sábado, diciembre 20, 2003
("Crónicas de motel", Sam Shepard)
jueves, diciembre 18, 2003
miércoles, diciembre 17, 2003
1
Todos los devoradores de películas tenemos también nuestro corazoncito, un estado del alma muy personal donde nuestros ojos van guardando películas que de lo contrario tendrían muy difícil acomodo en los rectilíneos anaqueles de nuestro educado y docto gusto. Películas que... lo reconocemos, no son redondas ni perfectas obras maestras desde el punto de vista del forjado personal criterio.
Son películas que simplemente nos gustan.... No sabemos por qué. Peliculas que nos llaman en la noche con una voz muy familiar, que ya hemos escuchado antes.
En mi caso 'Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto' es una de ellas.
2
Me alegro mucho de que a mi amigo F.S. también le guste.
Compartiendo mesa y mantel en una cena y poco antes de subirse al escenario del Honky para convertir el Manzanares, a golpes de su guitarra eléctrica, en un afluente más por la izquierda del Mississipí, acabamos hablando de 'Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto'. Me citó su largo título deseando terminar, como si ya estuviera escuchando mi 'no la conozco' por respuesta.
El también se alegró de que a mi me gustara.
Hablamos de que era una de las pocas películas de Andy Garcia que merecían la pena, que Christopher Walken estaba espléndido, de Steve Buscemi y de Treat Williams. Nos reímos con la palabra 'alforfones', hicimos alguna rima previsible y continuamos cenando no sin antes desearnos 'copas de yate'.
No teorizamos.
3
A los que no han visto la película les diré que desear 'copas de yate' es una forma de desear tus mejores deseos a un amigo.
Imaginad.
Ya lo habeis conseguido! Todo ha salido bien. Estais a salvo y descansais bajo el cielo azul, mecidos por un mar en calma que os contagia su tranquilidad. Las preocupaciones y problemas han quedado más al Norte, abandonadas en cualquier sucio callejón de una ciudad fría y gris. Es entonces cuando las copas saben mejor.
Son las copas de yate y no todos viven lo suficiente como para tener la oportunidad de tomarlas.
Pero éso no importa, se vive para intentarlo.
4
El punto de encuentro para los admiradores de 'Casablanca' es desde hace mucho tiempo un lugar atestado.
Admirar una obra maestra es fácil, su talento siempre está concentrado en torno a la media aritmética de la estética. Incluso, el acuerdo en las bondades de ésta u otra película acaba siendo un acto social de asentimiento en el que el aprecio por la obra en sí se pierde. Lo que queremos es gustar, ser aceptados y encajar. Si mentimos y decimos que nos gustan, todos nos creen. Nunca hay problema.
Lo difícil es coincidir en uno de esos pequeños milagros.
Toparse con un amigo en medio de un desierto lugar que nadie visita. Quizá por eso existe la amistad, por esos encuentros en aislados lugares del espíritu.
5
Como se que todos vosotros estais tramando algo, que teneis un plan para salir adelante y que, de funcionar, podréis retiraros, aceptad mis buenos deseos. Para todos vosotros: ¡¡copas de yate!!!
Termino de ver 'Relampago sobre el agua', una suerte de testamento cinematográfico del gran director Nicholas Ray filmado por el alemán Wim Wenders. Siempre he querido verla y, desde luego, mi fracaso no se ha equivocado en ese deseo (los grandes anhelos como la paz interior o el futuro siempre se le han dado mal, pero jamás se ha equivocado con los pequeños, los que de verdad importan: una imagen poderosa, una piel desnuda en los oscuro, una buena melodía siempre salvadora,...)
2
En su final, un junco navega por la desembocadura del Rio Hudson.
Al fondo brilla la ciudad de Nueva York.
Nicholas Ray ha muerto y, en el interior del barco, un miembro del equipo de rodaje, brinda por todos los desplazados del mundo, por todos los 'outsiders' que, como el propio Ray en el caso del cine, tenían otras historias diferentes que contar. Es una especie de funeral irlandés lleno de alemanes.
Enseguida, el relato vuelve a una gran panorámica exterior. A una perfecta metáfora visual de ese desplazamiento del cual el propio Ray hacía gala media hora antes. El rollo de Hollywod terminó por no gustarle. Su historia era otra.
3
La occidental ciudad y la oriental embarcación conviven en un mismo plano, comparten el mismo espacio y el mismo tiempo. Una vez más, el poderoso milagro de la imagen se produce. Ante su magia, mil y una palabras palidecen hasta desvanecerse.
Lo harán siempre.
miércoles, diciembre 10, 2003
La enfermedad de los días y la medicina de las noches.
Todo lo que nos pasa.
La enfermedad de las noches y la medicina de los días.
Inmenso mar de causas y azares,
fino entramado de antecedentes y consecuentes,
de circunstancias y situaciones
que nuestra mente no puede abarcar.
Secreta lengua punzante
que nuestra mente escucha,
que nuestra boca no puede hablar.
Y sobre todo ello la voluntad y el sentido,
la perseverancia en el esfuerzo de ser,
de modelar un mundo a la cambiante imagen y semejanza
de una certidumbre mortal,
castillos de arena que el mar entrega,
ingenios que muy pronto se vuelve a llevar....
El vaso de vino,
la brisa y el mar.
Ellos siempre están.
martes, diciembre 02, 2003
viernes, noviembre 28, 2003
A veces me pregunto si el pragmatismo no hos hace aún más esclavos, si aceptar el curso de los acontecimientos tal y como es no es la forma de pensar de los que tiene miedo a la libertad.
Aún no tengo la respuesta.
Lo único que tengo es la impresión de que todos los suelos en donde ponemos confiados nuestros país de alguna u otra forma siempre pertenecen a otro... Aunque no es la primera vez que me equivoco, éso también es cierto.
II
¿Dónde está nuestro suelo?
Ese que sólo nos pertenece a nosotros y en cuya superficie nuestros pies se asientan como la mano dentro de un guante.
¿Sabemos reconocerlo?
Y sabiendolo o no, ¿lo sabremos?
Y sólo en el caso de que nos inquiete esta pregunta (porque los gustos y las inquietudes siempre se han contado por cientos)
¿Por qué no el mar?
¿Por qué no el cielo?
¿Por qué siempre la tierra cuando su estabilidad es una ilusión y su índole es la misma que la ilusión sobre el color azul del cielo?
III
Por arriba, la realidad del azul es un insondable abismo negro.
Por abajo, la tierra tiembla y se desplaza sobre mares de fuego.
miércoles, noviembre 19, 2003
viernes, noviembre 14, 2003
Cuarenta y tres minutos de la segunda parte.
Cero a cero.
La Juventus atacaba.
Dubitativo, Tacchinardi tenía el balón en la mitad del campo del Deportivo de la Coruña mientras Del Piero, siempre a la espalda de su marcador César, seguía con atención el juego.
De pronto, surgió la línea de pase que el rubio centrocampista esperaba. El checo Nedved se desmarcaba en profundidad por el carril del interior izquierdo con la velocidad y potencia de un tren expreso. Nadie del Deportivo podía seguirle y hacia allá Tacchinardi mandó el balón con el perfecto pulso del delineante que tira una línea sobre el plano.
En ese mismo instante, la defensa del Depor corrió hacia delante buscando, con su perfecta sincronía, dejar en fuera de juego a los delanteros del equipo italiano. Del Piero se movió con ellos, sin dejar la espalda de César y, a la vez, muy pendiente de la carrera de su compañero.
La parte interna del pie del checo llegó al balón haciendo inútil la entrada del defensor.
Entonces se produjo el momento que llevaba esperando el delantero. No estaba en fuera de juego y podía atacar.
Con un movimiento felino, se giró para buscar el balón que, trazando una pequeña rosca, llegaba al corazón del área deportivista.
Sabiendo que el delantero había ganado la iniciativa a su defensa, Molina salió de su portería intentando atrapar el balón que el delantero italiano ya tenía al alcance de su pierna. Podía atraparla, pero Del Piero se lanzó sobre el área. Deslizándose por el césped interceptó la trayectoria de un balón que ya parecía en las manos del portero.
Lo siguiente fue el gol.
Tras pegar en el larguero, la pelota entró.
2
De vuelta a casa y en el taxi, el espectador recuerda esa jugada mientras el conductor calla y conduce. En verdad, fué un precioso encaje de filigranas.
En un momento de arrebato, el espectador quisiera compartir su alegría con el otro ser humano que ocupa el pequeño habitáculo en movimiento... pero no lo hace. La lucidez regresa a su arrebatado espíritu devolviéndole la calma. No puede preguntarle si ha visto el partido, si no ha visto el pedazo de gol que la Juventus le ha marcado al Deportivo.
