Ucrania o la ilusión estratégica de Occidente - Kursk 2024: cuando la guerra estaba en otra parte (IV)
La incursión ucraniana en Kursk, en agosto de 2024, fue presentada como el regreso de la iniciativa. En realidad, fue el signo de su agotamiento. Mientras Kiev cruzaba la frontera rusa en busca de relevancia política, Moscú consolidaba el control del Donbass. Un año después, Pokrovsk arde y la guerra se decide muy lejos de Kursk.
La guerra de Ucrania comenzó con un mito —el de “Kiev en tres días”— y se sostiene hoy sobre una ilusión.
En agosto de 2024, un año después del fracaso de la gran contraofensiva, el mando ucraniano decidió abrir un nuevo frente: una incursión en la región rusa de Kursk.
No fue una operación militar concebida por necesidad del campo de batalla, sino una maniobra política diseñada para tranquilizar a los socios occidentales: demostrar que Ucrania aún podía atacar, que seguía siendo un proyecto viable, que merecía más ayuda.
El presidente Zelensky lo expresó sin ambages: el objetivo era “mostrar a los aliados occidentales de Kiev que con el apoyo adecuado, su ejército puede contraatacar y eventualmente ganar la guerra.”
Durante unas semanas lo consiguió: Kiev capturó más de 1.250 km² de territorio ruso y proyectó la imagen de un ejército capaz de sorprender.
Sin embargo, aquel éxito efímero coincidió con el momento en que la guerra, en realidad, se decidía en otra parte.
Lo que Kursk no era: el vacío estratégico
Para entender el error de Kursk, primero hay que entender qué había allí.
La respuesta es simple: nada decisivo.
El territorio capturado
La incursión ucraniana penetró en el óblast de Kursk —una región agrícola fronteriza con escasa población y sin infraestructuras militares críticas. Los 1.250 km² capturados incluían pequeños pueblos, campos de cultivo y bosques, pero ningún objetivo que alterara la correlación de fuerzas.
No había nudos ferroviarios vitales, ni bases aéreas, ni centros logísticos de primer orden. La central nuclear de Kursk —mencionada en algunos análisis como objetivo potencial— quedaba a 80 kilómetros de la línea de penetración máxima ucraniana, inalcanzable sin un esfuerzo que Ucrania no podía sostener.
El valor simbólico vs. el valor militar
Kursk tuvo valor simbólico: fue la primera ocupación de territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Generó titulares, humilló a Putin, mostró que Ucrania aún podía sorprender.
Pero no tuvo valor militar: no amenazaba líneas de suministro rusas, no obligó a Moscú a redistribuir fuerzas desde los frentes críticos, no cambió el equilibrio operacional.
Como señaló George Barros, del Institute for the Study of War: “Desde una perspectiva del campo de batalla, no tiene sentido.”
La incursión fue diseñada, en parte, para atraer fuerzas rusas desde otras partes del Donbass y aliviar la presión sobre las defensas ucranianas. Eso no ocurrió.
Como si fuese consciente de lo inútil de la ofensiva ucraniana, Rusia respondió con rapidez, pero no como Kiev esperaba: desplegó alrededor de 50.000 efectivos —principalmente reservas, conscriptos de otras regiones y, posteriormente, más de 10.000 tropas norcoreanas— sin mover un solo batallón de los frentes del Donbass.
La guerra, mientras tanto, se decidía en otra parte.
Mientras Ucrania atacaba, Rusia ganaba la guerra
La cronología no deja lugar a dudas: la incursión en Kursk coincidió con el colapso del frente oriental ucraniano.
Los datos son implacables
En 2024, las fuerzas rusas capturaron aproximadamente 4.168 km² de territorio en Ucrania y el óblast de Kursk.
Comparemos: en todo 2023, Rusia capturó apenas 487 km². En 2024, capturó casi nueve veces más.
Y la mayor parte de esos avances se produjo entre septiembre, octubre y noviembre de 2024 —exactamente los meses posteriores al inicio de la incursión en Kursk.
Según AFP, basándose en datos del Institute for the Study of War:
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Octubre 2024: Rusia capturó 610 km² en Ucrania
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Noviembre 2024: 725 km²
Esos dos meses registraron los mayores avances territoriales rusos desde marzo de 2022, en las primeras semanas de la invasión.
Casi tres cuartas partes del territorio tomado por Rusia en 2024 fue en la región de Donetsk, el verdadero centro de gravedad de la guerra.
El coste humano
Rusia perdió más de 420.000 soldados en 2024, según estimaciones del ISW. Eso representa un promedio de 102 bajas por cada kilómetro cuadrado capturado.
Entre septiembre y noviembre —el período de máximos avances territoriales— Rusia perdió aproximadamente 125.800 efectivos.
Pero esas bajas cumplieron su objetivo: cambiar irreversiblemente la correlación de fuerzas en el Donbass.
Mientras Ucrania celebraba sus 1.250 km² simbólicos en Kursk, Rusia consolidaba más de 2.300 km² en territorio ucraniano estratégicamente vital durante esos mismos tres meses.
