Normandía, Pekín ha levantado un sistema de defensa multidominio que convierte su periferia marítima en un espacio letal. El dilema estratégico de EE.UU. Burbuja de negación de acceso (A2/AD) China ha desplegado misiles balísticos antibuque (DF-21D, DF-26) y misiles hipersónicos que alcanzan entre 1.500 y 4.000 km. Esto significa que los portaaviones estadounidenses tendrían que permanecer muy lejos, reduciendo drásticamente la eficacia de su aviación embarcada. Asimetría de costes Para China, defender su costa es barato: basta con baterías de misiles y sistemas de vigilancia. Para EE.UU...