Es inútil. El taxista no ha jugado con él a la PlayStation.
miércoles, noviembre 12, 2003
martes, noviembre 04, 2003
La alargada sombre del sueño que le mantuvo ocupado es, más que presencia, puro olvido.
Aunque acaba de despertarse se siente cansado.
Bosteza.
Se estira. Las puntas de sus dedos casi alcanzan el frio final de la funda nórdica.
En su despertador, los parpadeantes digitos verdes le dicen que todavía le restan cinco minutos. Luego, la alarma sonará y volverá a empezar esa vida que tan poco le gusta.
Hace frío. Decide guardarse lo más posible bajo su blanca funda de plumas. Se entierra en el profundo seno del calor propio atesorado durante horas. Casi no puede respirar.
Sin convicción cierra los ojos en busca del perdido hilo de su sueño y sólo encuentra el justo premio de su ausencia.
Deja pasar el tiempo.
De vez en cuando le llegan sonidos de otros cuerpos ya despiertos paredes arriba y abajo... Un grifo que se abre, una puerta que se cierra.
Abre los ojos.
No se engaña.
Sabe que lo que de verdad cuenta es el frío de allá afuera.
lunes, noviembre 03, 2003
Sin embargo, llegó un momento en su vida en el que la conciliación entre las dos vocaciones se volvió problemática. En una de sus notas relacionadas con sus visitas a Eliot, habla de una conversación sostenida en el restaurante Garrik. En un momento de la charla dice Seferis: ``Cada vez se vuelve para mí más difícil pasar del trabajo personal al público.'' Eliot le responde: ``Pienso que el poeta debe tener otro trabajo. No podemos dedicarnos sólo a la poesía, porque creo que una gran parte de la creación poética es inconsciente, y debe haber horas durante las cuales otras cosas ocupen nuestra atención.'' Y Seferis le contesta con una estremecedora sinceridad: ``Sí, pero el problema surge cuando esas `otras cosas' comienzan a intervenir en nuestro inconsciente. Tuve la impresión de que mi trabajo público se hacía peligroso precisamente cuando sentí que se asomaba ahí; cuando comenzó, a principios de la guerra, a aparecerse en mis sueños. Las responsabilidades comienzan por los sueños, como dijo uno de sus poetas. Sin embargo, incluso en aquellos años difíciles siempre escribía, por disciplina, una página o algunas líneas en mi diario. Lo hacía para mantenerme en forma. Eso no puedo hacerlo ahora.
(Conversación entre los poetas T.S. Eliot y Yorgos Séferis extraída de un ensayo sobre Yorgos Séfris escrito para Internet por Hugo Gutiérrez Vega)
Excepcional ocasión para que a todos nos salga ese hortera que todos llevamos dentro.
Boda real, patente de corso....
(Un veterano periodista cree ver cómo el Principe quiere retener un segundo más de lo necesario la mano de su prometida en la única filmación que existe de la pareja antes de que se hiciera pública su relación y yo no veo nada.
Otro tertuliano considera que la mejor cualidad de la novia es su carácter DISCRETO... Felipe II aún no ha muerto.
Las declaraciones de sus compañeros de TVE llenas de lugares comunes (ya sabía yo que ella escondía algo) y de anécdotas insulsas elevadas a la categoría de Episodio Nacional (y en ese momento ella cayó como si la impulsara a hacerlo el paso de un gran secreto).
Una colaboradora de un programa de radio lamentando no ser ella la novia.
El concepto 'la alegría expresada por la gente sencilla'.
Un tipo que, desde la radio, me desea a mí, como oyente, la enhorabuena.
La canción que ahora mismo escribe Leonardo Dantés.
Los desaforados esfuerzos por resucitar el rosáceo mito de Sissi.
El concepto 'Que se nos casa Felipe'
Los parabienes de transeúntes y vagabundos ante la cámara.
La opinión de Luis María Ansón.
El concepto '¡que tenemos boda, que tenemos boda!'
La Casa Real posicionandose al nivel de las Grandes Casas Reales Europeas, según Jose Manuel residente en Arenas de San Pedro.
La opinión de Jaime de Peñafiel.
La confusíón de la novia con Leticia Sabater: ¿dónde está la 'zeta'?
La radiante y muy escotada felicidad de Terelu Campos.)
Boda real que desencadena la España irreal y absurda
El metacrilato y el brasero, el andamio y el hipertexto unidos por la incontenible alegría.
¿Dónde estabas tú cuando se produjo la gran noticia?
¿En la cola del paro u oliendo a muerto?
¿siendo despedido o despidiendo?
La España de las bodas y de los bautizos nos sale una vez más de dentro mientras el fantasma de un Luis García Berlanga todavía vivo se revuelve en su tumba valenciana imaginando cientos de planos-secuencia, otorgando el papel de rey a Luis Escobar en un casting metafísico y perfecto, pensando en Saza para el papel de suegro....
Los buenos deseos siempre formulados tras escupir en el suelo.
Antropólogos del mundo, ¿dónde estais para analizarnos en nuestro esperpento?
La escopeta nacional ya está disparando, tiene perdigones nuevos.
¿Envidia o hastío ante el nuevo avatar absurdo de nuestro pais-pueblo?
Dos semanas en otra ciudad y estaré como nuevo.
Yo no valgo para ésto.
lunes, octubre 27, 2003
Ha asomado el brazo por la ventanilla y allí lo deja estar, ingrávido, mientras el coche ruge salvaje carretera adelante como un hambriento predador a la caza de la fugaz línea del horizonte.
De vez en cuando ella se gira y le sonríe, pero él no se da cuenta. Simplemente conduce con la mirada entregada al mágico secreto que encierra el final de cada curva. Un secreto que la realidad de haber llegado hasta allá jamás le confirma.
Muy pronto caerá la noche.
Muy pronto esa esquiva línea será aún más incierta.
La muerte, rea1idad apenas contemplada en la filosofía zen como fin de las cosas, sino como inicio de una nueva, diferente y desconocida realidad, juega un destacadisimo papel en la obra de Akira Kurosawa. La muerte no es un elemento gratuito en la ficción, a pesar de la espectacularidad de los combates en Los siete samurais, El trono de sangre, Yojimbo, La fortaleza escondida o Ran:, masacre, sangre y destrucción suponen las terribles vibraciones de una vida dominada por la ambición y la sed de poder, la inevitable salida a la lucha por la supervivencia, el camino que lleva a la consecución de la dignidad, la justicia, y la libertad. Para Kurosawa, la presencia de la muerte en sus películas no es un medio para exorcizar los miedos que despierta, no es la forma para conocerla mejor, y en consecuencia, prepararse para su llegada, no es un enemigo a batir en la lucha contra su terrible certeza. La muerte es el elemento clave para articular un hermoso canto sobre la necesidad de virvir intensamente, de absorber cada momento, cada gesto, como parte importante de ese camino que, como antes hemos reseñado, resume el mensaje de nuestra existencia. Vivir y Madadayo son clarísimos ejemplos de esa idea épica humanista que rezuma el arte de Kurosawa.
(Reseña sobre el estudio "Akira Kurosawa. Apuntes sobre el cine de Su Excelencia El Emperador" de Antonio José Navarro y Tomás Fernández Valentí, publicado en Dirigido por, Octubre- Noviembre de 1998, números 272- 273. )
jueves, octubre 23, 2003
"La vida humana sólo dura un instante, es necesario tener la fuerza de vivirla haciendo lo que más nos gusta. En este mundo fugaz como un sueño, vivir en el sufrimiento no haciendo más que cosas que nos disgustan es una pura locura. Sin embargo, este principio, mal entendido, puede ser nocivo, por ello he decidido no enseñarlo a los jóvenes... "
Hagekure. Código del Samurai
martes, octubre 21, 2003
¿Quieres ver el maravilloso y flipante trailer?... Por cierto, necesitas QuickTime.
Son las nueve de la mañana
y toda la ciudad parece afanarse en no llegar tarde.
No tengo prisa.
Mi velocidad es otra mucho más lenta.
A mi alrededor el metal chirría y ruge.
La máquina de picar carne ha vuelto a encenderse
y obedientes todos se dirigen a su metálico crater,
siendo cada uno de ellos su propia ofrenda de tiempo y cadenas.
El alma a cambio de una segunda residencia en la sierra.
No tengo prisa.
Escucho el torrente correr entre somnoliento y desbocado,
escucho también su sisífica caída por el abismo de un día más sin huella.
La lucidez de estar en la orilla lentamente me ciega.
