sábado, noviembre 29, 2008
viernes, noviembre 28, 2008
Me ha gustado mucho ver "Seabiscuit".
Será una película que siempre querré volver a ver, que ingresa en el difuso olimpo de mis películas favoritas (cuyo número exacto de integrantes jamás podrá ser precisado) y lo hace, como en todos los clubes privados, de la mano de un miembro reconocido.
Hay bastantes paralelismos entre "Seabiscuit" y "The natural", que lleva residiendo en este olimpo desde hace más de veinte años... aunque sólo sea la maravillosa partitura de ese genial músico llamado Randy Newman.
Ambas son dos emocionantes historias de superación personal en las que la leyenda se forja ante nuestros ojos mostrando su verdadera condición de carne esforzada, que no se resigna ante lo que parece un escrito destino y persevera hasta lograr cambiar la historia reconduciéndola por una dirección en la que sólo el legendario héroe deseaba/pensaba/soñaba que podría ir... y éso es lo que precisamente le hace legendario. Acabar expresándose.
Seguramente "Seabiscuit" no es una obra maestra y probablemente está llena de defectos, pero estoy seguro que volveré a verla más adelante, en algún momento.
Me gustan este tipo de historias, las que me susurran al oído que es mentira, que en realidad todos tenemos la última palabra sobre nuestro destino y, aunque el fracaso personal de cada uno de nosotros nos espere con los brazos abiertos y la cena hecha al final del día, no hay que dejar de intentarlo.
Es una cuestión personal.
"Red Pollard: You know everyone thinks we got this broken down horse and fixed him. But we didn't. He fixed us. Every one of us. And I guess in a way, we fixed each other, too"
miércoles, noviembre 26, 2008
Literalmente tiene que ver con la obra de Lovecraft y otros autores como Arthur Machen o August Derleth. Ese horror lo suscitan seres primigenios que habitan en las oscuridades que la razón no ilumina y que viven, acechantes, a la espera del momento de aparecer con su incomprensible y aterradora lógica destructora:
"Para introducirse en el universo de horror cósmico e insanas revelaciones de los Mitos, se puede comenzar con cualquiera de las múltiples recopilaciones existentes, pues todas ellas contienen obras de gran calidad. Auqnue vale la pena destacar un relato corto al cual se le podría considerar como insignia de los Mitos, su título es "La Llamada de Cthulhu", el cual es uno de los favoritos de los seguidores de la obra de H. P. Lovecraft, por su gran calidad. En el mismo aparece el Gran Cthulhu, un primigenio que duerme un sueño de eones en la ciudad sumergida de R´lyeh, y que sólo despertará cuando los astros estén en posición. Este relato es una referencia obligada al estudiar los Mitos, pues en él se habla de uno de los primigenios más conocidos, Cthulhu, una criatura de descomunal tamaño y maldad absoluta según los cánones humanos."
Los seres que inspiran ese horror se mueven en el terreno de lo subliminal, en lo inconsciente:
"lejos de buscar la emoción fácil con la aparición del monstruo, fantasma, aparición o entidad, en los Mitos de Cthulhu se hace uso de la sugestión, insinuando la existencia de horrores sin nombre, de seres que no deberían existir según las leyes de la naturaleza que el hombre conoce. Criaturas que no deberían ser, pero son y existen, pues el universo no sigue las mismas leyes que rigen al hombre e incluso la Tierra que el ser humano cree conocer tan bien, esconde secretos innombrables y ajenos. El hecho de que una persona deba aceptar la existencia de aquello que no debería ser, que el universo es ajeno y hostil, que todo aquello que se acepta por bueno y normal es falso, derrumba las creencias del investigador de los Mitos, provocando que su mente se quiebre y se hunda en las profundas simas de la locura, pues de esto es lo que hace uso el horror cósmico. Evita la aparición para ensalzar la insinuación de aquello que no debería existir, dejando a la mente del lector la posibilidad de dar forma ese horror, explotando los arquetipos del horror en lo más profundo de nuestro cerebro."
Universo ajeno y hóstil, horrores sin nombre, secretos innombrables y ajenos... El horror cósmico apela constantemente a lo innombrable y lo que no tiene nombre es tal porque está más allá del lenguaje, de lo racional. Vive en lo inconsciente. Es la destructora y tanática animalidad palpitante que constantemente amenaza el frágil esfuerzo de la razón por construir un sentido, por arrojar luz en un mundo lleno de azares que necesitamos transformar en causas para poder hacerlo nuestro.. porque si no podemos controlarlo, se convierte en un atemorizante misterio que nos domina y que termina por aniquilarnos aplastándonos con su absurda mecánica ciega.
