miércoles, septiembre 30, 2009
"G. Mosca y V. Pareto han demostrado infatigablemente que los regímenes representativos de nuestro tiempo, que se bautizan a sí mismos con el nombre de democracias, no difieren, en esencia, de los diferentes regímenes que se han ido sucediendo a través de los siglos: también están dominados por una minoría que traduce poco más o menos en actos la fórmula (o doctrina de legitimidad) que reivindica de palabra. No gobierna el pueblo más cuando se ha decretado que es soberano que Dios en tiempos que los reyes invocaban el derecho divino... Si la democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo para el pueblo, la simple afirmación de que el pueblo no gobierna y que los que él ha elegido para representarlo se aprovechan de la autoridad que ejercen, se convierte en una especie de sacrilegio"
(Estudios sociológicos, Raymond Aron)
martes, septiembre 29, 2009
lunes, septiembre 28, 2009
Es curioso el modo en que algunas personas llaman la atención del autobús que esperan.
Solitarios.
Acentuando los gestos,
saliendo al paso de la máquina
o, al menos, amagando con hacerlo
Siempre perfectamente visibles en la parada para el conductor.
Pero sin poder evitar acentuar su presencia.
Significándose.
Subrayándose.
Sin poder evitar acentuar su presencia,
como si en el fondo, y a pesar de todo, temieran no ser vistos
y el autobús fuera a pasar de largo,
sin pararse a recogerlos.
Quizá porque son ellos mismos quienes no se ven,
cuando se pasan revista ante la fría critica de los espejos
y teman que los demás sientan lo mismo al pasar junto a ellos.
MR. BROOKS
Nadie sospecha que bajo la anodina apariencia de Earl Brooks (Kevin Costner), el hombre de negocios del año en Portland, se esconde un secreto.
El predador de los negocios esconde otro predador no menos peligroso, un cuidadoso y calculador asesino que lleva toda su vida matando y que ha conseguido construirse un castillo de respetabilidad social bajo la cual su otro yo existe y se protege. Al mismo tiempo, Mr. Brooks es un hombre atormentado. Constantemente luchando contra el impulso a matar que le grita desde muy adentro, intentando no escucharlo, pero siempre cediendo ante la poderosa evidencia de su propia verdad, la de ser un psicópata asesino.
Una verdad que, en su fantasía, se ha separado de su cuerpo adquiriendo una entidad propia, la de Marshall (William Hurt), un inseparable amigo que condensa los peores aspectos de su ser y que siempre aparece para abrirle las puertas que Brooks intenta cerrar.
El planteamiento resulta muy interesante, pero "Mr. Brooks" es una de esas películas que no termina de estar a la altura de la propia idea de sí misma.
El duelo que "Mr. Brooks" tiene consigo mismo, el despliegue de su meticuloso talento para matar sin dejar huella, la evidencia de su hipocresía en su otra vida familiar y profesional bastarían por si solos para producir una extraordinaria historia en los límites de lo que se puede o no contar... Pero "Mr Brooks" tiene que compartir su tiempo con otra trama argumental, menos interesante y más rutinaria, que protagoniza Demi Moore, centrada en la investigación policial de sus propios crímenes y que ocupa más espacio del necesario.
Demasiadas cosas una vez más, cosas que restan y que, de forma injustificada, restan protagonismo al inquietante espectáculo del monstruo en su oficio de tinieblas, su hija probablemente heredera de la tradición familiar y el desconocido que chantajea a Brooks para verle matar.
Todo lo demás hace que la historia flaquee y uno tenga la sensación de que a "Mr Brooks" le falta algo para ser una gran película... y no es que le falte... es que le sobra.
domingo, septiembre 27, 2009
INGLORIOUS BASTARDS
No me ha gustada nada "Inglorious bastards"... menos que nada. Es más... Hacía tiempo que no veía una película tan mala, tan carente de todo lo que para mi gusto debe tener una película.
Supongo que igual que toca leer a Stieg Larsson, votar a Zapatero, conmoverse con las energías alternativas, tener esperanza con Obama o escuchar al enésimo grupo pop del momento, cambian tan rápido que mi memoria no retiene los nombres, toca alabar este esperpento que no va más allá de la patochada y que se limita, en un escenario diferente, la II Guerra Mundial, a convertirse en un desfile de lo peor que el talento de Quentin Tarantino puede ofrecernos... suponiendo que tenga ya algo que ofrecer, cosa que a la luz de este horror dudo con rotundidad.
¿Cómo describir el efecto que "Inglorious bastards" me ha producido?
Picture this!
Estoy en una fiesta, divirtiéndome con mis amigos y un apestoso borracho se cae sobre nuestro grupo, hablando y hablando, intentando captar nuestra atención mascullando sabe Dios qué, gesticulando y riéndose, pero lo único que consigue es mancharme de vino tinto mi estupenda camisa blanca de lino... y acto seguido vomitarme sobre los zapatos.
Esa es la emoción exacta.
Siendo generoso diré que no soy público para esta patochada llena de injustificados giros argumentales, de situaciones alargadas hasta la extenuación, carente de la menor psicología que justifique las decisiones y acciones de los personajes, envarado y teatral... Como diría Roland Barthes, un grado cero... patatero... de la narración en el que parece valer todo y realmente todo vale.