Well you've been on a fast train and it's going off the rails
And you can't come back can't come back together again
And you start breaking down
In the pouring rain
Well you've been on a fast train
When your lover has gone away don't it make you feet so sad
And you go on a journey way into the land
And you start breaking down
'Cos you're under the strain
And you jump on a fast train
You had to go on the lam you stepped into no-man's land
Ain't nobody here on your waveband
Ain't nobody gonna give you a helping hand
And you start breaking down
And just go into the sound
When you hear that fast train
And you keep moving on to the sound of the wheels
And deep inside your heart you really know oh, just how it feels
And you start breaking down and go into the pain
Keep on moving on a fast train
You're way over the line next thing you're out of your mind
And you're out of your depth in through the window she crept
Oh there's nowhere to go in the sleet and the snow
Just keep on moving on a fast train
You had to go on the lam stepping in no-man's land
Ain't nobody here on your waveband
Nobody even gonna lend you a helping hand
Oh and you're so alone can you really make it on your own
Keep on moving on a fast train
Oh going nowhere, except on a fast train
Oh trying to get away from the past
Oh keep on moving keep on moving on a fast train
Going nowhere, across the desert sand, through the barren waste
On a fast train going nowhere
On a fast train going nowhere
(Van Morrison)
lunes, octubre 20, 2003
sábado, octubre 18, 2003
1
Antes de nada he de decir que soy un fan absoluto de la película tal y como quedó montada en el año 1978, pero que los resultados de la nueva cinta mejoran áun más los resultados.
Con esos veinte minutos añadidos el ritmo de la película no se resiente e, incluso, ese fluir preciso mejora en claridad puesto que la mayor parte del material añadido corresponde a la primera parte de la película, a la del planteamiento de la trama. Los siete tripulantes aparecen más, mostrándose de mejor forma el juego de interacciones que se producen entre ambos.
Por lo demás, y aunque algunos efectos especiales 'canten' por antiguos, Alien es una película que siempre funciona. Quizá, la mejor obra de su director Ridley Scott.
2
Con maneras góticas -la refinería que el remolcador Nostromo arrastra simula una vieja mansión encantada de pasadizos secretos y pasillos oscuros- , la historia apela al animal que todos llevamos dentro y al temor que se animal tiene a ser devorado por un superpredador más fuerte e invencible.
El poderoso hombre que siempre pensamos que seremos en un futuro lejano -nuestra confianza en el futuro siempre es inmensa- es puesto contra las cuerdas por otra raza de criaturas en cierto sentido más primitivas que la cultura que las descubre en un asteroide perdido. Los alien asemejan animales incapaces de, como nosotros, asociarse y generar una cultura propia pero, por otro lado, resultan ser unas criaturas letales, absolutamente preparadas para sobrevivir y perdurar como especie.
Alien convierte el supertecnológico futuro de la Nostromo y sus tripulantes en un olvidado pasado pretecnológico, cuando los hombres vivían solos, en cuevas, constantemente amenazados por un mundo paleolítico siempre dispuesto a devorarlos.
El sueño de alcanzar las estrellas es como cualquier otro: puede convertirse en pesadilla, la pesadilla de terminar volviendo al punto de partida.
3
- Sonidos de Alien
- Imágenes de Alien
lunes, octubre 13, 2003
Me gustó mucho ver 'Te doy mis ojos', la nueva película de Iciar Bollaín.
Eran las ocho y media de la tarde de un domingo más y andaba yo a palos con el sueño -la noche anterior sólo había dormido dos horas y por varios motivos no hubo siesta de por medio-. Me temía lo peor, pero la película consiguió despertarme e incluso emocionarme. Me dió lo mejor y acabó saliendo del cine a mil kilómetros del sueño absolutamente fascinado con todo lo que adivinaba en las miradas de sus dos protagonistas, intuiciones que no hubieran sido posibles sin la genial interpretación de Laia Marull y Luis Tosar.
2
Huyendo de soluciones argumentales más sensacionalistas y quizá más demagógicas por lo superficial, la directora se mueve en terrenos más movedizos.
Dar los ojos no es otra cosa que una hermosa metá¡fora sobre las relaciones personales llevadas a un último extremo. Cuando uno da su mirada está también dando al sujeto que está detrá animandola y éso es lo que pretende el personaje encarnado por Luis Tosar. Quiere el control total de ese sujeto. Convertirla en un elemento más de un paisaje forjado en el fracaso y en la mediocridad, a espaldas de una realidad que constantemente le supera y cuestiona.
Ante ello, la única solución es refugiarse en la casa para por lo menos ser el incuestionable señor de esos escasos ochenta metros cuadrados. Transformarse en la única fuente de sentido, soberano absoluto y dictador de las dos personas que viven con él. Se abandona la lucha fuera y el hogar se convierte en la última posición, la de la resistencia desesperada y la lucha cuerpo a cuerpo hasta la muerte.
Y la lucha no tarda en producirse porque ella no está dispuesta a ser el sujeto pasivo de la vida de nadie, un mero elemento del paisaje que el demiurgo quita y pone a voluntad. Primero sin ser consciente de su propia reivindicación de identidad y luego, más adelante, despertada a gritos y empujones, cuando se disipa la bruma del amor, de una forma intencionada y precisa.
Ella quiere vivir y él, borracho de su porpia muerte, no está preparado para semejante 'traición'.
Por amor ella le da sus ojos, pero sólo por amor. Pero a él se le escapa la grandeza de ese gesto. No puede comprenderlo. El bosque de su fracaso vital le impide ver el arbol de un amor sincero.
3
Ambos personajes, en el fondo, luchan por su propia supervivencia y componen versiones antagónicas, el lado luminoso (ella) y el oscuro (él) de un mismo hecho. El triunfo y el fracaso, el afán de superación y el afán por no ser superado.
Sólo por amor ella se hundiría con él, pero al mismo tiempo es él quién la libera de semejante compromiso con su esfuerzo por mantener en el hogar un orden que, para éll, ya no existe puertas afuera.
Un orden que ella cuestionará siempre porque ella no es quién él cree que es. Ella quiere vivir. Opina. Tiene ideas e iniciativas. Es un sujeto con mirada propia
Incapaz de la menor reflexión e introspección, víctima de siglos de fracasos, él no puede salvarse. No está en absoluto preparado para ser él mismo -porque ni se gusta ni se acepta- y tampoco puede soportar que los demás sean ellos mismos -porque un día le mirarán y quizá le ven tal y como él se ve- y los unicos seres que aún puede controlar son los más cercanos y próximos.
4
'Te doy mis ojos' es una gran película sobre el fracaso, un final que siempre empieza por la incapacidad para ser uno mismo y, como consecuencia, siempre termina en la imposibilidad de comunicarse.
Cansados, los otros siempre terminan alejándose, especialmente si son como ellas: seres libres capaces de sentir las emociones más puras, capaces de entregarse a sí mismos y a su libertad por amor.
Ojalá jamás cometamos el enorme pecado de no reconocerlos y el aún mayor de recurrir a la violencia para intentar retenerlos.
domingo, octubre 12, 2003
"Qué tierno es el abrazo, el roce
de su piel, tan suavísima, en la mía.
Qué agradable es tener una mujer.
Y qué grato el cansancio placentero
que adormece la sangre dulcemente."
2
"Y estoy envejeciendo. Mas rechazo
esta figura mía en el camino
del penúltimo tramo de la vida.
Antes tengo que usar la juventud.
Estos años atrás, que dicen jóvenes,
tuve que dedicarlos a buscar
amor, gloria, dinero... No podía
detenerme a vivir. Era lo urgente
atrapar el amor, gloria y dinero.
Debía sorprenderlos en atajos
que irían señalándome mis obras.
¡Estaba tan seguro! Ganaría
un lugar prominente en el Olimpo.
Y trabajé y sufrí. No tengo nada.
Necesito más tiempo de ser joven
pues trabajé y sufrí para poseer
amor, gloria y dinero siendo joven.
Y nada he conseguido. Ni ser joven."
José María Fonollosa. La destrucción de la mañana
(Poeta catalán perteneciente a la generación de 1916 según Ortega-Marías; tambien conocida como Primera Generación de Postguerra por haberse manifestado, como grupo, en los años cuarenta.)
Más Fonollosa
Regresábamos en coche desde Toledo y frente a nosotros, carretera adelante, un resplandor anaranjado se erigía al otro lado de la línea del horizonte. Bajo tan intangible cúpula sabíamos que se escondía el constante incendio bullicioso de las calles y las aceras que tan bien conocíamos. En alguna parte de aquel futuro que se materializaba ante nuestras miradas -un tanto alcoholizadas- se encontraba nuestro lugar en el mundo. No pertenecíamos a la impenetrable oscuridad que por todas partes nos rodeaba, sino a aquel incendio cuya alargada sombra se prolongaba cielo arriba.
