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Las partículas elementales Es cierto que, al final, la vida no tiene la menor gracia. Después de todo uno termina muriendo, volviendo a la ninguna parte de donde vino. Nadie te pide permiso para venir ni -en la mayoría de los casos- para marcharse. Uno viene y va. Es una hoja puesta en la corriente de un extraño y transparente viento. Es cierto que, al final, se experimenta una gran pérdida, la de uno mismo. Ese ente transitorio con ínfulas de permanencia, que en cuanto se descuida olvida absolutamente su condición mortal para sumergirse en un eterno presente materializado en un propio y determinado afán... El sisífico trabajo de tener un yo, para más tarde o temprano perderlo. Tanta desorientación en el presunto rey de la cración resulta divertida. Toda una broma que a nosotros, los únicos implicados capaces de ser conscientes de semejante absurdo, jamás nos hará reir... aunque quizá sea la risa lo único que pueda salvarnos. La risa brutal y nerviosa que exhiben algunos de los persona...
MUNICH Es una buena película. Steven Spielberg nos tiene mal acostumbrados. Siempre o casi siempre hace buenas películas... y ésta quizá sea una de sus mejores realizaciones. La película arranca con el desafortunado incidente de los rehenes sucedido en las Olimpiadas celebradas en la ciudad Bávara el año 1972, pero la historia viene de mucho antes y desde mucho antes el enfrentamiento entre israelíes y palestinos ha generado un entramado de encuentros y desencuentros que, en la europa de los 70, se entrecruza con otros entramados de intereses: los de la guerra fría, los de ciertos estados con ciertas organizaciones terroristas y finalmente con los intereses de los profesionales de la muerte y de la información. El resultado es un peligroso juego de rol en el que la información es lo más importante. La vida o la muerte depende de la calidad de una información que se compra o vende al mejor postor. Información que revela situaciones y posiciones dentro de ese tablero, que genera ventajas...
Las inquietudes me preceden. Corren demasiado rápido. Los libros para leer se me acumulan. Cada semana llega un libro nuevo a mi casa. Mi tiempo no es el suyo. Jamás terminaré con esta lectura interminable. Un día moriré y serán muchos los libros que queden sin abrir sobre mi mesa.
"No sólo el fútbol, la sociedad", responde, antes de mentar a Francisco Franco. "Hubo un dictador por muchos años, e incluso cuando él murió la mentalidad sobrevivió. En Estados Unidos asumimos todos los desafíos. En España, un desafío genera ansiedad". Y añade: "En Estados Unidos, si terminas último, piensas: 'El año próximo seremos primeros'. En España terminan últimos y piensan: 'El proximo año podríamos desaparecer'. La gente se pone nerviosa, pierde la cabeza y comete errores aún más grandes". (Extracto de una entrevista a Dimitri Piterman, showman y presidente del Alavés, SAD) La verdad es la verdad. No importa si la dice Agamenón o su porquero. El dictador sigue vivo en cada uno de nosotros. El primer paso para curarse es reconocerse enfermo: En este sentido, Aznar lo tiene más fácil que Zapatero. Cada español tiene que matar siempre a dos padres y al final, en el fragor de la confusión, acabamos matándonos los unos a los otros ya se...
Más chanante !
chanante!
Muertes de plástico
"In our gradually shrinking world, everyone is in need of all the others. We must look for man wherever we can find him. When on his way to Thebes Oedipus encountered the Sphinx, his answer to its riddle was: «Man». That simple word destroyed the monster. We have many monsters to destroy. Let us think of the answer of Oedipus." ( Giorgos Seferis ' speech at the Nobel Banquet at the City Hall in Stockholm, December 10, 1963)
La leyenda de Martin O'Leary A ciertas edades es difícil que uno pueda cambiar su forma de ser y conforme más viejo me hago más tiendo a pensar que debe ser así. Después de todo nos ha costado toda una vida forjarnos el carácter que tenemos y, como mínimo, debemos hacer ostentación de él antes de que los gusanos se lo coman con el resto del kit. La leyenda de Martin O'leary ilustra perfectamente esta resistencia al cambio de la que hacemos gala a ciertas edades. Martín O'Leary fue un legendario jugador de futbol irlandés. Defendió la camiseta verde en más de 50 ocasiones formando un muro infranqueable (todo lo infranqueable que podía ser el equipo irlandés en aquella época -que no era mucho-) con el no menos mítico Sean Thornton. Tras jugar en diversos equipos de mitad de la tabla de la Primera división inglesa, O'Leary regresó a su Irlanda natal para dar sus últimas patadas alevosas a los delanteros incautos en el Limerick. Allí, y en su última temporada en activo, fue...
