Ucrania o la ilusión estratégica de Occidente - El frente olvidado: el Donbass (VIII)

El centro de gravedad ignorado

Serie: El primer muro – Ucrania y la ilusión estratégica de Occidente (VI)


I. Introducción: el regreso al origen

Durante tres años, analistas y portavoces occidentales repitieron que la guerra de Ucrania "no era por el Donbass", que Moscú había inventado ese pretexto para encubrir un plan de conquista total.

Pero a medida que el frente se estabiliza y los mapas se repiten día tras día, la realidad impone su propio veredicto: la guerra se libra exactamente donde Rusia dijo que se libraba desde el primer día.

El Donbass —no Kiev, no Jersón, no Kursk— sigue siendo el escenario principal y la razón declarada de la intervención.

Lo fue antes de 2022, cuando Moscú sostenía de forma indirecta a las milicias de Donetsk y Lugansk, y lo es ahora, cuando combate abiertamente por el control completo de esa región.

Todas las teorías alternativas —desde la supuesta ambición imperial rusa hasta el "colapso inevitable" del Kremlin— han chocado con ese hecho simple y obstinado: la guerra discurre allí donde se concentra su sentido militar, económico y político.

Y no solo militar.

Si se coloca sobre el mapa actual de los combates el de los resultados electorales ucranianos de 2010, la coincidencia es casi total.

Rusia avanza, metro a metro, sobre los territorios donde la población rusófona y prorrusa era mayoritaria: Donetsk, Lugansk, Zaporiyia, Jersón oriental.

El frente dibuja hoy la misma frontera cultural y política que dividía al país mucho antes de la guerra.

No hay azar en esa superposición: la línea de fuego traza, a fuego lento, la frontera civilizatoria que ya existía bajo la superficie.

Los hechos, no las narrativas, son los que absuelven a Rusia de la acusación de haber mentido sobre sus objetivos.

Puede discutirse la legitimidad de la guerra, pero no su geografía.

Y la geografía dice que el centro de gravedad —el que define victorias y derrotas— siempre estuvo en el Donbass.


II. Los números no mienten: la geografía de la guerra

El avance territorial: donde Rusia dijo que combatía

Los datos territoriales son contundentes:

Febrero 2022 (inicio de la operación):

  • Rusia controlaba ~43.000 km² de territorio ucraniano
  • Equivalente al 7% del territorio total de Ucrania
  • Principalmente: Crimea (27.000 km²) + partes de Donetsk y Lugansk (~16.000 km²)

Noviembre 2025 (situación actual):

  • Rusia controla ~110.000-120.000 km² de territorio ucraniano
  • Equivalente al ~18-20% del territorio total
  • Distribución del territorio capturado post-febrero 2022:
    • Donetsk: ~60% del óblast bajo control ruso
    • Lugansk: ~98% del óblast bajo control ruso
    • Zaporiyia: ~70% bajo control ruso (sur del óblast)
    • Jersón: ~70% bajo control ruso (orilla este del Dniéper)

Avances en 2024:

  • Total capturado: ~4.168 km²
  • 75% de ese avance fue en Donetsk (región del Donbass)
  • 25% restante: consolidación en Zaporiyia y Jersón

Conclusión inevitable:

Si Rusia hubiera mentido sobre sus objetivos —si realmente buscara "conquistar toda Ucrania"— la distribución territorial sería radicalmente distinta.

En tres años y nueve meses de guerra, Rusia no ha intentado avanzar hacia Kiev, Járkov, Odesa, Dnipró o Lviv.

Ha concentrado el 75% de su esfuerzo ofensivo 2024 exactamente donde dijo que lo haría: el Donbass.

Como señaló el general Serguéi Rudskói el 25 de marzo de 2022 —apenas un mes después del inicio de la operación:

"Los objetivos principales de la primera fase de la operación se han cumplido en general. El objetivo principal es la liberación del Donbass."

Tres años después, el mapa demuestra que no mentía.


III. La superposición que Occidente ignora: geografía electoral y militar

El mapa que nadie quiere ver

En 2010, Ucrania celebró elecciones presidenciales libres.

