Entradas

Lola Montes

Imagen
Por encima de todo, "Lola Montes" es una película que rebosa melancolía que se construye sobre una tragedia: la de sobrevivir a la propia vida. Porque es precisamente éso lo que sucede con la protagonista. La narración se construye en torno a un espectáculo circense en el que Lola Montes, con la ayuda de un maestro de ceremonias, va desgranando ante los espectadores de dentro y de fuera de la película la escandalosa vida de la bailarina y cortesana. Sobre esta estructura, su director, Max Ophuls, construye, a su gusto y como en muchas de sus películas, una compleja serie de flashbacks que profundizan en cada uno de esos eventos: su relación con el músico Lizst, la seducción de su primer amante que es también el amante de su madre y la final y culminante relación que mantuvo con Luis I de Baviera que directamente conduce a ese circo, donde la envejecida Lola no tiene otra opción que comerciar con su propia leyenda para seguir viviendo. Toda la película es el esfuerz...

La fiesta debe continuar. Por nada del mundo debe detenerse. Y para ello debes tener claro que el sufrimiento es cosa de otros, que es para esos oscuros y desconocidos otros, por su miserable y mala cabeza, sobre los que se cierra esa trampa de la realidad que tú mismo a veces temes. Por eso cada día, y contra tu temor, se te ofrece la oportunidad de escuchar, si así lo quieres, tu propia absolución. Hay razonable explicación para todo lo que te preocupa. Y la conclusión es que cualquier miedo es infundado. La historia culmina en tí, en tu deseo sin freno y, si puedes permitirte pagar el precio que tiene soñar, todos los sueños son ciertos. Por eso cierra los ojos y sigue comprando. Mira para otro lado. No desperdicies el tiempo que tanto te cuesta ganar. Disfruta las ventajas, olvida los inconvenientes. Consume toda esa belleza que el cuerno de la abundancia en tarifa plana, vomita a tus pies en cómodos plazos si así lo quieres. La felicidad está en ...

Mi loco erasmus

Imagen
Tiene mucho que ver "Mi loco erasmus" con "Arrebato" de Ivan Zulueta, una de las grandes películas míticas y malditas del cine español. Tanto Pedro, el protagonista de "Arrebato" como Didac, que protagoniza "Mi loco erasmus" encarnan la posibilidad del exceso que acompaña a todo proceso creativo. Ambos acaban yendo demasiado lejos. Siempre recuerdo una frase del genial Ingmar Bergman al respecto de lo que significa un proceso creativo. Bergman habla con gran talento de arrojar una lanza hacia la oscuridad y luego ir a buscarla. El creador se adentra en esa oscuridad apenas sostenido por la intuición de una trayectoria y esa oscuridad puede no ser un entorno amable. Puede albergar demonios y monstruos. Puede ser un bosque en el que puede terminar perdido. Y es obvio que Didac termina perdido y lo hace en la aparente superficialidad que ofrece un documental sobre la vida de los erasmus que visitan Barcelona, en teoría, para estudiar. ...

The salvation hunters

Imagen
La ventana de éxito y creatividad que Josef von Sternberg tuvo en el mundo del cine es de apenas 7 años, desde 1928 hasta 1935. Son fundamentales en ese éxito dos actores de origen alemán: el fenomenal Eemil Jennings, primero, y luego la estupenda Marlene Dietrich, a cuyo destino el director de origen alemán está indeleblemente asociado, siendo el encargado de desarrollar el despliegue iconográfico y cinematográfico del mito en sus inicios. . Posteriormente, y tras la separación profesional (y seguramente personal) de la diva alemana, el destino de Sternberg se desvanece en una carrera errática, en absoluto alimentada por el éxito; convirtiéndose casi en uno de esos hombres débiles que los personajes de Dietrich destrozaban en casi todas las películas que él mismo dirigió. Pero esa es otra historia... Antes de la Dietrich, Sternberg tuvo una fulgurante aparición como director con "The salvation hunters", filmada en 1925, y que tuvo un gran éxito de crítica, no tanto ...

Los últimos días en Marte

Imagen
No hay mucho que decir sobre "Los últimos días en Marte", pero, y por contradictorio que pueda parecer, ese poco que se puede decir no es malo. "Los últimos días en Marte" es una de esas películas en las que uno sabe más o menos lo que va a pasar, pero está hecha con las suficientes ganas, quizá cariño, como para que no importe demasiado porque, y como escribía el gran poeta griego Cavafis, lo importante es el camino. La historia que se nos cuenta se sitúa en la intersección de tres espacios simbólicos definidos por la amenaza biológica microscópica ("La amenaza de Andrómeda"), el body count extraterrestre ("Alien") y el apocalipsis zombie ("The walking dead"). Y esta combinación ya le parece al que escribe una magnífica idea. La película se sitúa en las últimas horas de misión de una expedición cientifica al planeta rojo. Uno de los científicos descubrirá una forma de vida que tendrá letales efectos sobre los miembros de la ...

Pinta espejos la lluvia sobre el asfalto y en ellos, sobre su detenida certeza, el imposible silencio se remansa mientras los oficinistas desesperados se apresuran, intentan evitarlos como en rayuela, buscando a toda costa no tropezar con el esquivo fantasma de su propia verdad.

Posibilidad de pacto

Imagen
Mientras las cosas fueron bien en Europa fue posible vivir bajo la idea de esa fantasía tecnocrática del fin de la historia. El desmoronamiento del bloque socialista generó un vencedor único y con él llegó la absoluta imposibilidad de las diferencias irreconciliables en la gestión de las sociedades. El dinero y la acumulación infinita eran el único dios y el neoliberalismo su profeta. En ese contexto era posible dar pábulo a la fantasía de la mera gestión tecnocrática, casi administrativa, de las sociedades mientras el capitalismo funcionaba por sí sólo, casi como una máquina de movimiento perpetuo, que se regulaba a sí misma y sobre cuyo funcionamiento no era necesario intervenir. El político devino a gestor, mero administrador de una opulencia que en lo que a los países occidentales se refería existía de manera tangible, materializada incluso para los no demasiado afortunados en un estado del bienestar de mayor o menor envergadura. Otra cosa era lo que pasaba en el resto...