Y el horror cósmico es ese corazón de las tinieblas del que habla Conrad en su memorable libro.
En las profundidades de las selvas del Congo habita ese monstruo, el nuestro, siempre dispuesto a devorarnos, a desposeernos de cuanto tenemos de humano para degradarnos a la condición de un animal más, pura pulsión descontrolada sin criterio, orden y concierto... aspectos que tienen que ver con la razón que necesita controlar toda esa energía para canalizarla en la construcción de un orden social y personal, de una estabilidad que permita la duración y la generación de un espacio donde los otros puedan existir sin ser utilizados ni consumidos.
martes, noviembre 25, 2008
El viaje de Kurtz (que Marlow reproduce) es un viaje a los infiernos, un descenso por el río del olvido: «Remontar aquel río era como volver a los inicios de la creación cuando la vegetación estalló sobre la faz de la tierra. Una corriente vacía, un gran silencio, una selva impenetrable. El aire era caliente, denso, embriagador. No había ninguna alegría en el resplandor del sol. Aquel camino de agua corría desierto en la penumbra de las grandes extensiones. Uno llegaba a tener la sensación de estar embrujado, lejos de todas las cosas una vez conocidas. Penetramos más y más espesamente en el corazón de las tinieblas. A veces, por la noche, un redoble de tambores, detrás de la cortina vegetal, corría por el río. Tuve la sensación de haber puesto el pie en algún tenebroso círculo del infierno».
Marlow, uno de esos personajes de Conrad (como el arquetípico Lord Jim) que edifican su vida sobre la estricta dignidad y el deber y que forma parte de la raza de los hombres íntegros, consigue salir entero de este infierno, pero no sucede lo mismo con Kurtz. Pues la tiniebla no está solo en la selva hostil poblada de hipopótamos y cocodrilos. La fuente última de la oscuridad es otra, es «el mal escondido en las profundas tinieblas del corazón humano». Kurtz no ha sido capaz de mantener la fatigosa disciplina necesaria para conservar su conciencia moral, su entidad humana, y en su búsqueda de la luz ha llegado a un territorio en el que late sin cesar, como los tambores caníbales que baten en la selva, el verdadero corazón de las tinieblas, el oscuro corazón del hombre."
Más.
Bájate el libro.
Esto es una reseña, joder!
lunes, noviembre 24, 2008
Ha elegido con relativa oportunidad las historias, ha contado con grandes actores para protagonizarlas, pero a estas alturas de la historia me queda bastante claro que el prestigio que goza Scott como director está muy por encima de su talento real.
domingo, noviembre 23, 2008
jueves, noviembre 20, 2008
Y las preguntas tampoco es que fueran muy diferentes de otras tantas preguntas que antes, y mil veces, ya he escuchado.
Y lo peor de todo es que acertar no tiene ningún mérito... No es difícil. Basta con escuchar y recordar, verbos que en su práctica cada vez se conjugan menos.
Otro absurdo que vivimos con naturalidad suponiéndonos serios y cabales en nuestras vidas.
martes, noviembre 18, 2008
y cruje incesante la madera bajo su creciente peso
mientras bandadas de polvo se despiertan
con el eco sordo de sus pasos.
Un nuevo año se cumple
y las inútiles sombras se precipitan en vano
mientras se tuerce la hierática expresión
de todos los silencios aún por calladamente nacer.
lunes, noviembre 17, 2008
La isla es algo más que una isla.
Es una red con una oculta voluntad propia que se extiende en el espacio y en el tiempo para atrapar entre sus garras a los pasajeros del vuelo 815 de Oceanic Airlines.
La cuarta temporada de "Lost" termina con bastantes más interrogantes de los que resuelve... pero las certezas son lo menos importante. El constante estado de incertidumbre es la única certeza que de forma incesante alimenta el inevitable deseo de descubrir las respuestas, de saber de una vez por todas lo que realmente sucede.
Lo que más me gusta de "Lost" es que juega habilmente con la necesidad pulsional de certidumbre que el ser humano siente. En este sentido, la isla se convierte en la más perfecta némesis con su absoluta capacidad para generar misterio e incertidumbre.
