Ucrania o la ilusión estratégica de Occidente - El espejismo del avance (VII)
El espejismo del avance
Cuando la retirada dejó de ser derrota
Serie: El primer muro – Ucrania y la ilusión estratégica de Occidente (VII)
I. Introducción: la victoria que no cambió nada
Occidente celebró las retiradas rusas del otoño de 2022 como si la guerra hubiera cambiado de signo.
Las imágenes del repliegue en Járkov y Jersón parecían confirmar el mito de la victoria rápida: Rusia retrocedía, Ucrania avanzaba, la historia se aceleraba de nuevo.
Pero la guerra no se movía; se replegaba sobre sí misma.
Lo que Occidente interpretó como colapso fue, en realidad, el cierre de un ciclo y el comienzo de otro: el paso de la ofensiva inicial a la defensa planificada.
Este artículo sostiene una tesis contraintuitiva: las retiradas rusas de otoño de 2022 no fueron derrotas estratégicas, sino el momento en que Rusia aprendió a priorizar la preservación de fuerzas sobre el prestigio territorial.
Esa lección —que Ucrania nunca aprendió— explica por qué Rusia mantiene la iniciativa en 2025 mientras Kiev lucha por sobrevivir.
II. El contexto: de la fijación táctica al frente insostenible
La retirada del norte (marzo-abril 2022): el precedente
Como se analizó en entregas anteriores de esta serie, la presencia rusa en el norte —alrededores de Kiev, Chernígov y Sumy— nunca fue un intento de ocupar toda Ucrania, sino una maniobra de fijación.
Su objetivo era mantener dispersas las fuerzas ucranianas mientras se consolidaban los espacios realmente estratégicos:
- El corredor sur
- El acceso al Mar de Azov
- La conexión terrestre con Crimea
Cuando esos objetivos quedaron asegurados, el norte dejó de tener valor militar.
Como declaró el general Serguéi Rudskói el 25 de marzo de 2022:
"Los objetivos principales de la primera fase de la operación se han cumplido en general. El objetivo principal es la liberación del Donbass."
Mantener el norte suponía prolongar un frente costoso, dependiente de líneas logísticas vulnerables y de un clima adverso.
La retirada de la primavera de 2022 marcó la primera fase de este proceso de racionalización: liberar recursos para consolidar lo esencial.
El diagnóstico ruso: frente demasiado amplio, recursos limitados
Para el verano de 2022, el Estado Mayor ruso enfrentaba un problema estructural:
- Frente excesivo: más de 1.200 km de línea de contacto
- Efectivos limitados: ~200.000 tropas para todo el teatro
- Logística vulnerable: líneas de suministro extendidas, bajo fuego ucraniano constante
- Superioridad artillera ucraniana: gracias a sistemas HIMARS atacando depósitos rusos
El Institute for the Study of War (ISW) documentó en sus evaluaciones de julio-agosto 2022 que:
"Las fuerzas rusas están distribuidas muy finamente a lo largo de amplias partes de la línea del frente, lo que las hace vulnerables a contraataques ucranianos concentrados."
Moscú necesitaba acortar el frente para hacerlo defendible.
Pero aún no había tomado la decisión consciente de hacerlo.
Eso cambió en septiembre.
III. Járkov: la derrota que confirmó el diagnóstico
La ofensiva relámpago (6-12 septiembre 2022)
El 6 de septiembre de 2022, Ucrania lanzó una ofensiva sorpresa en la región de Járkov que colapsó las defensas rusas en menos de una semana.
Los datos son contundentes:
- 6.000 km² recuperados por Ucrania en 5 días
- Más de 20 asentamientos clave liberados, incluyendo Izium, Kupiansk y Balakliya
- Miles de soldados rusos muertos, capturados o dispersados
- Equipamiento masivo abandonado: tanques, artillería, munición, vehículos
Como documentó Michael Kofman del CNA en su análisis de septiembre 2022:
"La operación de Járkov fue una victoria operacional ucraniana genuina. Las fuerzas rusas fueron sorprendidas, sus líneas colapsaron, y la retirada fue caótica en varios sectores."