Por un momento traté de imaginarme a mí mismo abandonado, en medio de aquel inhóspito espacio sin marcas ni huellas. Interrogando a los dioses y escuchando el silencio de las estrellas. Intentando palpar algo parecido a un seguro camino a casa... ¡Qué gran invento el de la luz! De la grandeza de su hallazgo hablan sus míticos orígenes, su espúreo carácter de preciada posesión robada por el hombre a los adocenados y desprevenidos dioses.
Y había mucha luz allá delante, en la ciudad. Un lugar al que todos regresábamos en fila india, como hijos obedientes, y que comenzaba a erigirse frente a nuestro cansancio como un enorme barco fondeado en la inmensidad de un ignoto mar de noche.
El maldito objeto de ese imposible delito persistiendo real ante nuestros ojos incrédulos.
lunes, septiembre 29, 2003
De esta situación, Kurosawa escapó como sólo los más grandes pueden escapar: filando 'Dersu Uzala' en 1975, con dinero de la Unión Soviética.
El oscar de hollywood a la mejor película extranjera le fue otorgado y con la estatuilla en el kimono Kurosawa pudo obtener la financiación necesaria -via George Lucas y Steven Spielberg- para realizar, en 1980, Kagemusha, también conocida por 'La sombra del guerrero'.
Situada entre dos obras maestras como 'Dersu Uzala' y 'Ran' (1985), Kagemusha cuenta la historia de un gran señor feudal que, en trance de controlar todo el Japón, cae herido de muerte en el asedio de una fortaleza. Su gran preocupación en su lecho de muerte es que su clan se debilite con su prematura marcha y ésta inquietud se materializa en un último deseo: su muerte no debe trascender durante tres años y medio. Un ladrón, perfecta imagen del señor, deberá ocupar su lugar durante todo ese tiempo.
Al principio todo irá bien, pero, como siempre, ese gran pesimista llamado Kurosawa no puede evitar contarnos cómo todo se va torciendo y encaminandose a un final fatal, un final dramático que los errores humanos y locuras aún más humanas no pueden sino preparar.
El señor de Shingen pretende que el orden por el que tanto ha peleado persista después de su muerte: un doble puede reemplazarle y garantizar con su presencia el éxito de su clan; Pero nada es mas vano que los esfuerzos del hombre por intentar dar un orden y un concierto a la comedia humana.
En contra de la conocida idea liberal de que la persecución egoísta del propio interés redunda en el bien común, Kurosawa cree lo contrario. Para él, primero en Kagemusha y más tarde -de una forma más rotunda- en Ran (1985) -Caos en japonés-, la esencia de la vida es un continuo desorden producido por la individual persecución del propio interés.
En este entramado loco y brutal, todo orden, encarnado por los dos señores feudales que protagonizan ambas películas, es una mera situación temporal, un evento inesperado y afortunado que no tardará en desaparecer devorado en el inmenso oceano de la estupidez humana (después de mil y un esfuerzos por pasar por quién no es, el doble de Shengen se descubre jugando con un niño y queriendo montar a caballo).
Más Shakesperiano que nunca y utilizando una conocida frase del dramaturgo inglés, para Kurosawa la vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, contado a voces y que no tiene ningún sentido... aunque tenga como decorado la tranquilidad de un jardín Zen.
viernes, septiembre 26, 2003
Estamos ante la más pura metonimia: el pequeño todo de trece payasos de la tele -solo falta Milikito- mostrando un atisbo de una gran verdad.
Después de todo, y si mal no recuerdo, el término español quiere decir -más o menos- 'los que viven en Hispania'. Es decir, es un término dado por gente que nos vió desde fuera y decidió llamarnos así. Actitud que, por un lado, muestra que el turismo aún no era un gran invent y, por otro, refleja el poco interés que despertábamos en nuestros civilizados convecinos fenicios, griegos y etruscos.
Para todos ellos simplemente eramos los que viven en Hispania y para mi esa definición presenta de forma muy obvia el escaso o nulo interés que el definidor mostraba por lo definido: ¿Quiénes son? Pues lo que viven en Hispania. Ese ruidoso y caótico batiburrillo de enanos cetrinos en el que no merece la pena detenerse a diferenciar (Puedo incluso imaginar el displicente gesto del brazo señalando las verdes costas de Ampurias). Simplemente son ellos, los españoles. No les des más vueltas Asdrúbal. (Quizá también haya algún guiño de complicidad). Hazme caso y no te metas, que cada uno es de su padre y de su madre y es un lio.
Y ahora Nicola se empeña en enseñarnos a tirar de la cadena. También intenta que nos llevemos bien, nosotros, un poco más altos y menos cetrinos, mejor alimentados, pero siempre los que viven en Hispania.
Desde los lejanos tiempo del 'pasota' Asdrubal las cosas están cambiando.
¿Conseguirá el macarra pero voluntarioso Nicola un mínimo orden, un suficiente concierto que satisfaga su exigente gusto europeo?
No lo se, pero escribir con mierda en la pared del retrete ya me parece un gesto desesperado.
jueves, septiembre 25, 2003
un tímido instante de honda proximidad
acompasadamente sentido por sus cuerpos
agotados en una larga noche sin tregua ni sueño.
La luz del sol, avanzando sobre las despeinadas sábanas,
enmarca y define la terminación de su tiempo.
El adiós es más que una certeza,
pueden tocarlo el uno al otro
en las abiertas yemas de sus dedos.
martes, septiembre 16, 2003
lunes, septiembre 15, 2003
Hablo con mi amigo J. por teléfono.
Con resignación me confirma de que la oferta laboral publicada en las páginas dominicales de un conocido diario corresponde a su puesto de trabajo y yo no doy crédito. Este mundo hace tiempo que lo agotó.
Me dice que aún tiene que confirmar ciertos aspectos y que la vida es así.
Yo le contesto que así de mierdera es lo que es y él no puede estar más de acuerdo conmigo.
Después de colgar, me pregunto cuántas conversaciones de ésta o parecida índole se producen a lo largo del día. Y también dudo ¿es la vida una mierda tan grande como decimos que es o son algunas personas, los que publican ofertas de puesto de trabajo sin avisar a su titular -por ejemplo-, quienes nos llevan a tener ese pensamiento?
Y me viene a la mente el concepto marxista de REIFICACIÓN... A mi fracaso siempre le vienen a la mente estas ideas y no pensamientos tan constructivos -como por ejemplo publicar a traición ofertas de trabajo- y por eso es mi fracaso y yo tanto le quiero...
En resumidas cuentas, se produce la reificación cuando una obra del hombre deja de convertirse en objeto para pasar a ser un sujeto con identidad y vida propia. Marx lo usaba pare referirse a la mercancía y al hecho de que se olvidara el trabajo humano que se esconde tras su presencia hecha valor.
Honestamente pienso que lo mismo pasa con esta mierda de mundo en donde vivimos: los hombres que lo hacen peor de lo que ya es con su absoluta falta de decencia y sentido humano de la vida se esconden detras. Al fin y al cabo, la naturaleza es lo que es. Un absurdo mecanismo triturador al que no se le pueden pedir peras porque es un olmo. Una ciega mecánica que nos tritura a cada segundo que pasa y punto. No es ni malo ni bueno. Es lo que es. Las reglas de un juego en el que nadie nos pidió permiso para hacernos jugar y en el que acabaremos perdiendo -la vida por lo menos-.
Pero, y una vez sabido ésto, que es muy triste y tal y esas cosas ¿qué papel juega el hombre en todo ésto?
Racionalidad, conciencia, moral... ¿Instrumentos para hacernos más agradable este viaje a ninguna parte? ¿Aquello que hace del hombre la obra cumbre de la creación? Permitanme que me ría. Putas bestias peleando por medio acre de infierno es lo que somos. Animales con infulas. Nuevos ricos de la naturaleza sin cojones para otra cosa que no sea la propia supervivencia... La distancia que nos separa de los animales no es tanta.
martes, septiembre 09, 2003
As I walked out on Laredo one day,
I spied a poor cowboy wrapped in white linen,
Wrapped in white linen as cold as the clay.
"I can see by your outfit that you are a cowboy."
These words he did say as I boldly walked by.
"Come an' sit down beside me an' hear my sad story.
"I'm shot in the breast an' I know I must die."
"It was once in the saddle, I used to go dashing.
"Once in the saddle, I used to go gay.
"First to the card-house and then down to Rose's.
"But I'm shot in the breast and I'm dying today."
"Get six jolly cowboys to carry my coffin.
"Six dance-hall maidens to bear up my pall.
"Throw bunches of roses all over my coffin.
"Roses to deaden the clods as they fall."
"Then beat the drum slowly, play the Fife lowly.
"Play the dead march as you carry me along.
"Take me to the green valley, lay the sod o'er me,
"I'm a young cowboy and I know I've done wrong."
"Then go write a letter to my grey-haired mother,
"An' tell her the cowboy that she loved has gone.
"But please not one word of the man who had killed me.