Cualquier cosa puede pasar. Cualquier cosa puede ser.
El grado cero del enigma... Todo lo que sucede puede significar cualquier cosa.
Las preguntas se agolpan en la profundidad de sus cavernas y selvas a la espera de respuestas que quizá nunca lleguen.
En esta cuarta temporada el presente de la isla se convierte en pasado. Algunos han conseguido lo que más desean, escapar, pero en flash forward del futuro se nos muestra que quizá no haya sido tan buena idea, que no es tan fácil de escapar del largo brazo de la isla. Y ésta empieza a revelarse como una singularidad regida por unas leyes diferentes a las que gobiernan nuestra euclidiana realidad. El tiempo se dilata y se contrae, los cadaveres llegan a las playas antes de ser asesinados, el futuro puede ser imaginado y el pasado reconstruido.
Y para colmo Jeremy Bentham ha muerto cuando nadie lo esperaba... Quizá todos deban volver a la isla con su cadaver. Seguramente nunca se han marchado.
domingo, noviembre 16, 2008
GOMORRA
sábado, noviembre 15, 2008
Es una lástima.
"No te mueras sin decirme a dónde vas" podría haber sido la mejor película de Eliseo Subiela. Probablemente él imaginara lo mismo mientras escribía la historia de estas dos almas que van encontrándose en el tiempo el uno al otro, bajo distinta apariencia, en distinta situación, pero las buenas intenciones no han traspasado de forma conveniente el horizonte de sucesos que vuelven tangibles las ideas.
Por primera vez, Subiela abandona la estructura narrativa sencilla, el simple relato de una simple historia y la cambia por un complejo entramado en el que se entrecruzan diferentes líneas argumentales: el viejo del cine, el amigo inventor, la planta, el robot.. Y todas conviven en el espacio de la pantalla, con su propia carga emocional, abundando en intensidad y restando protagonismo narrativo y emocional a la historia de fantasmales encuentros y desencuentros entre Hipólito y Raquel.
Y para contarlo todo la película se vuelve demasiado larga... o por lo menos así se me termina apareciendo.
Las historias se detienen para continuar contando otras que también fueron detenidas para poder a su vez contra otras que en su momento también fueron interrumpidas y el resultado es deslabazado. Las emociones se acumulan, las palabras pierden anclaje. Todo resulta demasiado intenso, porque no hay lugar para transiciones nimias que permitan al espectador descansar entre descarga emocional y descarga emocional. Hay demasiadas cosas que decir de demasiadas historias. Falta espacio.
Y la película, que pese a todo tiene buenos momentos, termina por hacerse incómoda hasta culminar en uno de esos pretendidos finales grandes, construidos a base de la sucesiva acumulación de pequeños finales en los que la película parece atrancarse, no querer terminar, rematando interminablemente un lazo narrativo con otro lazo más.
Y es una pena... porque la pequeña historia de Hipólito y Raquel podría haber transcurrido hermosa y grande, sin disgresiones ni distracciones, en el tránsito entre dos frases: "Soñé con usted, pero no con su nombre" y "La próxima vez no te mueras sin decirme a dónde vas".
Seguramente las historias pequeñas en fondo y forma son el territorio donde Subiela y sus personajes dan lo mejor de sí mismos.
miércoles, noviembre 12, 2008
martes, noviembre 11, 2008
Un sólo capítulo y la cuarta temporada de Lost ya tiene toda mi atención.
¡Brillante!
Han conseguido dar una vuelta de tuerca más y presentar un escenario aún más sorprendente... Si en las primeras tres temporadas las tribulaciones de los protagonistas en la isla aparecían salpicadas de recuerdos del pasado de los personajes, ahora esos recuerdos han desaparecido. Han sido reemplazados por... momentos del futuro de forma que lo que sucede en la isla se ha convertido en un pasado cuyo desenlace en lo que afecta al presente que se nos muestra se nos aparece absolutamente impredecible.
Algunos han conseguido salir de la isla y otros, parece, se han quedado... Y hay algo que huele a podrido destruyendo a aquellos que han conseguido escapar... lo que más deseaban.
No se si conseguiré apartarme del ordenador...
lunes, noviembre 10, 2008
domingo, noviembre 09, 2008
El territorio narrativo donde suceden las historias de Subiela es el cuento, la fábula, .... un lugar bastante parecido a la realidad, pero en el que es bastante probable que lo diferente y lo extraordinario puedan tener un lugar.