Rob Lee, experto del King's College London, añadió:
"Esto no fue un repliegue planificado. Fue una falla de inteligencia rusa que permitió a Ucrania concentrar fuerzas donde Rusia estaba más débil."
Por qué funcionó
La ofensiva ucraniana de Járkov tuvo éxito por tres razones:
- Sorpresa operacional: Rusia esperaba el ataque principal en Jersón (sur), no en Járkov (noreste)
- Concentración de fuerzas: Ucrania reunió sus mejores brigadas en un sector estrecho
- Debilidad rusa: pocas tropas distribuidas en frente excesivamente amplio
El ISW lo resumió en su evaluación del 10 de septiembre:
"Las fuerzas ucranianas explotaron la distribución delgada de las fuerzas rusas en el óblast de Járkov para lograr avances rápidos y significativos."
La reacción rusa: no fue pánico, fue cálculo
Ante el colapso, Rusia tuvo dos opciones:
A) Contraatacar masivamente para recuperar el terreno perdido
B) Replegarse ordenadamente a líneas más defendibles
Eligió B.
Como explicó Franz-Stefan Gady en su análisis de octubre 2022:
"El repliegue ruso desde Járkov, aunque forzado, fue ejecutado de forma relativamente ordenada una vez iniciado. Rusia priorizó la preservación de sus fuerzas sobre la reconquista del territorio."
Esto es crucial: Járkov fue una derrota táctica, pero Rusia la convirtió en una lección estratégica.
El mensaje interno fue claro: el frente es demasiado amplio, debemos acortarlo antes de que otro sector colapse.
IV. Jersón: la aplicación consciente de la lección
El anuncio de Surovikin (9 noviembre 2022)
Dos meses después de Járkov, Rusia tomó una decisión sin precedentes: anunciar públicamente una retirada mayor.
El 9 de noviembre de 2022, el general Serguéi Surovikin, recién nombrado comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, compareció ante los medios para explicar la evacuación de Jersón:
"Después de un análisis exhaustivo de la situación, propongo tomar una posición defensiva en la orilla izquierda [oriental] del río Dniéper. Salvar la vida de nuestros militares y, en general, la capacidad de combate del grupo de tropas, es una prioridad."
El ministro de Defensa Serguéi Shoigú aprobó la decisión inmediatamente.
Era la primera vez que Rusia reconocía públicamente que abandonaría territorio por razones operacionales, no políticas.
Por qué Jersón era insostenible
Mantener la orilla occidental del Dniéper presentaba problemas estructurales:
- Un río a la espalda: cualquier retirada en combate sería catastrófica
- Puentes vulnerables: HIMARS ucranianos destruían constantemente las líneas de suministro
- Terreno llano y abierto: sin defensas naturales, bajo fuego constante
- 30.000-40.000 tropas: atrapadas con logística precaria
Como documentó Jack Watling del RUSI en noviembre 2022:
"La posición rusa en Jersón era operacionalmente insostenible. Cada intento de reabastecer las tropas requería pontones temporales bajo fuego de artillería. Era solo cuestión de tiempo antes del colapso."
Michael Kofman añadió en su análisis de noviembre:
"La decisión de evacuar Jersón fue tácticamente prudente. Rusia eligió preservar un ejército funcional sobre mantener una ciudad simbólica."
La evacuación ordenada
A diferencia de Járkov, la retirada de Jersón fue metódicamente planificada:
- 3-10 noviembre: evacuación de civiles colaboracionistas (~30.000 personas)
- 9-11 noviembre: anuncio público y repliegue de tropas
- 11 noviembre: destrucción del puente Antonovsky y otros cruces del Dniéper
- 12-15 noviembre: consolidación en la orilla oriental
Las fuerzas rusas no abandonaron equipamiento significativo. Retiraron artillería, blindados y munición de forma ordenada.