No soy público y estoy orgulloso de no serlo.
Seguro que esté donde esté Tarantino estará riéndose de todos nosotros mientras sobre una servilleta de papel escribe su próximo y genial guión.
Yo, por mi parte y recordando esa vieja fábula tan vigente en el mundo del arte llamada "El sastre del rey", diré que creo que el rey no va vestido... Niego la mayor. Va completamente desnudo.
PD: Y cuando hablo de rey me refiero a... ¡Tarantino!
Hago ésta explicación extensiva a todos aquellos que, vaya usted a saber por qué, el mundo es tan ancho y tan ajeno, se enamoren de esta película y la consideren la película del año. Igual se han cansado de leerme por en medio, demasiadas letras, y han ido directamente al final.
sábado, septiembre 26, 2009
IN TREATMENT
Está resultando muy decepcionante esta segunda temporada de la serie.
Pasados ya la mitad de los capítulos, resulta evidente la pérdida de las mejores cualidades que convirtieron la visión de la primera temporada en una emocionante experiencia.
Sin duda alguna, algún brillante escritor ha debido perderse por el camino y los restantes han hecho lo que han podido para mantener el espíritu de la serie... y, para mi gusto, no ha sido suficiente. Lo cual me lleva a pensar en el alma intranquila de todos los que copian. La constante amenaza de verse medidos siempre por el original al que, por buenas o malas razones, intentan imitar... Nada como tener talento.
La serie ha perdido fuerza en sus historias, una fuerza que se basaba principalmente en el enfrentamiento de miradas y rostros sobre el campo de batalla de la consulta del terapeuta. La segunda temporada ha reculado varios pasos hacia atrás. Se mueve en el plano general, en el plano medio y, como no podía ser de otra forma, ha perdido intensidad.
El duelo intenso entre paciente y terapeuta se desvanece en la atmósfera de la consulta.
La fuerza del plano corto enfrentado a otro contraplano corto se diluye en una segunda temporada que, no se por qué diablos, quiere salir de una fórmula que es la principal base de la fuerza que tiene la serie... Lo que me lleva a pensar que la opinión de algún idiota que ocupa algún gran despacho ha tenido un innecesario peso a la hora de conceptualizar el proyecto.
Por otro lado, las historias de esta segunda temporada carecen, en su soporte dramático, de un entramado basado en la propia terapia que las sostenga. Son más dramáticas y resultan menos creíbles como acción terapéutica de lo que resultaban las historias de la primera temporada en donde las intervenciones de Weston y las respuestas de cada paciente sucedían envueltas en una dramaturgia propia de la situación.
Y de este punto también obtenían credibilidad y fuerza... Alguien que escribía las historias conocía perfectamente la realidad de un encuentro terapéutico y procuraba que las historias sucedieran dentro de los márgenes de esa situación social.
En la segunda temporada, Weston parece más un amigo cansado que escucha la triste historia de un amigo en la barra de un bar. Sus silencios y preguntas carecen del valor esencial que tenían en la primera temporada donde uno tenía la sensación que Weston, con cada episodio, arrancaba una capa más de la cebolla que era cada paciente en busca de una realidad de la que, probablemente, estos no eran conscientes.
Como digo, todo eso se ha perdido en esta segunda temporada donde las cosas parecen suceder porque sí, como contando con la complicidad del espectador que ha visto los capítulos del año pasado.
Además, y como ya he apuntado, la historia se empeña en salir de las cuatro paredes de la consulta (su principal atractivo) y centra su atención demasiado en Weston y sus problemas como terapeuta abandonando la relación paciente-terapeuta, aspecto esencial del exito de la primera temporada para mi gusto.
Por último, y en lo que respecta a las "tragedias" de cada paciente estas resultan menos potentes.
En la primera temporada se ponía mucho énfasis en el desorden que generan los sentimientos. Es decir... De alguna manera los pacientes mostraban tendencias internas que les apartaban de un orden social que, como tal, también define lo que es sano y lo que no lo es.
Las historias dejaban una puerta abierta a la heterodoxia que siempre encierra el hecho de escuchar a esas vocecitas que nos hablan desde dentro y nos dicen que sintamos o hagamos esto o lo otro. Los pacientes mostraban una parte irreductible al orden social y el interés de Weston estaba en mostrárselo tal y como era, sin hacer moral.
Ahora Weston es un moralista que busca que los padres amen a los hijos, los hijos amen a los padres, los maridos a las mujeres y las mujeres a los maridos. Se convierte en un agente más reproductor del orden social perdiendo la serie toda esa heterodoxia que llevaba a pensar que los padres, hijos, mujeres o maridos quizá no deban ser incondicionalmente amados obedeciendo la palabra del Gran Hermano, por que sí.
En esta segunda temporada Weston parece escuchar menos y hablar más. Como si desde un principio tuviera claro qué decir a quienes acuden a su consulta. En tanto que en la segunda temporada escuchaba más. Les dejaba expresarse hasta que encontraba un hilo desde el que empezar a estirar. Ahora, enseguida, lo tiene claro y su claridad siempre implica conductas que refuerzan el orden establecido.
Por todo, la segunda temporada de "In Treatment" es un buen ejemplo de cómo puede ser estropeado un buen producto.