Las ciudades que cayeron
La caída de Vuhledar el 1 de octubre de 2024 ilustra perfectamente la dinámica.
Vuhledar había resistido dos años de asaltos rusos. Era una fortaleza en el flanco sur de Donetsk, clave para la defensa ucraniana de toda la región.
Radio Free Europe/Radio Liberty lo documentó con precisión: “El hecho de que las reservas ucranianas estuvieran comprometidas en otras áreas del frente significó que los rusos pudieran construir un poderoso grupo de asalto alrededor de Vuhledar.”
¿Dónde estaban esas reservas? En Kursk.
Pokrovsk: la consecuencia de Kursk
Si Vuhledar fue el símbolo del colapso, Pokrovsk es su consecuencia estratégica.
Por qué importa Pokrovsk
Pokrovsk, con 60.000 habitantes antes de la guerra, es un nudo logístico vital: se encuentra en la intersección de múltiples líneas ferroviarias y carreteras que abastecen todo el frente oriental ucraniano.
Su caída significaría:
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El colapso de las líneas de suministro ucranianas desde Donetsk hasta Járkov.
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La apertura del camino ruso hacia Dnipró y Zaporiyia.
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La pérdida efectiva de todo el Donbass industrial.
Como explicó el experto militar ucraniano Mykhaylo Zhyrokhov: “Pokrovsk es un ‘centro de defensa’ muy importante. Si cae, toda la línea del frente se desmoronará.”
El asedio de Pokrovsk
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Julio 2024: Tras la captura de Avdiivka en febrero, las fuerzas rusas avanzan hacia Pokrovsk.
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Agosto 2024: Comienza la incursión en Kursk. Mientras las brigadas móviles ucranianas cruzan la frontera rusa, el avance ruso hacia Pokrovsk se acelera.
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Septiembre-octubre 2024: Rusia avanza de forma constante; las defensas ucranianas, privadas de reservas estratégicas, ceden terreno.
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Noviembre 2024: Las fuerzas rusas alcanzan las afueras de la ciudad.
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Noviembre 2025: Pokrovsk está en combate urbano. Las fuerzas rusas han penetrado en varios distritos del norte y del este, y Kiev ha desplegado fuerzas especiales para contener la ofensiva.
Según The Washington Post (6 noviembre 2025): “Pokrovsk está lista para caer, y Ucrania debe elegir entre luchar o salvar tropas.”
CNN (8 noviembre 2025) resume: “Las fuerzas rusas parecen estar al borde de finalmente tomar Pokrovsk, una victoria simbólica que Putin ha perseguido durante 21 meses.”
La ciudad aún resiste, pero el desenlace parece inevitable.
La lógica de la desesperación: hacer la guerra para los socios
La pregunta es obvia: ¿por qué lo hizo Kiev?
El testimonio de los soldados
Los soldados ucranianos entrevistados por CNN y BBC cuestionaron la decisión de lanzar la incursión cuando Ucrania luchaba por defender pueblos y ciudades clave en el este.
Uno de ellos lo resumió así: “¿Por qué estamos en Kursk cuando Pokrovsk se derrumba?”
La respuesta de Zelensky
La respuesta la dio el propio Zelensky: mostrar a los aliados occidentales que Ucrania aún podía contraatacar.
No era una decisión militar. Era una decisión política.
Ucrania ya no luchaba para ganar la guerra. Luchaba para mantener el apoyo occidental. Luchaba para parecer viable.
El análisis de los expertos
Los analistas occidentales fueron unánimes:
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Pasi Paroinen (Black Bird Group): la mitad de las ganancias territoriales rusas en 2024 se produjeron en los tres meses posteriores a Kursk.
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Rob Lee (King’s College London): “Kursk estiró el personal ucraniano, añadió presión en las unidades que defendían la línea y agravó los problemas de mano de obra.”
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Marina Miron (KCL): “Toda la operación fue un fracaso estratégico costoso para Ucrania.”
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Michael Kofman (Center for Naval Analyses): “Las pérdidas más graves de Ucrania se concentraron entre septiembre y noviembre de 2024, coincidiendo con la ofensiva rusa que siguió a Kursk.”
No hay forma más clara de decirlo: Kursk no alivió el frente. Lo vació.
El balance dieciséis meses después
El frente de Kursk
Para abril de 2025, Moscú había recuperado todo el territorio que Ucrania ocupó en la incursión de agosto de 2024.
A finales de 2024, Kiev aún conservaba una franja limitada, pero las contraofensivas rusas —con unos 50.000 hombres desplegados específicamente para ese sector— la redujeron hasta extinguirla.
En noviembre de 2025 no hay presencia ucraniana estable en territorio ruso.
La operación ha quedado como un episodio ya cerrado.
El frente del Donbass
Mientras tanto, en el Donbass:
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Vuhledar cayó en octubre de 2024.
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Selydove fue tomada en el mismo trimestre.
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Kurakhove cayó en diciembre.