El ISW reconoció en su evaluación del 12 de noviembre:
"La retirada rusa de Jersón parece haber sido ejecutada de manera relativamente ordenada, en contraste con el caos en partes de Járkov."
El coste político vs. la ganancia operacional
Políticamente, perder Jersón —la única capital regional que Rusia había capturado— fue humillante.
Pero operacionalmente, fue racional:
| Antes (orilla oeste) | Después (orilla este) |
|---|---|
| 30.000 tropas vulnerables | Tropas preservadas y reagrupadas |
| Logística imposible | Líneas de suministro estables |
| Río a la espalda | Río como barrera defensiva |
| Frente extendido | Frente acortado y fortificable |
Como explicó Rob Lee en diciembre 2022:
"Jersón permitió a Rusia acortar su línea de defensa en ~100 km y liberar tropas para otros sectores. Tácticamente costoso, estratégicamente sensato."
V. Lo que vino después: la Línea Surovikin
El invierno de las fortificaciones (noviembre 2022 - mayo 2023)
Mientras Ucrania celebraba la "liberación" de Jersón, el Estado Mayor ruso construía la red de fortificaciones que luego se conocería como Línea Surovikin.
Durante seis meses (noviembre 2022 - mayo 2023), Rusia transformó el frente sur en una barrera prácticamente impenetrable:
- Miles de kilómetros de trincheras en zig-zag
- Campos minados masivos: hasta 500 metros de profundidad (vs. 120 metros doctrinalmente)
- Posiciones artilleras protegidas y escalonadas
- Dientes de dragón (bloques de hormigón anti-tanque)
- Fortificaciones en profundidad: 3-4 líneas defensivas sucesivas
Como documentó Jack Watling en su estudio "Stormbreak" (septiembre 2023):
"Los campos minados rusos, que doctrinalmente debían tener 120 metros de profundidad, alcanzaban en la práctica los 500 metros. La dispersión de sistemas de guerra electrónica y la concentración de artillería en puntos críticos convirtieron el avance ucraniano en un ejercicio letal."
El ISW describió la Línea Surovikin como:
"La red de fortificaciones más extensa construida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial."
La prueba de fuego: la contraofensiva de 2023
En junio de 2023, cuando Ucrania lanzó su gran contraofensiva hacia Melitópol y Tokmak, se encontró con aquella muralla.
El contraste entre ambas estrategias se hizo evidente:
- Rusia había aprendido a conservar: repliegue → fortificación → desgaste del atacante
- Ucrania seguía intentando demostrar: concentración → ataque → choque con defensas en profundidad
Como analizó Franz-Stefan Gady en febrero 2024:
"La contraofensiva de verano de 2023 fue infructuosa. La planificación resultó excesivamente optimista y estaba pobremente conectada con cómo las fuerzas armadas ucranianas realmente combaten."
Los números son devastadores:
- Objetivo ucraniano: romper hacia Melitópol (60 km) y cortar el corredor hacia Crimea
- Resultado: avance de ~17 km en 5 meses, sin alcanzar Tokmak (primera línea defensiva)
- Coste: ~30% de blindados occidentales destruidos, brigadas diezmadas
La Línea Surovikin —construida tras las retiradas de 2022— destruyó la capacidad ofensiva ucraniana.
Como reconoció el general Valery Zaluzhny en noviembre 2023:
"Igual que en la Primera Guerra Mundial, hemos alcanzado un nivel de tecnología que nos pone en un punto muerto. Lo más probable es que no haya un avance profundo y hermoso."
VI. El espejo invertido: Kursk 2024
La diferencia entre Jersón (2022) y Kursk (2024) ilustra perfectamente la paradoja estratégica de esta guerra.