EL VAGABUNDO
No puede evitarlo.
Una y otra vez se pregunta
por las distancias que realmente le separan
de los desconocidos que se cruzan en su camino,
avenida arriba,
avenida abajo,
y que ni siquiera parecen verle
inmensos en su velocidad manifiestamente acelerada,
perdidos cada uno en un propio laberinto
de necesidades y obligaciones
que arrastran como una alargada sombra,
sabiéndolo o sin saberlo,
proyectada desde su incierto pasado
hasta el más que improbable futuro
construido a medida,
con vocación siempre de quedarse pequeño.
Mira a su alrededor
y con alivio comprueba
que nada le espera,
que nada le sigue.
jueves, septiembre 24, 2009
"Ahora bien, con la sublevación de los sicilianos murieron las esperanzas de Pirro: se había aniquilado el ideal de toda su vida. Desde esta fecha no fue mas que un aventurero con la conc¡encia de lo que había sido en otro tiempo, y de lo que ahora era: para él la guerra ya no era un camino seguro que conduce al objetivo propuesto, sino un juego de dados salvaje al que se entrega como aturdido, o en el que busca quizá la muerte del soldado en el ciego furor de la pelea"
(Historia de Roma, Theodor Mommsen)
EL GRAN SUEÑO DEL PARAÍSO
En su momento, en la época en que las cosas impresionan de verdad porque suceden por primera vez, tuve la suerte de que llegara a mis manos "Crónicas de motel" de Sam Shepard.
Tengo que decirlo.
La lectura de ningún libro, salvo quizá "Lord Jim" de Joseph Conrad, "On the road" de Jack Kerouac y "Crimen y castigo" de Dostoievski , me ha impresionado tanto como la corta pero intensa experiencia que Shepard presenta de forma descarnada en ese pequeño libro de poemas y relatos, anotaciones a pie de página de su propia vida transhumante a caballo entre cientos de diferentes lugares.
De algún modo, la atmósfera, el sentimiento y el sentido de los relatos conectaba asombrosamente con lo que podía ver y sentir en los cuadros de Edward Hopper.
En las historias de Shepard y en los cuadros de Hopper anida un intenso silencio que, en muchos casos, resulta ensordecedor, un silencio que es un silencio de sonámbulos. El silencio de todos aquellos que, queriendo o sin querer, se ven incapaces de dormir en la paz con la que otros duermen el sueño americano.
Y esos despertares siempre son en medio de una larga noche que jamás termina para aquellos que tienen la desgracia de despertar o permanecer despiertos.
Y esos despertares siempre tienen que ver con situaciones de soledad y desarraigo, de distancia y de pérdida.
El estilo de Shepard siempre es directo, muy descriptivo de situaciones cotidianas que aparentemente quizá no dicen nada, hasta que el lector topa con ciertas frases, con ciertas palabras colocadas con estratégica precisión de maestro. Es entonces cuando el significado estalla bajo los pies del lector sumiéndole en una inesperada profundidad de significado intenso.
Y en esto Shepard es un inimitable maestro.
En "El gran sueño del paraíso" hay más de ese mundo desarraigado e insomne. De algún modo, los personajes de Shepard son como personajes de Kerouac cansados de viajar, sometidos al movimiento uniformente acelerado de una vida que en algún momento que ya no recuerdan fue iniciado pero que ya ha perdido la memoria del sentido que daba intensidad y voluntad a ese movimiento, que se mantiene en marcha por causa pura de las leyes físicas. Y su insomne conciencia, muchas veces experimentada con asombro, otras con un escalofriante distanciamiento casi científico, conecta al lector con la voz que le habla de sus propias vigilias. Esas en las que nervioso se busca el sueño entre las sábanas. Porque todos también estamos hechos de ese fracaso, de ese asombro ante los limites que la realidad pone a nuestro irrefrenable deseo.
martes, septiembre 22, 2009
"--- Era muy, muy infeliz entonces, cuando mataba estorninos en mi habitación. ¿Has sido alguna vez muy, muy infeliz?
Asiente vigorosamente.
--- ¿Y por qué eras tan, tan infeliz? --- Le pregunto
Ella sacude la cabeza y sigue cubriéndose la cabeza con ambas manos.
--- Yo tampoco sabía muy bien por qué lo era --- digo ---. Nunca estuve seguro exactamente de por qué lo era. Seguramente es una pregunta injusta, ¿no crees? ¿Preguntarle a alguien por qué es tan, tan infeliz?"
(El gran sueño del paraíso, Sam Shepard)
La vileza de nuestros políticos no tiene límite.
Unos lanzan acusaciones de espionaje realizado desde el gobierno hacia la oposición y, con el tiempo, una acusación de semejante gravedad se queda en eso, en palabras que no trascienden hacia el hecho judicial. Lo que muestra el verdadero valor e importancia que quienes pronuncian esas palabras dan a los importantes conceptos vehiculizados a través de ellas.
O bien es mentira, o bien no pueden probarlo, o bien les trae al fresco el verdadero significado de las palabras proferidas.
En cualquiera de los tres casos nadie queda en buen lugar, aunque, y como siempre, se podrá decir lo que se quiera dando mil y una vueltas a las palabras convirtiéndolas en apestosos calcetines viejos.