Todo está relacionado.
El cuento es un lugar perfecto en el que sus personajes pueden existir impunes en la impostura de su discurso sin resultar demasiado comprometidos por una realidad demasiado pura y dura.
Hay un momento en "Hombre mirando al sudeste" en el que el doctor se niega a medicar al paciente que sice ser un extraterrestre aduciendo que ese deliro es lo único que ese personaje tiene. Lo que le mantiene vivo frente al desorden de un mudo al que ha decidido dar la espalda con todas las consecuencias.
En este sentido, "Hombre mirando al sudeste" resume los planteamientos narrativos de Subiela. Es una historia que narra cómo un individuo se refugia en la confortabilidad de una historia para poder seguir existiendo y esa realidad virtual se convierte en una realidad tan real como la que creen estar viviendo el resto de los personajes.
La propia convicción con la que Rantés existe en su mundo aparte se convierte en la principal fuente de credibilidad con la que éste cuenta para llenar de dudas a todos aquellos que atentamente le observan.
Rantés no está menos loco que, por ejemplo, el protagonista de "El lado oscuro del corazón". Ambos se mueven, sobreviven en los márgenes de la sociedad empeñados en un imposible discurso humanista acerca del amor y de las emociones como única forma de salvación del ser humano, de ellos mismos. Son voces en el desierto que denuncian y profetizan un sinsentido, que se erigen en mesías y abanderados de los humillados, de los ofendidos, de los débiles aplastados por ese desorden en que el ser humano se convierte en un extraño de sí mismo.
Si queremos, siempre podremos dudar sobre la verdadera identidad de Rantés, pero lo que no encierra ninguna duda es se trata de un ser especial con un discurso diferente, lleno de compasión, altruismo empatía y luz, tan especial y diferente como podría serlo un verdadero extraterrestre.
(Carlos Boyero)
Amen... Todos los niños buenos son unos arribistas... Siempre buscando el diez del profe, actuando para merecer la recompensa. Recibiendo la galletita nuestra de cada día por decir lo que hay que decir, por hacer lo que hay que hacer... para que todo siga igual
EL RESULTADO DEL AMOR
Porque, y aunque consigamos tener de todo, siempre nos perseguirá la humana maldición de jamás terminar de querer tener.
sábado, noviembre 08, 2008
La visita a la aldea de Angel apenas eran unas cuantas líneas en el guión de "The wild bunch". Fue Sam Peckinpah el responsable de transmitir a ese momento una honda intensidad de poética melancolía... Improvisando en el mismo set de rodaje.
Nada de de lo que se ve estaba escrito.
De hecho, "La golondrina" era una canción que Peckinpah escuchaba mucho entre pelea y pelea, reconciliación y reconciliación con Begoña, su mujer mejicana. Simplemente mandó a por el disco a un auxiliar y lo puso a sonar. Enseguida empezó a dar ordenes, a trabajar con los figurantes y con los actores principales.
El resultado es esta maravillosa secuencia inolvidable.
viernes, noviembre 07, 2008
La última película del cineasta francés Louis Malle es, en realidad, un viaje.
Del mismo modo que Alicia atraviesa el espejo, Malle se propone atravesar la cuarta pared que separa simbólicamente, en el teatro, a los actores de su público. En apenas un segundo, la cámara pasa de filmar el entorno del ensayo a convertirse en un habitante más del escenario en que la compañía de André Gregory ensaya/representa el "Tio Vania" del gran Anton Chejov.
El espacio teatral se descompone en planos cinematográficos que dinamizan la potente expresión que los actores llevan a cabo del texto de Chejov.
En este sentido, "Vania en la calle 42" es un rotundo éxito.
Invisible, la cámara parece grabar todo lo que sucede en el escenario, pero aún va más allá. No se detiene en el momento en que la obra cesa, se interrumpe por diferentes motivos.
El escenario es mucho más grande y abarca a los propios actores, a su director quién, actuando como tal, puntúa la obra y la gobierna en su desarrollo haciendo las introducciones correspondientes a los sucesivos actos.