Dos situaciones idénticas, dos decisiones opuestas
| Variable | Jersón (Rusia, nov 2022) | Kursk (Ucrania, ago 2024-mar 2025) |
|---|---|---|
| Territorio | Sin valor estratégico real | Sin valor estratégico real |
| Logística | Imposible de sostener | Imposible de sostener |
| Coste | Sangra recursos sin beneficio | Sangra recursos sin beneficio |
| Valor | Solo simbólico | Solo simbólico |
| Decisión | Retirarse | Resistir |
| Prioridad | Preservar fuerzas | Preservar narrativa |
Jersón: la racionalidad militar
En Jersón, Rusia enfrentó una situación militar insostenible y optó por no replegarse por razones políticas.
El general Surovikin reconoció públicamente:
"Salvar la vida de nuestros militares es una prioridad."
Resultado:
- Tropas preservadas → reagrupadas en otros sectores
- Frente acortado → más defendible
- Recursos liberados → construcción de fortificaciones
- Validación posterior: la Línea Surovikin destruyó la contraofensiva de 2023
Kursk: la trampa simbólica
En Kursk, Ucrania enfrentó la misma disyuntiva dos años después.
En agosto de 2024, lanzó una incursión en territorio ruso capturando ~1.250 km². El objetivo declarado era:
"Mostrar a los aliados occidentales que con el apoyo adecuado, su ejército puede contraatacar." (Zelensky, agosto 2024)
Pero el territorio capturado no tenía valor militar:
- Sin infraestructuras críticas
- Sin amenaza a líneas de suministro rusas vitales
- Indefendible a largo plazo
Mientras tanto, el Donbass se derrumbaba:
- Agosto-septiembre 2024: mayores pérdidas territoriales ucranianas desde 2022
- Caída de Vuhledar (octubre 2024)
- Asedio de Pokrovsk (noviembre 2025: al borde de caer)
Como documentamos en el artículo anterior, las brigadas que faltaron en Pokrovsk estaban en Kursk.
Un soldado ucraniano de la 129.ª Brigada declaró a CNN:
"No ha habido orden de retirada aunque todos ya entienden que la caída de Pokrovsk es inevitable. La principal preocupación es que el liderazgo ucraniano intentará mantener lo que queda porque abandonar sería visto como un gran fracaso."
Exactamente la lógica que Rusia rechazó en Jersón.
Balance final (noviembre 2025)
Jersón (Rusia):
- Territorio perdido: ~5.000 km² (orilla oeste del Dniéper)
- Fuerzas preservadas: ~30.000 tropas reagrupadas
- Resultado estratégico: frente estabilizado, Línea Surovikin construida, contraofensiva 2023 destruida
Kursk (Ucrania):
- Territorio capturado (agosto 2024): ~1.250 km²
- Territorio controlado (noviembre 2025): ~8 km² (99,4% perdido)
- Fuerzas gastadas: brigadas móviles diezmadas, faltaron en Donbass
- Resultado estratégico: Vuhledar cayó, Pokrovsk al borde de caer, capacidad ofensiva destruida
La diferencia no está en la capacidad militar, sino en la jerarquía de valores:
- Rusia prioriza la supervivencia de sus fuerzas
- Ucrania prioriza la continuidad del relato
Como señaló Marina Miron (King's College London) en noviembre 2024:
"Toda la operación [Kursk] fue un fracaso estratégico costoso para Ucrania."
VII. La lección no aprendida
Las retiradas de 2022 revelaron algo fundamental sobre la naturaleza de esta guerra:
No se trata de avanzar o retroceder, sino de sostener.