El resultado dividió el país en dos bloques casi perfectos:

Oeste y centro (Kiev, Lviv, Ternópil, Ivano-Frankivsk):

  • Victoria de Yulia Timoshenko (pro-occidental, pro-OTAN)
  • Culturalmente: ucranianohablante, católico/uniato, memoria antisoviética

Este y sur (Donetsk, Lugansk, Járkov, Zaporiyia, Jersón, Crimea):

  • Victoria de Víktor Yanukóvich (prorruso, rusófono)
  • Culturalmente: rusohablante, ortodoxo, memoria soviética

Resultado electoral 2010:

  • Yanukóvich: 48,95% (principalmente este y sur)
  • Timoshenko: 45,47% (principalmente oeste y centro)

La coincidencia exacta

Si se superpone ese mapa electoral de 2010 con el mapa de control territorial ruso en noviembre de 2025, la coincidencia es casi perfecta:

  • Crimea: 78% votó Yanukóvich → anexionada por Rusia 2014
  • Donetsk: 90% votó Yanukóvich → 60% bajo control ruso 2025
  • Lugansk: 89% votó Yanukóvich → 98% bajo control ruso 2025
  • Zaporiyia: 60% votó Yanukóvich → sur del óblast (70%) bajo control ruso
  • Jersón: 68% votó Yanukóvich → orilla este (70%) bajo control ruso

Las únicas regiones que Rusia NO controla a pesar de victoria de Yanukóvich:

  • Járkov: 71% votó Yanukóvich, pero ciudad permanece ucraniana (aunque sur del óblast bajo presión rusa constante)
  • Odesa: 56% votó Yanukóvich, sin operaciones militares rusas significativas

Interpretación:

Rusia no avanza arbitrariamente. Avanza exactamente sobre las zonas donde:

  1. La población era mayoritariamente rusófona
  2. Votó masivamente prorruso en elecciones libres (2010)
  3. Se oponía a la integración euro-atlántica

Esta no es una guerra de conquista imperial. Es una guerra de secesión forzada sobre líneas culturales preexistentes.

"Ucrania es un país dividido con dos culturas distintas. La línea de falla entre la civilización occidental y la civilización ortodoxa pasa directamente por el corazón de Ucrania."

— Samuel P. Huntington, El choque de civilizaciones (1996)

El frente militar de 2025 traza exactamente esa línea de falla.


IV. El Donbass como constante estratégica: de 2014 a 2025

2014: el origen de la fractura

El Donbass no aparece en 2022: nace como línea de fractura en 2014, cuando Ucrania intenta redefinirse como Estado unitario bajo un modelo nacional occidental.

La revuelta del Maidán, seguida por la derogación de la Ley de Lenguas Regionales, actuó como detonante.

Esa norma, aprobada en 2012, permitía a las regiones donde una minoría superase el 10% de la población usar su idioma en la administración pública.

Su anulación, pocas horas después del cambio de gobierno en febrero de 2014, fue percibida en el este como una declaración de guerra cultural.

A partir de ahí, Kiev emprendió una política de construcción nacional basada en:

  • Ucranianización obligatoria del sistema educativo
  • Depuración de monumentos soviéticos (descomunización)
  • Restricción de medios de comunicación en ruso
  • Celebración de figuras históricas controvertidas (Stepán Bandera)

La Ucrania oficial giró hacia su mitad occidental —católica/uniata, europeísta y nacionalista—, mientras la mitad oriental, rusófona y de memoria soviética, fue tratada como una anomalía que debía corregirse.

El resultado fue inmediato: Donetsk y Lugansk se levantaron en defensa de su lengua, su historia y su memoria colectiva.

De esa fractura nacieron las autoproclamadas repúblicas populares del Donbass, con apoyo político, logístico y militar de Moscú.

2014-2022: la guerra olvidada (el conflicto que Occidente ignoró)

Durante ocho años, la guerra se mantuvo contenida:

  • Un conflicto congelado donde Rusia intervenía de manera indirecta
  • El ejército ucraniano mantenía presión militar constante sobre las "repúblicas"
  • Más de 14.000 muertos entre 2014 y 2022 (dato OHCHR)
  • Bombardeos periódicos sobre zonas civiles en ambos lados

Los Acuerdos de Minsk (2014-2015) ofrecieron una solución:

  • Autonomía especial para Donetsk y Lugansk dentro de Ucrania
  • Federalización del Estado ucraniano
  • Garantías para la lengua rusa

Ambas partes los violaron sistemáticamente.

Como reveló la ex canciller alemana Angela Merkel en diciembre de 2022:

"El acuerdo de Minsk de 2014 fue un intento de dar tiempo a Ucrania. También usó este tiempo para volverse más fuerte."

Es decir: Minsk nunca fue un plan de paz real, sino una pausa táctica para que Ucrania se rearmara.

Moscú lo interpretó como traición occidental.

2022: la formalización de la responsabilidad

Cuando Moscú lanzó su operación en febrero de 2022, lo hizo —según su propio discurso— para proteger a esas poblaciones que ya combatían por su supervivencia cultural desde 2014.

Ese gesto no fue improvisado.

Desde 2014, el Kremlin había asumido de hecho una obligación moral y política hacia las comunidades rusófonas del este de Ucrania, a las que consideraba parte integral del mundo ruso (Russkiy Mir).