"Don't mention his name and his name will pass on."
When thus he had spoken, the hot sun was setting.
The streets of Laredo grew cold as the clay.
We took the young cowboy down to the green valley,
And there stands his marker, we made, to this day.
We beat the drum slowly and played the Fife lowly,
Played the dead march as we carried him along.
Down in the green valley, laid the sod o'er him.
He was a young cowboy and he said he'd done wrong.
(Johnny Cash, Streets of Laredo)
domingo, septiembre 07, 2003
Los buenos planteamientos, la interesante idea (procedente del comic) de hacer ficción con personajes que ya llevan más de un siglo en ella, la sombría y muy lograda puesta en escena (con alguna excepción lamentable como todas las aquellas que suceden al aire libre y en el puente del Nautilus, que más se parecen a un capítulo tonto de 'Vacaciones en el mar' -aunque sin niña explotada ni sobrecargo drogadicta- que a otra cosa) de un Londres fin de siglo y, finalmente, el propio Sean Connery se diluyen en una boba persecución cuyas claves cualquier espectador con memoria y experiencia en ese tipo de cine puede perfectamente prever.
Y es que lo último que debe hacer la ficción es decepcionarnos. Su última responsabilidad, creo, es la de proporcionarnos un espacio donde nuestras expectativas sean verdaderamente colmadas. Para disgustos y contratiempos, la realidad ya se basta por sí sola y no creo que nadie se meta en un cine para recuperar esas sensaciones que, precisamente, deseamos olvidar en la entrada.
A este respecto, 'La liga de los hombres extraordinarios' es una película llena de ordinariez y que tiene el dudoso honor de convertir al malvado Moriarty en un miserable negociante, al poetico Nemo en un karateka recién salido de una película de John Woo y al trágico Doctor Jekyll en una marica histérica.
En fin, diversión para después de la sesión de 'electro-schock' con algún que otro detalle a tener en cuenta:
- la presencia del incombustible Sean Connery. Una de las pocas estrellas con que cuenta el estrellado (en el pavimento) cine actual ¿Qué sería de este engendro sin su presencia divina, por encima de todas las cosas? Quizá, la versión cinematográfica de 'Los Chiripitiflauticos'.
- la sinuosa y ladina interpretación que del sinuoso y ladino Dorian Gray hace Stuart Townsend
- el diseño rutilante del Nautilus, realmente majestuoso y más parecido a una opera acuática que a una nave.
Y poco más. Demasiado poco para casi dos horas de metraje.
Contratando a Jack 'El Destripador' hubieran terminado antes.
Tras otra deliciosa y refinada sesion de sadomasoquismo consistente en encontrar alguna oferta de trabajo interesante en las webs de empleo, mi fracaso escucha una y otra vez las canciones del ultimo disco de Jhonny Cash -y algunas del anterior- y no puede evitar pensar en el existencialismo y especialmente en las ideas de Martin Heidegger (el rey sin corona de la filosofia del siglo XX) a proposito de la obra de arte y, en concreto, de la poesia.
Quiza por eso mi fracaso es mi fracaso, porque no piensa en otras cosas... Pero esa es otra historia.
Como dijo Jack 'el Destripador', vayamos por partes...
1
'La manifestacion del ser del hombre y con ello su autentica realizacion acontece por la libertad de la decision. Esta aprehende lo necesario y se mantiene vinculada a una aspiracion mas alta.', escribe Heidegger en 'Holderlin y la esencia de la poesia'.
Esta libertad de decision no consiste en otra cosa que en lo siguiente:
- el ente (la parte fisica y real) que se supone poseido por un ser (la parte simbolica e imaginaria) reconoce ese ser como propio y tambien como proyecto
- Y libremente toma la decision de realizar ese proyecto en el mundo utilizando las cosas fisicas que le rodean y forman parte de ese mundo tomandolas como instrumentos con los que realizar ese proyecto
- Y ¿por que? Porque descubre que su razon de estar en el mundo es la realizacion de ese proyecto
- Tambien puede tomar otras decisiones. Es libre para ello, pero todas ellas implican no ser quien debiera ser. (cosa que debieron haber hecho los chicos de Gran Hermano o Jim Carrey, por ejemplo)
En este sentido -y en otros- la filosofia de Heidegger es existencialista porque exige al hombre bastarse a si mismo, no apoyarse en un mundo de realidades superiores, en un orden sobrenatural para fundar su existencia, sino escucharse para ser.
Esa voz que el hombre escucha viene del interior de si mismo, de su ser y es responsabilidad de ese ente fisico percibirla para tener una autonomia y un propio proyecto; de lo contrario, y como cosa existente en el mundo para la percepcion de los otros entes, simplemente sera un instrumento mas en los proyectos de otros, una existencia dependiente, no realizada y por lo tanto frustrada.
2
La palabra que nombra a los dioses, es decir, la que nombre ese proyecto o ese ser, es siempre una respuesta a la continua exigencia/invocacion que ese ser nos hace para ser escuchado ('sal del armario, sal del armario', por ejemplo).
Heidegger escribe que 'esta respuesta brota, cada vez, de la responsabilidad de un destino', un destino que el ente asume como propio, como su ser.
3
¿Como escuchar?
Para Heidegger, 'la poesia es instauracion por la palabra y en la palabra. Que es lo que se instaura? Lo permanente.'. El poeta es capaz de nombrar al ente por lo que en realidad es, por su ser.
En este sentido, 'La poesia es la instauracion del ser con la palabra' y lo es, en un sentido social y tambien en un sentido personal'.
Me explico.
Hay poetas reconocidos como tales que pueden ser capaces de mostrar la esencia del tiempo en que viven(asi, pensaba Heidegger de Horderlin) y luego esta el poeta que todos y cada uno de nosotros podemos ser escuchando nuestro propio destino, nuestra propia verdad (porque la existencia es poetica y este es uno de los grandes secretos del cine de John Ford).
4
En la voz de los poetas, esta la voz de los dioses y por eso todos callamos cuando habla uno autentico y verdadero. Abocados al sinsentido de una vida sin trascendencia, una vida frente a la muerte, la presencia de un sentido y vivido como tal nos hace callar.
Como bien escribe el filosofo aleman, 'el poeta esta expuesto a los relampagos de dios' y esos relampagos tambien nos ciegan a nosotros cuando le escuchamos.
'En la poesia los hombres se reunen sobre la base de su existencia. Por ella llegan al reposo, no evidentemente al falso reposo de la inactividad y vacio del pensamiento, sino al reposo infinito en que estan en actividad todas las energias y todas las relaciones', al infinito reposo que nos da la contemplacion de una verdad entre tanta mentira y simulacro.
5.
Y tambien callamos porque 'son los dioses mismos quienes dan esa capacidad de hablar', porque no todos somos capaces de escuchar esa voz interna ya sea propia, ya sea del mundo que nos rodea. Porque no somos capaces de encontrar por nosotros mismos lo que nos es propio y necesitamos claves para interpretar e interpretarnos. Por esa razon tambien callamos, porque queremos saber y sabernos mejor.
5
'Poeticamente el hombre habita esta tierra' y mi fracaso siempre calla cuando escucha la voz rotunda y cavernosa de Johnny Cash.
6
¿Con quien callas tu?
martes, septiembre 02, 2003
Pragmática y ética de la esclavitud.
Sumisión y olvido de uno mismo.
Domingos en el campo y sábados en Alcampo.
Noches que el cansancio vela.
Preocupaciones.
Diario funeral de ese niño que -dicen- todos llevamos dentro.
Existir para dejar de ser.
Papeles y más papeles.
Mil y una manos peleando por un sorbo de agua caliente,
por medio acre de infierno
¿Aún no tienes una estrategia,
un plan de escape,
un proyecto propio de tardes junto al mar,
de mañanas en el parque?
Cuando ya no les sirvas,
creeme,
será demasiado tarde.
viernes, agosto 22, 2003
Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito a la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Se dice que Li Po, el autor del texto que acabas de leer, llegó a escribir más de 20.000 poemas a lo largo de su vida y cosa tan asombrosa encuentra, a mi entender, una explicación más que razonable en una frase que he encontrado en la red atribuída a otro poeta chino, no se si contemporáneo o no, llamado Tu Fu. La frase en cuestión dice lo siguiente: "En cuanto a Li Po, dénle un vaso de vino y les escribirá cien poemas".
Y es que es posible que los poemas no sólo se escriban sino que tambien -y de un modo previo- se vivan con una copa de vino en la mano. Quizá estén ahí, brillando en el fondo de esos instantes precisos que vivimos de la mano de las personas más adecuadas -la luna, la propia sombra o incluso alguien mucho mejor y más cierto-, insuflándoles sentido y vida y sólo los poetas como Li Po sean capaces de captar ese esencial brillo genésico para después trasladar su deslumbramiento al papel.