Otros se convierten en adalid de la lucha de clases faltando al respeto al colectivo de empresarios y obviando el hecho de que el trabajo es una situación social que requiere el concurso de un trabajador y de un empleador de ese trabajador.
No hay trabajo sin ninguno de los dos y el que debiera ser el presidente de todos, una vez más se presenta en la realidad de los hechos como el presidente de una parte.
Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces... En este sentido, está claro que nuestro incapaz presidente del gobierno tiene cualquier cosa menos ese talante del que presumía. Y es posible que Zapatero esté demoliendo el solito el largo trabajo de consenso de la transición enfrentándonos los unos a los otros, situándonos a todos en posiciones maximalistas e irreconciliables... y ni siquiera lo está haciendo por presunta una buena causa... porque no creo que la causa de Zapatero sea la sociedad sin clases ni la III República sino la pura y simple permanencia del funcionario que, por encima de cualquier otra cosa Zapatero es, en su puesto de trabajo... lo que quiere decir, ganar las próximas elecciones, seguir en el gobierno a cualquier precio aunque ya no quede nada que gobernar.
Todo es lamentable.
Los ejemplos son muchos.
Y lo peor es que son nuestros representantes...
¿somos acaso todos nosotros, los representados, tan penosos?
"Los peatones de Minessota acostumbraban a mirar directamente dentro de tu coche cuando pasabas, examinando cada milímetro de tu cara con una expectación medio desesperada por encontrar algo, alguna pista en los ojos de un perfecto desconocido. ¿Qué estarían buscando? No conozco ninguna otra región del país donde en la que la gente mire dentro de tu coche con tal desconcierto. A lo mejor es porque han sobrevivido a demasiados inviernos interminables y han asistido a demasiados bufetes de bacalao noruego organizado por la iglesia."
(El Gran sueño del paraíso, Sam Shepard)
INVECTIVA
que siempre nos es dado hoy
y que jamás nos perdona nuestras deudas
y que siempre quiere más
hasta dejarnos en esta nada
rodeada de abundancia
que sin saberlo empezamos a ser,
que sin duda somos,
que seguramente,
y si ninguna locura lo impide,
seguiremos siendo,
inflexibles en la ceguera
del diario y sisífico esfuerzo.
Todas las mañanas
puntualmente sentados
sobre el exiguo cofre sin fondo de nuestro tesoro
sin tener nunca suficiente
sin tener nunca suficiente miedo a perderlo todo,
calculando,
especulando,
sumando, restando, multiplicando y dividiendo.
Todas las tardes,
por avenidas, plazas y jardines,
los unos a los otros
amputándonos con impersonal cordialidad
la espléndida belleza de la mirada
lanzada hacia lo lejos,
la poca alegría que nos queda
a cambio de un poco más de esto
o un poco más de aquello.
Todas las noches
revolviendo entre las sábanas
en busca de no sabemos muy bien qué,
dejándonos las uñas
hambrientos de cielo y sueños,
sintiendo el helado palpitar de las heridas,
experimentando su inmenso peso,
cayendo hacia no sabemos muy bien dónde,
cerrando los ojos,
sólo durmiendo.
Por fin, adultos.
Cada vez más inciertos.
lunes, septiembre 21, 2009
DISTRICT 9
Una nave alienígena aparece anclada sobre los cielos de Johanesburgo. El esperado encuentro con una civilización del espacio exterior se produce de una forma inesperada pero, y como siempre, la realidad jamás está a la altura de las expectativas.
Los encuentros en la tercera fase tampoco se libran de la decepción y la esperada raza alienígena superior resulta ser una especie de criaturas enfermas y desnutridas que parecen haber vagado por el espacio hasta encontrar la tierra.
Sin medios ni posibles, sin capacidad de regresar, los extraterrestres se convierten en unos incómodos refugiados en una ciudad donde la segregación pasa de ser entre razas a suceder entre especies.
Y la diferencia no tarda en convertirse en una molestia, un problema a resolver que blancos y negros están de acuerdo en solventar con el traslado forzoso de los alienígenas a un campo de concentración en medio de ninguna parte.
Sobre esta situación histórica se plantea la trama de la película... Bajo ella emergen dos líneas argumentales que entrarán en conflicto para generar la necesaria intensidad dramática.
Por un lado, los extraterrestres no son tan tontos como parecen y algunos de ellos intentan regresar a su nave para regresar a su país de origen.
Por otro, la agencia de seguridad privada encargada de la gestión de los asuntos extraterrestres esconde oscuros intereses centrados en la tecnología armamentística de los alienígenas buscando poseerla en beneficio propio.
Y en medio de toda esta trama un oscuro funcionario de la mencionada agencia se convertirá de forma casual y no deseada en la pieza que pondrá en conexión todos los diferentes aspectos comentados.
Sin llegar a ser la película inteligente que muchos dicen que es, "District 9" es un perfecto "thriller" de acción, con una profusión de elementos gore y feístas (que sin duda será muy del agrado de Peter Jackson, su productor) un tanto sorprendente, en la que su protagonista se ve súbitamente sumido en una cuenta atrás de resonancias kafkianas en la que están en juego tanto su vida como su condición humana.