"Vania en la calle 42" es un experimento narrativo complejo, interesante en su intento de filmar la delgada línea que separa la realidad de la representación. Es memorable a este respecto el hecho de que la obra empiece casi sin que nos demos cuenta. Una palabra termina, comienza otra y esta segunda ya forma parte de la obra. Hemos pasado de la realidad a la representación sin saberlo. La conversación entre los dos actores no se ha detenido. Ha continuado, adoptando repentinamente otro cariz, como si la obra surgiera naturalmente de la propia realidad, como si formara parte de los propios actores...
Fascinante y pasmoso.
jueves, noviembre 06, 2008
¿Es que no podemos aspirar a más o es que somos más animales de lo que nosotros mismos creemos?
- Enric González: Hoy
"Esta columna ya es vieja, de otra época. Se escribió antes del resultado electoral. Pero, para salir del paso, recordemos una obviedad: el periódico, en un día como hoy, y según funciona hoy el negocio, tiene la obligación de sacar conclusiones apresuradas y dibujar un futuro del que nadie sabe nada; el lector, en cambio, puede permitirse el lujo de leer y esperar, sin precipitarse. Un nuevo presidente es un melón por abrir."
- Martin Varsavsky: ¿Dónde está el futuro que nos prometieron?
"Recuerdo ser chico y quejarme del torno y que mi dentista me diga que cuando yo fuera grande el se iba a tener que buscar otro trabajo porque tendríamos una vacuna contra las caries. ¿A dónde está la vacuna contra las caries? ¿A dónde está la cura contra el catarro o el SIDA? ¿A dónde está ese futuro sin pobreza en el que los robots iban a hacer todo el trabajo de la gente y nosotros dedicarnos al arte y la cultura?
Lamentablemente, cuando hoy, a fines del 2008 miro a mi alrededor, veo a la humanidad viviendo una vida insostenible basada en tecnologías que ya tendrían que ser obsoletas. Creo que es hora que nos hagamos una enorme autocrítica y volvamos a invertir en ciencia, porque la lista de los problemas sin solucionar es cada día más grande. Si seguimos así no solo no tendremos futuro, sino que nos vamos a quedar sin presente."
El proceso de transformación continúa exitosamente.
Ayer no sentí especialmente nada cuando la Juve pasaba por encima del Madrid... Todavía no siento todo el placer que siente G, mi maestro y mentor, pero todo se andará.
Pude constatar, no obstante, una injusticia. Raul y Guti hicieron un partido desastroso.
El primero parecía una chaval jugando un partido con los mayores y persiguiendo el balón, y al mayor, en el patio de colegio.
El segundo dejó sólo a Diarra en la inmensa tarea de contener a los italiano dedicándose a intentar meter pases imposibles entre una defensa específicamente hecha para que ningún pase sucediera. No hizo ningún cambio de juego ni buscó las bandas. Fue uno de los principales artífices de que el sistema planteado por el astuto Ranieri funcionara. No buscó alternativas y encima le lanzó el pase del primer gol a Del Piero y además no le siguió cuando el italiano se marchó como una bala en busca de la portería de Casillas. Se limitó a seguirle con la mirada mientras Sneijder desde varios metros más adelante intentaba llegar para cerrar esa posición. Y además, cuando no podía dar el pase que los italianos cerraban gesticulaba responsabilizando a los compañeros. Y además se ganó una tarjeta amarilla por golpear el balón con la mano de mala manera... un segundo después de que el árbitro le perdonara una amarilla.
Y sin embargo, el locutor sólo tenía ojos para criticar a Drenthe... el chivo expiatorio de esta temporada. Es cierto. Le faltan luces. Es atropellado, pero lo intentó. Dentro de sus limitaciones no le perdió la cara al partido e incluso en muchos momentos llegó a fijar a dos italianos en su banda... cosa que otros no aprovecharon para bascular el juego hacia el lado contrario.
En fin... Hay algunos que tienen estrella, cada vez menos brillante.... y cuyo brillo otros exageran y subrayan y otros que ya llegaron estrellados... y que lo van a tener muy difícil... porque de alguien hay que hablar mal.
Ahora es cuando empieza todo.
O bien comenzará el largo y tortuoso camino de estar a la altura de todas las expectativas que ha creado, o bien empezará a tejer cuidadosamente la red en que nos despertaremos, como dice la canción de Serrat, chupando un palo sentados encima de una calabaza.
Lo confieso.
Desconfío de Obama y, a través de él, desconfío de la palabra precisa en el momento justo, como si la vida fuera una obra de ficción y el héroe llegara en el momento oportuno para salvarmos.