Leo que las obras de Li Po son un canto a la buena vida y a los placeres, que su tono lírico individualista y desenfadado es experto en cantar las glorias del vino y de la naturaleza y pienso en cuánta poseía encierran todos y cada uno de esos instantes plenos vividos entre el vino y la provechosa compañía de los seres que más queremos.
Todos tenemos algún recuerdo de esos o, por lo menos, así quiero creerlo.
Ante el vino de mi copa
El viento viene del Este
en un palanquín de seda.
Riza el vino de mi copa
el viento de primavera.
Bajo la lluvia de pétalos
de las ramas desprendidos,
como las rosas abiertas
está tu rostro en el vino.
¿Has pensado cuantos años
las glicinas, los almendros,
florecerán tras tus rejas
iluminando tus sueños?
Es hora, niña, que dances
el sol camina al ocaso;
la tarde se va, en la noche,
la juventud, en los años.
La vida, niña algún día
blanqueará nuestros cabellos.
Amor y vino en las copas
antes que se marche el tiempo.
La intemporal epifanía de cabalgar contra los cañones del tiempo
El momento plenamente vivido como ese instante auténtico que nos da sentido y al que pertenecemos.
Y la poesía como una pequeña historia de todos aquellos deseos que existieron plenos y cuyos sentires acompasados ya se desvanecieron en el negro silencio del que venimos -y al que, cuando ya no nos queden más latidos en el pecho, acabaremos regresando descalzos, no tan ciertos-.
miércoles, agosto 13, 2003
Salvo raras excepciones -que ahora cuidadosamente olvido- no disfruto con las historias que son directamente románticas, es decir, que cumplen con todos los requisitos del llamado 'género romántico'.
A cada uno le gusta lo que le gusta ¡Qué le vamos a hacer!
No obstante, no soy un pedazo de carne con ojos... Tengo mi corazoncito, entre otras cosas porque jamás olvido recogerlo del suelo o de la mesilla de noche cuando todo se acaba -que no es por desilusionaros, pero casi siempre termina si no hay dinero, hipotecas o hijos de por medio-... Pero ese es otro tema y yo soy el loco de otro diferente.
Decía que no era un pedazo de carne con ojos.
Disfruto mucho con las historias que aparentemente pertenecen a otros géneros cinematográficos, pero que, en realidad, la línea básica argumental transcurre por el enfangado pantano de las emociones más o menos sentimenales. 'Misión a Marte' de Brian de Palma es una de ellas ('Abyss' de James Cameron otra, por cierto)
Aparentemente hay una historia de ciencia ficción con extraterrestes incluidos, pero, en realidad, todo éso sucede en la superficie. Por debajo corre incandescente el estigio fluir de una emocionante y conmovedora historia de amor.
Todo lo que ves, existe y sucede ante tus ojos, está en función de la decisión que el personaje que interpreta Gary Sinise -con su habitual imposible expresión de haber fallado el penalty que le podría haber dado la final a tu equipo- decide tomar cuando faltan menos de quince minutos para que la película termine y esa decisión no es otra que continuar con el sueño de su novia muerta y explorar la vida en el universo...
Pasmoso ¡Qué mayor prueba de amor puede existir que hacer tuyos los sueños de tu ser más querido!
Guionistas de historias románticas, aprended de una vez por todas.
Cuando no está la persona que tiene la mala suerte de recibir en depósito nuestro corazón (generalmente, para siempre mientras ésto dure), uno puede elegir vivir en un pasado lleno de recuerdos. Esta es vuestra opción más habitual, pero olvidais que también puede decidir vivir de otra forma, hacia delante, viviendo como si fueran propios los secretos y confesados sueños del otro.
Probadlo, de verdad. Renovaros o morid.
Me fascina mucho esa idea y por eso me encantó una película que en su momento a poca gente gustó. (Más bien fue un fracaso económico que ha llevado al pobre De Palma y sus fantasmales y precisos movimientos de cámara a la vieja Europa. Aqui, entre nosotros, ha rodado su última película 'Femme Fatale'). Y, lo que es mejor, me sigue gustando.
Hay algo insano y destructivo en vivir de los recuerdos. Es como si nunca se volviera a abrir la ventana. Por eso la idea de optar por abrirla para mirar y ver, no con los propios ojos, sino con los de ella -o de él- me parece maravillosamente antagónica por vital y positiva.
Todavía estoy esperando una película de amor con ese talante. Quizá, porque -si tengo que elegir- me quedo con los que tienen el coraje de seguir viviendo y que, de no haber encontrado aún a nadie mejor (que no es por estropearlo todo no pareciendo romántico, pero siempre se suele encontrar a alguien), ponen su presente y su futuro a los pies de aquel ser tan especial que con ellos debiera estar viviendolos.
martes, agosto 12, 2003
viernes, agosto 08, 2003
domingo, agosto 03, 2003
Como cuerpos bellos de muertos que no han envejecido
y los encerraron, con lágrimas, en una tumba espléndida
- con rosas en la cabeza y en los pies jazmines -,
así parecen los deseos que pasaron
sin cumplirse; sin que ninguno mereciera
una noche de placer, o un alba luminosa.
(CONSTANTINOS P. CAVAFIS)
La ciudad y los ángeles que escuchan todo ese mar de almas que constantemente no dejan de hablar, de pedir, de lamentar navegando los mil y un caminos de la gran ciudad.
Me encanta esta película, sobre todo esta canción infantil que, si mal no recuerdo, pierde su entonación de canción infantil en el doblaje al español:
“Cuando el niño era niño, era el tiempo de estas preguntas. ¿Por qué soy yo y no soy tú?. ¿Por qué estoy aquí y no allá?. ¿Cuándo empezó el tiempo y donde acaba el espacio?. ¿Es la vida bajo el sol tan sólo un sueño?. Lo que veo y oigo y huelo ¿no es sólo la apariencia de un mundo frente al mundo?. ¿Realmente existen el mal y la gente que es mala?. ¿Cómo es posible que yo que existo no haya sido antes de existir y que alguna vez yo, que existo ya no seré quien soy?.”
Aun me recuerdo conmovido por este principio de una historia que es un hermoso homenaje a lo que de precioso tiene nuestra precaria existencia de seres humanos: encontrarse en otros ojos, las palabras precisas, los más ajustados silencios, la compañía solidaria de los cuerpos, caricias, confidencias, el sol, la lluvia, la verdad del hoy y la fascinante incertidumbre de lo que pasará mañana cuando amanezcamos igual de ciertos que hoy, un poco más desgastados, un poco más viejos.
Una obra que continúa conmoviéndome hasta el final con su puesta de la poesía en movimiento a 24 imágenes por segundo.
Una obra que habla solo a aquellos que están dispuestos a escucharla, una joya que brilla entre el barro de esta época bárbara con pretensiones de grandeza ilustrada que nos ha tocado vivir.
Los que sienten y piensan muy pronto seran exterminados. Ya no existen poetas guerreros que les defiendan. Los persas caminan Termópilas arriba y apenas se les oponen 300 espartanos.
La historia cabalga también contra ellos.
1
TERMÓPILAS
Honor a aquellos que en sus vidas
se dieron por tarea el defender Termópilas.
Que del deber nunca se apartan;
justos y rectos en todas sus acciones,
pero también con piedad y clemencia;
generosos cuando son ricos, y cuando
son pobres, a su vez en lo pequeño generosos,
que ayudan igualmente en lo que pueden;
que siempre dicen la verdad,
aunque sin odio para los que mienten.
Y mayor honor les corresponde
cuando prevén (y muchos prevén)
que Efialtes ha de aparecer al fin,
y que finalmente los medos pasarán
(Konstantino Kavafis)
viernes, agosto 01, 2003
No tengo sueño y eso que es la vida no es más que éso... o al menos esta es la parte que más me atrae de la película. A lo largo de la misma, el libro 'Rashomon' va pasando por las manos de varios personajes hasta que regresa a su primera dueña (la circularidad maravillosa de 'La Ronde', la vieja película de Max Ophüls).
'Rashomon' es un relato acerca de cómo una serie de personas interpretan el mismo acontecimiento, la misma realidad de distintas maneras... Y es que no podemos hacer otra cosa. Somos pura interpretación de una realidad que se nos escapa de entre las manos como arena.
'Ghost Dog' interpreta la realidad a la luz del Hagakure, el antiguo código de los samurai y su amo Louie también sigue otro código, el mucho más terrenal de una organización criminal, incluso Vin, el compadre de éste, se alegra de ser asesinado de acuerdo con la forma en que debe terminar la vida de la persona que aún sigue creyendo que es -y que desde luego no pasa por morir de vejez-.