"Pero los hechos no lo son todo. También es importante saber cómo interpretarlos" ("Cimen y castigo", Fyodor Dostoyevsky)
No deja de mirarlos a todos mientras se apoya en la pared. Paciente o impacientemente, según la circunstancia vital que a cada uno de ellos les ha tocado vivir en esa concreta hora del día, aguardan la inminente y ruidosa entrada del tren en la atestada estación. Después de todo son seres humanos igual que él... o por lo menos así lo parecen. Se plantea que quizá debiera sentir algo por ellos, compartir alguna especie de sentimiento solidario, una cierta simpatía procedente de un animoso esfuerzo empático pero no siente nada. El esfuerzo de sentir se le escapa de entre las manos como si fuera agua. Los labios de su corazón permanecen callados. Sólo les observa con descuido, sin realmente ver los árboles. Ante el bosque.
Veo en Canal Historia un documental muy interesante sobre la Rumanía de Ceaucescu. Con imágenes inéditas filmadas por los medios de comunicación del dictador, el programa reconstruye el largo viaje hacia la locura emprendido por Ceaucescu, llevando consigo al propio pueblo rumano hasta casi la destrucción. Hay muchas cosas interesantes dentro del documental: la megalómana construcción del palacio presidencial, la exposición de frutas y verduras hechas de madera que el dictador pasa revista como si fueran reales, el loco culto a la personalidad de la primera dama, .... pero lo que más me ha atraído es el momento en que se produce el motín que supuso la caída y posterior muerte de Ceaucescu. La sorpresa que muestra su rostro ante los crecientes abucheos. No sabría decir si Ceaucescu se sorprende de que el pueblo de Bucarest abuchee a su Conducator o de que se atreva hacerlo. Me pregunto si el dictador pensaba que tenían motivos, si conocía la realidad cruel sobre la que se imponía su pod...
Vuelvo a leer "Crimen y castigo". No es la primera vez que pienso que tras Raskolnikoff, tras su atormentada duda moral, se encuentra el propio autor. Dostoyevsky era un jugador empedernido y, después de todo, el plan del protagonista de su novela más esencial no es otra cosa que una enorme, terrible y definitiva apuesta a favor de él mismo y en contra de su propio destino. Siempre que me enfrentó a esta novela tengo la impresión de que para Dostoievsky la vida es un juego y nuestros planes, grandes o pequeños, son las jugadas que desarrollamos en el tablero espacio-temporal de la vida. Lo único que hace terrible a este juego de vivir es lo que uno puede llegar a perder si la jugada sale mal, tan terrible que hasta nos ponemos serios, trascendentes y nos resistimos a pensar que simplemente se trate de un juego... Y es al revés. No hay nada más serio que un juego, que apostarlo todo a una sola jugada, que se lo digan a Raskolnikoff. La eternidad trascendente del instante despe...
"Adventures in the screen trade" es un buen libro. Da gusto leerlo. El mundo del cine desde la perspectiva de un guionista, una perspectiva dependiente y sufrida... La conclusión tras cerrar el libro no puede ser otra... Incluso uno tiene la impresión de que no se trata de un buen trabajo, de que asiste a la historia del circo contada por el último mono: los cambios, los despidos inesperados, los directores que quieren una misma escena narrada desde todos los ángulos posibles (Paul Mazursky es el miserable en cuestión), los dislogos de última hora, las reuniones tensas mantenidas entre personas que quieren cosas diferentes o que, simplemente, no tienen ni pajolera idea de lo que quieren... Y a todo eso se añade los problemas propios de la escritura: las inseguridades, el folio en blanco, los miedos. Un panorama estremecedor que William Goldman cuenta con un relativamente amargo sentido del humor que resulta muy adecuado al contenido general de la historia. El libro está escri...
