Mi gran noche
Siempre le he reprochado al cine de Alex de la Iglesia una evidente falta de aseo final en el remate de sus historias. Lo que para muchos era una virtud, para mi siempre era un inmenso defecto. Sus películas siempre terminaban reducidas a una descontrolada persecución entre el dibujo animado y el cine mudo. Y a mi entender esos finales jamás estaban a la altura del inmenso valor que el cineasta proponía en todas y cada una de sus películas porque no tengo la menor duda de que Alex de la Iglesia continúa una de las líneas mas valiosas de nuestro cine, una línea en la que escriben gloriosos nombres como los de Rafael Azcona, Fernando Fernan Gomez, Luis Garcia Berlanga o el italiano Marco Ferreri. Siempre se ha reprochado al cine español contemporáneo su falta de conexión con la realidad española, pero, y siempre para mi gusto, la presencia de Alex de la Iglesia contradice claramente ese planteamiento. Porque si algo hace su cine es, entroncando con el esperpento vallinclane...