Entretenida siempre e interesante, en algunos momentos... especialmente la desasosegadora frialdad científica cosificadora, casi de campo de concentración, con la que el protagonista es tratado por los científicos de la agencia de seguridad y que, por un momento, hace que el espectador se ponga en el lugar de las ratas de laboratorio... "District 9" sorprende más por sus formas que por su mas convencional fondo... Algo así como lanzar un bote de pintura roja hacia el público.
A todo esto se añade el exotismo de que la historia suceda en los paisajes y bajo la luz del africa austral, en la ciudad de Johanesburgo y en los grandes barrios chabolistas de Soweto, espacios virgenes para el cine.
En cualquier caso, y por todo lo dicho, merece la pena verla.
domingo, septiembre 20, 2009
EVERYTHING IS ILLUMINATED
Jonathan Safran Foer (Elijah Wood) es un joven extraño que tiene la extraña afición de coleccionar objetos pertenecientes a todos los miembros de su extensa familia de judios ucranianos que han emigrado a los Estados Unidos.
Facturas, dientes, relojes, papeles... todos los objetos que llegan a sus manos son introducidos en su correspondiente bolsa de plástico y almacenados; entre esos objetos, un colgante de ámbar y una vieja fotografía compondrán el planteamiento de un enigma que Foer deberá resolver en su Ucrania natal.
Por encima de todo, "Everything is illuminated" es un emocionante relato sobre la memoria y su importancia a la hora de definir una identidad tanto individual como colectiva. Recuperarla supone recuperarse a uno mismo, cerrar el circulo de la identidad haciendo posible la comprensión de uno mismo y de su presente.
De ahí el titulo de la película... Todo resulta iluminado por un sentido, el propio, a la luz de un pasado recobrado.
Otro aspecto interesante es el carácter casi tribal de la película reivindicando la importancia de los guardianes de la memoria, una especie de luchadores contra el olvido que intentan, a través de la mística de los objetos dejados como migas de pan, desandar un olvidado camino en busca de restaurar un orden establecido basado en el recto recuerdo de las cosas como fueron.
Jonathan Safran Foer lo es y su responsabilidad es máxima puesto que, en realidad, nadie muere verdaderamente hasta que es olvidado por los suyos. Y de alguna forma, las personas de cuyas vidas dimanaron esos objetos que Foer colecciona vuelven a la vida iluminadas por la mirada que desde el presente las recobra.
Por todo esto, y por su maravillosa banda sonora, "Everything is illuminated" es un hermoso y emocionante relato, con ciertos toques de humor, sobre la necesidad de la memoria, quizá nuestro sexto o séptimo sentido, el que nos acerca o nos separa de los otros y nos proporciona un cierto equilibrio, una cierta paz, iluminando nuestro presente a la luz del sentido que nos brinda.
Hermosa.
sábado, septiembre 19, 2009
"Dice que lo más significativo de los ochenta es que fue cuando conoció a mi madre y cuando nacimos mi hermana y yo. Estas dos cosas; eso es todo. Cuando le digo que el trabajo no puede ser sobre historias personales me dice que qué hay más en la vida. Le digo que necesito cosas sobre el estilo y las modas y lo que estaba pasando en el país en aquel momento, y él dice que nada de eso tiene que ver con la realidad, que la realidad es un asunto interno y todo lo demás es superficial y mentira... como las noticias"
(El gran sueño del paraíso, Sam Shepard)
La realidad es un asunto interno, una cuestión de punto de vista.
Por eso escribe Marcel Proust lo siguiente:
"El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino mirar con nuevos ojos"
¡Quién lo diría! Shepard y Proust juntos.
ON THE ROAD, THE ORIGINAL SCROLL
No lo he olvidado.
Hay un momento determinado durante este inmenso viaje que es, en realidad, "On the road" en el que Jack Kerouac reflexiona sobre su país y, más o menos, viene a decir que es un lugar donde todo el mundo hace lo que ellos suponen que los otros esperan de ellos que hagan... o algo así. Siempre escribo de memoria.
Y es este hacer lo que se espera es el punto de partida conceptual desde el que Kerouac construye toda la antitesis de su viaje.
Las sociedades son estructuras organizadas. Se componen de individuos que se agrupan en instituciones y estas, a su vez, son estructuras que organizan determinados aspectos de la vida social para que esta funcione. Todas las instituciones tiene un fin determinado que es útil y necesario para nuestra sociedad... Las escuelas enseñar, la familia criar y socializar, el deporte canalizar la agresividad y entretener, los lugares de trabajo producir, los ministerios administrar... Y para la consecución de ese fin necesitan que los individuos que forman parte de ellas desempeñen un trabajo y este trabajo se estructura en una serie de tareas que son propias de cada posición: el estudiante, estudiar, el maestro, enseñar... Esas tareas componen un rol cuando se asocian para ser desempeñadas por una única persona: rol de padre, rol de maestro, rol de jefe, rol de empleado...
Los individuos como parte del entramado social forman parte de una serie de instituciones, desempeñan una serie de roles que exigen de ellos una serie de derechos y deberes, una serie de responsabilidades si se quiere seguir un determinado camino recto y es aquí donde Kerouac inicia un camino nuevo, desviado, que se aleja de las rectas vias por las que se supone que todos debemos transitar.
Porque, y después de todo, es un dulce y adolescente canto a la irresponsabilidad.