EL OJO DEL HURACÁN No le sobra tiempo. El reloj le quema en la muñeca. No le queda tiempo, pero decide detenerse. Decide mirar. A su alrededor, el espectáculo del propio movimiento. el hormiguero, la colmena, sucede como un interminable vórtice de carne y aire. Se imagina a si mismo llendo y viniendo, teniendo prisa, entrando y saliendo. No puede ser mucho más distinto que alguno de ellos. Se imagina saliendo, tumbándose en el suelo, descansando al borde de un abismo de instantes que no le pertenecen porque cobra por ellos. Se recuerda de pronto, pequeño y sin tiempo. Apresuradamente se viste la prisa. Todos los trenes están ya partiendo.
No me resisto a transcribir una maravillosa anécdota que he leído en el libro de William Goldman: "Adventures in the screen trade. A personal view of Hollywood". El protagonista es Harry Cohn, responsable de la Columbia en la época dorada de Hollywood. En un funeral un conocido se le acercó y le comentó su asombro ante la gran cantidad de personas que habían acudido a despedir al muerto. La contestación de Cohn fue la siguiente: "Da a la gente lo que quiere y acudirá". Puro humor negro.
De repente no hay tiempo que perder. Se miran a los ojos. Conexión directa. Blanca explosión arrasadora de comprensión mutua. De repente el mundo es una cuesta abajo fácil de recorrer.
Dos películas absolutamente recomendables: - "La novia cadaver" de Tim Burton. Un relato con aspiraciones de cuento que se mueve entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Pasmosa envoltura de fantásticas marionetas y decorados para un fondo amable y bienintencionado que busca a toda costa emocionar al espectador recurriendo a mecanismos narrativos pertenecientes al ámbito de la fábula y el cuento: sublimación del amor, crueldad de la realidad (bodas obligadas) frente a la sensibilidad de una aspiración (bodas soñadas), final feliz... Nada que no haya intentado hacernos llorar antes, nada que no nos haga llorar cuando menos lo esperemos. Personalmente disfruté mucho con el encuentro de los vivos con los muertos y con ese maravilloso perro muerto, siempre fiel a su dueño. - "Match point" de Woody Allen. Es la primera película de Allen que realmente me interesa en mucho tiempo. La historia de un arribista sin escrupulos. Patricia Hisgmith pasada por el tam...
"Hay algo terrible en la realidad y no se qué es" (Giulianna en "El desierto rojo" de Michelangelo Antonioni) Pues tiene donde elegir: el fracaso, el éxito, la decepción, la alegría, los demás, uno mismo, el pasado, el presente, el futuro, el más allá, el más acá... y en general todos los vaivenes del destino a los que se ve sometida esa nuestra levedad del ser que a Milan Kundera le parecía tan insoportable. Todo cambia y nada es para siempre. La eternidad no es otra cosa que un presente vivido intensamente, como si jamás fuera a terminarse. Todo lo demás pertenece al imaginario ámbito de los dioses, la proyección reificada de nuestras limitaciones: A ellos nos confiamos y cuando lo hacemos en realidad no hacemos otra cosa que entregarnos al fantasma de nuestras incapacidades, imposibilidades y contradicciones... Otra cosa bastante inquietante, por cierto. En general, somos absoluta y totalmente incapaces de vernos tal y como somos. Nuestro lado inteligente y racio...
Tarde tranquila. El paciente registra un nuevo episodio de obsesión compulsiva relacionado con la música. Enrique Morente, "Generalife" y Oscar Peterson "Hymn to freedom", "Sueña la Alhambra" y "Night train", Flamenco y Jazz... La cosa va a más. Muy pronto anochecerá.