No debemos olvidar que la política sigue siendo la política.
Ojalá me equivoque.
martes, noviembre 04, 2008
SHOOT'EM UP
No soy muy partidario de las películas que banalizan algo tan serio como la violencia, pero tengo que reconocer que "Shoot'em up" es una película curiosa.
En ella confluyen lo peor de ese banalizador de algo de por si tan banal como el exploit llamado Quentin Tarantino con lo mejor del cartoon. Porque "Shoot'em up" no es otra cosa que unos dibujos animados protagonizados por actores de carne y hueso.
Durante toda la película Smith, interpretado con correcta estolidez por el siempre correcto y estólido Clive Owen no deja de ser perseguido por Hertz, el personaje que interpreta Paul Giamatti con su habitual saber hacer.
De alguna forma, ambos reproducen el esquema persecutorio mil y una veces sucedido entre el coyote y el correcaminos o bugs bunny y elmer... incluso Smith no deja de comer zanahorias durante toda la película... dando lugar, con la violencia como pretexto, a las situaciones más disparatadas de combate en las que Smith elimina pistoleros con la misma facilidad con que devora zanahorias. En este sentido, resulta fascinante y ejemplar, en cuanto al tono buscado por Michael Davis, director y guionista de la película, la secuencia del parto en medio de un tiroteo que Smith protagoniza sin apenas parpadear.
Este "core" narrativo sucede además en un mundo exploit y amoral, muy Tarantiniano de pistoleros sin escrúpulos que parecen embarcados en una competición de crueldades y frases brillantes... y con un recién nacido de por medio.
La combinación funciona a casi todos los niveles, aunque la película termina resultando reiterativa en su "tour de force" de situar a Mr Smith en situaciones cada vez más complicadas de las que, por supuesto, consigue salir casi sin despeinarse. Quince o veinte minutos menos en la sala de montaje no habrían venido mal a "Shoot'em up"... si bien la película se sigue con suficiente interés en su más difícil todavía salpicado de buenas gotas de humor negro... y de Mónica Bellucci... por supuesto.
domingo, noviembre 02, 2008
Ya no conecto tanto.
Uno de los dos ha cambiado... O la película o yo... y lo más probable es que se trate de mí.
Siempre me pareció que la pelicula omite precisamente el momento más trascendente en la evolución emocional del personaje protagonista. Al principio no me importaba tanto, con mis veinte años gozaba cada segundo de esa impostura vital que el personaje, magnificamente interpretado por Dario Grandinetti, exhibe ante todo y contra todos, como un pendón, pero, y conforme voy haciéndome mayor, la idea de que la historia me hurta la parte más valiosa ha ido creciendo y creciendo hasta generar una distancia cada vez más grande entre la película y yo.
Me parece que a "El lado oscuro del corazón" le sobran poemas de amor y le faltan, precisamente, poemas que hablen de ese lado oscuro donde van a parar nuestros fracasos. Ana le ilumina ese lugar a Oliverio, le indica su existencia rechazándole pero el autor, Eliseo Subiela, pasa demasiado de puntillas sobre ese momento, sobre ese lugar.
Todo se reduce a una frase de ella y a un agradecimiento de él, pero Subiela no se introduce en absoluto en ese lado oscuro... y no por falta de poesía y de poetas..
¡Fueron largos y ardientes los veranos!
Estábamos desnudos junto al mar,
y el mar aún más desnudo. Con los ojos,
y en unos cuerpos ágiles, hacíamos
la más dichosa posesión del mundo.
Nos sonaban las voes encendidas de luna,
y era la vida cálida y violenta,
ingratos con el sueño transcurríamos.
El ritmo tan oscuro de las olas
nos abrasa eternos, y eramos sólo tiempo.
Se borraban los astros al amanecer
y, con la luz que fría regresaba,
furioso, y delicado se iniciaba el amor.
Hoy parece un engaño que fuésemos felices
al modo inmerecido de los dioses.
¡Qué extraña y breve fue la juventud!
(Lo veranos, Francisco Brines. El Otoño de las rosas)
Ya no conecto tanto como tampoco leo en la misma medida a Benedetti... He ido creciendo, envejeciendo y descubriendo a otros poetas que precisamente no se quedan en las puertas de ese lado oscuro que conforme nos hacemos mayores va creciendo y creciendo.
No es la película, soy yo.