No hacer lo que se espera de nosotros y convertir esos lugares de tránsito, el viaje mismo que une dos puntos en el espacio, puntos que son ocupados por individuos e instituciones, por responsabilidades y obligaciones, en el lugar principal donde estar.
Lo importante es el camino como escribía Kavafis, nunca terminar de llegar para no ser atrapado en la red de derechos y obligaciones que nos convierte en adultos.
Como Keroauc pone en boca de su amigo Neal en otro momento del texto... Se trata de desplazarse por la sociedad, moverse en ella y utilizar sus imperfecciones e intersticios para mantener una existencia heterodoxa basada en la huida de un compromiso que, tarde o temprano, tiene que llegar si uno no quiere cruzar la línea de no retorno y convertirse en un auténtico vagabundo.
Kerouac y Cassidy juegan en esa pequeña franja de sombra que separa lo reparado e lo irreparable piden dinero, trapichean, consiguen lo suficiente para mantenerse intactos, desplazándose abiertos al hecho de la experiencia por si misma, a la realidad del movimiento uniformemente acelerado hacia un horizonte que siempre permanece inalcanzable.
La edición que he leído es el manuscrito original.
Kerouac escribió su libro en un rollo de papel, non stop, sin separaciones entre capítulos ni puntos aparte, buscando que fondo y forma coincidieran y el relato reflejase en el modo en que es contado, la sucesión de experiencias sin pausa que fue ese interminable viaje para él. Lo cual siempre me pareció una idea genial... cosa que he tenido ocasión de comprobar en esta lectura.
Así la vida sucede inagotable, sorprendente convirtiendo cada página es un recodo de ese camino que es un cofre de tesoro en cuyo interior se esconde la riqueza de las nuevas experiencias, sensaciones y personajes que sin saberlo nos esperan.
Además, y con relación a ediciones posteriores, seguramente por exigencias sensacionalistas del guión comercial de las editoriales, las drogas y el sexo no están tan presentes como recuerdo que estaban en otras ediciones del libro.
La historia es más blanca, más adolescente si cabe y el camino es mucho más protagonista. Porque la única pulsión que inspira a los personajes es la del movimiento por sí mismo que implica esa posibilidad de no ser localizados, de no ser atrapados por esa red de derechos y obligaciones que nos hace esclavos de una vida que casi nunca se parece a la que imaginábamos cuando eramos jóvenes y todo era posible, en un camino, marchando o regresando desde cualquier punto.
Holden Caufield nunca se atrevió a hacerlo.
jueves, septiembre 17, 2009
En términos generales, sorprende la claridad con que nuestro gobierno, tanto en fondo como en forma, maneja temas como el la energía nuclear, la guerra civil, el aborto o la prostitución...
Temas que forman parte de su tradicional de repertorio eterno de una de las dos españas que a los españoles constantemente nos parten el corazón.
En esto no hay opiniones.
Pero, y en lo que respecta a la economía, algo por lo que parece resulta mucho menos importante, su gestión es mucho más discutible.
Hay opiniones.
Puede existir la contradicción e, incluso, se reconoce.
Es más... Hecho de menos declaraciones tan contundentes con respecto al modo de gestionar la crisis como la que nuestro ministro Rubalcaba con respecto a la prostitución.
"La prostitución es un oficio que debería ser prohibido"
Perfecto...
Pero echo en falta declaraciones parecidas para nuestra crisis económica.
Apariciones terminantes, con fotografías en contrapicado.
Liderazgos claros.
Politicas precisas y definidas.
Tenemos muy claro cómo quiere nuestro gobierno gestionar la prostitución, la energía nuclear, los desaparecidos de la guerra civil... pero ¿y la crisis económica?
Parece que la solución depende del momento... O quizá este país no ha cambiado tanto y seguimos siendo ese pequeño pais de hidalgos en el que la honra y el respeto por lo que es más propio siguen contando más que un estómago casi siempre vacío.
El orgullo de una casta que siempre sale a relucir a las mismas horas y por las mismas causas.
miércoles, septiembre 16, 2009
Como se suele decir, no hay peor ciego que el que no quiere ver y, continuando con el repertorio de refranes y frases hechas, para muestra vale un botón.
Reivindicar como un brote verde el hecho de que una empresa esté dispuesta a crear 400 puestos de trabajo en Navarra demuestra la situación límite de desesperación en la que se encuentra nuestro presidente. Entrar en el cambiante cuerpo a cuerpo de los datos buscando en ellos consuelo contra la inflexible dictadura de las tendencias demuestra lo falto que se encuentra de argumentos y su absoluta ignorancia de la realidad de los datos puesto que siempre hay un dato dispuesto a respaldar una causa.
Si Opel cambia de dueño es posible que quiera cerrar mil quinientos puestos de trabajo en nuestro país.. Tres veces más que los 400 que nuestro presidente proponía como ejemplo de optimismo ¿Debemos ahora estar tres veces más deprimidos que hace una semana? ¿Cómo debemos gestionar la aritmética emocional de las expectativas que nuestro presidente nos propone?
Absurdo... como es él... un funcionario de la política que nada sabe de la vida real y que confunde ignorancia con idealismo. La combinación perfecta para este Frankenstein producto de las peores costumbres y tendencias de la progresía de nuestra democracia.