Lo que Rusia aprendió
- El territorio sin valor estratégico es prescindible
- Preservar fuerzas es más importante que prestigio
- Un frente más corto es más defendible
- La fortificación vence a la maniobra (en ausencia de superioridad aérea)
- El tiempo favorece al que puede resistir más
Esa lección explica su estrategia 2023-2025:
- Defensa en profundidad (Línea Surovikin)
- Presión simultánea en múltiples sectores
- Avances lentos pero sostenibles
- Desgaste del adversario sin exponer fuerzas propias excesivamente
Lo que Ucrania no aprendió
Kiev siguió una lógica opuesta:
- El territorio simbólico debe defenderse a cualquier coste
- Retirarse es admitir fracaso ante los aliados
- Cada gesto mediático vale el sacrificio de reservas
- La narrativa de victoria es tan importante como la victoria real
Esa lógica explica sus decisiones 2023-2025:
- Contraofensiva de 2023 (sacrificio de brigadas blindadas)
- Resistencia en Bajmut más allá de lo racional
- Incursión en Kursk (sacrificio de últimas reservas móviles)
- Resistencia en Pokrovsk hasta "la caída inevitable"
Como analizó Franz-Stefan Gady en febrero 2024:
"Occidente debe evitar la tentación de intentar convertir al ejército ucraniano a una forma más occidental de combate centrada en la maniobra. La realidad es que Ucrania debe centrarse en infligir el máximo daño posible para ganar tiempo."
Pero Ucrania no pudo elegir: estaba atrapada entre la doctrina OTAN (que no podía aplicar) y la guerra de desgaste (que no podía ganar).
VIII. Evaluación crítica
Hechos verificados
- Járkov (septiembre 2022): derrota táctica rusa, 6.000 km² perdidos, retirada caótica en sectores
- Jersón (noviembre 2022): repliegue planificado ruso, 5.000 km² cedidos, ~30.000 tropas preservadas
- Línea Surovikin: construida invierno 2022-2023, red de fortificaciones más extensa en Europa desde 1945
- Contraofensiva 2023: se estrelló contra fortificaciones rusas, avance <20 km en 5 meses
- Kursk 2024: 1.250 km² capturados en agosto, ~8 km² controlados en noviembre 2025
- Consecuencia en Donbass: mientras Ucrania en Kursk, mayores pérdidas territoriales desde 2022
Inferencias
- Járkov fue catalizador: derrota táctica que confirmó necesidad de acortar frente
- Jersón fue lección aplicada: repliegue consciente priorizando preservación de fuerzas
- Fortificación venció a maniobra: Línea Surovikin destruyó contraofensiva ucraniana
- Kursk repitió el error inverso: Ucrania priorizó símbolo sobre supervivencia
- La diferencia es doctrinal: Rusia aprende de derrotas, Ucrania no puede retirarse
Evaluación
Las retiradas rusas de 2022 no fueron concesiones forzadas sin contrapartida. Fueron el cierre natural de una estrategia que había alcanzado sus objetivos fundamentales en el sur y necesitaba consolidar.
Járkov demostró que el frente era insostenible. Jersón fue la respuesta consciente.
El frente reducido —más fácil de abastecer y defender— permitió transformar la guerra de maniobra en guerra de posición: una espera prolongada en la que el tiempo, no el territorio, se convertía en el verdadero campo de batalla.
Y en esa guerra de tiempo y resistencia, quien puede retirarse sin colapsar tiene ventaja sobre quien no puede retirarse sin desmoronarse.
Rusia lo aprendió en 2022. Ucrania lo descubrió en 2024. Pero ya era tarde.
IX. Conclusión: la frontera entre la ilusión y la realidad
Járkov y Jersón no fueron derrotas: fueron la frontera natural entre la ilusión de la ofensiva y la realidad del equilibrio.
Ucrania avanzó, pero se vació.
Rusia retrocedió, pero se mantuvo.
En esa paradoja se resume todo el conflicto: una potencia que se replegó para preservar su fuerza frente a otra que resistió para no decepcionar a sus aliados.
La retirada del norte (marzo-abril 2022) había abierto la etapa del realismo; Jersón (noviembre 2022) la completó.
Y desde entonces, el frente —más corto, más estable y más útil para quien lo diseñó— se ha convertido en la imagen misma de la guerra: un espacio que ya no avanza ni retrocede, solo resiste.