Hablaba antes de sueño y ese sueño es la interpretación, el código que utilizamos para descifrar ese caos de sensaciones, estímulos e impresiones que llamamos realidad. No se trata de que esta vida no sea nada en comparación con la otra que nos espera (ja,ja,ja) en el más allá, sino de vivir la que tenemos de acuerdo a la ética y la estética que cada uno decidamos darnos. Ese es el sueño. No hay mejores ni peores caminos, sólo distintos sueños palpitantes y terrestres conviviendo los unos con los otros, debatiendose en la dorada jaula de un espacio y de un tiempo que no nos pertenecen.
A su fragrante luz hasta el final, que en algún momento del más adelante a todos nos aguarda, cobrará sentido.
jueves, julio 24, 2003
Simplemente, uno compra la entrada y se sienta en la butaca esperando ver un terrorífico espectáculo de persecución sangrienta, deseando cagarse de miedo y lo que encuentra es una 'road movie' que transcurre por el paisaje simbólico de una serie B de epidemias y muertos vivientes ¿Y eso por qué es? La respuesta está en el Marketing indiscriminado, quizá desesperado.
'28 días después' parece una especie de subida Mekong arriba -empiezo a pensar que todas las historias que me gustan suben un invisible río Mekong- desde el caos hasta el orden, entendiendo éste como un encuentro con la propia identidad que curiosamente siempre pasa por el compañero de viaje como agente catalizador. Por algo será. Los otros no siempre son un infierno. Por lo menos, no al principio de todo.
No voy a decir que '28 días después' es un brillante ejercicio de 'loquesea', porque no lo es. Tampoco diré que sea una película inolvidable, una obra maestra de esas de las que uno se enamora perdidamente. Simplemente, no es una mala película y, dados los tiempos que corren, no es poco.
1.
La belleza de Jennifer Connelly... sobran las palabras
2.
El estilo con que Ang Lee ha decidido revestir la narración -sobria y llena de pulso, como son todas sus historias-. Los efectos digitales son utilizados para dividir la pantalla... si... aquella cosa que Norman Jewison elevó a la categoría de arte en la primera versión de 'El caso de Thomas Crown'... y dividirla haciendo que parezca que uno está viendo/leyendo un comic de Marvel... Sencillamente, pasmoso.
Por supuesto... a esta maravilla de narrativa orfebrería china -nunca mejor dicho- se une el oficio y la capacidad de hacer interesante lo nimio que tiene Ang Lee
3.
Y por supuesto, el gran Nick Nolte. En toda mi vida de espectador cinematográfico no he visto a otro actor capaz de interpretar tan bien, con tanta verdad, la brutal perdida de control, la absoluta emergencia de la animalidad.
Aún le estoy viendo al borde del derrumbe en 'Aflicción' o hechando los higados en 'La delgada línea roja' ordenando a un escrupuloso capitan la toma de una colina.
Nadie como Nick Nolte para caminar sobre el filo de la navaja cortándose.
Sólo por verle a él, merece la pena este Hulk, que acaba siendo un digno hijo de tan buen y brutal padre.
martes, julio 22, 2003
Se me abren las carnes cada vez que recuerdo que ella está contando en su weblog el final de su relación con él. El horror tiene muchas formas y ésta es una de ellas: la transparencia.
¿Dónde está la ventaja de ser completamente transparente?
Siempre me ha parecido de una gran crueldad la capacidad de poder verbalizarlo todo, de poder superarlo todo.
Todo es pronunciable porque en el fondo nada nos afecta lo suficientemente. El corazón está muy lejos -si es que alguna vez ha estado-, no nos tapona la garganta al querersenos salir del pecho.
sábado, julio 19, 2003
"El negocio del cine se parece a un perro en el que la cabeza representa la parte comercial y el arte solo tiene lugar en el rabo... Muy raramente, el rabo menea al perro"
(Comentario de Joseph Losey, director de cine americano)
Y a mi que me parece que esta idea puede aplicarse a otras muchisimas cosas....
viernes, julio 18, 2003
miércoles, julio 16, 2003
R. acababa de regresar de un viaje de cuatro días por la España 'profunda'. Estaba dispuesto a no dejarse nada en el tintero y como no podía ser menos, J. y yo escuchamos entre carcajada y carcajada sus científicos apuntes de perfecto sociólogo de la vida cotidiana.
Son muchas las cualidades que adornan a R. y una de las más sobresalientes es su capacidad de hablar y entretener. Conozco a pocas personas capaces de hacer de la vida algo interesante. Lo normal es que todos pasemos por los sitios sin fijarnos, sin darnos casi cuenta de los tremendos tesoros que, como el vientre de Paris, ese infierno llamado 'otros' nos ofrece abiertos en canal. Andamos demasiado ocupados en llegar y nos olvidamos de las maravillas que al viajero ofrece el camino y en ese sentido R. es siempre capaz de encontrar la destellante aguja en el burdo pajar donde se asienta la mirada.
Lo de menos era la boda, el acontecimiento; lo principal, el carnaval social, le pequeño o gran baile de máscaras que todos los días bailamos entre todos y alli estaba R. para retransmitirnos los mejores momentos de una nueva edición de las mismas locuras de siempre.
El juego de hipocresía, mentira, cordura y verdad jamás pasa desapercibido para R. que tiene el don de mirar y ver. El resultado, una serie de maravillosos retratos esbozados con finos y rápidos trazos obra de quién sabe ver en los otros lo especial -sea bueno o malo- que hay en cada uno de ellos.
Impagables momentos a la luz de una hoguera inexistente, celebración de alguna de las mejores cosas que nos puede deparar la vida: la provechosa compañía en el espacio y la risa explosionando en el tiempo.
In a little house out on the edge of town
We got married, and swore we'd never part
Then little by little we drifted from each other's heart
At first I thought it was just restlessness
That would fade as time went by and our love grew deep
In the end it was something more I guess
That tore us apart and made us weep
And I'm driving a stolen car
Down on Eldridge Avenue
Each night I wait to get caught
But I never do
She asked if I remembered the letters I wrote
When our love was young and bold
She said last night she read those letters
And they made her feel one hundred years old
And I'm driving a stolen car
On a pitch black night
And I'm telling myself I'm gonna be alright
But I ride by night and I travel in fear
That in this darkness I will disappear
('Stolen car'. Bruce Springsteen)
Irredentos, firmes, inflexibles, ... cabalgando contra un viento de afiladas garras, poderosos en nuestra debilidad.
Siempre adelante, como si 'ayer', 'hoy' y 'mañana' fueran sólo palabras pronunciadas en silencio.
sábado, julio 12, 2003
Durante años, los poemas y textos que más le han impresionado han venido engrosando una especie de diario sentimental de citas y alusiones llamado 'Poemas épicos'. Los que hemos tenido la oportunidad de leerlos y superar el posterior ataque fulminante de la enfermedad de Stendhal sabemos de las maravillas que ese título encierra. Desde Poe hasta Fonollosa, pasando por Panero, Passolinni o Gil de Biedma el listado de poemas épicos es interminable. Toda una experiencia para sensibilidades entrenadas.
No obstante, S. tiene dudas y, conociéndole, no me extraña. Al fin y al cabo, ninguno de los textos han sido escritos por él y S. es sensible y modesto, un hombre tranquilo que asiste escéptico al carnaval del hoy en día sin aprobar apenas nada de lo que sus ojos de perro azul ven. Es normal que tenga dudas. Abrirse el pecho y exponer a la intemperie el corazón es un gran riesgo en un mundo lleno de suelas de zapatos teñidas de rojo. Pero por fin se ha decidido, aunque aún tenga sus dudas de hombre bueno.
Yo le animo. Aprecio su esfuerzo.
Elegir unas palabras ya escritas que te expresan y resumen, hacerlas tuyas, también es un acto de creación ¿para qué empeñarnos en expresar de otra forma aquel sentimiento que consideramos tan perfectamente expresado en un texto que leemos? ¿Por qué no limitarnos simplemente a subrayarlo, a destacarlo del resto haciéndolo nuestro?
Escribir otra vez un poema que ya está escrito me parece un intolerable acto de soberbia y orgullo ¿Es que no puede mirar Gil de Biedma por nosotros? ¿Es que no nos vale lo que Robert Frost entiende por amor? ¿Quién diablos nos creemos que somos?
Afortunadamente mi amigo S. no tiene tanto ego.
viernes, julio 11, 2003
miércoles, julio 09, 2003
Me gustaría que todos le conocierais y, sobre todo, le escucharais.