El particular monstruo generado por este concreto sueño de la razón...
Otro botón...
Para escapar de las acusaciones de improvisación reivindica el postre de la pluralidad de opiniones en el seno del partido... Hay diferentes medidas porque hay diferentes opiniones... y, por supuesto, el que decide lo hace en cada momento apostando por cosas diferentes, incluso contradictorias... Y volvemos al principio, a la improvisación y la contradicción reconociendo que existen opiniones distintas que en cierto momento son escuchadas y en otros momentos no menos ciertos dejan de serlo para ceder su lugar a otras.
Mucho peor.... y mucho más inquietante porque uno imagina reuniones en las que se decide qué hacer según lo convincente que sean quienes manejan esas diferentes opiniones.
Mucho, mucho peor... el que decide tras escuchar se escuda tras las opiniones que escucha dimitiendo de su responsabilidad a la hora de fijar otro criterio diferente al acierto/error.
Mucho, mucho, mucho peor... intentando evacuar la propia responsabilidad de generar un entorno de coherencia que enmarque todas las decisiones.
Mucho, mucho, mucho, mucho peor... el reconocimiento tácito de que la crisis está siendo gestionada de una forma electoral, política... mediante constantes y continuas tácticas enmarcadas en un vacío estratégico que sólo aspira a durar.
Y en el fondo eso es lo que tenemos en nuestro gobierno, funcionarios preocupados por no perder su puesto de trabajo
lunes, septiembre 14, 2009
"El pasado no es para mí. En el fondo de mi corazón soy un músico de jazz y los músicos de jazz no se repiten"
(Quincy Jones. Entrevista publicada en la edición de El Pais, 14/09/2009)
I like those lost battles,
those that are fight for right reasons
and against a countless enemy.
Like Thermopiles.
How i would like to be there,
to fight there,
to lie there in the home of the braves.
Not in that everyday bed of loneliness
with this fat heart of mine,
old and bored,
counting the days
one by one hidden in the chest of the days,
all of them the same.
Days that do not count.
Days that only are worth to be counted.
domingo, septiembre 13, 2009
sábado, septiembre 12, 2009
viernes, septiembre 11, 2009
jueves, septiembre 10, 2009
"Cualquiera que frecuente los canales History y National Geographic puede considerarse experto en nazis y tiburones. A veces emiten documentales sobre otras cosas, pero intentan incluir en ellos algún nazi o algún tiburón. Si algún día se descubre que los tiburones simpatizan con el nazismo, o que Hitler adoraba secretamente a los tiburones, ambos canales habrán resuelto su programación para siempre."
(Apocalipsis, Enric Gonzalez. Publicado en El Pais, edición del 10 de septiembre de 2009)
¡Jajajajaja!
All that little failures...
the jobs we didn't get
the ones that didn't love us
the trains we lost
the words that we didn't say on time..
All that stuff,
in the solitude of our own special night of each shaking night,
sounding like some weird kind of soft crazy saxos and trombones,
dancing around our warm perplexity,
like dreams that inevitably come true,
like dreams that paradoxicalle banish sleep
deepening the distance that separates what we really are from what we would like to be,
but always with a friendly smile on their faces,
but always understanding better than us what we really are,
but always in love with our narrow circunstance,
that one that we can never understand.
the jobs we didn't get
the ones that didn't love us
the trains we lost
the words that we didn't say on time..
All that stuff,
in the solitude of our own special night of each shaking night,
sounding like some weird kind of soft crazy saxos and trombones,
dancing around our warm perplexity,
like dreams that inevitably come true,
like dreams that paradoxicalle banish sleep
deepening the distance that separates what we really are from what we would like to be,
but always with a friendly smile on their faces,
but always understanding better than us what we really are,
but always in love with our narrow circunstance,
that one that we can never understand.
miércoles, septiembre 09, 2009
martes, septiembre 08, 2009
La ciudad está llena de oficinistas que pelean desesperadamente
por el último asiento vacío en el último tren de la mañana...
los que quedan en pie revisan su fracasada estrategia,
planean nuevas formas y maneras
como si la vida les fuera en ello
(y en verdad se les va),
mientras los que pudieron sentarse
malgastan el efímero éxito
descansando la mirada perdida
en la misma ninguna parte de todas las mañanas
(y en verdad se les va).
domingo, septiembre 06, 2009
A la deriva
Demoledor artículo de El Pais sobre nuestro gobierno y su politica económica... Imagino que no será todo verdad... una ya no puede fiarse al 100% de nada de lo que se publica... pero el panorama es tremendo en el fondo y en la forma.
sábado, septiembre 05, 2009
TRES LANCEROS BENGALÍES
Hay algo, un espíritu, en el cine clásico que ya no existe en el cine moderno.
Seguramente se trata de la autenticidad natural de los pioneros... Por el mismo motivo por el que no es lo mismo ir a un festival de música que se celebra en una localidad llamada Woodstock, que ir a Woodstock, las viejas películas tienen el encanto de que nada se interpone entre el público y la historia. Se trata de contar y las primeras generaciones de cineastas se limitaban a relatar. A partir de la década de los 50, algunos de los niños cuya mirada quedó atrapada por el brillo cambiante y ardiente de las imágenes proyectadas se dedicaron a lo que más amaban, a hacer cine y entre el público y la historia interpusieron ese amor... Ya no sólo se contaban historias sino que también se hacía cine, se revisitaban historias, se resucitaban imágenes... Y apareció la retórica. El cine empezó a hablar de sí mismo, a convertirse en un punto de referencia desde el que abordar una narración. Las imágenes perdieron esa pureza primordial, porque empezarón a referir a otras imágenes. Ese amor por el cine también se relataba en esas historias, se desplegaba por entre los resquicios de los planos y las secuencias. Ya no se contaban historias usando imágenes. Se hacía cine.