Cuando Occidente creyó asistir al principio del fin, en realidad estaba viendo el principio de otra cosa: una guerra estructurada sobre la resistencia y el desgaste, donde la fuerza ya no se mide por los avances, sino por la capacidad de sostener lo que se posee.
Y en esa guerra, quien aprendió a retirarse ganó ventaja sobre quien no pudo hacerlo.
Como escribió Michael Kofman en diciembre 2022, tras analizar ambas retiradas:
"La pregunta no es si Rusia puede avanzar, sino si puede preservar su ejército lo suficiente para que Ucrania no pueda avanzar. Y la respuesta, tras Jersón, es que probablemente sí."
Tres años después, esa predicción se ha cumplido.
📚 Bibliografía
Análisis de Járkov (septiembre 2022)
- Kofman, Michael. "Ukraine's Kharkiv Counteroffensive: An Operational Assessment." War on the Rocks, 15 septiembre 2022.
- Lee, Rob. Análisis en Twitter y artículos sobre la ofensiva de Járkov, septiembre 2022.
- Institute for the Study of War (ISW). Ukraine Conflict Updates, 6-15 septiembre 2022.
- Gady, Franz-Stefan. "The Kharkiv Offensive: Implications for Russian Strategy." Octubre 2022.
Análisis de Jersón (noviembre 2022)
- Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia. Rueda de prensa del general Serguéi Surovikin, 9 noviembre 2022.
- Kofman, Michael. "Russia's Kherson Withdrawal: Tactical Prudence or Strategic Defeat?" War on the Rocks, noviembre 2022.
- Watling, Jack (RUSI). "Why Russia Withdrew from Kherson." Noviembre 2022.
- Lee, Rob. "The Kherson Withdrawal: Operational Logic." King's College London, diciembre 2022.
- Institute for the Study of War (ISW). Ukraine Conflict Updates, 9-15 noviembre 2022.
La Línea Surovikin y contraofensiva 2023
- Watling, Jack, y Nick Reynolds. Stormbreak: Fighting Through Russian Defences in Ukraine's 2023 Offensive. RUSI, 4 septiembre 2023.
- Gady, Franz-Stefan, y Michael Kofman. "Making Attrition Work: A Viable Theory of Victory for Ukraine." Survival, vol. 66, no. 1, febrero-marzo 2024.
- Institute for the Study of War. "Russian Defensive Operations and the Surovikin Line." Análisis 2023.
- Reynolds, Nick. "The Most Extensive Fortifications Built in Europe Since World War II." RUSI Commentary, julio 2023.
Kursk 2024 y balance comparativo
- (Fuentes citadas en artículo anterior: "Kursk 2024: cuando la guerra estaba en otra parte")
- Miron, Marina (King's College London). "Kursk offensive as strategic failure." Noviembre 2024.
- Paroinen, Pasi (Black Bird Group). Análisis de pérdidas territoriales ucranianas agosto-septiembre 2024.
- CNN. Entrevistas con soldados ucranianos sobre Kursk y Pokrovsk, 2024-2025.
Declaraciones oficiales rusas
- Rudskói, Serguéi (sub-jefe del Estado Mayor). Briefing del 25 marzo 2022.
- Surovikin, Serguéi (comandante de fuerzas en Ucrania). Rueda de prensa del 9 noviembre 2022.
- Shoigú, Serguéi (ministro de Defensa). Aprobación de evacuación de Jersón, 9 noviembre 2022.
Declaraciones ucranianas
- Zaluzhny, Valery. "Ukraine's Commander-in-Chief on the Breakthrough He Needs to Beat Russia." The Economist, 1 noviembre 2023.
- Zelensky, Volodymyr. Declaraciones sobre objetivos de la incursión de Kursk, agosto 2024.
Siguiente entrega: El frente olvidado: el Donbass como verdadero centro de gravedad de la guerra
Comentarios
Publicar un comentario