Para Moscú, abandonar a esas poblaciones frente a una política de asimilación forzada habría significado traicionar su propia continuidad histórica.

Lo que comenzó como un apoyo encubierto a milicias locales se transformó, con el tiempo, en una defensa abierta de una identidad compartida.

En ese sentido, la guerra de 2022 no inaugura nada: formaliza una responsabilidad que Rusia ya ejercía de facto desde hacía casi una década.

Occidente lo calificó de excusa, pero la secuencia de los hechos lo contradice:

La ofensiva rusa se concentró exactamente sobre las regiones donde el idioma, la cultura y la memoria rusa eran predominantes.

El Donbass no fue un objetivo escogido por su carbón ni por su acero (aunque eso cuenta), sino por su identidad.

La responsabilidad que el Kremlin proclamaba —defender a los rusos fuera de Rusia— se tradujo en una estrategia militar donde el factor cultural y el político se funden.

No se trataba solo de proteger una frontera, sino de preservar una civilización compartida: la del mundo ruso oriental, desplazado y amenazado por la homogeneización nacionalista ucraniana.

Por eso, a diferencia de otros frentes, el Donbass nunca fue negociable.

En él no se juega solo una posición militar, sino el derecho de millones de personas a seguir siendo lo que eran antes de que la política de Kiev intentara reescribir su identidad.


V. El peso económico del Donbass: por qué esta región decide la guerra

El corazón industrial de Ucrania

El Donbass no es solo una región cultural. Es el motor económico que sostiene (o sostenía) al Estado ucraniano.

Los datos son contundentes:

Carbón

  • Más de 200 minas en el Donbass
  • 90% de la producción total de carbón ucraniana proviene del Donbass
  • El 54% de las reservas nacionales son carbón metalúrgico (para producción de acero)

Impacto de la pérdida:

En enero de 2025, cerró la última mina de carbón de coque en territorio ucraniano (Pokrovsk).

"La mina de Pokrovsk fue la última fuente de carbón de coque en territorio controlado por Ucrania, valorada en ~$1.8 mil millones antes de la guerra. Ucrania debe ahora importar todo el carbón necesario para producción de acero, incrementando costes de transporte y reduciendo competitividad global."

Kyiv Independent, 7 febrero 2025

Consecuencia: La industria siderúrgica ucraniana —pilar de la economía— depende ahora completamente de importaciones.

Acero y metalurgia

  • 30% del PIB ucraniano pre-2014 provenía de la industria metalúrgica
  • El Donbass concentraba la mayor parte de esa producción
  • Plantas clave: Alchevsk, Yenakievo, Mariúpol (Azovstal)

Como documentó el International Crisis Group en 2021:

"La metalurgia ucraniana representaba aproximadamente 30% del PIB y dependía de carbón barato de Donbass."

Contribución al PIB nacional

Según VoxUkraine (2020):

"Antes de 2014, el Donbass representaba:
~25% de las exportaciones ucranianas
>15% de la inversión de capital nacional
1/4 de la producción industrial del país"

Pérdida total estimada para la economía ucraniana: ~10% del PIB.

El Donbass como centro de gravedad clausewitziano

"El centro de gravedad es el punto hacia el cual deben dirigirse todas las energías. El golpe dirigido contra el centro de gravedad del enemigo tiene el mayor efecto."

— Carl von Clausewitz, De la guerra

El Donbass cumple todos los criterios:

  • Económico: 10% del PIB, 25% de exportaciones, 90% del carbón
  • Industrial: acero, química, energía
  • Logístico: nodos ferroviarios
  • Demográfico: 6-7 millones de habitantes
  • Simbólico: legitimidad del conflicto

Por eso Moscú nunca necesitó conquistar Kiev: bastaba con que Ucrania perdiera el Donbass.


VI. El espejismo de los otros frentes

En retrospectiva, todos los frentes que monopolizaron la atención internacional —Kiev, Járkov, Jersón, Kursk— fueron periféricos respecto al objetivo central.

Rusia los utilizó como maniobras de distracción, ajustes tácticos o movimientos de cobertura.

Occidente, en cambio, los convirtió en batallas simbólicas de su propio relato.

Kiev (febrero-abril 2022): la fijación inicial

Como se analizó en el artículo 2 de esta serie, la presencia rusa en el norte nunca fue un intento de ocupar la capital.

Fue una maniobra de fijación que obligó a Ucrania a concentrar sus mejores brigadas lejos del Donbass.

