"Sin embargo, desde la perspectiva del coautor del Manifiesto Comunista, Friedrich Engels, este endeudamiento era solo el yugo que los capitalistas necesitaban para mantener a raya a los trabajadores. La propiedad de la vivienda, y la hipoteca que requiere, sería “encadenar al trabajador por su propiedad a la fábrica en la que trabaja”. Esta posibilidad de programación social no pasó desapercibida para los especuladores inmobiliarios o las muchas empresas que buscaban en los suburbios una forma de crear una sociedad de clase media altamente obediente. Como explicó el presidente de Provident Institution for Savings en Boston: “Denle esperanza, denle la oportunidad de mantener a su familia, de hacer una reserva para su vejez, de disponer de alguna comodidad o lujo baratos, sobre los cuales él fije su corazón; y se someterá voluntaria y alegremente a las privaciones y penalidades"."
Life Inc, Douglas Rushkoff