Por eso es imposible volver a hacer películas como "Tres lanceros bengalíes", directas, potentes, emocionantes, llenas de vida, en la que parece que no se cuenta nada pero en la que, por contra, se habla de todo, de grandes sentimientos como el amor, la amistad, la fuerza de voluntad, la valentía y el honor, que son los que hacen posible la aventura.
Ver "Tres lanceros bengalíes" es reencontrar la irrepetible pureza del cine.
Encontrarse cara a cara con la mayor de sus verdades... la capacidad de construir algo muy parecido a la vida... pero diferente por su carácter inspirador y trascendente.
La primera mirada del Otoño atravesando la verde frondosidad de los árboles como un hidra de mil cabezas que se confunde fácilmente con la transparencia del viento.
Invisibles heraldos vistiendo un negro y cristalino escalofrío.
Veloces trenes que aúllan devorados por la niebla mientras heladas manos afiladas nos palpan los costados.
Y la repentina necesidad de un poco más abrigo con que alimentar un repentino de espasmo de hambre sentido en la interminable saciedad de un eterno instante.
Invisibles heraldos vistiendo un negro y cristalino escalofrío.
Veloces trenes que aúllan devorados por la niebla mientras heladas manos afiladas nos palpan los costados.
Y la repentina necesidad de un poco más abrigo con que alimentar un repentino de espasmo de hambre sentido en la interminable saciedad de un eterno instante.
viernes, septiembre 04, 2009
jueves, septiembre 03, 2009
SHINOBI
Decía un personaje en la maravillosa película de Sam Peckinpah "Pat Garrett y Billy the Kidd" una gran verdad que se encuentra latiendo en el fondo de muchas tragedias... Los tiempos cambian pero yo no, decía el forajido declarando en el fondo de esas palabras su predisposición a librar una batalla trágica, de antemano condenado al fracaso, porque el tiempo es un temible enemigo.
Bastante de ese espíritu entre trágico y elegíaco respira a través de "Shinobi", una película de artes marciales que contiene ciertos tintes melodramáticas que la dotan de un cierto interés.
Enclavada en un momento histórico de la historia del Japón en el que se produjo una cierta unificación de la isla bajo el dominio del clan Tokugawa, instituciones cuya existencia se basada en el constante enfrentamiento entre bandos rivales dejaron de tener lugar. Una de ellas son los shinobi o ninjas, un grupo de guerreros de cualidades excepcionales y especiales distribuidos en dos clanes antagónicos que se odian a muerte.
El gran señor Tokugawa tejerá toda una estrategia que buscará destruir la amenaza que para su nuevo orden suponen los shinobi valiéndose de la compulsiva necesidad de mutuo enfrentamiento que los dos clanes shinobi sienten.
Además, el amor que sienten el uno por el otro los dos herederos de cada uno de los clanes terminará de complicar el panorama.
El resultado es una película interesante que consigue un cierto equilibrio entre acción y emoción con momentos atractivos e interesantes dentro de cada una de las dos facetas.
"Shinobi" es una película que se sigue con interés y en la que brillan aislados, como luces en la noche, determinados momentos de amor "fou" con la locura que solo lo japoneses saben darle a estas cosas.
Interesante.
miércoles, septiembre 02, 2009
RESACÓN EN LAS VEGAS
Hacía tiempo que no reía tanto viendo una película. Mucho, mucho tiempo.
No es original el planteamiento de la película... Unos amigos, una despedida de soltero, la noche, Las Vegas y el inevitable dia siguiente.... pero los responsables de la historia manejan esos conocidos mimbres narrativos con talento y habilidad máximos.
El resultado es hilarante y genial.
Hay un suspense distinto, que en nada tiene que ver con lo policiaco. Es el suspense de intentar recordar qué diablos sucedió la noche anterior y por qué hay un tigre cabreado en el cuarto de baño.
"Resacón en Las Vegas" maneja ese suspense "blanco" con absoluta brillantez introduciendo a sus tres personajes protagonistas en una hilarante picadora de carne y lentejuelas en la que apenas hay un segundo para respirar e intentar mantener la cordura. Buscando recuperar a su olvidado amigo Doug en alguna parte de Las Vegas los tres protagonistas van saltando de una situación más hilarante a otra que lo es mucho más en un "crescendo" dramático que constantemente amenaza con destruir esa cordura.
Comedia brillante, inteligentemente desarrollada y concebida, llena de situaciones divertidas resueltas con brillantez, rebosante de personajes que parecen salidos de la consulta de un psiquiatra o que están a punto de entrar y algunos de ellos diferentes y excepcionalmente geniales como el barbudo Alan.... En definitiva, "Resacón en Las Vegas" es una comedia extraordinaria.
martes, septiembre 01, 2009
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