"El capitalismo global lleva la relación deudor-acreedor a su extremo y al mismo tiempo la socava: la deuda se convierte en un exceso abiertamente ridículo, y así es como entramos en el dominio de la obscenidad: cuando se concede un crédito ni siquiera se espera que el deudor lo devuelva: la deuda se aborda directamente como un medio de control y dominación... Lo que esto implica es que el verdadero objetivo de prestar dinero a un deudor no es conseguir recuperar la deuda con un beneficio sino la indefinida prolongación de la deuda, que mantiene al deudor en una permanente dependencia y subordinación. Hace más o menos una década, Argentina decidió devolver su deuda al FMI antes de tiempo (con la ayuda económica de Venezuela). La reacción del FMI ante esa decisión fue sorprendente: en lugar de alegrarse de que le devolvieran el dinero, el FMI (o mejor dicho, sus máximos representantes) expresaron su preocupación por el hecho de que Argentina utilizara esta nueva libertad e independencia económica de las instituciones internacionales para abandonar una política financiera controlada, y se embarcara en un gasto desbocado".
domingo, febrero 26, 2017
sábado, febrero 18, 2017
Problemas en el paraíso, Slavoj Zizek
"Así, el triunfo definitivo del capitalismo llega cuando trabajador se convierte en su propio capitalista, el empresario del yo que decide cuando invertir en su propio futuro (educación, sanidad, etc...) y paga estas inversiones endeudándose. Lo que eran formalmente derechos (a la educación, a la salud, a la vivienda) se convierten así en decisiones libres de invertir o no, que formalmente están al mismo nivel que la decisión del capitalista o del banquero de invertir en esta o aquella empresa de manera que, a este nivel formal, todo el mundo es un capitalista que se endeuda para poder invertir."
viernes, febrero 17, 2017
Problemas en el paraíso, Slavoj Zizek
"En grupos sociales más primitivos, las deudas a los demás se limitan y se pueden perdonar, mientras que con la llegada de los imperios y el monoteismo, la deuda social o divina de cada uno se vuelve de hecho impagable. El cristianismo perfeccionó dicho mecanismo: su dios todopoderoso implicaba una deuda que era infinita; al mismo tiempo, la propia culpa por no pagarla quedaba interiorizada. La única manera que tenía cada uno de devolverla de alguna manera era a través de la obediencia: a la voluntad de dios, a la iglesia. La deuda, al controlar los comportamientos pasados y futuros e influir sobre la moral, suponía una formidable herramienta gubernamental. Lo único que le faltaba era secularizarse",
jueves, febrero 09, 2017
Problemas en el paraíso. Slavoj Zizek.
"La política de austeridad no es ninguna ciencia, ni siquiera en un sentido mínimo. Está mucho más cerca de una forma contemporánea de superstición: una especie de reacción visceral a una situación impenetrablemente compleja, una reacción de sentido común, de las cosas han ido mal, en cierto modo somos culpables, tenemos que pagar el precio y sufrir, así que hagamos algo que duela y gastemos menos. La austeridad no es demasiado radical, como afirman algunos críticos izquierdistas, sino que, por el contrario, es demasiado superficial, una manera de desviar la mirada de las autenticas raíces de la crisis."
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