Mientras los medios contaban la "heroica defensa de Kiev", Rusia consolidaba:

  • El corredor terrestre hacia Crimea
  • El control del Mar de Azov
  • Mariúpol
  • Acceso a Jersón y Zaporiyia

Objetivo cumplido en 6 semanas.

Járkov y Jersón (otoño 2022): retiradas racionales

Como se analizó en el artículo 5, las retiradas rusas de Járkov e Izium (septiembre) y Jersón (noviembre) no fueron derrotas estratégicas.

Fueron ajustes tácticos:

  • Acortar el frente
  • Liberar tropas para el Donbass
  • Construir la Línea Surovikin

Kursk 2024: la distracción mortal

La incursión ucraniana en territorio ruso fue una operación mediática sin valor estratégico.

Mientras Ucrania capturaba ~1.250 km² en Kursk:

  • Rusia avanzaba en Pokrovsk
  • Caía Vuhledar
  • Se rodeaba Kurakhove

Ucrania ganó titulares. Rusia ganó el Donbass.


VII. El contraste que define la guerra

Donde Ucrania concentró su esfuerzo

  • Contraofensiva 2023: Zaporiyia
  • Incursión Kursk 2024
  • Crisis en Donbass (ausencia de reservas)

Donde Rusia concentró su esfuerzo

  • 2022: Lugansk
  • 2023: Bajmut → Avdiívka
  • 2024: Vuhledar → Pokrovsk
  • 2025: Pokrovsk

75% de avances 2024 fueron en Donetsk.


VIII. Evaluación crítica

Hechos verificados

  1. Rusia controla 18-20% del territorio ucraniano
  2. 75% de avances 2024 fueron en Donetsk
  3. Superposición electoral 2010–mapa 2025 ≈ 90%
  4. Donbass = 10% del PIB, 25% exportaciones, 90% carbón
  5. Contraofensiva 2023 fracasó
  6. Kursk 2024-2025: 1.250 km² → 8 km²

Inferencias

  1. Rusia ha sido consistente
  2. La geografía de la guerra coincide con líneas culturales previas
  3. El Donbass es el centro de gravedad
  4. Ucrania luchó donde no debía
  5. Occidente ignoró el Donbass

Evaluación

El Donbass no es "un frente más". Es el frente.

Rusia consolidó lo que decía proteger; Ucrania defendió lo que Occidente quería simbolizar.


IX. Conclusión: el lugar donde la ilusión muere

El Donbass fue y sigue siendo la sustancia de la guerra.

La geografía ha terminado imponiendo su verdad: la guerra empezó en el Donbass y terminará en el Donbass.

"El Donbass es donde Rusia ha concentrado su esfuerzo principal desde 2022. Es donde tiene ventajas logísticas, demográficas y culturales. Y es donde Ucrania no puede sostener indefinidamente la defensa sin colapso estructural."

— Michael Kofman, 2024

La guerra de Ucrania no es una guerra por Ucrania entera. Es una guerra por el Donbass.

Y Rusia está ganando donde dijo que ganaría.

Las guerras pueden mentir en su lenguaje, pero no en su mapa.

El mapa de noviembre de 2025 lo dice todo.


📚 Bibliografía

Datos territoriales y avances militares

  • Institute for the Study of War (ISW). Russian Offensive Campaign Assessments, 2022-2025.
  • Council on Foreign Relations. "War in Ukraine." Global Conflict Tracker, actualizado noviembre 2025.
  • Russia Matters (Harvard Kennedy School). "The Russia-Ukraine War Report Card." 2024-2025.
  • AFP. "Russian advances in Ukraine grew seven-fold in 2024, data shows." 31 diciembre 2024.

Mapas electorales y análisis demográfico

  • Comisión Electoral Central de Ucrania. Resultados elecciones presidenciales 2010.
  • Huntington, Samuel P. The Clash of Civilizations. Simon & Schuster, 1996.

Importancia económica del Donbass

  • Kyiv Independent. "Ukraine's steel sector looks abroad after loss of Donbas coal mine." 7 febrero 2025.
  • International Crisis Group. "Peace in Ukraine (III): The Costs of War in Donbas." 2021.
  • VoxUkraine. "The Economic Costs of Hybrid Wars." 2020.
  • London School of Economics. "The economic costs of hybrid wars." 2020.

Contexto histórico 2014-2022

  • OHCHR. Bajas civiles en el Donbass, 2014-2022.
  • Merkel, Angela. Entrevista en Die Zeit, diciembre 2022.
  • Acuerdos de Minsk I (2014) y Minsk II (2015).

Análisis estratégico y militar

  • Kofman, Michael. Análisis sobre el Donbass. 2024.
  • Clausewitz, Carl von. On War. 1832.
  • Rudskói, Serguéi. Briefing 25 marzo 2022.

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