Hijo de una familia dedicada al negocio del petróleo, su adolescencia fue un cúmulo de rebeliones y huidas de casa, así como un constante entrar y salir de instituciones mentales para tratar sus problemas de esquizofrenia y depresión crónica. Como años mas tarde contaría, "no puedo encontrar una causa," a lo que Townes llamaría unos repentinos estados de "pérdida total de sentido y motivación". Estos ataques le sumergían en un espiral de negra y prolongada depresión: "Tío, muchas veces mi depresión se volvía física, dolía tanto. Me destrozaba, me destrozaba el cerebro, todo mi cuerpo, hasta el punto que sujetaba mi cabeza y gritaba. Han habido veces que cogía mis manos y tenía la sensación, la estraña sensación que si tuviese una máquina y las pudiera cortar, todo estaría bien."
Fuera de cualquier apunte biográfico o musical, lo importante a mi entender de Townes van Zandt es que a través de su música ha sido capaz de pronunciar todas y cada una de las silabas de ese sentimiento llamado tristeza.
Su pronunciación es tan precisa que ni siquiera es necesario que penetres en su música y entiendas sus terribles letras. Simplemente, puedes quedarte fuera, sentado en el porche de tu desconcierto, mientras tus ilusiones atardecen, balanceandote con incierto compas en una chirriante mecedora y dejar que tu tristeza se vista con la suya.
Es mentira. Ni siquiera en esos momentos de garganta seca y espalda quebrada estamos solos.
Un ejemplo:
Tecumseh valley Lyrics
Townes Van Zandt
The name she gave was Caroline
daughter of a miner
her ways were free
it seemed to me
that sunshine walked beside her
She came from Spencer
across the hill
she said her pa had sent her
'cause the coal was low
and soon the snow
would turn the skies to winter
She said she'd come
to look for work
she was not seeking favors
and for a dime a day
and a place to stay
she'd turn those hands to labor
But the times were hard, Lord,
the jobs were few
all through Tecumseh valley
but she asked around
and a job she found
tending bar at Gypsy Sally's
She saved enough to get back home
when spring replaced the winter
but her dreams were denied
her pa had died
the word come down from Spencer
So she turned to whorin' out on the streets
with all the lust inside her
and it was many a man
returned again
to lay himself beside her
They found her down beneath the stairs
that led to Gypsy Sally's
in her hand when she died
was a note that cried
fare thee well... Tecumseh valley
The name she gave was Caroline
daughter of a miner
her ways were free
it seemed to me
that sunshine walked beside her
I got a 69 Chevy with a 396
Fuellie heads and a Hurst on the floor
She's waiting tonight down in the parking lot
Outside the seven eleven store
Me and my partner Sonny built her straight out of scratch
And he rides with me from town to town
We only run for the money got no strings attached
We set 'em up and then we shut 'em down
Tonight tonight the strips just right
I wanna blow 'em off in my first heat
Summers here and the time is right
For racing in the street
We take all the action we can meet
And we cover all the north-east states
And when the strip shuts down we run 'em in the street
From the fire-roads to the inter-state
Now some guys they go racin' in the street
Tonight tonight the strips just right
I wanna blow 'em all outta their seats
We're calling out around the world
We're going racing in the street
I met her on the strip three years ago
In a Camaro with this dude from L.A.
I blew that Camaro off my back
And drove that little girl away
But now there's wrinkles round my baby's eyes
And she cries herself to sleep at night
When I come home the house is dark
She sighs 'baby did you make it alright'
She sits on the porch of her daddy's house
But all her pretty dreams are torn
She stares off alone into the night
With the eyes of one who hates for just bein' born
For all the shut-down strangers and hot-rod angels
Rumblin' through this promised land
Tonight my baby and me we're gonna ride to the sea
And wash these sins off our hands
Tonight tonight the highways bright
Out of our way mister you best keep
Summers here and the time is right
For racing in the street
Tonight tonight the strips just right
I wanna blow 'em all outta their seats
'Cos summers here and the time is right
For racing in the street
Bruce Springsteen
Todo lo demás es sexo.
Un instante antes de la hora bruja, entre un día y otro, cuando el cálido viento de la noche arrastra las cenizas de las horas pasadas a ese limbo extraño del que ya nunca regresarán sino convertidas en recuerdos... Y todos sabemos que los recuerdos no tienen nada que ver con la realidad que una vez fue.
Los recuerdos son otra cosa. Un acto de voluntad de la conciencia nadando firme contra la corriente del tiempo.
Y a mi de vez en cuando me gusta nadar. Pero no a cualquier parte del pasado. Quiero zambullirme en las historias, las anécdotas, los sucedidos, las historias, las buenas historias, los buenos recuerdos. Para lo malo, siempre habrá tiempo. Las incertidumbres del mañana que ya llega se bastan y se sobran para traernos el necesario desasosiego... Pero esa es otra historia, la de otro que no soy yo que prefiero saborear esos instantes mágicos en que la vida pasada trasciende convirtiéndose en una historia que mereció la pena ser vivida.
Y no sólo eso. De su mano, incluso presente y futuro resultan agradables espacios en los que ejercitar el palpitante músculo rojo hasta que ya no queden latidos ni tiempo.
Me gustan los recuerdos, los buenos recuerdos.
Su presencia atrae la risa y con ella siempre llegan los amigos. La confidencia, la conspiración, el sagrado sacramento del secreto compartido por quienes allí estuvieron.
Mañana quiero vivir mucho. Quiero tener más materia, quiero seguir inventando más buenos momentos. No me importa si realmente existieron.
martes, julio 08, 2003
domingo, julio 06, 2003
En concreto, estuve viendo, 'Como Dios'. Un desperdicio de dinero y tiempo a mayor gloria de ese cómico llamado Jim Carrey, un persona que ha sido capaz de hacer un arte del sindrome de 'Tourette'.
Y como siempre no hay palabras para el horror.
Me gustaría poder decir algo más sobre la película, pero es que hay muy poco que decir. Si acaso, lo siguiente:
- que el mejor chiste lo tiene Morgan Freeman
- que no soporto a Jim Carrey en las películas de Jim Carrey ¡Es como pasar dos horas al lado de un cocainómano y sin poder moverte!
- que la gente vende muy barata su risa... ¡Y no se lo reprocho!
- y que, pese a los exitosos esfuerzos de ese gran actor llamado Morgan Freeman, Dios ya no es lo que era.... Ahora se dedica a salvar a los gilipollas.
sábado, julio 05, 2003
Todo el mundo debería verla.
Su contenido en cuanto a las relaciones laborales es de lo más vigente... ¿Que no? Veamos... Son siete profesionales altamente cualificados que son contratados por unos empresarios piojosos para realizar un trabajo muy complicado en unas condiciones laborales bastante lamentables...
Para mí, está clarísimo.
viernes, julio 04, 2003
" Dijiste hace años: En el fondo soy un asunto de luz. Y ahora todavía al apoyarte en la ancha espalda del sueño, aun cuando te hunden en el pecho aletargado del pronto, buscas rincones donde el negro se ha gastado y no resiste, buscas a tientas la daga destinada a perforar tu corazón y abrirlo a la luz." (Yorgos Séferis)
Por cierto, si uno cree que es un tipo sensible pienso que debería leer a los poetas griegos modernos... Más allá de Kavafis está el mar.
Uno de mis profesores en el flamante curso de comercio exterior con el que el INEM pretende reciclarme, añadiendo un título más al habitual fracaso que lleva mi nombre, se llama Paco y os lo aseguro: es todo un personaje.
Para empezar es uno de los pocos hombres vivos que en España aún fuma varios paquetes de ducados al día y para terminar sus sonrientes silencios de pícaro esconden más de 30 años de secretos al pie de las aduanas españolas.
La espuma de todo ese misterio que él viste orgulloso, como si de un uniforme de gala se tratara, se resume en una frase: 'la gente constantemente intenta'... Y a mi me parece genial. Todo un hallazgo.
Paco pronunció esas palabras casi sin quererlo, pareciendo un envejecido Rafael Alvarez 'El Brujo' interpretando al Lazarillo de Tormes, pero en mi modorra de media tarde se hizo la luz. Y es que era cierto. Lo nuestro es intentar. Conseguir siempre es demasiado pretencioso y, seguramente, estadísticamente inexacto.
Estoy convencido de que, si pudiéramos recordar toda nuestra vida paso a paso, día a día, descubriríamos -seguramente- que nuestros intentos triplican o cuatriplican a nuestros escasos y miserables éxitos.
Olvidaros por tanto de ese meloso calvo llamado Dalai Lama, Paco tiene el secreto, un misterio que se esconde en el fondo de sus ojillos pícaros y huidizos, en el final de sus más de sesenta años, apenas entreverado en la fugaz nube gris de su último -pero no definitivo- cigarrillo.
Quizá el éxito no sea lo importante, quizá lo principal sea no perder la capacidad de seguir intentando y, desde luego, Paco no la he perdido ¡Que tengan cuidado todas mis compañeras de curso! Paco está muy atento, quiere seguir intentándolo.