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Pokrovsk se encuentra hoy en combate urbano, con fuerzas rusas dentro de la ciudad y unidades ucranianas resistiendo con refuerzos mínimos.
Rusia avanzó en 2024 casi 4.000 km² en territorio ucraniano —siete veces más que en 2023—, y el 75% de esos avances se produjo en Donetsk.
Para noviembre de 2025, Rusia controla el 98,5% de Lugansk y la mayor parte del sur de Donetsk.
El coste estratégico para Ucrania es irreversible: las brigadas móviles empleadas en Kursk —entrenadas y equipadas para maniobrar— fueron destruidas o dispersadas.
Eran las que hacían posible cualquier contraataque.
Evaluación crítica
Hechos verificados
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Ucrania capturó ~1.250 km² en Kursk (agosto 2024).
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Rusia no redistribuyó fuerzas significativas desde el Donbass.
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Durante la incursión, Moscú aceleró su avance en Donetsk.
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Agosto–noviembre 2024: mayores pérdidas territoriales ucranianas desde 2022.
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Caída de Vuhledar (octubre 2024), Kurakhove (diciembre 2024).
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Pokrovsk en combate urbano (noviembre 2025).
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Abril 2025: Rusia recuperó el 100% del territorio ocupado en Kursk.
Inferencias
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Kursk fue una decisión política, no militar.
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Priorizó la narrativa occidental sobre la realidad del frente.
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Consumió reservas irreemplazables en un escenario secundario.
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Aceleró el colapso del frente oriental.
Moscú ganó territorio. Kiev, titulares.
Conclusión: cuando la imagen sustituye a la estrategia
En agosto de 2024, mientras las banderas ucranianas ondeaban sobre pueblos rusos vacíos, el Donbass —el verdadero objetivo de la guerra— se derrumbaba en silencio.
La guerra estaba en otra parte.
Kursk fue el último acto de una guerra que había dejado de ser territorial para convertirse en teatro: una guerra librada no para ganar, sino para parecer que se puede ganar.
Cuando el general Zaluzhny reconoció en noviembre de 2023 que la guerra había entrado en “estancamiento”, el mando ucraniano enfrentó una elección: aceptar la realidad o fabricar una imagen.
Eligió lo segundo.
Y el resultado está hoy en Pokrovsk.
Kursk 2024 resume toda la tragedia estratégica de Ucrania: un país que dejó de decidir su propia estrategia para representar la guerra que Occidente necesitaba ver.
Cuando un ejército en inferioridad numérica y logística decide abrir un frente secundario por razones mediáticas mientras su frente principal retrocede, ya no está luchando por ganar.
Está luchando por parecer que puede ganar.
Esa es, al final, la diferencia entre estrategia e ilusión —y la línea exacta donde termina la política y comienza el teatro.
Bibliografía
Datos de control territorial y análisis estratégico
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Institute for the Study of War (ISW). Ukraine Conflict Updates, julio–noviembre 2024.
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AFP. “Russian advances in Ukraine grew seven-fold in 2024, data shows.” 31 diciembre 2024.
-
Council on Foreign Relations. “War in Ukraine.” Global Conflict Tracker, nov. 2025.
-
Russia Matters (Harvard Kennedy School). The Russia-Ukraine War Report Card, abr. 2025.
-
The New Voice of Ukraine. “Russia Achieves Record Territorial Gains in Ukraine for October 2024.” 1 nov. 2024.
Análisis de expertos
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Paroinen, Pasi (Black Bird Group). Informes sobre pérdidas territoriales, ago.–sep. 2024.
-
Lee, Rob (King’s College London). “Ukraine’s stretched manpower crisis.” sep. 2024.
-
Miron, Marina (KCL). “Kursk offensive as strategic failure.” nov. 2024.
-
Kofman, Michael (Center for Naval Analyses). “The autumn shift in Ukraine.” sep. 2024.
-
Barros, George (ISW). “Why Kursk Didn’t Matter.” nov. 2024.
Caída de Vuhledar
-
Radio Free Europe/Radio Liberty. “The Fall of Vuhledar.” 3 oct. 2024.
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The Moscow Times. “What Went Wrong for Ukraine at Vuhledar?” 3 oct. 2024.
Situación de Pokrovsk (nov. 2025)
-
The Washington Post. “As Pokrovsk is set to fall, Ukraine must choose to fight or save troops.” 6 nov. 2025.
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CNN. “Russian forces are poised to finally capture Pokrovsk.” 8 nov. 2025.
-
Al Jazeera. “Russia infiltrates Pokrovsk with new tactics that test Ukraine’s drones.” 6 nov. 2025.
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The Guardian. “Ukraine sends special forces to hold Pokrovsk.” 7 nov. 2025.
Testimonios y cobertura periodística
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BBC / CNN. Entrevistas con soldados ucranianos sobre la operación Kursk, 2024.
-
Zelensky, Volodymyr. Declaraciones públicas sobre los objetivos de la incursión, ago. 2024.
Siguiente entrega: Cuando todos los frentes son el frente — La estrategia rusa de presión simultánea.
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